De nuevo nos ponemos en marcha para otra etapa de visitas, esta vez algo más corta y con lugares más cercanos. El reciente viaje a Hawaii nos ha esquilmado el presupuesto destinado a viajar y hemos querido reponernos un poco, sin abandonar en la medida de lo posible esta apasionante actividad que cada vez nos gusta más.

Así que hoy partíamos de Bilbao con "Vueling", haciendo escala en "Barcelona" y llegando al mediodía a "Catania", en donde hemos cogido el coche alquilado en "Avis", con la suerte de recibir un vehículo de superior calidad al reservado, manteniéndose el precio. Enseguida nos hemos puesto en camino en dirección a "Taormina", que era el primer destino a visitar en "Sicilia". Después de 60 km. de atascos en la autopista, el Gps nos ha llevado al hospedaje reservado en "Booking" llamado "Il Cantone del Faro", por una ruta en la que se ha acabado el asfalto cuando faltaban 300 metros y he tenido que buscarlo andando porque el camino era impracticable para el coche.

Como era temprano y teníamos tiempo suficiente para comenzar las visitas, hemos preguntado a la señora del hospedaje como podíamos subir a una colina que hemos visto al llegar y que nos ha gustado porque desde allí pensamos que se tendría una bonita vista de la costa. Nos ha dicho en un siciliano mezclado con alguna palabra en inglés, que se llamaba "Castelmola", pero que había problemas: Policía, Trump, Puting, etc. No entendíamos lo que quería decirnos, porque no encontrábamos la relación de lo que oíamos. Que pintaban "Trump" y "Puting" en "Taormina" en una colina llena de casas que parecían descolgarse por las rocas. Después nos hemos enterado que la señora tenía razón, ya que las reuniones del "G-7" se van a celebrar en esta ciudad, y como es natural, estaba tomada por miles de policías, el ejército y la prensa, como hemos podido apreciar al encontrarnos cerrados los accesos a la mayoría de los puntos a los que queríamos ir.

Siguiendo con nuestra habitual cercanía a situaciones de desastres naturales, golpes de estado y en este caso, mandatarios de gobiernos, que dejan menos accesibilidad a los ciudadanos de a pie que un terremoto de fuerza 6 en la escala de Richter, hemos buscado alternativas y nos hemos dirigido a "Isola Bella", uno de los pocos lugares a los que permitían ir, si bien hasta ese lugar estaba vigilado por policías que patrullaban en motos acuáticas, lo que resultaba un tanto curioso.

Después hemos intentado movernos por la costa pero ha resultado prácticamente imposible, por lo que nos hemos vuelto al pueblo donde tenemos el hospedaje y que está situado muy cerca de Taormina, en donde hemos podido cenar en una terraza de forma muy tranquila y disfrutando de nuestra primera cena de gastronomía siciliana.

Ante la imposibilidad de que mañana nos podamos mover por esta zona, porque el "G-7" durará hasta el lunes próximo, hemos decidido cambiar los planes y adelantar la visita al volcán "Etna", porque no creemos que allí nos encontremos con problemas. Al final de nuestra vuelta por Sicilia y si tenemos tiempo, volveremos a "Taormina" para ver lo que hasta ahora no nos han dejado.

No empieza con buen pie este viaje a Sicilia, aunque esperamos que una vez se marchen los dignatarios, podamos volver a nuestro habitual ritmo y disfrutar de las numerosas visitas que tenemos programadas.

Nunca habíamos estado rodeados de tanta seguridad y a la vez queriendo huir de la misma, porque parece ser que han comenzado hoy las conferencias del "G-7" y cada vez los trastornos son mayores. Hoy sobrevolaban Taormina: aviones caza y helicópteros y en el mar alguna fragata, acompañada de las motos acuáticas. Como contrapunto, algunos grupos ecologistas y antiglobalización, a primera hora de la mañana se echaban al agua en canoas delante de nuestro hotel, desplegando pancartas en las que decían que primero había que preocuparse de salvar el planeta y después las economías.

Viendo lo que se avecinaba y como los medios informativos a la búsqueda de la noticia, ayudaban en gran medida a incordiar al ciudadano de a pie, con sus carreras con las cámaras y dejando los coches obstaculizando el tráfico, nos hemos marchado al volcán "Etna", huyendo rápidamente de una situación que nos produce un gran disgusto porque nos impide movernos a nuestro antojo, algo que siempre cuidamos y tenemos en cuenta al organizar nuestros viajes.

Así que hemos tomado dirección al volcán, a pesar de que se veía totalmente nublado y con grandes dudas de si podríamos ver su cumbre. Conforme subíamos el tiempo se ha cerrado todavía más comenzando a llover en un tramo y si no nos hemos dado la vuelta, ha sido porque somos muy cabezones y principalmente porque el "G-7" no nos dejaba otra alternativa. Cuando hemos llegado a la zona donde se coge un telecabina, hemos podido comprobar que el fuerte viento que soplaba, conseguía disipar la niebla y nubes en algunos momentos, por lo que hemos dado un paseo hasta un cono de volcán cercano, dando tiempo para ver si mejoraba la situación.

Y así ha sido, por lo que hemos cogido el telecabina hasta la estación intermedia y después un pequeño autobús especial para transitar por la lava, subiendo hasta una zona más alta, desde donde se tenía mejores vistas del "Etna.

De todas formas, este volcán no es de los más agraciados que hemos visto, porque a pesar de estar activo en algunas zonas, no es comparable con los de Indonesia, Japón y mucho menos con el "Kilahuea" o "Haleakala", ambos en Hawaii que recientemente hemos visitado.

No obstante, estar en un volcán siempre nos ha encantado y a pesar del frío y fuerte viento que azotaba en la zona alta, hemos disfrutado viendo sus conos y las fumarolas activas que se confundían con las nubes y niebla.

A la vuelta, nos hemos acercado a otro atractivo en los alrededores de "Taormina", libre de controles y restricciones de acceso. Queríamos enterarnos de cómo era el "Gole de Alcántara" que yo tenía referenciado como destino a visitar y que ha resultado ser una garganta de altas paredes sobre un río por el que se puede caminar. El tiempo que se requiere para una visita completa era excesivo para hacerlo hoy y lo hemos dejado para el último día que estaremos en Sicilia y que lo habíamos reservado para visitar el volcán "Etna".

Mañana, nos trasladaremos a "Cefalú" en la costa norte, siguiendo nuestra ruta de dar la vuelta a la isla.

En cuanto hemos dejado "Taormina" y se ha quedado atrás toda la parafernalia del "G-7" con sus controles policiales y demás, parece que hemos revivido y tomando la autopista hacia la costa norte por "Messina" llegábamos al mediodía a "Cefalú", parando previamente en un gran supermercado para proveernos de algo de comida, principalmente para los desayunos en los que somos algo especiales porque nos gusta desayunar fuerte. También para almuerzos, porque no sabemos donde nos pillará la hora de comer y si encontraremos algo de nuestro gusto. Incluso pensamos que probablemente muchas cenas terminaremos haciéndolas en los apartamentos con cocina que hemos procurado reservar, porque sólo llevamos tres días en Sicilia y ya estamos hartos de pasta y pizzas. La alternativa del pescado es cara para un elevado consumo y acostumbrados al sabor de los del "Cantábrico", el de aquí nos parece de poca calidad.

Una vez hecho el Chek-in en "Villa Magará", situada a la entrada de "Cefalú" y en donde pasaremos un par de noches, nos hemos acercado un rato a la piscina para disfrutar de las horas de sol y del calor que ya empieza a hacer en esta isla, y en donde teníamos una preciosa vista del puerto.

A media tarde hemos salido a conocer "Cefalú" y el pueblo nos ha encantado. A los pies de un promontorio rocoso y con un gran ambiente al ser sábado, este precioso lugar con sus estrechas callejuelas que desembocan en una animada playa, nos ha hecho pasar una tarde muy agradable. Es uno de los mayores centros balnearios de toda la provincia; a pesar de sus dimensiones, cada año atrae a millones de turistas, sicilianos e italianos en general. En la época estival la población llega a duplicarse. Tiene termas romanas, una catedral antigua y maravillosas playas.

Mañana pasaremos el día por los pueblos de los alrededores y al atardecer volveremos a disfrutar de sus intrincadas calles y terrazas con vistas a un Mediterráneo de azul intenso.

Siguiendo los consejos de la señora del hospedaje, esta mañana nos hemos acercado al pueblo de "Castelbuono" situado en el interior a unos 20 Km. de "Cefalú". Conforme nos acercábamos nos parecía un pueblo sin más de los muchos que se erigen en los valles y montañas de Sicilia, pero al intentar llegar al centro hemos podido comprobar que no era un pueblo más, cerrándolo al tráfico nada más pasar nosotros, por lo que hemos tenido la suerte de poder aparcar el coche en una zona próxima a las calles que conformaban el centro histórico y el castillo.

"Castelbuono" es el tipo de pueblo medieval muy bien conservado que se ha convertido en centro turístico en el que los fines de semana recalan cientos de visitantes para pasear por sus estrechas callejuelas, visitar el castillo y comer en las terrazas en un ambiente típico siciliano. Nosotros hemos llegado en el momento en el que medio pueblo entraba en la iglesia para oír misa y la plaza estaba abarrotada de personas vestidas de domingo como se hacía hace muchos años.

Nos hemos sentado en una terraza de la plaza para tomarnos un capuchino y disfrutar de lo que parecían escenas de películas con tramas novelescas de la época del "El Padrino" pero que eran reales todavía en la actualidad. Grupos de hombres mayores, solos y sin mujeres, sentados en las mesas y hablando entre ellos sin consumir nada. Los hemos ido etiquetando y estamos seguros que nos habremos confundido muy poco: El político, el médico, el chistoso, la autoridad, etc. La forma de tratarse entre ellos y su comportamiento nos daba los detalles para situar a cada uno en su puesto en el escalafón del poder.

Un rato muy entretenido hasta que han comenzado a llegar numerosos grupos de turistas inundándolo todo, momento que hemos aprovechado para desaparecer y volver a "Cefalú".

Por la tarde, hemos subido al promontorio rocoso, en el que se sitúan algunas ruinas megalíticas y un antiguo castillo, con poco interés. Lo que queríamos ver era el bonito casco antiguo de "Cefalú" a vista de pájaro, haciéndonos recordar a "Dubrovnik".

Mañana continuaremos viaje por la costa norte hasta "Palermo", en donde pasaremos otro par de días conforme a la ruta que nos hemos propuesto realizar.

Cuando abandonábamos "Cefalú" para coger la autopista que nos llevaría a "Palermo", este precioso pueblo que tanto nos ha gustado nos ha brindado otro paisaje desde una perspectiva que todavía no habíamos tenido, por lo que hemos parado el coche en un alto para obtener una instantánea diferente a las ya numerosas que en un par de días habíamos obtenido.

Ya en la autopista, numerosos tramos de carretera estaban cerrados y aunque los carteles decían estar en obras, se podía apreciar claramente que llevaban muchísimo tiempo sin servicio porque las vallas y señales eran pura herrumbre. Esta situación nos ha recordado cuando vinimos hace ya unos 12 años en los que las carreteras y autopistas desde "Nápoles" en dirección sur hasta "Sicilia" estaban de forma parecida, por lo que dudas de que desde entonces hayan arreglado alguna vez estas infraestructuras.

La entrada a "Palermo" ha sido tal como la recordaba, poco ha cambiado aquí después de más de una década. Con un enorme tráfico en el que de una parte: los ¡¡¡ kamikazes !!! en sus pequeños coches tipo "Smart" especialmente diseñados para meterse por todos los recovecos , y de otra: los camioneros apabullando con sus enormes moles de hierro, eran los dueños y señores de la carretera. Nosotros conseguíamos llegar sin ningún rasguño a nuestro hospedaje en pleno centro de "Palermo", y como era demasiado temprano todavía no podíamos hacer el check-in.

Nos hemos armado de valor y vuelto a la carretera para buscar la playa de "Mondelo" que yo tenía referenciada, principalmente para pasar el tiempo hasta poder acceder a nuestro apartamento. Una playa con servicios, eso sí, previo pago donde nos hemos desplomado en unas tumbonas y disfrutado de la lectura y del Mediterráneo con una temperatura muy buena.

Llegada la hora del check-in, hemos vuelto al apartamento y una vez dejadas las maletas y firmado un contrato por el alquiler de dos días, lo que le ha llevado a un joven más de media hora de rellenar formularios. para finalmente confundirse en las fechas y tener que modificarlos todos, salíamos a la calle para dar una vuelta y visitar un par de puntos de interés que estaban cerca: el "Politeama Garibaldi" y el "Teatro Massimo". Mientras paseábamos dirigiéndonos a estos destinos, nos ha sorprendido enormemente la suciedad que había por todas partes, llegando a comentar entre nosotros que parecía que esta isla no pertenecía a Europa.

Para mañana tenemos un plan de visitas por el "Casco Histórico", aunque no creemos que nos ocupe todo el día, por lo que probablemente tengamos que buscar alguna otra visita complementaria para cubrir el tiempo.

Un día dedicado a ver iglesias, palacetes, fuentes y edificios monumentales, vestigios de épocas mejores que las actuales porque están en total decadencia, a pesar de que cobran entrada a todo el que se presenta. Lo que está claro es que los ingresos por turismo no los emplean en la conservación de su patrimonio cultural y desde luego tampoco en limpiar las calles, porque si bien parece, que el servicio de recogida de contenedores funciona, lo que no hay es una limpieza de calles, carreteras y aceras porque vas pisando continuamente papeles, bolsas de plástico y demás.

Si ayer, en lo poco que anduvimos por el centro ya pudimos apreciar este problema de suciedad, hoy que hemos ampliado nuestra visita, el panorama ha sido mucho peor, y si ayer comentábamos que parecía que no estábamos en Europa, hoy casi podríamos corroborarlo, porque parecía que nos movíamos por ciudades como "Delhi" o "El Cairo".

Poco más que contar de un día que no pasará a nuestro álbum de recuerdos, porque salvo la "Catedral" que ciertamente es muy bonita, el resto, tal vez por su falta de conservación, no transmite lo que en su momento debieron ser espectaculares monumentos y edificios.

Dos días han sido más que suficientes, para soportar esta ciudad y mañana viajaremos hasta "Castellammare del Golfo", de donde tenemos un grato recuerdo de nuestra visita anterior.

Después de desayunar y conseguir desaparcar el coche, algo que cuesta lo suyo porque siempre tienes alguien que te impide moverlo, abandonábamos contentos "Palermo", porque al fin lo íbamos a perder de vista. Pero no ha sido así, aún hemos tenido una vista de toda la ciudad desde la localidad de "Monreal", a donde nos hemos dirigido para visitar su catedral, antes de tomar la dirección a "Castellammare del Golfo" nuestro siguiente destino.

Esta catedral junto a la anteriormente visitada de "Cefalú" y ayer la de "Palermo" forman el grupo de estilo árabe-normanda, si bien, el interior de la de hoy de "Monreal", parecía bizantino.

Después, durante un trayecto de unos 30 Km. nos hemos desplazado por carreteras de montaña prácticamente sin tráfico, pero que incomprensiblemente estaban a rebosar de bolsas con basura por todo el arcén.

Nos hemos preguntado cómo era posible que hubiese tanta porquería, si no había poblaciones cercanas, llegando a la conclusión de que había que ir ex-profeso a tirar la basura allí, en zonas de montaña.

Al mediodía llegábamos a "Castellammare" y después de los consabidos problemas de aparcamiento en las empinadas y estrechas callejuelas, hemos encontrado el hospedaje llamado "Le Plejadi", un nuevo y bonito apartamento en ático en el que pasaremos dos noches.

Por la tarde hemos salido a recordar viejos tiempos, notando que había cambiado mucho este pueblo, ya que cuando estuvimos hace años, todavía se podía cenar en mesas de madera y en las terrazas del puerto al aire libre, el pescado cogido en el día, traído al atardecer en las barcas que aparcaban allí mismo, cocinados a la brasa a la vista de todos los clientes y todo ello a precios muy razonables. Ahora las terrazas son de caros restaurantes muy bien acondicionadas y el pescado aquí tiene un precio que no lo vale, porque su calidad al menos para nosotros acostumbrados al sabor que aporta el mar "Cantábrico" a las capturas, no es del nivel de precio que se pretende cobrar.

No obstante, hemos cenado pez espada en una de esas terrazas, por eso de rememorar situaciones pasadas y como resultado se puede emplear el dicho que con tanta razón dice ¡¡¡ segundas partes nunca fueron buenas !!!.

Mañana si el tiempo acompaña, haremos una excursión en barco para disfrutar de varios baños en distintas calas y grutas de esta costa, que por las imágenes que hemos visto son preciosas.