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...tenía en la cabeza el alquilar una moto para andar
por Saigon, porque realmente los medios de transporte públicos
prácticamente no existen y quería ir a ver una serie
de pagodas, que es lo único de interés aquí.
He tenido un momento de duda porque conforme veía como pasaban
las motos, me venía a la cabeza lo que podía pasar
en caso de tener un accidente, ya que hoy mismo me iba de Vietnam.
Pero en ese momento ha pasado una señora con 3 niños
montados y me he dicho, si ella puede porqué yo no. Así
que como tenía allí mismo una agencia, he procedido
a alquilar una moto automática. Ya lo había hecho
en Sapa al norte de Vietnam para visitar algunas zonas de montaña,
pero realmente no tiene nada que ver con la ciudad. Me he metido
en el ¡¡¡¡ tsunami !!! de motos con mi Gps,
porque tenía que ir a sitios concretos y ha sido la leche
de divertido. De pronto ha aparecido otro ¡¡¡
tsunami !!! por la derecha y rápidamente me he metido en
el centro del mío para protegerme. No hay mejor que si pegan
a alguien que sea al de al lado. Como tenía una moto bastante
potente, me permitía acelerones que dejaba atrás a
muchas otras, y así he ido avanzando los 5 Km que tenía
hasta mi primera pagoda, la cual he encontrado con bastante facilidad.
Después he ido a otras 5 más, disfrutando más
que en una atracción de ferias, porque enseguida me he puesto
a la altura del resto de motoristas y tocaba la bocina como uno
más. Creo que he pasado la revalida de moto, porque si El
Cairo fue la de coche, Saigon ha sido sin duda la de moto. Yo creo
que hasta me miraban los otros motoristas con cara rara cuando paraba
en un semáforo y miraba mi GPS para saber la dirección
que iba era buena. Pensarían que coño hacía
un loco extranjero con un aparato amarillo que no era un teléfono
en mitad del ¡¡¡ tsunami !!!
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Nos hemos despedido de Vietnam de la mejor forma
que se puede hacer. Recorriendo Saigon en moto junto con otro par
de millones más y con los que hemos estado disputando: un
puesto de salida en los semáforos, trozos de zanja que debíamos
sortear, las bicicletas que te acorralan y con las que debes tener
mucho cuidado de no empujarles y como no, también con los
peatones que cruzan por donde pueden ¡¡¡ pero
a éstos no importa mucho que los atropelles !!! o al menos
eso parece, porque no están seguros ni en las aceras, así
que el menos importante en Saigon es ¡¡¡ el de
a pie porque puede que no tenga dinero para comprarse una moto !!!
pero la pasión seguro que no le falta.
A Carmen y a mí siempre nos viene la misma pregunta ¡¡¡
¿dónde trabajarán los vietnamitas y a dónde
pueden ir para estar siempre encima de la moto y en la carretera?
!!! pero a pesar de todo, mi mujer reconoce que es una experiencia
única mezclarse con ellos y circular. Ya lo habíamos
hecho en Hanoi, Hue y Hoi an, pero Saigón equivale al ¡¡¡
master !!! de la moto en ciudad.
Nos habíamos marcado una ruta con los puntos más interesantes,
los cuales no son muchos y hemos salido dispuestos a visitarlos.
No nos ha dado tiempo de ir a todos, pero ya hemos tenido suficientes
momentos difíciles de andar por sitios tan complicados como
para llevarnos un gran recuerdo. Y como Carmen me decía ¡¡¡
esto hay que vivirlo porque aunque ya me lo habías contado,
no esperaba esta intensidad de sensaciones diferentes en una moto
que hace que te suba la adrenalina!!!. Desde luego, no tiene nada
que ver con cuando mellevas por Donosti.
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