Hoy me he pasado de andar. A las 9 de la mañana
ya estaba trotando porque tenía mucho que ver y claro, a
la tarde me iba arrastrando, cansado pero contento de todo lo que
he visto.
Primero me he dirigido a los parques de la zona
baja de Pest, donde he visitado varios palacios y he aprovechado
para darme un baño termal en un precioso balneario utilizado
principalmente por los budapestinos, que aunque suena raro es así
como se llaman.
He vuelto andando hasta el centro, por una avenida
llena de casas de la época, aunque un poco descascarillas
y he cruzado el puente para subir al castillo de Buda. He debido
subir por un sitio un poco extraño, porque he tenido que
dar varios rodeos por las terrazas y pasadizos del castillo sin
nadie a la vista y bajo una música de cámara impresionante.
El entorno era tan especial que he estado parado mucho tiempo oyendo
la música, solo y bajo una acústica perfecta. Realmente
no sabía si esto era así o me había metido
en algún lugar que no debía. Al final, cuando he llegado
a una plaza donde había mucha gente, ha resultado ser que
la Orquesta Filarmónica de Budapest estaba ensayando, porque
iban con ropa deportiva. Pero la acústica era peor en la
plaza que en los pasadizos por donde yo he estado, o eso me lo ha
parecido a mí. Realmente ha sido una situación única.
He continuado la visita hasta mediada la tarde,
hasta que no he podido más de lo cansado que estaba y me
he vuelto al camping. El número de fotos que he sacado me
ha dado mucho trabajo con la selección, adaptación
y realización del reportaje.
Mañana dejo Hungría bordeando el
lago Balatón para entrar en Croacia, donde me espera otro
tipo de experiencias: Parques Nacionales, pueblos costeros y demás.
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