Cuando nos hemos levantado esta mañana llovía torrencialmente y como las previsiones eran de agua para los siguientes días, pensamos que hacíamos bien en huir de "Taipei" con destino a "Tainan", que está más al sur de la isla, para ver si teníamos mejor suerte con el tiempo, como así ha sido.

Conseguir llegar con el equipaje a la boca de MRT (Metro) más cercana que sólo estaba a 250 m. del hotel, ha supuesto que me calara hasta los hueso. No así Carmen, que más previsora que yo, se ha puesto la capa de agua que ayer nos regalaron en el "Caoling Historic Trail" protegiéndose bastante bien. Yo sin embargo he pensado que por unos pocos metros no era necesario y claro, me ha pillado como siempre me ocurre.

En un tren de alta velocidad que ha sobrepasado los 300 km. hora, hemos llegado en poco más de 1 hora y media a "Tainan", que es una ciudad antigua de la que hablan muy bien las guías por t

ener numerosos y antiguos templos. Nosotros en cuanto hemos llegado al hotel "Premier" cercano a la estación de tren, nos hemos ocupado de resolver la forma de realizar un recorrido muy recomendado llamado "South Cross-Island HWY" que cruza desde "Tainan" en la costa oeste, hasta "Taitung" en la del este de la isla, atravesando la zona montañosa y con espectaculares vistas según dicen. Además quería saber si se podía entregar el coche en otra ciudad distinta a la de recogida y el precio por si se disparaba el coste.

Hemos tardado un poco en encontrar una casa de alquiler de vehículos porque aquí habla poca gente inglés y aunque nos escribían el nombre en taiwanés, era como hacer el juego de las 7 diferencias pero al revés, intentando adivinar cuando coincidían los signos de los letreros con los del papel que nos habían dado. Además, para complicar más la cosas, en este país se utilizan los lenguajes: chino, taiwanés y en algunos casos también japonés. Al final hemos encontrado la casa de alquiler y allí ya no hemos tenido ningún problema, siendo factible todo lo que nosotros queríamos hacer y a un precio razonable. Así que pasado mañana nos iremos en coche por la montaña a disfrutar de otro tipo de paisajes no urbanos.

Mañana visitaremos los lugares de interés de esta ciudad, principalmente templos, porque hoy no nos ha dado tiempo de ver nada, ya que anochece a las 6 h. de la tarde y se termina el día muy pronto.

Aquí tampoco se confunden los meteorólogos. Habían previsto una probabilidad del 80% del día lloviendo y así ha sido. Dentro de lo malo si tenemos que sufrir la lluvia, mejor que sea en una ciudad y no en la montaña o costa, donde los paisajes y limpieza del cielo son esenciales.

Estamos entrando en invierno, en la estación seca y según dicen es la mejor para visitar Taiwan, por lo que esperamos que la climatología cambie y podamos disfrutar de esta isla.

Hoy el día ha sido cultural y religioso, porque nos hemos hartado de ver templos. A "Tainan" le llaman "la ciudad vieja de Taiwan", porque tiene muchos lugares históricos y muy antiguos, como así lo hemos podido comprobar. Cerca de 5 horas nos ha llevado realizar un recorrido a pie por los principales lugares de interés, bajo una fina lluvia persistente que calaba.

En la guía Lonely Planet, comentan que en ocasiones no es necesario ir a "Bejing" para ver templos históricos, dando un valor exagerado a los de aquí, aunque también dicen que no son comparables a los de la capital china. Pues bien, sólo hacer la mención me parece muy desafortunado por su parte, porque "Bejing" impresiona por su magnitud y su espectacularidad, siendo probablemente para mí la "gran ciudad más bella del mundo" donde lo nuevo y lo antiguo armonizan de forma genuina, porque la arquitectura de ambos es realmente impresionante.

Incluso los templos de Taipei, me han resultado más vistosos que los de aquí. Tal vez, el mal tiempo ha contribuido a que las sensaciones no sean del todo las mejores, pero Tainan creo que es una ciudad con muchos elementos de valor histórico pero no muy agraciados.

Mañana esperamos coger un coche y realizar el itinerario de "Tainan" a "Taitung" por la célebre "South Cross-Island HWY", esperando que el tiempo mejore y nos permita ver los bonitos paisajes que dicen que hay.

Esta mañana después de un buen desayuno en el hotel "Premier" que ha resultado ser una buena elección, tanto por la espaciosa habitación y su buena ubicación, como por el precio pagado, nos hemos dirigido a la oficina de alquiler de coches "CARPLUS" en la que habíamos estado, con la intención de coger el coche. Allí nos han comunicado que el itinerario que queríamos hacer por carretera de montaña no era posible, porque el paso de un tifón por allí, había descargado mucha agua provocando desprendimientos de tierra y dejando la carretera cortada en un buen tramo.

La experiencia de viajar, te lleva a prever posibles contratiempos y rápidamente he pensado en un plan alternativo, consistente en viajar en tren hasta "Taitung", alquilar el coche en la oficina que dicha compañía tiene allí y recorrer el itinerario a la inversa hasta llegar al tramo cortado y que por la situación del mismo nos permitirá ver lo mejor de la "South Cross-Island HWY", volviendo de nuevo a la ciudad de "Taitung". El siguiente día lo aprovecharíamos para subir por otro itinerario costero recomendado llamado "HWY11", entregando el coche en "Hualien", en el noreste de la isla.

Eso sí, hemos tenido que salir corriendo de la oficina de alquiler porque en media hora nos salía el tren y las maletas las teníamos en el hotel. Hemos cogido el billete y nos han dicho que teníamos que hacer transbordo en la ciudad de "Kaohsiung", pero en una estación concreta llamada "Junction". Gracias a un joven que también llevaba nuestro mismo destino y nos ha explicado en inglés como funcionaba el cambio de tren, hemos podido llegar sin problemas y después de casi 5 horas a "Taitung".

También hemos tenido que cambiar parte del plan de los siguientes días, porque pensábamos ir a la isla de "Lanuy", pero al perder el día de hoy, ya no nos quedan disponibles los 2 días necesarios para su visita, ya que se encuentra bastante lejos y hay que coger un avión. Esta visita la hemos cambiado por otra a la "Green Island", que se puede hacer en el día. No obstante, esta visita dependerá del tiempo que haga mañana cuando nos levantemos.

Hemos llegado al hotel "Bali Suites " y nos hemos enterado de los precios y horarios del ferry a "Green Island", resultando que solo hay un viaje de ida y otro de vuelta cada día, no pudiendo permanecer en la isla más de 4 horas. Pero como "Taitung" nos ha parecido bastante feo y no tenemos nada mejor que hacer, mañana si sale el tiempo decente como nos han dicho que hará, nos marcharemos a pasar el día a la isla.

En esta ciudad parecemos extraños y no se ven occidentales por la calle. La gente nos sonríe porque son muy amables y los niños se nos quedan mirando anonadados, pensando que somos extraterrestres, sobre todo yo con barba, porque los asiáticos son barbilampiños y no necesitan casi afeitarse. Aquí también notamos la falta de personas que hablen inglés con quienes podamos entendernos, e incluso en el hotel nos ha costado un poco hacernos comprender y conseguir la información que necesitábamos. La cena ha sido otro momento complicado, pero al final siempre se arregla si todos ponemos un poco de nuestra parte, como lo ha hecho la camarera que nos ha atendido.

La suerte está de nuestra parte. Hoy que era un día en el que la climatología era esencial para ir a "Green Island", ha salido un día espléndido y hemos disfrutado muchísimo recorriendo la isla en moto. El mejor día de todos los que llevamos en Taiwan.

El propio servicio del hotel y de forma gratuita, nos han llevado después de desayunar hasta el puerto de "Fukang" desde donde salía el ferry con destino a la isla de nombre taiwanés "Lyudao". La travesía ha durado 50 minutos y ha sido muy movida porque aunque el mar se veía como una balsa, olas de 2 o 3 metros nos atizaban de costado. En cuanto hemos salido del puerto y con la gran velocidad que llevaba el catamarán, los brincos eran considerables. A mí me ha faltado poco para marearme y Carmen sin embargo, en esto me gana. Aunque yo procedo de familia de pescadores, a veces lo paso mal y ella en el mar nunca se marea.

Pero cronológicamente el viaje ha sido de la siguiente manera:

- Faltando 1 minuto para salir, de pronto han aparecido cientos de chinos en grupo, chillando y riéndose. Debían estar de vacaciones por la forma en que se gastaban bromas.

- Minuto 5 de navegación. Gritos a coro y cada vez más fuertes conforme subíamos por las olas y después caíamos golpeando el agua.

- Minuto 10 de navegación. Los gritos empiezan a menguar y los chinos se limitan a hablar cada vez más bajo.

- Minuto 15 de navegación. Silencio sepulcral. Nadie dice ni pío y parece que todos quieren dormir.

- Minuto 20 de navegación. Se oye algún que otro quejido

- Minutos 25-49 de navegación. Muchos gemidos, lamentos y creo que hasta fervientes rezos se oyen por todas partes. Las bolsas de plástico comienzan a ser utilizadas.

- Minuto 50. Llegada a Green Island. Comienzan de nuevos los gritos y bromas, como si nada hubiera pasado ¡¡¡ Esto es tomarse la vida como viene y sin rencores !!!

No obstante y a pesar de todo, el viaje a la isla merece la pena porque se disfruta mucho alquilando una motocicleta, perdiéndote por la carretera y parando cada vez que te apetece disfrutar de las maravillosas vistas costeras que hay. El mar al menos hoy era de un azul espectacular. Cuando reventaban las olas, la zona superior de rebufo se volvía azul turquesa en contraste con el azul añil del mar, formándose imágenes que no recordaba haber visto nunca en ninguno de los mares que he visitado. En esta isla hay muchas aguas termales saladas, por lo que es posible que algo tengan que ver con el color tan especial del mar.

La vuelta ha sido mucho más tranquila, pero los chinos ni han gritado ni reído al principio, me imagino que recordando el viaje de ida y esperando el momento en que aquello se pudiera a poner ¡¡¡cuesta arriba!!! lo cual no ha sucedido.

Mañana esperamos alquilar el coche que íbamos a coger en "Tainan" y realizar el recorrido por la "South Cross-Island HWY" hasta que el tramo cortado nos impida continuar y tengamos que dar la vuelta.

Parece que el itinerario recomendado "South Cross-Island HWY" no quiere que lo visitemos. Cuando esta mañana nos hemos acercado a la oficina en "Taitung" de alquiler de coches "CARPLUS", nos han dicho que no les quedaba disponible ningún coche, por lo que ya no era hora de buscar otras agencias y como el tiempo tampoco acompañaba porque comenzaba a llover, hemos aprovechado que estábamos muy cerca de la estación de tren para allí preguntar los horarios con destino a "Hualien", que era nuestro próximo destino.

Como teníamos tiempo de coger el primer tren que pasaba, en un taxi hemos vuelto al hotel para recoger el equipaje y hacer el check-out. Todavía no habíamos pagado la habitación y no hemos tenido problema para marcharnos antes de lo previsto y pagar el tiempo que realmente habíamos estado, volviendo en el mismo taxi a la estación de tren.

En un cómodo vagón hemos cubierto la distancia hasta "Hualien" en 2 horas, dirigiéndonos directamente y andando al hotel "GREEN" en el que había reservado habitación, aunque para mañana y no para hoy. No nos han puesto ninguna pega para hospedarnos hoy también y en cuanto hemos dejado las maletas, hemos salido a preguntar en el "Visitor Centre" algunas dudas que yo tenía sobre si era posible realizar la visita a la garganta "Taroko" en motocicleta, porque es más manejable que el coche y te puedes mover con más soltura.

Nos han dicho que no había ningún problema y nos han dado la dirección de una casa que las alquila y que estaba situada justamente al lado de nuestro hotel. Así que mañana si no llueve, a primera hora de la mañana nos acercaremos a la garganta en motocicleta y si llueve entonces alquilaremos un coche en el mismo sitio de la moto.

Una vez resuelto el tema de la visita a estas gargantas que son el lugar más importante de Taiwan, el resto de la tarde lo hemos dedicado a conocer un poco la ciudad, que dicho sea de paso y al igual que el resto de ciudades de la isla no tienen ningún interés, si exceptuamos "Taipei" que nos ha gustado bastante y tal vez, la ciudad vieja de Tainan, el resto sólo sirve como base para ir a algún destino cercano.

Esperamos que una vez más la suerte nos acompañe como hasta ahora en las visitas importantes y por lo menos mañana no llueva, para poder admirar un lugar que según las fotografías que he visto parece impresionante, por la estrechez de sus pasos y la altura de sus paredes de mármol.

Como el día ha amanecido nublado pero no amenazaba lluvia, nos hemos decidido por alquilar una motocicleta y marcharnos a visitar la famosa garganta de Taroko. Ha sido una buena decisión porque hemos podido parar a sacar fotografías donde queríamos sin problemas, mientras que los coches tenían que hacerlo en los lugares destinados a aparcamiento, que no eran muchos.

La garganta nos ha encantado, porque además de la profundidad del cañón, las paredes eran de mármoles de diferentes colores. "Hualien", es una ciudad en la que la talla del mármol es una característica específica, pudiendo ver multitud de tiendas donde se venden las obras esculpidas. De hecho, este mes de octubre se celebra el festival internacional de piedra tallada, y desde luego, lo que no les faltará será material para trabajarlo, porque después de todo el mármol que hemos visto en Taroko, da para mucho.

Nada más entrar a la garganta, enseguida hemos llegado a un precioso templo llamado "Eternal Spring Shrine", en el que el agua fluía por todas partes. Según hemos podido leer en la historia de este parque, los tifones, terremotos, y el río "Liwu", han sido los encargados de ir modelando la garganta, después el hombre ha contribuido a su accesibilidad, construyendo una complicada carretera excavada en la roca con múltiples túneles, puentes y voladizos.

Hemos tardado cerca de 3 horas en llegar al pueblo de "Tienhsiang" al final de la garganta y situado a 19 Km. de la entrada en el parque. Después de comer hemos iniciado el regreso y en ese momento ha comenzado a llover y gracias a las capas que llevábamos por si acaso, no hemos tenido problemas para volver a "Hualien" secos por dentro.

Un precioso día admirando lo que la naturaleza ha creado y el hombre ha hecho accesible. Este destino que es el más visitado de Taiwan debe tener el privilegio de pertenecer al grupo de las grandes maravillas de la naturaleza de nuestro planeta, porque si gargantas y cañones hay muchos y en todos los países, la característica de tener paredes de mármol de diferentes colores y unos templos perfectamente integrados en el entorno, le dan a la garganta de Taroko una característica muy especial.

Cuando nos hemos levantado esta mañana llovía bastante, por lo que se nos han quitado las ganas de hacer el recorrido por la "HWY11" que transcurre pegada a la costa. Para no poder ver paisajes, hemos preferido marcharnos a Taipei. Rápidamente he reservado un hotel cercano al de mañana en el que ya no quedaban plazas disponibles para hoy y como la estación de tren la teníamos tan cerca del hotel en "Hualien", he bajado para coger los billetes con asiento, cosa que suele ser difícil si no lo haces con la debida antelación, pero he tenido suerte y aunque separados nos han dado asiento.

Así que en un momento he cambiado los planes, olvidándome de los itinerarios en coche, que por cortes de carretera en un caso y el mal tiempo en otro, han impedido que hagamos lo que en un principio queríamos hacer, recorrer la la montaña y la costa. Bueno, las hemos recorrido pero en tren y la verdad es que lo que se veía no parecía tener gran interés.

Hemos llegado a Taipei y dejado las maletas en el hotel "ASTAR", saliendo a dar una vuelta por zonas que todavía no habíamos estado, porque Taipei necesita bastante tiempo para conocerlo sólo un poco. En el Metro nos hemos dirigido a la colina llamada "Maokong" a la que se sube en un larguísimo telecabina o góndola como le llaman aquí. No sabemos cual es el interés de esta zona, pero nosotros no hemos visto nada que mereciese la pena y enseguida hemos cogido la vuelta, cambiando de la tranquilidad de la montaña y de los templos, al ajetreo de la más ¡¡¡ chic !!! zona comercial de Taipei, llamada "Ximending". El consumismo aquí llega a extremos inconcebibles y recuerda a Ginza en Tokio. Al igual que en muchos otros aspectos la corriente japonesa y sus costumbres parecen ser el modelo a seguir en este país.

Mañana iremos a la ciudad de "Keelung" en la costa norte, donde parece ser que hay una curiosa playa con formaciones rocosas, como último día de estancia en Taiwan.

Último día de estancia en Taiwan y lo hemos dedicado a ver una curiosidad. Había visto algunas imágenes de una playa donde en lugar de arena parecían crecer champiñones. Así que después de desayunar y con un tiempo muy nuboso como ya es habitual en este país, nos hemos ido a la estación para coger el tren que nos llevaría a Keelung, en la costa norte de la isla.

Hemos tardado 45 minutos en un tren de cercanías y después otros 30 minutos en un autobús, que nos ha dejado a 15 minutos andando de la playa. Íbamos solos y pensábamos que a nadie se le iba a ocurrir ir allí con el día que hacía, pero la sorpresa nos la hemos llevado al encontrarnos con mucha gente paseando por las rocas.

En esta playa desembarcaron los españoles cuando llegaron a Taiwan, pero no les debió de gustar mucho porque era una costa muy agreste y se quedaron poco tiempo, no así los holandeses que debían ser más aguerridos y sufridos, permaneciendo aquí más tiempo.

La erosión ocasionada por el viento y el mar ha modelado pequeñas formas, formando un curioso entorno que por lo que hemos podido comprobar es muy visitado por los taiwaneses.

Pero como también viene siendo habitual, ha empezado a llover de tal forma que nos hemos tenido que volver a Taipei, donde por lo menos no llovía. Al atardecer y para finalizar nuestras visitas a la capital, hemos repetido la cena en el "Mercado nocturno de Shilin", donde al ser sábado había un mundo y hemos tenido que hacer cola en varios puestos de comida.

Mañana cambiaremos de país, marchándonos a "Okinawa" en las islas del sur de Japón. Si el tiempo continúa de la misma forma que aquí y nos tememos que así será porque sólo estamos a 1 hora de avión, nos plantearemos subir hacia el norte de Japón, porque aunque hará más frío, las predicciones climatológicas en Internet son mejores que en el sur.

La climatología ha sido determinante a la hora de visitar los lugares más interesantes de Taiwan y el tiempo dedicado a la isla en principio parecía suficiente para hacernos una idea de sus costumbres y aspectos más relevantes. Por lo tanto y al margen de que por el mal tiempo no hemos podido realizar en coche 2 recorridos que teníamos previstos: "South Cross-Island HWY"que atraviesa la zona montañosa y "HWY11" en la costa este, el resto ha mejorado las expectativas que teníamos para Taiwan, tal vez, porque lo que nosotros conocíamos de este país estaba relacionado con aspectos tecnológicos y comerciales, donde el concepto "Made in Taiwan" lo decía todo.

Taipei nos ha parecido mucho mejor que otras capitales de países asiáticos, dedicándole más tiempo de lo inicialmente pensado. Su cercanía con la costa norte y la buena comunicación que tiene con tren, permite residir en la ciudad y realizar excursiones en el día a lugares interesantes como: "Caoling Historic Trail", "Jiufen" y la curiosa playa de "Keelung".

La vuelta a la isla la hemos hecho bajando primero por la costa oeste en un tren de alta velocidad hasta "Tainan", la llamada ciudad vieja de Taiwan, por los numerosos templos y edificios antiguos e históricos que hay. Desde aquí pensábamos cruzar la montaña en coche hasta la costa este, pero un tifón había provocado derrumbamientos de tierra y la carretera estaba cortada.

En un tren normal continuamos viaje hasta "Taitung", en la costa este, que no tiene nada de interés salvo que desde allí, salía un ferry con destino a "Green Island", lo que constituyó una preciosa excursión en el día, recorriendo esta isla en moto y admirando su bellísima costa. En tren continuamos ahora subiendo por la costa hasta "Hualien", ciudad base para visitar la espectacular garganta "Taroko", una de las grandes maravillas naturales en la que el mármol de diferentes colores y preciosos templos taoístas se integraban en el entorno. Esta visita la hicimos en motocicleta disfrutando de un día inolvidable.

Pensábamos coger un coche en "Hualien" para realizar la ruta "HWY11", pero la lluvia nos hizo desistir del intento, volviendo de nuevo a Taipei.

En definitiva una bonita visita a un país con bastante nivel económico, que tiene a Japón como modelo a seguir y con una gente amabilísima que se ha esforzado continuamente en ayudarnos orientándonos de como llegar a los lugares que queríamos. Lo único negativo ha sido el tiempo y eso que parece ser la mejor época para visitar Taiwan.

Hemos vuelto a cambiar de país y ahora estamos en Japón. En un vuelo de "China Airlines " de 1 hora y cuarto más otra hora de cambio horario, hemos llegado a Okinawa cerca de las 7 de la tarde. Sin problemas en inmigración para entrar en el país, la cosa se ha complicado para obtener dinero de aquí (yenes) porque los cajeros de este aeropuerto no admiten tarjetas internacionales. Menos mal que previendo posibles problemas y por experiencias anteriores, en el aeropuerto de Taipei he cambiado los dólares taiwaneses que me habían sobrado por yenes, así que por lo menos teníamos dinero para coger los billetes del "monorail" que nos ha llevado a la ciudad de "Naha".

Desde el tren hemos podido ver como Okinawa nos recibía con fuegos artificiales, ya que celebran la festividad de "Dai-Ryukyu Matsuri" y mañana también será fiesta. Pensábamos que como decía Lonely Planet, mañana se iba celebrar un curioso festival en el que estábamos muy interesados, porque se hace un campeonato de ¡¡¡ sokatira !!! llamado "Tsunahiki Marsuri", en el que se utiliza la cuerda más gruesa del mundo, 1 metro de de diámetro y pesa 40 toneladas. Pero cuando hemos preguntado la hora del mismo, nos han comunicado que se había celebrado hoy, habiendo perdido la posibilidad de disfrutar de este evento.

Justo en la estación "Omoromachi" del "monorail", teníamos reservado el hotel " Toyoko-inn " del que ya tengo hasta tarjeta de cliente con la que me hacen descuentos y algunas otras ventajas, y es que me parece estupendo, aparte de ser un hotel muy funcional y limpio, bajarme del tren con las maletas y no tener que andar más que un par de minutos para poder hospedarme, sin taxis y sin nada.

El día ha dado muy poco de sí por el horario de salida del avión, pero ya nos hemos hecho una idea en la Oficina de Turismo del aeropuerto, de las islas a visitar más interesantes de este archipiélago y la forma de llegar a ellas, ya que no todos los ferries funcionan en esta época del año. Mañana nos acercaremos al puerto marítimo para sacar horarios y precios de los pasajes y concretar el plan de los próximos días.

Un auténtico ¡¡¡ día de perros !!! nos ha hecho hoy. Ha llovido hasta aburrirnos y con tal fuerza que no se podía ni andar por la calle. Siempre esperamos que los meteorólogos se equivoquen, pero pocas veces lo hacen.

Por la mañana hemos salido casi con sol hacia el puerto de "Tomari", que es de donde salen los barcos para las islas cercanas. Nos hemos estado enterando de precios y horarios y después hemos tenido que ir a otro puerto, al de "Naha", porque de allí parten losferries que van hacia las islas mayores del norte. Todo eso ha estado muy bien y pensábamos que ya teníamos organizados los siguientes días, pero cuando ya salíamos de este último puerto ha empezado a llover y no ha parado en todo el día, lo que nos ha llevado a cuestionar si sería buena idea continuar por las islas de aquí.

Nos hemos armado de valor y nos hemos acercado a algunos parques en la ciudad de "Naha" que aparecían en las guías, pero con la lluvia no nos han gustado ninguno. Hemos terminado en la calle principal llamada "Kokusai" donde se concentran muchísimos comercios y en muchos de ellos vendían grandes botellas de licor con serpientes dentro. Esto ya lo habíamos visto antes, pero lo que más nos ha sorprendido ha sido el precio, porque costaban de 1.000 a 2.500 € cada botella, así que las serpientes debían de ser muy especiales.

Nos hemos mojado tanto que al volver al hotel lo primero que hemos hecho ha sido ver el tiempo en Internet para los próximos 10 días. Las previsiones indican que el mal tiempo continuará en estas islas, por lo que para no disfrutar de sus bellos paisajes, lo mejor es ¡¡¡ poner tierra o mar de por medio!!! Mañana alquilaremos un coche para por lo menos conocer esta isla, pero pasado mañana, cogeremos un avión con destino a Kagoshima, al sur de la isla de "Kyushu" donde los pronósticos del tiempo son mejores.

Cuando íbamos por la calle veíamos los carteles anunciando el festival de "Sokatira" llamado "Tsunahiki Marsuri" y hemos vuelto a preguntar por su celebración de nuevo, pensando que se podía haber confundido la de la Oficina de Turismo de ayer. Pero no, nos han confirmado que se celebró ayer. Buscando en Internet he dado con un vídeo que por lo menos da una idea de como se celebra este curioso torneo.

Hoy el tiempo se ha portado y nos ha permitido ver la isla de Okinawa. Hemos salido temprano para alquilar un coche en una agencia que estuvimos ayer y que nos pareció que ofrecía buen precio. La tramitación ha sido muy rápida y como siempre llevo el permiso de conducir internacional encima cuando viajo, no hemos tenido problemas. Así que recordando visitas anteriores a este país en las que también alquilé coche, he salido con un modelo automático, conduciendo por el lado izquierdo, el volante a la derecha y el GPS en perfecto japonés y todo por 30 €. Esto debe ser lo único barato que hay en Japón porque con el cambio actual del yen respecto al euro, la cosa no nos favorece nada.

Lo que no ha cambiado han sido los semáforos. Miles de ellos inundan Okinawa al igual que en el resto de Japón, lo que hace casi imposible desplazarse en coche. No hemos superado en todo el día los 30 Km. por hora y la velocidad máxima que he visto en carretera era de 60 Km. hora. Al ver lo que costaba avanzar, hemos decidido ir directamente hasta el cabo de "Hedo" en la punta norte de la isla, a 130 Km. de donde estábamos, e ir bajando viendo la costa y controlando el tiempo. Hemos tardado 4 horas en llegar al cabo, por lo que enseguida hemos vuelto a retroceder parando un poco en algunos lugares para sacar fotografías.

Yo tenía interés en conocer esta isla de la que tanto había oído hablar en las películas americanas de la Segunda Guerra Mundial, con las que nos machacaba Hollywood cuando yo era chaval, y la verdad es que me he llevado cierta decepción porque esperaba encontrar mayor riqueza natural, cosa que no abunda mucho.

Mañana volaremos a la isla "Kyushu", la que está más al sur de las grandes, para iniciar un recorrido por islas mayores.

Ver reportaje de Okinawa

En un vuelo de la compañía aérea" All Japan Airlines " que el día anterior habíamos reservado con el mayorista " Rumbo.es " vía Internet, hemos abandonado las islas del sur de Japón y en 1 hora y media estábamos en "Kagoshima", perteneciente a la isla "Kyushu". Lo que son las cosas, parece que no tenemos suerte con el tiempo, porque después de estar anunciado que hoy iba a llover, motivo por el que abandonábamos "Okinawa", ha hecho un día espléndido, con sol y todo. Parece que nos sale todo al revés, desperdiciar un día de sol en viajar con los poco que se dan, parece un contrasentido, pero que le vamos a hacer.

Como es ya habitual, nos hemos hospedado en el hotel de la cadena " Toyoko-inn ", pegado a la estación de tren que utilizaremos con frecuencia los siguientes días, y rápidamente nos hemos puesto a conseguir información de esta zona. De esta forma, el plan que tenemos para mañana es ir a visitar el volcán "Sakurajima" que tenemos prácticamente enfrente de "Kagoshima", para lo que tendremos que coger un ferry que en pocos minutos nos situará en la base del volcán.

En la fotografía se puede apreciar al fondo el volcán "Sakurajima", con su perfecto cono humeante ya que se encuentra activo y que desde 1955 es una continua corriente de humo y ceniza. En 1914, tuvo su más violenta erupción expulsando tanta lava que convirtió lo que era una isla, en una península, uniendo el volcán a la isla grande "Kyushu".

Cuando estábamos paseando por el centro de la ciudad no ha sorprendido ver mucho polvo en la carretera y aceras, algo realmente inaudito en Japón. Incluso hemos comentado con extrañeza como era posible esto en un país en el que no hay ni papeleras en las calles, de lo limpio que es. Después no hemos dado cuenta, que realmente lo que había en el suelo era polvo de ceniza gris del volcán. Sin embargo, con la costumbre que tienen los japoneses de llevar mascarilla en la cara para protegerse y proteger también a los demás de sus virus, es la ciudad en la que menos personas hemos visto que lo llevaran puesto, cuando parece que lo mejor sería protegerse del volcán ¡¡¡ a lo mejor el Sakurajima cura las alergias, sobre todo las mentales !!!

Parece que no le cogemos el punto a esta parte de Japón, porque todo parece salirnos al revés. Esta mañana como ha salido un tiempo bastante decente nos hemos decidido a ir a ver el volcán "Sakurajima", con la intención de alquilar un coche allí para dar la vuelta a lo que era antiguamente la isla y hoy en día, una especia de península.

Nos hemos levantado pronto y como ya sabíamos de ayer donde coger el ferry, nos hemos acercado al puerto en un tranvía bastante lento, que más que servir como medio de transporte rápido, sólo sirve para que el turista disfrute tranquilamente viendo pasar las calles de "Kagoshima".

Ya en la isla de "Sakurajima" nos han dicho en el puesto de información, que no íbamos a poder alquilar el coche porque necesitábamos una licencia de conducir japonesa y no servía la internacional que yo llevo. A pesar de que les he dicho que ya había alquilado coche en Japón y que sí servía mi licencia, han insistido apoyado por otro japonés que se ha acercado. Ante esta situación hemos decidido acercarnos al "Visitor Centre", para de nuevo hacer la consulta y allí nos han asegurado que por supuesto que mi licencia servía, indicándonos donde estaba la agencia de alquiler de coches.

Ya llevábamos un buen rato andando por la isla, cuando hemos encontrado la oficina de alquiler, donde nos han dado un precio de 48 € por sólo 2 horas de tiempo para recorrer la isla, diciéndonos que era tiempo suficiente para verla. Nos ha parecido un robo porque en Okinawa alquilamos por 30 € todo un día y el coche era mayor que el de aquí. Así que nos hemos vuelto a Kagoshima, dejando esta visita al volcán para otro día y en un tour organizado, mucho mejor de precio y el mismo tiempo de duración.

Como nos quedaba bastantes horas disponibles, hemos cogido un bono de bajadas en un autobús que nos ha llevado a los lugares más interesantes de la ciudad, que no son muchos y entre los que destaca un precioso jardín llamado "Sengan-en (Iso Teien)" diseñado en 1658 y proyectado por el 19º señor de Shimazu. Allí hemos estado cerca de 2 horas paseando por sus preciosos arroyos con el volcán Sakurajima siempre al fondo.

Tal como estaba anunciado ha amanecido lloviendo, pero no por ello nos hemos acobardado. Conscientes de que había muchas probabilidades de mal tiempo, para hoy habíamos dejado la visita a un templo en "Kirishima-Jingu", porque la lluvia importa menos cuando vas de temas de monumentos o monasterios.

En la programación del viaje a esta zona, teníamos previsto ir al Parque Nacional de "Kirishima-Yaku" para realizar algunos de los mejores paseos existentes en todo Japón, que transcurren por cimas volcánicas y que están muy recomendados. Pero en la Oficina de Turismo ya nos dijeron ayer que el parque estaba cerrado por seguridad ya que había habido desprendimientos y se podía correr un riesgo de accidente en la montaña. Así que nos hemos tenido que conformar con la visita a un bonito santuario sintoísta dedicado a Ninigino-mikoto.

Primero hemos tenido que coger un tren que en una hora nos ha llevado a "Kirishima-Jingu" y después un autobús hasta el monasterio. Dicho así parece sencillo, pero en esta parte de Japón, se habla poco inglés y nos ha costado hacernos entender, primero para comprar los billetes de tren y después para coger el autobús correspondiente. Cuando nos hemos montado me he acordado de la necesidad de coger un billete de una máquina que indica el número de parada en la que te montas y tienes que ir controlando un panel que te indica los yenes consumidos desde que te has montado, de forma que cuando te bajas del autobús debes echar en una caja el importe exacto correspondiente, junto con el billete de numero de parada cogido cuando has montado. Como ayuda tienes una máquina que te da cambios para pagar con exactitud. Curioso sistema pago que debe controlar el conductor para que eches el dinero correcto y que claro está, no siempre lo hace.

Como hemos terminado la visita al monasterio antes de lo previsto, hemos podido adelantar el billete de vuelta en tren a "Kagoshima", acercándonos a la "Oficina de Información" para enterarnos si nos traería a cuenta un pase especial que existe para parejas que sumen más de 88 años de edad. Como de ahora en adelante vamos a andar bastante en tren, queríamos saber si nos compensaba económicamente, pero después de mucho luchar con el idioma y comparar precios, hemos llegado a la conclusión de que dicho pase no resultaba más barato en nuestro caso. Así que cogeremos billetes conforme los necesitemos.

Mañana esperamos poder realizar la visita al volcán "Sakurijama" en un tour organizado y que ayer no la hicimos por nuestra cuenta, debido a que el precio del alquiler del coche nos pareció abusivo. Esperemos que los pronósticos se cumplan de que va a empezar el buen tiempo durante bastantes días y dejar de programar las visitas en función de la lluvia..

Haciendo tiempo hasta que diera la hora de coger la excursión al volcán "Sakurajima", hemos estado paseando por el centro de "Kagoshima", llegando a un bonito templo llamado "Terukuni Shrine", con la sorpresa de ver 2 occidentales: padre e hijo y este último vestido de japonés porque se estaba casando con una chica japonesa al estilo tradicional. Curioso que de los muy pocos occidentales que hemos podido ver, uno de ellos estuviese de boda japonesa, mientras que ayer vimos a una pareja de japoneses también casándose, pero a la moda occidental, ella con traje de novia blanco y él también con traje blanco pero al más puro estilo americano de "Las Vegas".

Durante la mañana y contra pronóstico ha empezado a llover y cuando nos dirigíamos a la isla ya no se veía ni el volcán. Justo en el momento en que llegábamos a un observatorio se ha abierto un poco el cielo para sacar las fotografías y enseguida ha vuelto a cerrarse, desapareciendo de nuevo el volcán de nuestra vista.

Todo esto ha deslucido la excursión, ya de por sí bastante insulsa. La isla de "Sakurijama" tiene poco que enseñar, salvo el volcán echando humo y cenizas, pero cuando hace mal tiempo como hoy, realmente no tiene ningún interés. Hemos dado la vuelta a la isla en autobús y lo único a recordar era un Torii (Puerta japonesa de entrada a los templos), al que la enorme cantidad de lava expulsada por el volcán casi llega a taparlo, dando lugar a la unión de la isla volcánica con la isla más grande, formándose una península.

Mañana cogeremos un tren de alta velocidad "shinkansen" para ir a "Kumamoto" y visitar unos preciosos jardines japoneses y un importarte castillo de camino poco a poco hacia Tokio.

Ver reportaje de Kagoshima / Sakurajima

Nos continuamos moviendo hacia el norte de la isla de "Kyushu" y hemos llegado a "Kumamoto" en 50 minutos desde "Kagoshima". Yo ya estuve en esta ciudad hace 3 años y me acordaba de lo mucho que me gustó y sobre todo, un maravilloso jardín llamado "Suizenji Jojuen".

Nada más llegar a Kumamoto y siguiendo la costumbre, hemos dejado el equipaje en el correspondiente hotel "Toyoko-inn" y nos hemos ido a enterarnos de la situación del volcán "Aso-San" ya que la vez anterior que intenté verlo, se cerró al público porque el viento soplaba llevando los gases que emana hacia el público y estos son venenosos. Lo más a lo que se han atrevido a decirnos es que hoy estaba abierto, pero que mañana puede cambiar la situación y cerrarse el acceso.

Como "Aso" está de camino a "Beppu" que es la ciudad desde donde embarcaremos en un ferry para cambiar de isla, hemos pensado que preguntaremos la situación del volcán cuando vayamos a coger el tren y si todo marcha como esperamos, nos bajaremos en "Aso" para ir a ver el volcán. En caso contrario seguiremos directamente hasta Beppu.

Después nos hemos acercado al jardín, donde nada más entrar he oído una exclamación de sorpresa de Carmen, mencionando lo espectacular que era. Además se ha dado la coincidencia que hoy se debía celebrar alguna festividad porque había una docena de japoneses vestidos con unos preciosos quimonos de guerreros a la vieja usanza, haciendo una demostración de tiro con arco a caballo. Todo eso después de una aparatosa ceremonia y las correspondientes bendiciones en un templo sintoísta al que han asistido hasta los caballos que iban a participar.

Durante más de 2 horas hemos paseado y visto todo lo que allí había, de una parte el bellísimo diseño del jardín, incluyendo una representación del monte "Fuji" en el que se respiraba una relajante tranquilidad, y de otra, los jinetes con sus arcos disparando al galope sus flechas a unas dianas, creándose un entorno de película histórica con el que hemos disfrutado mucho.

Como también queríamos ver el castillo que estaba en el centro de la ciudad , nos hemos marchado utilizando la red de transporte urbano, es decir, unos lentos tranvías que al igual que la vez anterior que estuve, me han vuelto a producir una extraña sensación, en la que algo me movía a ayudarlos empujándolos un poco. Después de llegar en el ¡¡¡ tren bala (shinkansen) !!! a más de 300 Km. por hora, subirse a un de estos tranvías es un contraste muy fuerte y de difícil adaptación. Así es Japón, convive el strees del entorno profesional, con la extrema lentitud relajante de algunos actos sociales.

Ver reportaje de Kumamoto

Por fin he podido ver el volcán Aso-san de cerca y de milagro, porque cuando hemos cogido el autobús, el mirador principal estaba abierto al público. Para cuando hemos subido al volcán ya lo habían cerrado, debido a la orientación del viento que llevaba contra dicho mirador los gases tóxicos, y estando allí buscando por donde se podía ver algo, lo han abierto, pero enseguida han puesto alerta naranja, lo que quería decir que se respiraba un alto índice de gas tóxico (SO2). Y de hecho, todos hemos empezado a toser, por lo que en poco tiempo el mirador se ha quedado vacío.

El Aso-san con sus 130 Km. de circunferencia es el volcán activo más grande del mundo, pero esta actividad se centra en el pequeño cono "Naka-dake" ya que en la mayor parte del Aso-san, hay ciudades carreteras y vías de tren.

La zona en general al estar tan desarrollada y con infraestructuras, incluyendo el cono activo al que se puede llegar en Teleférico, aunque hoy estaba cerrado, no es tan espectacular como otros volcanes que son más altos y majestuosos. Además la tendencia japonesa a explotar para un turismo masivo las pocas maravillas que la naturaleza les ha otorgado, hace que se construyan complejos y servicios tan evolucionados que restan brillantez al entorno natural: un museo, tiendas de souvenirs, restaurantes, autobuses para traslados y demás, constituyen una oferta turística en la que como es ya habitual en otros países menos desarrollados, te ¡¡¡ sangran !!! la economía en cuanto quieres ver algo y aquí, se paga en yenes, algo que en la actualidad a nosotros no nos conviene nada, debido al cambio con el euro. Es decir, Japón no es ajeno a la explotación turística desmedida, a pesar de todo lo respetuosos que puedan parecer para con el vecino.

Después de la visita al volcán, nos hemos hospedado en un bonito ryokan (hotel familiar de estilo japonés), donde aparte de dormir en tatami hemos participado de una de las mejores tradiciones de Japón y que yo denomino la ¡¡¡ cultura del agua !!!. Larguísimos baños comunes en piscinas de agua caliente y corriendo por tuberías de caña, con banquetas, duchas y vasijas para echarte el agua por encima y disfrutar de la incomparable sensación de limpieza que sólo aquí puedes sentir. La cantidad de agua necesaria para esta actividad sólo es posible aquí en Japón, donde existen tales bolsas de agua subterránea circulando, en el que el nuestro concepto de desperdiciar agua dejando el grifo abierto no tiene sentido.

Mañana continuaremos viaje en autobús hacia "Beppu" en la costa, ya que hemos visto que existe una gran diferencia de precio con el tren, aún sin ser de alta velocidad.

Ver reportaje del volcán Aso-san

Después de una noche no demasiado tranquila porque coger postura en el tatami cuesta lo suyo, nos hemos despertado pronto para estar a las 8 de la mañana en punto, dispuestos a la segunda batalla, ¡¡¡ el desayuno típico japonés !!! pero no el que toman ahora, sino que yo supongo que era el de los antiguos samurais, por la cantidad de platitos diferentes que llenaban la mesa y que debían ser muy nutritivos, que no sabrosos.

Cuando nos hemos despertado esta mañana lo primero que nos ha venido a la cabeza ha sido el darnos otro baño como el de ayer tarde, para empezar bien el día. Es el mejor momento de toda la estancia en el ryokan, echarte agua sin parar y sin mirar al reloj. El desayuno ha sido otro cantar, nos acordábamos de la vez anterior que estuvimos en Japón acompañados de nuestros hijos que lo pasaron bastante mal al igual que yo, para ingerir lo que había en la mesita. A quien le gusta estos desayunos es a mi mujer Carmen que disfruta enormemente y a quien no entiendo, porque las cenas que suelen ser más simples le cuesta decidirse en lo qué pedir. Pues bien, de entrada ya te tienes que desparramar por el suelo intentando meter las piernas ¡¡¡ en ningún sitio !!! porque no sabes que hacer con ellas y debajo de la mesita del desayuno no entran. El resto de clientes que eran japoneses parecían estar cómodos y debe llevar años el acostumbrarse a esta postura, pero el caso es que yo debía de dar una pobre imagen porque se han empeñado en traerme una sillita para que estuviera más cómodo.

¡¡¡ Toda una vida dedicada al deporte para que al final te traten como a un decrépito, trayéndote un artefacto que tampoco se podía considerar una silla !!! De todo los platos que había y eran muchos, lo único conocido era un huevo en una taza, pero crudo y con un poco de soja. El resto de verduras, pescado y demás exquisiteces ni se sabe que podrían ser, salvo que sabían muy mal. En cualquier caso, he comido casi todo por educación incluyendo el huevo crudo que le han servido a Carmen, que era lo único que no le ha gustado.

Después en autobús hemos continuado viaje llegando a Oita en un par de horas, donde hemos recopilado la información que necesitábamos de ferries hacia "Matsuyama" y de los puntos más interesantes de la zona para visitarlos mañana.

Por la tarde un recorrido por el centro de Oita y mucho tiempo dedicado a reservar hoteles en "Matsuyama" porque nos ha costado muchísimo encontrar plazas libres en algún hotel de los niveles de precio en los que nos movemos. Ni "Toyoko-inn" ni muchos otros disponían de habitaciones y supongo que es debido a que a partir del jueves muchos japoneses salen fuera a pasar el fin de semana.

Cuando se viaja, pocas veces se encuentra uno lo que espera y así nos ha sucedido hoy. "Usuki" aparece en las guías como un lugar interesante, pero a la hora de tratar la información del lugar, no abunda la precisión necesaria para que suscite el interés de quien la esté leyendo. En nuestro caso, pensábamos que hoy sería un día como muchos otros, en los que ves algunos templos bonitos y un yacimiento de estatuas de piedra mejor o peor conservadas. Pero después de pasar varias horas de un lugar a otro, hemos llegado a la conclusión de que pocos lugares en Japón cuentan con los alicientes de Usuki para pasar un precioso día. También hay que decir, que el tiempo nos ha ayudado con un día soleado y una temperatura ideal para pasear por los bosques.

Estamos en una zona de Japón, en la que menos occidentales se ven, muy poca gente habla inglés y lo que es peor, todas las informaciones que ves por la calle, incluyendo horarios de trenes y autobuses, destinos, etc., están en japonés. Salvo algún prospecto de la Oficina de Turismo dirigido a los pocos turistas de fuera que aparecen aquí, no se cuenta con más ayuda que la inestimable educación y deseo de ayudar de los japoneses, que no es poca y desde luego, suficiente.

Preguntando mucho y en un autobús de línea, hemos llegado al sitio donde hay más de 59 estatuas que representan distintas imágenes de Buda, entre las que destaca "la cabeza de Buda Dainichi", considerada la estatua de Buda en piedra más importante de Japón. Durante un par de horas hemos recorrido los distintos nichos situados en un pequeño barranco y adentrándonos por momento en un bosque con varios antiguos "Toriis (puertas)" y cementerios que parecía servir para rodar películas de acción en remotos e impactantes escenarios.

Una vez terminada esta visita, en otro autobús hemos ido al pueblo de "Usuki", que ha resultado ser una auténtica gozada en cuanto a templos, calles con casa tradicionales, ruinas de un castillo en reconstrucción y demás. Muchas horas hemos dedicado a recorrer y sacar multitud de fotografías porque todo resultaba atractivo. Al no ser uno de los grandes destinos turísticos y por lo tanto ¡¡¡ no preparado !!! todo lo que hemos visto del pasado de Japón, parecía más real y auténtico.

Ya de noche, hemos cogido un tren de vuelta a Oita, cenando en la propia estación a las 6 y media de la tarde, porque sabíamos por lo cansados que estábamos, que si primero nos íbamos al hotel, después ya no saldríamos y nos quedaríamos sin cenar. En definitiva, un precioso día que no esperábamos, con imágenes del antiguo Japón en nuestras retinas, las que recordaremos durante mucho tiempo.

Mañana cambiaremos de isla, para lo que utilizaremos: autobús, ferry, tren y Metro para poder llegar al hotel que tenemos reservado en Matsuyama, todo un día de acarreo de maletas y mochilas.

Ver reportaje de Usuki

Día dedicado a viajar en el que se han sucedido bastantes de las cosas que suelen ocurrir en los viajes de este tipo. Unas buenas y otras no tanto, aunque al final se han ido resolviendo sobre la marcha y en algún caso gracias a los sistemas de control que llevo encima, que nos han salvado de perder el ferry.

Por la mañana y después de nuestro desayuno japonés en el "Toyoko-inn" de turno, hemos salido arrastrando nuestro equipaje por la calle para coger el autobús que nos iba a llevar a la terminal de ferry conforme a lo que nos habían indicado ayer en la Oficina de Turismo. En la parada había un empleado de los autobuses que como no hablaba nada de inglés, le he enseñado el prospecto del ferry y nos ha dicho que podíamos coger el autobús que ya estaba allí porque también pasaba por el terminal.

Nos hemos montado con las maletas y se me ha ocurrido poner en marcha el GPS porque recordaba que en casa había cogido las coordenadas de la situación del puerto al que debíamos llegar, más que nada para cerciorarme de que íbamos en buena dirección. De pronto, el conductor nos ha dicho que nos bajáramos porque habíamos llegado, cuando según mi GPS faltaban más de 10 km. en línea recta. Después de intentar aclararnos con el conductor, le hemos entendido que aquel era el terminal de ferry de Oita, cuando nosotros íbamos realmente al de "Beppu", diciéndonos que en ese caso debíamos cambiar de autobús porque él no pasaba por allí. No obstante, lo ha pensado mejor y nos ha llevado hasta la estación de tren de Beppu, que estaba a 2 Km. del puerto y allí enseguida hemos podido coger otro autobús llegando a tiempo a la salida del barco. Allí un amable señor que estaba en la cola de los billetes nos ha ayudado a escribir una solicitud de pasaje, porque no se entendía nada. Supongo que se refería a liberarles de responsabilidad en caso de accidente, porque he tenido que dar hasta el teléfono de casa.

Buscando los asientos de 2ª clase que eran los que habíamos cogido, nos hemos encontrado con que no los había y que debíamos ir en un tatami toda la travesía que ha durado casi 3 horas. La verdad es que el viaje ha sido muy cómodo, echándome hasta una pequeña siesta tumbado, utilizando uno de esos tacos para mi "ladrillos" como almohada y que aparecen en las películas antiguas.

El barco nos ha llevado a "Yawatahama" donde hemos tenido que coger un autobús para acercarnos a la estación de tren. Como no teníamos referencia de donde estaba, nos hemos fiado del mismo señor que nos había ayudado antes, pero esta vez se ha ¡¡¡ columpiado !!! o no nos hemos entendido, el caso es que nos ha dicho de continuar en el autobús cuando nos teníamos que haber bajado, pasándonos de parada. Como nos ha extrañado que se hubiera bajado mucha gente con maletas, he ido a donde el conductor a preguntar, lo que ha hecho que parara en mitad de la calle para que nos bajáramos. Sólo hemos tenido que andar unos 200 metros más de lo debido.

Ya en "Matsuyama", un moderno y pequeño tranvía nos llevado a la zona de "Dogo Onsen", ¡¡¡ lugar sagrado ¡¡¡ para los entusiastas de los baños, donde se encontraba situado nuestro hotel, hemos tardado bastante en encontrarlo a pesar de tener su referencia GPS, pero es que el acceso por carretera daba un gran rodeo y había momentos que parecía que te alejabas en lugar de acercarte. Al final, el hotel llamado "Kowaken" ha resultado ser una estupenda elección, porque tenemos una habitación de estilo japonés, con tatami y un baño en la propia habitación con una profunda bañera, ducha y cubeta al estilo "onsen" para echarte agua por encima sin ningún límite. Aparte tiene grandes baños comunes con piscinas que mañana probaremos.

Otra noche durmiendo en tatami, pero más descansada que la anterior. Parece que nos estamos acostumbrando a esta modalidad nipona y hasta disfrutamos con las nuevas sensaciones de estar inmersos en un entorno tan relajante. Por otra parte, el hotel en el que estamos, además de estar muy cerca de los baños "Dogo onsen", es especialmente utilizado por los japoneses que vienen específicamente a la actividad de pasar las horas inmersos en el agua. Tiene unos baños realmente preciosos y esta mañana he bajado cuando todavía la marabunta estaba en la cama para sacar unas fotografías, porque con personas desnudas dentro no me atrevo a sacarlas, aunque no creo que les importara mucho. Es curioso ver por la calle muchísimas personas con bata, toalla al cuello, chanclas y una bolsita con los utensilios de baño, dirigiéndose o saliendo de "Dogo onsen" y nosotros también lo hibiésemos hecho al atardecer, si no hubiese empezado a diluviar.

Después de desayunar, hemos salido a hacer un itinerario de visitas por la ciudad, pasando primero por el precioso edificio de "Dogo onsen" que a esa hora tenía pocos clientes.

Continuando el paseo, el siguiente punto ha sido "Isaniwa-jinja", que es el tercer mayor santuario de su tipo en Japón. Siguiendo nuestro itinerario y después de andar 1 Km. hemos llegado a otro templo muy importante llamado "Ishite-ji", que es el número 51 de los 88 que constituyen una ruta de templos muy transitada en esta isla de ""Shikoku". Su fama viene de pertenecer a la arquitectura Kamakura, siendo uno de los más visitados de todo el recorrido. El tiempo ya se veía que estaba empeorando y en un tranvía nos hemos acercado primero a la estación de tren, para coger el billete de mañana con destino a Takamatsu, en el norte de la isla y que está en una línea de tren que permite acceder más fácil a la zona central de "Shikoku".

Resuelto el tema del billete, hemos subido al castillo que está situado en una colina, pero en ese momento ha comenzado a llover y ya no ha parado en el resto de día. Esto ha hecho que rápidamente terminásemos con la visita, desplazándonos al hotel de nuevo en tranvía. La lluvia ha hecho que nos decantásemos por los bonitos baños del hotel y con la bata puesta al igual que otros muchos hemos bajado a disfrutar de un rato de relax. Casi no había sitio en las piscinas y cubetas, pero han sido unos momentos mágicos para nosotros, poco acostumbrados a actividades populares. Chapurreando un poco de inglés con unos y otros, te hacen partícipe de su tradición y poco ha faltado para que uno me frotara la espalda, cosa muy habitual entre ellos.

Un bonito y diferente día que gracias a que no había sitio en nuestro habitual hotel, hemos podido disfrutar por casualidad. De no estar en este hotel "Kowakuen" lo más probable hubiera sido no conocer esta tradición en la forma que lo hemos hecho.

Ver reportaje de Matsuyama

Siguiendo nuestra ruta por el "shikoku" hemos llegado en tren a "Takamatsu" en el punto más al norte de esta isla. Nada más bajar del tren la primera impresión ha sido de sorpresa al encontrarnos con una ciudad muy moderna y con bonitos edificios. Después leyendo su historia. hemos conocido que fue totalmente destruida durante la 2ª guerra mundial, por lo que su diseño es prácticamente nuevo.

"Takamatsu", aparte de ser por su situación, un punto estratégico y puerta de entrada a la isla para quienes proceden de su hermana mayor la isla de "Honshu", tiene su propia identidad, representada por un pequeño castillo actualmente en reconstrucción, situado en un precioso parque amurallado en el centro de la ciudad.

Pero su gran atractivo es el jardín "Ritsurin-koen" que bien merece estar en la lista de los grandes de Japón. La verdad es que cuando hemos entrado en él, hemos sentido una decepción porque a un diseño insulso de estanques y arbolitos había que añadir lo que en los jardines japoneses se define como "Paisaje Prestado", consistente en aquellas vistas que se tienen de ver el paisaje en su conjunto y en el que una parte procede del exterior de jardín. En este caso por la orientación de la puerta por la que hemos entrado, los "Paisajes Prestados" eran feos bloques de pisos que afeaban el conjunto.

Pero conforme hemos cambiado de orientación la cosa ha mejorado y mucho, tanto en cuanto a los bellísimos rincones del jardín, como de la contribución exterior del entorno. Riachuelos con enormes parcas de colores, bosques de árboles con perfecta poda, pequeñas colinas desde las que se divisaban todo el jardín, más puentes, casas de té y todo lo que se pueda pedir y 200 años de trabajos incorporando elementos, han dado lugar a este maravilloso lugar que bien merece una visita especial.

Si bien no está considerado entre los 3 jardines más bonitos de Japón, a mí personalmente me ha gustado más que 2 que si lo están, los de "Mito" y "Kanazawa", situándolo sólo detrás del de "Okayama" al que iremos mañana.

Ver reportaje de Takamatsu

Hoy casi puedo decir que ha sido una repetición del día de ayer. Primero, viaje en tren durante 45 minutos hasta otra ciudad, "Okayama" en la gran isla de "Honshu". Después visita a un jardín de los buenos, lo mismo que ayer y por último el castillo de turno, pero todo ello con mejor tiempo.

Otra noche durmiendo sobre tatami, al que ya nos hemos acostumbrado y con un corto recorrido en un tren de 2 pisos, por una zona preciosa en la que hemos cruzados varias islotes hasta llegar a la más extensa isla de Japón, "Honshu", sobre la que se asientan las principales ciudades de Japón. Salvo un viaje en "Kagoshima" el resto de viajes han sido en trenes locales y exprés, pero a partir de ahora el resto de traslados los haremos en los de alta velocidad (Shinkansen).

Retomamos también los hoteles "Toyoko-inn" para hospedarnos y en los que ya tengo reserva para los días que nos quedan en este país, todos ellos cercanos a las estaciones para una mayor comodidad, por lo que hoy mismo nada más llegar a "Okayama" nos hemos acercado a éste para deshacernos del equipaje.

Me acordaba de mi anterior visita a esta ciudad, del jardín "Koraku-en", considerado uno de los tres mejores de todo Japón y como hoy era domingo, había mucha gente paseando y disfrutando de su belleza tan particular. También había varias bodas con trajes tradicionales y quimonos, lo que daba un encanto especial e incrementaba el espectacular paisaje.

El castillo "Okayama-jo" está situado junto al jardín "Koraku-en", por lo que a continuación hemos pasado un puente adentrándonos en el bonito castillo, que aunque no debe ser muy importante debido a su corta historia y reciente restauración, a efectos visuales es muy bello con líneas muy simétricas.

Parece ser que en Japón, para que una ciudad pueda considerarse de cierta importancia, debe tener un castillo y un jardín de nivel, porque la mayoría de las que hemos estado lo tenían. Además suelen ser punto de reunión de las familias y donde se pasea los fines de semana. Así que ya tenemos por lo menos 3 ejes de lo que en Japón se hace para el relajamiento: el baño en un onsen, el paseo por un jardín de diseño japonés y la visita a un castillo.

En cuanto al tema gastronómico, hoy domingo se apreciaba que era otro de los aspectos que los japoneses cuidan los fines de semana y nosotros también. Hartos de tantos noddles, hemos cambiado el menú por unas hamburguesas en un McDonal's que hemos encontrado, aprovechando la ocasión porque estos establecimientos no abundan y yo ya tenía el ¡¡¡ mono !!! de las patatas fritas.

Mañana repetiremos más o menos el programa de hoy pero en "Himeji", donde tienen el castillo más importante del país. Para ello viajaremos por primera vez en el "Nozomi" que es el supertren de los Shinkansen.

Ver reportaje de Okayama actualizado

Repetición por mi parte de este destino en el que ya estuve hace 3 años, pero como Carmen no lo conocía, he incluido en el recorrido de vuelta a Tokio, aquellos puntos que toda visita a Japón suele tener en cuenta. Así que hoy en el "Superexpress Nozomi" hemos cubierto llegando a los 300 Km. hora, el trayecto desde Okayama en 20 minutos, vamos, como ir del "barrio del antiguo" al centro de Donosti en autobús.

Las atracciones turísticas de Himeji se centran en su famoso castillo, los Templos de Shoshazan Engyoji y el jardín de Kokoen. Al igual que en mi visita anterior las hemos realizado pero con un resultado bastante diferente.

El primer desplazamiento lo hemos hecho a los templos que están situados en una colina a la que se sube en un teleférico, y a partir de allí, se hace un recorrido de un par de horas andando por bosque. Hoy he disfrutado mucho más que la vez anterior porque el tiempo acompañaba y a Carmen también le gustaba el entorno boscoso de película en la que parecían esconderse enormes templos de madera. Precisamente aquí se rodaron escenas de " El Último Samurai" de Tom Cruise.

Hemos vuelto a la ciudad y nos hemos dirigido al castillo, llevándonos la desagradable sorpresa de que estaba como yo suelo decir ¡¡¡ empaquetado !!! con lo que no se tenía la vista del exterior del edificio, que es lo realmente bonito de estos castillos japoneses. Las obras de restauración que se están haciendo llevarán hasta el 2015, por lo que el envoltorio que le han puesto es tan importante que no deja ni imaginarte lo que hay dentro.

Lo que si ha estado a la altura de mi recuerdo ha sido el jardín "Kokoen". Es el tipo de jardín japonés que a tanto a Carmen como a mí nos encanta. Sin las grandes dimensiones de otros considerados más importantes, este jardín está compuesto por 9 pequeños jardines diferentes, realizados en casas de samurais y utilizando técnicas de jardinería del periodo "Edo". Un bellísimo diseño con multitud de rincones diferentes que te hacen sentir como si cada vez estuvieses en un lugar distinto y sin un centro común en el paisaje. Es como una exposición condensada de lo mejor de los jardines japoneses que puedes encontrar en otros lugares del país.

Mañana continuaremos avanzando un poco hacia la capital, pero haciendo escala en "Osaka", la 2ª ciudad más importante de Japón, para si tenemos suerte poder ver su también famoso castillo.

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Andar por las grandes ciudades es algo realmente agotador. Hoy no me quedan ganas ni de escribir este diario, porque hemos pateado Osaka duante 9 horas y hemos terminado derrengados. Además poco hay que contar, las clásicas visitas al castillo, al templo de Shitennoji y a los edificios emblemáticos, entre los que cabe destacar por su provocativo diseño, el "Edificio Celeste de Umeda" que levantó en su momento opiniones encontradas y que a mí particularmente me ha encantado, aunque haya quien diga que parece el "Arco del Triunfo" de París, en versión moderna.

Así pues termino rápidamente el resumen de hoy, haciendo constar que Osaka me ha gustado más que la vez anterior que la visité y que no hemos tenido nada especial para comentar, salvo el cansancio acumulado y que mañana nos trasladaremos a Kioto que es una de la ciudades que más me gustan de este planeta, por la cantidad de jardines que tiene.

Bueno, sólo se me olvidaba una cosa, aquí en Osaka a diferencia del resto de ciudades de Japón, los peatones circulan por la derecha, por lo que cuando ya nos habíamos acostumbrado a andar por la izquierda para no chocarnos, hoy hemos vuelto a dar traspiés y tropezones en los andenes del Metro donde se marcha muy rápido. Supongo que en Osaka se querrían distinguir de alguna forma de sus hermanos mayores los de Tokio, porque ser la 2ª ciudad del país suele conllevar la etiqueta de ¡¡¡segundones!!! y a eso no se acostumbra nadie. Así que idearon una forma de ser diferentes. La realidad es que es bastante caos, porque las costumbres no se cambian de la noche a la mañana y aquí vienen muchos japoneses de otras partes, con su andar por la izquierda.

¡¡¡ me voy a la cama !!! que Carmen ya se ha dormido.

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Siempre es un placer visitar los innumerables templos y jardines que tiene Kioto. Carmen me comentaba que esta ciudad era como la ¡¡¡ Viena de Europa !!! Todo un maravilloso e interminable repertorio de bellos lugares, a cual mejor.

En 15 minutos hemos hecho el viaje de Osaka y llegar al hotel nos ha costado bastante más, porque hemos tenido que coger el Metro y después otro más, pero de una línea particular pagando otro billete. No conozco el origen de que existan líneas públicas y privadas en el transporte urbano, dando servicio conjuntamente, pero aparte de ser carísimo el desplazamiento por la ciudad, tener que cambiar de estaciones y líneas cada una con sus particularidades, es una locura y un sistema difícil de defender, así que algún motivo de peso debe existir para que se funcione así en esta ciudad.

Habíamos comprado un pase para 2 días, pero ha resultado que no servía para las líneas privadas, por lo que principalmente nos hemos desplazado en autobús en los que sí admitían el pase. La primera visita ha sido al Templo Dorado de Kinkakuji, famoso por ser utilizado como un icono de Japón. Siempre es agradable acercarse hasta este templo laminado en oro que brilla con sus reflejos en un estanque, creando una imagen preciosa.

Después nos hemos acercado al Templo de Ryoan-ji, en el que su principal atractivo es una jardín denominado "Paisaje seco" en el que varias rocas emergen de una zona de gravilla peinada, con un mirador en el que multitud de personas contemplan extasiadas y relajadas un contexto de paz y tranquilidad.

El siguiente destino han sido los templos de "Ninna-ji, que aunque la mejor época para visitarlos es en primavera por la cantidad de cerezos que hay, ahora en otoño también estaba bonito con un color rojizo. Los templos nos han gustado mucho, a pesar de que después de ver tantos, la cosa empieza a cansar. Además mañana tenemos otro día de visitas, aunque las centraremos en jardines, a la búsqueda de bellos rincones.

Kioto da para mucho. Es la tercera vez que vengo y todavía no puedo considerar que lo haya visto a fondo, cosa que lo merece. Te pasas el día viendo templos, alternándolos con preciosos jardines y pasan las horas sin darte cuenta. El único problema que tiene esta ciudad es el ya comentado transporte, que al tener que desplazarte en autobús se pierde muchísimo tiempo.

Esta mañana, después de desayunar al estilo japonés moderno al que ya nos hemos acostumbrado, nos hemos montado después de mucho programar el itinerario en el autobús correcto, pero en sentido contrario. Nos hemos dado cuenta bastante pronto pero 1 hora perdida ha sido el precio de nuestro error.

La primera visita ha sido a los jardines de "Shosei-en" en el que estaba muy interesado y que en mis 2 anteriores visitas no conseguí verlo porque siempre lo encontraba cerrado por la hora. Y me alegro de haber podido estar, porque ha sido una auténtica delicia disfrutar de su entorno.

A continuación y de nuevo en autobús nos hemos desplazado al templo de "Sanjusangen-do", famoso por tener 1.000 imágenes de Buda iguales y 1 más grande y diferente. No nos ha gustado y enseguida nos hemos marchado en dirección a los templos de "Kiyomizudera", situados en una colina desde la que se tiene una bonita vista de Kioto. El templo construido con una enorme estructura de madera se elevaba formando un bonito paisaje.

Aquí ha comenzado un rosario de templos y jardines a cual mejor, teniendo que elegir porque el tiempo no daba para todos los que había. En rápidas visitas hemos estado en "Yasaka Shrine" y los templos de "Chion-in", llegando a uno de los momentos más bonitos del día, el jardín "Shoren-in".

Pasar el atardecer en este jardín, que está concebido para ser visto desde el interior de una casa japonesa, ha sido espectacular. Con momentos de este estilo, se llega a entender un poco a la cultura nipona y su predisposición a disfrutar de la belleza y de la relajación interior, mediante la observación de imágenes de jardines que ellos mismos han creado, reproduciendo paisajes idílicos que la naturaleza les ha escatimado. Nosotros nos relajamos andando por el monte y disfrutando de su entorno natural, mientras que ellos se sientan a observar sus jardines.

Precioso día el vivido hoy una vez más en este curioso país. Mañana nos desplazaremos a Tokio en el ¡¡¡ Nozomi, supertren de los shinkansen" para pasar nuestro último día en Japón.

Ver reportaje de Kioto (actualizado)
Ver reportaje de jardines de Kioto (actualizado

Última ciudad de Japón en este viaje. La capital del país nos ha recibido con un día espléndido y con la habitual muchedumbre humana corriendo por las estaciones de tren y Metro. No hemos nada de particular ni realizado visitas específicas, porque el día de hoy era simplemente de transición a la espera del vuelo de mañana que nos llevará a Hong Kong.

Por la tarde nos hemos dirigido a la zona ¡¡¡ chic !!! de "Shibuya" para realizar algunos encargos, pero debido al cambio del yen con el euro, se te quitan las ganas de comprar. Lo que si hemos podido comprobar es la evolución de la moda femenina en las jovencitas japonesas que transitaban por las calles abarrotadas de tiendas, luciendo la cada vez más extravagante ropa, sin que uno se pueda imaginar el límite al que puedan llegar, porque cada vez que venimos vemos que se han superado. Además, al complemento externo hay que añadir el propio físico, el cual no tienen ningún reparo en enseñar generosamente, creándose un conjunto muy curioso al menos para nosotros los occidentales.

Mañana abandonaremos Japón, continuando nuestro itinerario hacia India, con escala de un día en Hong Kong, por ser nudo de comunicaciones aéreas.

Una vez más hemos disfrutado de Japón, moviéndonos por algunas islas que no conocíamos y pudiendo comprobar que conforme más te mueves por el interior del país, existen diversas facetas que diferencian a unas islas de otras, tanto en sus costumbres como en su historia.

Comenzamos la visita entrando por el sur, siendo la isla de Okinawa el primer destino que hicimos y en el que la meteorología fue determinante. Como quien dice, la lluvia nos echó de la zona más turística de Japón y a donde habitualmente se va a disfrutar de la playa, del sol y del mar. Pensábamos haber visitados diferentes islas del archipiélago de Okinawa, pero las previsiones de que el mal tiempo iba a continuar durante bastantes días nos obligó a cambiar los planes y buscar una alternativa en otras zonas. Incluso pensábamos subir en ferry parando en algunos puertos y conocer las principales ciudades, pero optamos por coger un avión a "Kagoshima" en la isla de "Kiushu" y asegurarnos de que íbamos a poder ver algo sin mojarnos demasiado.

Llegamos a "Kagoshima" y aunque el tiempo continuaba bastante malo, por lo menos pudimos hacer alguna excursión al volcán "Sakurayima", viéndolo de refilón en un momento en el que el cielo tuvo a bien abrirse un poco, posiblemente para que nos alegráramos un poco, ya que estábamos hartos de mirar al frente sin ver nada.

Por la isla de "Kyushu" fuimos ascendiendo en tren a "Kumamoto", donde ya comenzamos a ver algunos de los jardines japoneses que tanto nos gustan. De allí nos dirigimos hacía otro volcán famoso de Japón, el "Aso-san" que tiene la caldera activa más grande del mundo. Esta vez pude verlo, pero también de casualidad, porque en mi anterior visita los gases venenosos que emanaba impidieron que subiera. Esta vez nos dejaron subir, pero ya habían cerrado al público el mirador principal por el mismo problema cuando llegamos. Aquí la naturaleza se congració con nosotros, el viento cambió de dirección y abrieron el mirador de nuevo durante un rato, que aprovechamos para admirar el lago de azufre en ebullición.

Ya en el extremo de la isla, pudimos ver uno de esos pueblos que suelen condensar la historia de un país. "Usuki" aunque no muy conocido por los visitantes extranjeros, es un punto en el que se puede ver como se vivía en el Japón de antaño. Sus cuidadas calles y sus numerosas casas tradicionales aconsejaban una visita que no nos defraudó.

Cambiamos de isla cruzando en un ferry, que tenía la curiosidad de que viajabas sentado o tumbado en tatami y llegamos a "Matsuyama". Preciosa ciudad en la que la actividad principal eran los baños en preciosos "onsen" y de la que nos llevamos un recuerdo imborrable, tal vez porque sin quererlo, estuvimos hospedados en un hotel de estilo japonés que debía ser un lugar especial para el relajamiento y los baños compartidos. En el norte de la isla de "Shikoku" estuvimos en "Takamatsu" donde nos llevamos la gratísima sorpresa de contemplar uno de los jardines más bonitos que hemos visto y ya son muchos.

De "Takamatsu" entramos a la gran isla "Honshu", donde fuimos haciendo paradas cortas en la principales ciudades: "Okayama" con sus jardines "Koraku-en", "Himeji" con su famoso pero ¡¡¡ empaquetado !!! castillo en remodelación, "Osaka" con sus impresionantes edificios vanguardistas, hasta llegar a la preciosa "Kioto", en la que una vez más, pudimos disfrutar de sus numerosos templos y de sus preciosos e inolvidables jardines. Sin duda, para nosotros "Kioto" se lleva el palmarés de los ¡¡¡ bellos rincones !!! de nuestro nuestro planeta.

Un bonito recorrido por el país, que cada vez que venimos nos sorprende agradablemente. Seguro que volveremos de nuevo, porque nos falta conocer una parte de la isla de "Hokaido" donde se concentran los mejores Parques Nacionales. En mi anterior visita llegué hasta "Sapporo" y la próxima vez llegaré hasta el norte de Japón.

Abandonado Japón, hoy hemos llegado a Hong Kong haciendo una escala de 1 día hasta coger otro avión con destino a la India. El vuelo ha sido con "Cathay Pacific " y en 4 horas nos hemos plantado en "Hong Kong".

Ya son varias veces las que he venido a esta gran ciudad y me imagino que volveré bastantes más, porque es un nudo importante de comunicaciones aéreas y una escala muy utilizada en viajes entre Asia y Europa.

El hotel lo teníamos bien situado en cuanto a su ubicación, muy cercano a una estación de Metro, pera ésta se hallaba al final de la línea, por lo que hemos tenido media hora de desplazamiento. Hemos querido cenar esta noche en el "Peek", la colina que está sobre la ciudad y desde la que se tienen unas preciosas vistas de los rascacielos. Una mesa en los grandes ventanales con la ciudad iluminada de noche es toda una maravilla. Pero cuando hemos llegado a la cola del funicular para subir, la espera estaban en 1 hora y media, lo que nos ha hecho cambiar de opinión y marcharnos a una terraza que hay en "Koowlon" al otro lado de la isla de Hong Kong.

Para ello después de pasear un buen rato por los pasos elevados que hacen de acera para peatones, porque muchas de las calles no las tienen, hemos cogido el viejo transbordador que cruza hasta "Koowlon", donde nos hemos encontrado con una auténtica muchedumbre que iba de tiendas. Ir de "Shopping" parece ser el deporte nacional para los fines de semana, pero el caso es que casi resultaba imposible de andar por las calles.

Mañana como hasta el atardecer no nos sale el avión, intentaremos comer en el "Peek" que aunque no es lo mismo ver "Hong Kong" de día que de noche, la vista compensa la subida.

De nuevo hoy no hemos podido cumplir el plan de subir al "Peek" para comer viendo la ciudad. El motivo ha sido el mismo de ayer a la noche, colas interminables para subir. Además cuando nos dirigíamos al funicular, hemos topado con muchísimas personas que sentadas sobre cartones en el suelo, parecían reivindicar alguna cuestión. Esta situación nos ha hecho recapacitar sobre como no poner en peligro el tiempo necesario para desplazamientos: primero al hotel a por el equipaje y después al aeropuerto. Una hipotética intervención policial o un endurecimiento de la reivindicación podría hacer peligrar nuestros desplazamientos, por lo que hemos optado por alejarnos del lugar, marchando de nuevo a "Koowlon" que es mucho más tranquilo en ese aspecto y la gente sólo se ocupa de: comprar, y comprar, y comprar......

Al final, con tiempo más que suficiente hemos llegado al aeropuerto y en un viaje bastante pesado de 6 horas, en un avión de "Cathay Pacific " lleno de hindúes que no paraba de andar por el pasillo, hemos llegado a Delhi.

Venir de Japón a India, es como entrar en el ¡¡¡ TÚNEL DEL TIEMPO !!! retrocediendo varios siglos. El contraste en cuanto sales del aeropuerto es ¡¡¡ inmenso !!! Hoy por ejemplo, hemos cogido un taxi prepagado en la oficina oficial del aeropuerto a quienes les he indicado el nombre del hotel al que íbamos, dándonos el número del taxi que nos iba a llevar. Cuando hemos salido del aeropuerto, el taxista ha empezado a preguntarnos a donde íbamos, bueno o eso supongo yo, que no hacía más que enseñarle el papel que me habían dado en su oficina y en el que decía el destino. Pues bien, hemos terminado parando a la 1 y media de la madrugada en unas chabolas casi a oscuras porque había 2 policías, a quienes les ha ido a preguntar si sabían donde estaba el hotel. Claro está, los policías le han dicho que no sabían y que llamara a su oficina para una aclaración. He terminado interviniendo yo, lo cual, no quería hacer porque aquí no gusta que utilices sistemas de GPS, etc., para decirles que yo tenía las coordenadas y que ya le diría por donde ir. Gracias a que esta vez los datos que tenía de la situación del hotel eran exactos y hemos llegado sin problemas, aunque siempre con la incertidumbre de que a esas horas de la noche, puede pasar cualquier cosa.

Carmen, que venía en el taxi medio dormida no se lo podía creer. De vez en cuando abría un ojo y veía unas chabolas rodeadas de escombros, y a nosotros hablando con 2 extraños que llevaban una especie de ropa color caqui pero que no los identificaba como policías, teniendo la sensación de estar en un mundo de otra dimensión, o viviendo una pesadilla. Esta es la ¡¡¡¡ Incredible India !!!! de la que hablan los eslogan.

Parece que no debo ser muy bueno convenciendo cuando cuento mis experiencias y aviso de lo que te vas a encontrar. Carmen se ha llevado una sorpresa monumental, a pesar de haber estado yo ¡¡¡ preparando el terreno !!! durante bastante tiempo, contándole lo que realmente era India y en concreto Delhi.

Nada más poner el pie esta mañana en la calle, lo que veía no se lo podía creer. Como ayer llegamos de noche, la sensación que tuvo se aproximaba más a temas de seguridad personal que otras cosas, pero hoy, cuando se ha asomado a la ventana para ver el tiempo que hacía, se ha sorprendido porque lo primero que ha visto ha sido un caballo sin montura ni nada, pastando tranquilamente en la calle debajo suyo. Eso en el centro de la capital del país.

Después de desayunar he visto que había una oficina de viajes en el hotel y he preguntado por precios para hacer un tour a Jaipur y al Taj Mahal, cuando volvamos dentro de un par de semanas, depués de andar por el Rajastan y Varanazi. Como el precio era bueno hemos cerrado la reserva y aunque dentro del paquete dispondremos de un coche con conductor para visitar también Delhi, hoy quería que Carmen se llevara la impresión de golpe, experimentando como se vive en esta ciudad, a golpe de ciclorickshaw.

Así que hemos salido al exterior del hotel, echándole valor y pisando sin mirar demasiado todo lo que había en el suelo, debido a la frenética actividad comercial de la zona, en la que se vende de: todo, todo, todo..... El hotel en el que estamos se llama "White Klowe " y es realmente curioso. Pulsando en su enlace se puede ver el hotel por dentro y en la siguiente foto por fuera y la calle en la que se sitúa, justamente detrás de Carmen, al fondo, y que sigue siendo céntrica, cercana a la estación de tren de Nueva Delhi.

Creo que sobra todo comentario y se entiende la sorpresa de Carmen de la que hablaba antes. A nosotros que nos gustan los fuertes contrastes, no estamos acostumbrados a los de este calibre.

Coger un ciclorickshaw es toda una experiencia. Primero tienes que tener billetes de poco importe, porque aquí nadie tiene cambios. Después acordar el precio mediante el oportuno regateo. Subirte y agarrarte fuerte donde puedas porque empieza el rally. Acelerones, bocinazos, frenazos y hasta posiblemente algún que otro roce con el vecino, es lo que te reserva una carrera que si te la tomas con filosofía, divierte mucho. ¡¡¡ Ah !!!, tampoco está de más ponerte una mascarilla o pañuelo porque la contaminación de los tubos de escape es bestial.

Diversas carreras para ir a la parte más elegante, que no es mucho, de la Plaza "Connaught", La mezquita de "Jama Masjid" y paseos entre calles de "Vieja Delhi", han sido un abanico de situaciones que han hecho que Carmen, contra todo mi pronóstico, haya disfrutado de esta experiencia que no es posible vivirla de otro modo, ni como turista de viajes organizados.

Mañana nos marcharemos en avión a "Udaipur", donde nos esperará mi amigo "Nanu" el taxista que en mi viaje anterior me atendió maravillosamente y con quien he hablado hoy por teléfono para que nos vaya a buscar al aeropuerto.