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Resumen
En primer lugar debo decir que tenía verdadera ilusión
por conocer Cuba, la imagen del Caribe que disfruté en mi
visita a La Martinica, me impulsaba a seguir visitando otras islas
caribeñas y los escaparates turísticos de las agencias
de viajes la ofrecen como algo maravilloso.
Está claro que no hemos hecho la visita clásica que
se suele hacer a Cuba en un viaje organizado, porque el objetivo
de "Viendomundo.com" es conocer y ver el país tal
y como es, moviéndonos libremente a lo largo de su geografía,
lo que en este caso ha sido prácticamente imposible. El visitante
tiene hasta su moneda diferente a la de los cubanos ¡¡¡
Bueno, eso es la teoría !!! porque en la práctica,
la parte de la sociedad cubana privilegiada, que la hay por su contacto
con el turismo, maneja Cuc igual que el turista, lo que le da acceso
a muchos productos y servicios que el cubano del pueblo no puede.
Cronológicamente nuestro viaje ha sido:
Llegada a La Habana desde México, primer contacto con Cuba
y primera sorpresa. No es lo que esperaba. Ni el famoso malecón
tiene nada especial, muchos de los edificios coloniales restaurados
parecen tan artificiales como los de un parque temático,
la música que oigo en la calle no es la forma de expresión
de una cultura ni la esencia del cubano que expresa sus sentimientos
a través del baile. Se toca música para sacar unas
monedas al turista. Empiezan las primeras propuestas de sexo sin
importar de que vaya acompañado de mi esposa y los llamados
"Jineteros" te abruman con engaños y pequeños
timos de todo orden.
¡¡¡ Mal empezamos !!! pienso yo, cogemos el coche
y abandonamos la Habana con destino a "Cienfuegos", después
de varios escarceos con más "Jineteros" que intentan
engañarnos. La radio nos pone al día de los acontecimientos
¡¡¡ 55 años de revolución !!! anuncian
continuamente ¡¡¡ Patria o muerte !!! rezan numerosos
anuncios en la carretera, mientras infinidad de personas te suplican
que les lleves en coche o te para una persona uniformada encargada
de ir colocándolas en los coches conforme pasan por delante.
El servicio de transporte público es muy deficiente y en
nuestro caso no tenemos sitio en el pequeños coche alquilado
porque llevamos el asiento trasero tumbado para que nos entren las
maletas y damos ¡¡¡ gracias al cielo !!! por ello,
porque no sabemos el alcance que podría tener el tema de
ir acompañado de un cubano en caso de un accidente.
Vemos los alrededores de "Cienfuegos" y nos damos cuenta
que ha sido un error venir a visitar Cuba porque el paisaje es muy
mediocre inclusive el de la costa, ni las ciudades tienen el encanto
colonial con el que las anuncian. Decidimos no continuar recorriendo
la isla porque en la carretera sólo queremos estar el mínimo
tiempo por los riesgos que conlleva de accidente y elegimos destinos
muy concretos. Así que cambiamos nuestra estrategia de viajeros
por la de turistas de hamaca y playa, y nos vamos a "Cayo Coco".
El cambio funciona provisionalmente porque encontramos la maravillosa
"Playa Pilar" en Cayo Guillermo, quizá la playa
más bonita que hemos visto nunca y durante un par de días
la disfrutamos a tope. Como no queremos bajar más al sur
de la isla, visto lo visto, volvemos hacía la provincia de
"Villa Clara" para tomar contacto con la montaña,
el embalse de "Hanabanilla" y las piscina naturales y
cascadas de "El Nicho" que son agradables sin más.
Siguiendo el plan de playa y hamaca, nos centramos en Varadero
para pasar los días que faltan y porque nos han asegurado
que esta zona nada tiene que ver con Cuba, es la Meca del turismo
en la isla y cuenta con servicios. Llegamos a esta costa ya con
mal tiempo y durante días persiste el viento y la lluvia,
haciéndonos interminables los días de espera, porque
a pesar de los numerosos resorts que para nosotros son cárceles
lujosas, esto sigue siendo Cuba con su realidad anclada en los años
50, tal como nos aseguró una privilegiada cubana que había
llegado a tener una lavadora gracias a un regalo en común
de toda la familia, pero que cada día tenía la incertidumbre
de no saber lo que iba a poder comer. Todo ello una persona que
por su trabajo maneja Cuc y que espera no morirse sin disfrutar
de un lavavajillas.
En definitiva, una visita a un país en el que si ya no valoras
los efectos del ron, no buscas sexo pagado tanto de mujeres como
de hombres y no soportas excesivamente la playa, se vuelve desastrosa
porque no tiene nada más que ofrecer.
Por último debo decir, que en cuanto conocí "La
Habana" y ante la sorpresa que me llevé al estar tan
equivocado en mi imagen bucólica de esta ciudad, y que Carmen
también la encontró bastante peor de cuando estuvo
la vez anterior hace ya muchos años, nos planteamos el marcharnos
a casa adelantando el viaje de regreso, intuyendo lo que después
sería la realidad, pero los problemas de cancelación
de vuelos de Iberia con sus huelgas nos hizo desistir de este propósito
y soportar 3 semanas muy a disgusto.
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