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02-11-2009
Ayer terminé mi diario esperando sorprenderme de nuevo
hoy en Vanarasi, pues bien, no tengo palabras para describir lo
que he vivido. Pura casualidad es muy posible, pero si yo fuese
un poco más espiritual pensaría que el destino me
tenía preparado algo muy especial, ser testigo directo de
una de las mayores manifestaciones: culturales, religiosas y tradicionales
de la India. Como se suele decir ¡¡¡ he estado
en el sitio idóneo y en el momento exacto !!! El festival
de Siva se celebraba hoy y yo no tenía ni idea. La sorpresa
de ayer cuando llegué sólo era un preparativo para
el ¡¡¡ gran día !!! y ahora me explico
los problemas para encontrar hotel.
El día lo he comenzado levantándome a las 4 y
media de la mañana para ir a los ghats en la orilla del Ganjes.
El espectáculo ya a esas horas de la mañana era impresionante,
miles y miles de peregrinos, se metían en el río con
gran fervor en el tradicional baño. He cogido una barca que
durante una hora me ha llevado de recorrido por los diferentes ghats
donde una muchedumbre en perfecta armonía y formando unas
imágenes plásticas multicolores creaban un entorno
mágico. El lugar te impone y el propio ruido de la masa humana,
algunos cantando, la mayoría rezando, no molesta en absoluto
y colabora emanando una espiritualidad que te hace quedarte mudo
por respeto.
Uno puede pensar que es una simple atracción derivada
de la grandiosa concentración humana con la colaboración
de un amanecer en el Ganjes, pero la autenticidad del ambiente que
se respira le da un carácter de mucho más valor.
¡¡¡ Incredible India !!! es el eslogan utilizado
turísticamente para atraer la atención del mundo y
hasta ahora a mí me parecía eso mismo, un eslogan
oportunista. Lo que hoy he visto ha hecho que realmente esté
de acuerdo con ese concepto y de que este país es algo increíble
en muchos aspectos. Es cierto que hay que soportar muchos factores
a los que no estamos acostumbrados: suciedad, pobreza, caos circulatorio,
mala organización, lentitud en todo, control policial, etc,
pero cuando vives momentos como el de hoy, se te olvidan y te quedas
pasmado ante esta demostración del comportamiento humano.
India parece que ha querido mostrarme su importancia cultural,
regalándome un espectáculo que pocos occidentales
tienen la oportunidad de contemplar en vivo y en directo, ya que
esta festividad se efectúa sólo un día en el
año. Tal vez debiera marcharme ahora del país para
llevarme esta vivencia intacta y una opinión en general buena,
porque mucho me temo que los próximos día en Delhi
y en Rajastán, surgirán momentos que le restarán
puntos, aunque nunca se sabe y como su eslogan dice, me puedo encontrar
con cualquier cosa, y eso espero de nuevo.
El reportaje fotográfico que acompaña a este comentario
creo que es el mejor que he realizado desde que comencé mis
viajes. Muchas horas de trabajo y pérdida de sueño
para seleccionar y tratar los cientos de fotografías que
he sacado, han dado un resultado final del que estoy muy satisfecho
y que pongo a disposición de todos los que visitan "ViendoMundo",
con la pretensión de haber sido sus ojos en un espectáculo
único en el mundo.
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