Comenzamos un nuevo año en el que seguiremos viajando a buen ritmo y como primera etapa nos hemos propuesto conocer: Colombia, Ecuador y muy especialmente las islas Galápagos.

Así que volando con "Avianca" hemos cruzado el Atlántico y tras 13 horas hemos llegado a Bogotá, después de hacer una escala técnica en Cali. Un viaje muy pesado a pesar de los modernos sistemas de entretenimiento que tenía el avión y que siempre ayudan a pasar las horas. Nos han tocado asientos rodeados de niños pequeños, que aguantaban bastante mal el viaje, cosa bastante normal en sus edades, pero lo que no lo era tanto ha sido la impasibilidad de sus padres que parecían desentenderse de las molestas situaciones que creaban las criaturas.

Un hecho que nos ha sorprendido ha sido que habitualmente en la clase business siempre hemos visto viajar ejecutivos o asimilados, pero en este avión muchos asientos estaban ocupados por niños pequeños, por lo que enseguida nos ha venido a la cabeza de quien podrían ser familia para pagar los importantes precios de este tipo de billetes.

Cuando hemos llegado al aeropuerto nos estaban esperando para llevarnos al hotel "Santafé Boutique" un precioso hotel de 5 estrellas que no habíamos reservado, pero que nos los han ofertado por el mismo precio y como alternativa ventajosa debido a que el nuestro se hallaba cerrado por reformas.

La diferencia horaria de 6 horas más el largo viaje ha hecho que nada más llegar al hotel nos hayamos metido a la cama sin tan siquiera cenar.

Después de haber dormido relativamente bien y a la espera de no sufrir demasiado "jet-lag", nos hemos levantado con muy buen ánimo dispuestos a conocer Bogotá.

Después de un estupendo desayuno en la terraza exterior del hotel, con una temperatura estupenda y con un reluciente sol, hemos salido para dirigirnos a la zona denominada "La Candelaria", en donde se concentran los principales puntos de interés de Bogotá. Como el hotel lo tenemos en la zona más moderna que se sitúa en la parte Norte de la ciudad, a más 8 Km. del "Centro Histórico", hemos utilizado el sistema de transporte urbano denominado "Transmilenio", que consiste en una red de autobuses articulados que circulan por carriles especiales a bastante velocidad. Algo muy parecido existe en Lima, pero todo hay que decirlo, tal vez porque la frecuencia de los vehículos no era adecuada para la cantidad de viajeros que estábamos, el caso es que hemos ido ¡¡¡ enlatados !!! durante la más de media hora que hemos tardado en llegar a nuestro destino, teniendo la sensación de que el sistema no es tan rápido como parece. Aunque circulan por carriles especiales y únicos para ellos, existen los inevitables semáforos en los cruces de carreteras que impiden tener la fluidez necesaria, y lo que parece es que este sistema no podrá en un futuro dar solución a las necesidades crecientes del transporte urbano, aunque se incremente la frecuencia de vehículos, por esos defectos de infraestructura que ya se aprecian. Una capital de casi 10 millones de habitantes requiere soluciones más avanzadas para dar una respuesta adecuada a sus demandas de movilidad.

El "Centro Histórico" encabezado por la preciosa plaza de "Simón Bolívar" nos ha encantado. Hemos subido en teleférico a una colina llamada "El Cerro de Monserrate" desde el que se tenía una preciosa vista de toda la ciudad y cuando hemos bajado como era ya hora de comer nos hemos metido en un restaurante que anunciaba" El mejor ajiaco del mundo" comida típica de aquí, a base de maiz y pollo que nos ha gustado mucho.

Aunque una señora nos ha avisado de que no fuésemos por una calle muy concurrida que queríamos atravesar, porque existía riesgo de que nos atracaran según ella, la realidad es que nos hemos movido por la ciudad sin ningún problema y sin sensación de riesgo. Es cierto que se veía mucha policía en la calle pero no creo que Bogotá sea más peligrosa que: Lima, Santiago o Buenos Aires. Calles limpias, fachadas coloniales restauradas y preciosos edificios gubernamentales, conforman una ciudad que nos ha sorprendido muy agradablemente, porque casi siempre nos hacemos una idea equivocada de un país, consecuencia de una imagen que nos creamos con razones subjetivas. Estamos acostumbrados a extrapolar lo que vemos de la inmigración que recibimos al resto de sus países de origen y claro, cuando llegas a uno de ellos te das cuenta de tu equivocación y ves que hay mucha gente como tú y que el desprecio con que se les trata en ocasiones considerándolos colectivamente menos desarrollados, no tiene ninguna justificación.

Nos consideramos ¡¡¡ el ombligo del mundo !!! y cuando te paras a pensar un poco e incluso comparas algunas cosas que ves con las que tienes en tu ciudad, te hace dudar de tu supremacía, así que las visitas a estos países ¡¡¡ te ponen en tu sitio !!!

Por supuesto, lo comentado se refiere a las primeras sensaciones que hemos tenido y que es posible que vayan modificándose conforme conozcamos más a fondo Colombia, pero la sorpresa ha sido muy grata y se merecía un comentario.

Mañana nos trasladaremos a "Medellín" comenzando una ruta que nos llevará hacia el sur para pasar a Ecuador y volver después para continuar por rutas de la costa norte de Colombia.

Cambio de ciudad en un vuelo de "Avianca" y pérdida prácticamente de todo el día. A pesar de que la duración del vuelo ha sido de 50 minutos, el horario de salida a la 13 H., más el retraso en el despegue del avión, ha originado que poco hayamos podido hacer por la tarde en Medellín.

En cuanto hemos podido dejar el equipaje en el "Diez hotel" que teníamos reservado y que está situado en la llamada Zona Rosa, nos hemos dirigido andando hasta la "Estación de Autobuses Sur" para asegurarnos billetes para pasado mañana que viajaremos a Pereira. Mientras recorríamos los 2 1/2 Km. que separaban nuestro hotel de la terminal de autobuses, hemos ido observando todo lo que había a nuestro alrededor con mucho interés, porque para nosotros en nuestros años jóvenes el nombre de Medellín era mítico: una ciudad sin ley, la cuna de la droga y donde los cárteles dominaban y ejercían el terror, estando "Pablo Escobar" en la portada de los periódicos permanentemente. Cuando sobrevolábamos los alrededores acercándonos para aterrizar, hemos comentado la cantidad de haciendas que se veían fuertemente valladas, pero sobre todo, lo que más llamaba la atención era las enormes dimensiones de sus casas en las que en muchos casos eran construcciones de diseño moderno.

Pero a pesar de todos nuestro temores, lo que realmente hemos podido comprobar en nuestro largo paseo, ha sido que Medellín parece ser como indican las guías, una de las ciudades más seguras de todo Latinoamérica. Se respira tranquilidad en las calles, hay muchos rascacielos en la Zona Rosa en la que nos hospedamos y también turismo, con restaurantes y hoteles de bastante nivel. Y como ejemplo sirve que ni en el hotel ni nadie nos ha hablado de posibles riesgos de delincuencia. Por lo demás, esta parte de la ciudad es bastante fea aunque muy desarrollada, siendo Medellín una ciudad moderna y la única en todo Colombia que tiene "Metro" para el transporte urbano.

Mañana nos acercaremos al centro histórico para ver la otra cara de Medellín, la histórica y cultural y como no, admirar las ¡¡¡ gordas obras !!! de Botero, entre otras cosas.

Después de un estupendo desayuno en el exterior de la terraza superior del hotel con vistas a toda la Zona Rosa y con una temperatura ideal como debe ser habitual aquí, porque por algo le llaman a Medellín "la ciudad de la eterna primavera", hemos salido dispuestos a recorrerla de ¡¡¡ cabo a rabo !!!

Primero nos hemos integrado con el resto de medellinenses cogiendo el moderno "Metro" exterior y aéreo para acercarnos al centro antiguo. Sólo hay un par de líneas , pero una de ellas recorre todo el valle y con gran rapidez nos hemos trasladado varios kilómetros. Desde luego, mucho mejor solución de transporte urbano que el sistema "Transmilenio" de Bogotá.

Cuando estábamos esperando el tren un señor me ha preguntado por la estación en la que se tenía que bajar para ir a un determinado sitio. Cuando le he dicho que no era de la ciudad y que no podía ayudarle, me ha dicho que se había dirigido a mí porque pensaba que por mi físico yo era antioqueño, es decir, de esta región. Hace un par de meses en India nos preguntaron si éramos coreanos, hoy antioqueño, así que debo ir mejorando mi mimetismo ya que me confunden con un lugareño, que es lo mejor para pasar desapercibido y evitar los clásicos problemas derivados de ser turista.

Hemos estado paseando por el centro admirando las obras de Botero en el "Parque de las Esculturas", más algunas iglesias y plazas, moviéndonos entre la muchedumbre de vendedores y paseantes que hacían de Medellín una ciudad muy viva.

Después hemos subido al "Pueblito Paisa" que se sitúa en una colina y desde el que se tiene una bonita vista de todo el valle. Como Carmen ha cogido un fortísimo resfriado y estaba cansada, hemos cogido un taxi de vuelta al hotel, ya que las carreras andan entre 2 y 3 €, muy poco por encima de lo que cuesta el autobús.

A media tarde y como final de visitas a la ciudad, nos hemos acercado paseando a la llamada "Milla de Oro". Una larga avenida en la que se situaban modernos rascacielos, sedes bancarias y financieras, y fastuosos centros comerciales de primeras marcas internacionales. Hemos entrado en uno de ellos y nos ha dejado boquiabiertos por el gran nivel de diseño que tenía y en el que se incluía una bonita pista de patinaje sobre hielo, en uno de los patios centrales. En definitiva, si ayer ya nos pareció Medellín una ciudad importante y desarrollada, hoy después de ver esta zona comercial de un nivel que pocas ciudades en el mundo tienen, no podemos por más que cambiar diametralmente la imagen que teníamos de las ciudades colombianas incluida Bogotá, antes de pisar Colombia.

Hoy nos hemos pasado todo el día en la carretera por las montañas del interior de "Colombia" en un moderno autobús, abandonando "Medellín" por la mañana y llegando a "Pereira" cuando anochecía.

En principio el viaje duraba 5 H. pero hemos tenido la mala suerte de encontrar unas obras que nos han demorado 2 y 1/2 H. más. Unas obras que se referían a la pavimentación de una curva de no más de 50 m de longitud, pero se ha organizado tal atasco con enormes camiones atravesados y sin posibilidad de maniobrar por la estrechez de la carretera, que hasta que ha llegado la policía no se ha conseguido desbloquear la situación.

En cuanto hemos llegado al hotel "Contina" que está situado muy cerca de la plaza Bolívar, en pleno centro de "Pereira", nos han gestionado una petición que les hemos hecho de conocer mañana la zona cafetera, visitando "Salento" con sus típicas casas paisa y el espectacular según dicen "Valle de Cocora" con sus palmas de cera, palmeras que crecen hasta 60 m. de altura. Por la noche hemos tenido que pedir cambio de habitación porque daba a una calle con discotecas y el ruido era ensordecedor. El recepcionista muy amable nos ha dicho que había trabajado en España y que allí si que había respeto a los demás con el tema del ruido, pero que en Colombia, la música a todo volúmen era el deporte nacional y a nadie le importaba si molestaba a los demás

Así que día dedicado a viajar por una de las zonas más montañosas del país, que nos recordaba a los paisajes que tantas veces hemos visto en las películas que trataban de "secuestros a americanos", en los que la profunda vegetación llenaba la pantalla y en la que los protagonistas eran conducidos por interminables senderos a pie para esconderlos.

Por la mañana temprano nos ha venido a buscar al hotel, Víctor, un taxista que vivió hace unos años en España y que cuando tiene ocasión acompaña a visitantes de fuera a recorrer la zona.

Le hemos planteado el recorrido a realizar en principio, con un precio que nos ha parecido bueno y hemos salido con dirección a Salento, con la intención de ver campos de café por el camino, cosa que no ha ocurrido porque los que hemos visto eran pequeñas áreas y no tenían nada de especial. Así que como nuestro principal objetivo era ver el "valle de Cocora" y de paso "Salento" que se halla muy cerca y todos ellos dentro de la llamada zona cafetera, hemos continuado viaje.

Víctor nos ha explicado que hace unos años hubo una caída de precios en el café lo que originó que muchos abandonaran su cultivo y dejarán las tierras para uso de pasto de animales. Como parece ser que en el periodo de un año se puede volver a plantar y conseguir producción de café, ese era el motivo de cambiar el uso de las tierras, esperando tiempos mejores que parece que ya van llegando y volverán a dedicarse al café.

"Salento" nos ha parecido precioso. Un pueblecito muy cuidado donde las casas son las llamadas paisa, pintadas de vivos colores y con floridos balcones. Hemos estado paseando y subido a un mirador desde el que teníamos una bonita vista. Incluso hemos podido ver algún que otro turista extranjero.

Continuando viaje hacia el "valle de Cocora", nos hemos cruzado con un matrimonio ya mayor haciendo turismo en bicicleta que llevaban tal equipaje de bolsas que sin duda estaban dando la vuelta a todo "Colombia". Enseguida ha surgido el tema de la seguridad que ya existe en el país, para aventurarse a recorrerlo de esa forma, aunque conforme nos ha comentado Víctor, el tema de la droga continúa porque hay mucho dinero detrás, pero el comportamiento violento de antaño parece haber cambiado y lo resuelven entre ellos, sin que trascienda hacia el ciudadano de a pie.

En el "valle de Cocora" hemos dado un paseo andando e internándonos un poco buscando paisajes para fotografiar y las altísimas palmeras típicas de esta zona. Un agradable paseo admirando su belleza y la cantidad de tonalidades verdes diferentes que componían el horizonte.

De vuelta a "Salento" hemos parado a comer sancocho, un plato típico de la zona a base de cerdo cocido, maíz, arroz, frijoles, caldo y varias cosas más. Y casi sin poder levantarnos de la mesa debido a la ¡¡¡ comilona !!! hemos decidido que como teníamos tiempo, ir a otros pueblos más en el interior de la zona cafetera, para conseguir ver campos importantes de cultivo de café. Hemos pasado por: Panaca, Armenia, Montenegro, etc. y por fin hemos podido ver importantes extensiones de plantas de café, eso sí, junto a haciendas de mucho nivel que incluían preciosas piscinas y que nada parecían tener que ver con este producto, sino más bien como nos ha dicho Víctor ¡¡¡ con otro mucho más rentable que no tiene caída de precio.

Un bonito día lleno de experiencias y con un entorno bastante nuevo para nosotros. Mañana cogeremos un autobús con destino a Cali, en nuestra ruta hacia el sur del país, con la esperanza de no encontrarnos tantos problemas en la carretera como sucedió en el viaje de ayer.

Después de una noche infernal de ruido discotequero y de no pegar ojo, nos hemos levantado para abandonar cuanto antes Pereira. Si la noche anterior con huir a otra habitación que daba a diferente calle fue suficiente, la de hoy al ser ¡¡¡ sábado noche !!! creo que todo Pereira estaba bailando "salsa". Lo único que puedo decir es que si te molesta el ruido, este hotel "Contina" no es la mejor opción. Si bien, en el resto de aspectos tiene una excelente relación calidad/precio y todos los empleados son amabilísimos.

El viaje en autobús de hoy no ha tenido nada que ver con el de Medellín/Pereira. En un microbús rápido, sin paradas y por una ruta que era todo autopista, hemos llegado a Cali en 3 horas. Hemos cogido un taxi para ir al hotel "Ms Estacion Chipichape" y ante la confusión del taxista que nos ha llevado a otro hotel cercano en el área de Chipichape, he tenido que sacar el GPS e ir diciéndole el camino hasta llegar a él. No me suele gustar tener que recurrir a esto porque parece que pones en duda su profesionalidad, pero cuando la cosa se atasca y el taxista no sabe por donde tirar, saco el aparato y le digo que yo ya sé donde está el hotel. Siempre pienso que alguno de ellos me dirá ¡¡¡ entonces porqué coño esperas hasta que me pierda para decirme que tu ya sabías ir !!! Todavía no se ha producido este caso por lo que seguiré con mi táctica de no sacar el GPS hasta que no tenga más remedio.

Como hoy era domingo y suponíamos que todo estaría cerrado, hemos preguntado en recepción por algún lugar al que pudiéramos ir a conocerlo, recomendándonos un Centro Comercial cercano, ya que los domingos lo normal para los colombianos es ir a pasar el día a uno de estos centros cuyas tiendas están todas abiertas. Yo había leído en la guía la conveniencia de subir al "Cerro 3 cruces" para pasar un rato y ver además una panorámica de Cali, lo que en recepción me han dicho que era una buena idea, porque era un lugar turístico con restaurantes y podríamos pasar una agradable tarde. Pues bien, hemos cogido un taxi y cuando ya subíamos hacia el cerro, el taxista nos ha preguntado que íbamos hacer allí, porque no había nada ni nadie ¡¡¡ ni policía !!! como queriendo decir lo solitario que era, y que solamente en Semana Santa y por tradición se subía haciendo algún tipo de penitencia.

Nos hemos dado la vuelta a medio camino y le hemos indicado que nos acercara al centro de Cali por lo menos para comer algo, porque ya se estaba haciendo tarde. Cali en domingo parece un pueblo fantasma sin nadie por la calle, sin restaurantes y por supuesto todo cerrado a cal y canto.

Al final, hemos terminado en el Centro Comercial recomendado desde un principio por el hotel y allí nos hemos encontrado con una buena parte de los residentes en Cali, y seguro que el resto estarían en otros centros, porque todavía no ha empezado la temporada futbolística.

Mañana, esperamos que mejoren las visitas que haremos, aunque lo dudamos. Cali es muy feo y en los alrededores tampoco hay nada de interés que merezca la pena de ver. Tampoco parece que existan excursiones para hacer en el día a otros destinos cercanos.

Con poca ilusión ante lo que vimos ayer, hemos salido dispuestos a recorrer la ciudad y ver cómo es Cali, esa otra ciudad tantas veces portada de sucesos en los periódicos con el tema omnipresente de la droga y de violenta delincuencia ciudadana.

Hemos cogido el servicio urbano de transporte llamado "MIO", sistema muy parecido al "Transmilenio" de Bogotá y en el que nuevamente hemos ido incómodamente enlatados, aunque no todo el mundo parecía tan incómodo porque me he fijado como algunos hombres se situaban detrás y muy pegados a señoritas, para aprovechar los frenazos y sacudidas del autobús, que han sido muchos y pasar un ¡¡¡ agradable rato !!! pero como es un tema muy delicado y difícil de probar y seguramente las jóvenes estarán acostumbradas a estas situaciones o no se atreven a denunciarlas, nadie ha dicho nada. Aquí no existe como en Japón los vagones especiales para mujeres en previsión de estas denigrantes y poco respetuosas costumbres.

La primera visita que queríamos hacer era a la Oficina de Turismo para tener mapas de la ciudad y obtener alguna información que se nos hubiera podido pasar. Esto nos ha llevado bastante tiempo, porque parecía que el ayuntamiento se había empeñado en esconder la oficina, ni nadie sabía donde estaba realmente ubicada. La verdad es que si no la hubiésemos encontrado tampoco habría pasado nada, porque nos ha servido de poca ayuda y no tenían ni un simple plano callejero de la ciudad con el que obsequiarnos. Eso sí, hemos tenido que soportar la ¡¡¡ chapa verbal !!! del encargado del puesto turístico sobre las ruinas sobre las que se elevaba Cali, pero en cuanto hemos podido educadamente nos hemos marchado sin encontrar nada de interés.

Después de un par de visitas a las iglesias cercanas, hemos cogido de nuevo un autobús para ir al barrio de "San Antonio" que estaba situado en una pequeña colina y estaba recomendada su visita. La verdad es que había una pequeña ermita y nada de interés en la zona, por lo que hemos vuelto al centro de Cali, para dar otra vuelta.

Al atardecer al igual que ayer, nos hemos acercado al centro comercial "Chipichape" que tenemos cercano al hotel para cenar unos baratos y estupendos chuletones de res, que en definitiva es lo mejor que tiene Cali, porque todo lo demás no vale la visita. Además aquí si hemos visto indigentes e incluso nos han vuelto a recordar de que tuviéramos cuidado con la delincuencia cuando íbamos por alguna calle muy concurrida. Ayer ya nos pareció que esta ciudad no tenía ningún interés y realmente nos hemos esforzado en encontrarle algún atractivo pero no lo hemos conseguido, a pesar de preguntar mucho y ver guías.

Mañana cogeremos un avión con destino a "Pasto" en el que ya tenemos previstas algunas visitas a la naturaleza, que seguro mejorarán nuestra impresión de la zona.

A primera hora de la mañana hemos tomado el vuelo directo de "Avianca" con destino a "Pasto". En 50 minutos nos presentábamos en el aeropuerto y con todo el día por delante disponible. Teníamos reservado el "Hotel Fernando Plaza" en pleno centro de la ciudad y enseguida nos hemos acercado a la Oficina de Turismo para recabar información.

Está visto que en Colombia las ciudades que no están consideradas turísticas no disponen de los medios necesarios para cumplir con su labor y aquí tampoco hemos podido conseguir ni un simple mapa de "Pasto". Nos han dicho lo que ya sabíamos: visitar la laguna de la Cocha, la laguna Verde que está en uno de los conos del extinto volcán Azufral y poco más. También está el volcán Galeras, que se sitúa muy cerca de la ciudad, pero según nos han dicho su actividad impide subir a sus conos.

Con esta información hemos optado por visitar hoy la laguna de la Cocha y dejar para mañana si sale buen tiempo la laguna Verde, ya que está a unas 5 horas en total desde aquí. Requiere un desplazamiento de 2 y 1/2 horas en autobús y colectivo más otras 2 y 1/2 de subida andando.

En un taxi colectivo con otras 2 personas hemos llegado en 40 minutos a la laguna de la Cocha y después de dar un paseo por las bonitas y coloridas casas del pueblo, nos hemos metido en un restaurante familiar para comer el plato típico: trucha. Finalizada la comida y en una pequeña motora nos han acercado a una pequeña isla en la que había un sendero que la recorría por su parte central hasta un mirador en el otro extremo de la isla. Cuando hemos llegado nos hemos encontrado con que a 100 m.por delante una nube estaba descargando lluvia, por lo que rápidamente nos hemos dado la vuelta para no mojarnos, ya que en la isla no había donde guarecerse. La realidad ha sido que la nube a tomado otro rumbo y la veíamos como seguía descargando agua pero sin que nos afectara a nosotros.

De vuelta a Pasto no hemos acercado a la estación de autobuses para conocer la forma de cruzar a Ecuador y los horarios de salida hacia "Ipiales" cerca de la frontera. Para terminar el día habíamos encargado en la recepción del hotel que nos reservara mesa en un restaurante en el que se podía comer cuy, pero un error u olvido de la reserva del propio restaurante ha hecho que hayamos tenido que dejar para mañana esta cena tan especial para mí y que me trae muchos recuerdos de Perú. "Pasto" es el único lugar de todo Colombia en el que se puede comer cuy.

En definitiva, una visita a uno de los lugares recomendados por la guía Lonely Planet, pero que salvo las bonitas casas del pueblo, la laguna poco tiene que ofrecer. Mañana en función de como salga el tiempo, veremos si nos apetece coger un autobús con destino a "Túquerres" para abordar la subida a la laguna Verde.

Como el tiempo no estaba seguro no hemos querido ir hasta la laguna Verde. Hemos intentado hacer un recorrido por el Volcán Galeras que se sitúa encima de Pasto, pero estaban cerrados todos los caminos incluidos los de circunvalación alrededor del volcán, porque según nos han dicho su actividad presentaba riesgos.

Así que hemos pasado un día de lo más aburrido, paseando por el centro de Pasto, viendo alguna más de las miles de iglesias que ya llevo encima en mis años de viajes.

También hemos ido a comer cuy. Ni este plato que tanto nos gusta ha conseguido mejorar nuestro humor, porque nuestro recuerdo del cuy de Perú era estupendo y el de aquí no tenía ninguna gracia.

Así que un día para olvidar porque no nos hemos podido marchar antes debido a que tenía reservado y pagado el hotel para 2 días, y nos hemos sentido obligados a permanecer en Pasto sin tener nada que hacer. Mañana cruzaremos la frontera a Ecuador llevándonos una pobre sensación de esta última parte de Colombia, que esperamos mejore cuando a la vuelta de Ecuador vayamos a la costa caribeña colombiana.

Hoy ha sido un día en el que nos hemos comportado como auténticos viajeros, o mejor dicho, como mochileros pero sin mochila.

Hemos cogido primero un autobús desde "Pasto" hasta "Ipiales". En este último, un taxi porque queríamos ver el "Santuario de las Lajas", famoso para los peregrinos y que estaba situado en un entorno muy curioso, una abrupta garganta de roca. Al margen de las pinturas que parece que se conservan eternamente sin perder color y una retahíla de milagros de todo tipo, lo principal para nosotros ha sido el entorno. Después de un paseo muy agradable por el santuario, en el que un vendedor ambulante nos ha recordado a voz en grito que la economía española estaba muy mal, hemos vuelto al taxi que nos estaba esperando con las maletas para llevarnos a la frontera de Ecuador. El módico precio que tienen los taxis en Colombia y Ecuador, permite este tipo de escapadas o adecuaciones para aprovechar mejor el tiempo mediante desplazamientos a precio pactado.

A partir de ahí, la cosa ha empeorado visiblemente. Primero, una cola de más de 1/2 hora en el departamento de Inmigración para salir de Colombia, cruzar un puente andando y arrastrando las maletas, porque los taxis de Colombia tienen un convenio con los de Ecuador y no lo cruzan ninguno de ellos. Y lo peor, más de 1 y 1/2 horas de cola en Inmigración para poder entrar en Ecuador. Curiosamente, nadie en la frontera nos ha pedido comprobar los sellos de entrada en el país, porque después en cualquier parte y principalmente en la ruta de la frontera a Otavalo, te paran y te lo piden.

Así pues, hemos cogido otro taxi ya en Ecuador para que nos llevara a la terminal de autobuses y coger uno con destino a "Otavalo". 3 y 1/2 horas ha durado el viaje en el que 2 veces la policía nos ha hecho salir para enseñar los pasaportes y abrir una maleta, que por la posición en que estaba en el maletero, siempre era la de Carmen. La primera vez, un policía bastante adusto, al ver mi pasaporte con tantos sellos me ha preguntado si era muy rico, o si en España me pagaban por viajar. He preferido callar a decirle que si tuviera mucho dinero no iba a ir en aquel desvencijado autobús y tener que soportar sus comentarios fuera de lugar. Ha terminado diciéndome de forma más amigable que su novia trabajaba en Murcia y que el mes que viene volvía a Ecuador con un mes de baja. No he querido seguir hablando con él, pero no le querido decir que estando de baja no iba a poder venir aquí.

Apenas 1 hora después, de nuevo nos han dicho de bajar y volver a pasar por todo lo anterior, aunque nuestro comportamiento no dejaba lugar a dudas que ya nos estaban incordiando a nuestro entender más de la cuenta, pero un viajero me ha dicho que aguantara que era lo normal y que posiblemente hubiese otro control más. Como nos hemos bajado del autobús en "Otavalo" al poco rato, no les ha dado tiempo de ¡¡¡ jodernos !!! otra vez, pero posiblemente cuando prosigamos viaje para Quito nos vuelvan a incordiar. Esperemos que los controles de pasaportes y maletas sólo sean en esta zona, ruta de la Panamericana a la frontera con Colombia.

Por último hemos tenido que coger otro taxi, y menos mal que son muy baratos, para ir al "Hotel Coraza" que está muy bien de precio y en el centro de la ciudad.

No no ha dado tiempo de hacer nada más y hemos dejado para mañana conocer la ciudad y los alrededores.

En nuestro viaje a Perú en el 2010 las inundaciones que hubo en la zona obligó a cerrar Machu Picchu y por lo tanto, nos quedamos en Cuzco sin poder acceder a las famosas ruinas. Carmen tenía muchas ganas de volver y aprovechando que estamos en un país vecino a Perú, nos hemos dicho que es la mejor oportunidad y más barata de hacerlo por su cercanía, planteándonos desplazarnos desde Quito y haciendo un alto de unos días en nuestras rutas por Ecuador. Gran parte de la mañana la hemos dedicado a las reservas de vuelos, hoteles y tren, saliendo a conocer los alrededores de Otavalo un poco tarde.

En primer lugar hemos visitado una cascada cercana llamada "Peguche", que estaba muy concurrida por estudiantes en día de excursión, disfrutando de baños en las pozas. Una bonita cascada que si bien no tenía un gran salto de agua, el enorme caudal que caía rodeado de exuberante vegetación, formaba un paisaje encantador y muy animado por los niños.

Después hemos vuelto al pueblo para coger un autobús a " San Pablo del Lago" y acercarnos a la "Laguna San Pablo" que es la más grande de Ecuador. ¡¡¡ El viaje ha sido tremendo !!! Media hora de traqueteo de pie en un autobús abarrotado de personas dando saltos y levantándonos y sentándonos en repetidas ocasiones para dejar asiento a personas mayores que vestían con trajes regionales y que iban muy cargadas con verduras a sus espaldas. Curiosamente en Otavalo, una gran parte de la población viste como sus antepasados y parecen sacados de los reportajes de hace unos años sobre las poblaciones indígenas andinas.

Cuando hemos llegado y tras andar unos 10 minutos para llegar a la orilla del lago, un frente con negros nubarrones y truenos nos ha obligado a salir casi corriendo para de vuelta coger un autobús.

Mañana si sale buen tiempo nos quedaremos en Otavalo otro día más, para ver la feria artesanal y de animales que se celebra cada sábado e intentaremos visitar otro par de lagunas alguna de ellas espectacular según dicen.

Cuando nos hemos levantado como el tiempo estaba pasable, hemos decidido quedarnos otro día en Otavalo, y menos mal que lo hemos hecho, porque si no, nos hubiésemos perdido todo un espectáculo: el mercado de artesanía. No es que nos guste la artesanía sino todo lo contrario, nos deja bastante indiferentes, pero lo de aquí no era lo que entendemos nosotros por artesanía. Un estallido de color en las calles que realmente te hacía pensar de si estabas en la era de la tecnología o te habías despertado unos cientos de años atrás.

Aprovechando que el tiempo parecía aguantar y después de desayunar, hemos contratado a un joven del hotel llamado "Alonso", para que nos sirviera de guía y nos llevara en su coche a 2 lagunas que estaban situadas a unos kilómetros de Otavalo, pero a gran altitud. Primero nos hemos dirigido a la laguna de Mojanda, para lo que hemos sobrepasado los 3.700 m. de altitud sin que Carmen haya notado el "soroche" o mal de altitud, que en otras ocasiones le suele afectar. Las vistas de todo el valle eran preciosas y nos recordaban a nuestra tierra por el intenso verde de las laderas, aunque eso sí, a varios miles de metros más de altura.

Cuando hemos llegado a la laguna, la niebla la cubría casi por completo, aunque realmente lo que se veía de ella no despertaba ningún interés. Hemos bajado y tomado dirección hacia la otra laguna llamada "Cuicocha" que estaba a varios kilómetros. Esta si nos ha gustado porque tenía una curiosa forma, con 3 montículo en un islote en su centro. Nos ha comentado "Alonso" que no se conoce la profundidad exacta de la laguna que está situada en el cono de un volcán, porque no han conseguido superar los 200 m. de profundidad, debido al intenso frío de sus aguas.

A continuación hemos vuelto a Otavalo, porque estábamos muy interesados en ver el mercado del que ya habíamos tenido una primera visión al salir por la mañana en coche y nos parecía muy curioso. Así que justo después de comer un ligero plato típico con un excelente jugo de guayaba, nos hemos lanzado a recorrer el mercado. Debo decir, que normalmente este tipo de eventos no me suelen durar más de media hora porque enseguida me aburren, pero lo de hoy ha sido diferente. Cerca de 3 horas paseando entre los puestos que eran como un estallido de color. Todos lo colores que uno se pueda imaginar estaban allí entremezclados y si a eso se le añade que la mayoría de la gente iba vestida con los trajes tradicionales, el espectáculo era fascinante. Hasta hemos comprado un par de mantas de lana de "llama" que no abultaban mucho y por un precio irrisorio.

Sin duda, el mercado más precioso y espectacular que nunca había visto. Toda una ciudad tomada por los indígenas con su bonitos trajes y hasta el tiempo ha colaborado con la fiesta. El buen tiempo al menos en el recinto de la feria parece ser habitual, tal como ayer nos dijo un taxista mientras llovía a cántaros y nos vaticinaba que hoy el tiempo sería ¡¡¡ colaborativo !!! ayudando a que se celebrara como siempre el día de mercado en las mejores condiciones.

Hoy hemos llegado hasta la capital de Ecuador. En un autobús bastante cómodo y con un coste de algo más de 3 € por los 2 billetes, durante más de 2 horas hemos viajado hasta Quito. Curiosa la forma de establecer el precio de los viajes en autobús: 1 $ por hora y persona, lo que hace que el servicio sea muy bueno y además barato. El taxi que nos ha llevado a la terminal terrestre para coger el autobús nos ha cobrado 1 $ con maletas incluidas, aunque también se ha ofrecido a llevarnos hasta Quito por la módica cantidad de 50 $, es decir, nos pretendía cobrar más de 12 veces el precio del autobús.

Peor ha sido el taxi en Quito para llevarnos al hotel. La bajada de bandera es de 1$ y cuando hemos entrado en el taxi, ya marcaba 3,85 $, lo que hemos tenido que hacer un primer aviso de que tal vez tuviésemos cara de turistas, pero tontos no. Al final nos ha descontado 2 $ de lo que marcaba el taxímetro, porque ya nos oía comentar que le íbamos a pedir un recibo para denunciarle.

Después de dejar el equipaje en el "Hotel Plaza Internacional" que parece ser que está declarado "Patrimonio de Quito" y que fue residencia de 2 expresidentes de la nación, hemos salido para conocer el "Centro Histórico". Después de lo dicho acerca del hotel, alguien podría pensar que es toda una mansión y tal vez lo fuera en su época, pero ahora el hotel está bastante destartalado. Por lo menos el precio está en esa relación y su ubicación es bastante buena con una cercana parada de transporte urbano.

Cuando nos aproximábamos a Quito en autobús el entorno que veíamos era realmente horroroso, pero cuando hemos llegado al "Centro Histórico" la cosa ha cambiado y mucho. Numerosas plazas e iglesias llenaban las calles, todas ellas muy bien conservadas y limpias. Al estar reconocida la zona como Patrimonio de la Humanidad y protegido por la Unesco, está garantizada su conservación y la seguridad, para lo que había cantidad de efectivos policiales patrullando.

Nos hemos tenido que volver temprano al hotel porque ha comenzado a llover con fuerza y es que desde que estamos de viaje, tanto en Colombia como en Ecuador ha sido raro el día que no ha llovido.

Mañana programaremos las visitas a realizar por los alrededores de Quito para los 3 próximos días que estaremos aquí. Nos gustaría ir a ver el volcán Cotopaxi aunque el mal tiempo no invita a hacerlo.

Cuando nos hemos despertado llovía intensamente y se nos ha bajado la moral porque de no cambiar el tiempo no podríamos ni salir del hotel. Después de desayunar y con una persona de la recepción con experiencia en turismo, hemos planeado las visitas de los siguientes días, pero sólo hemos quedado que mañana un guía nos recogerá en el hotel muy temprano para ir al Parque Nacional de Cotopaxi, que está a unas 3 horas de Quito en coche. Deberemos salir a las 6:30 H. de la mañana, porque los días en esta época empeoran al atardecer lloviendo y la única posibilidad de ver el volcán es temprano por la mañana.

Hoy hemos quedado en hacer por nuestra cuenta una visita a la "Mitad del Mundo" y los otros 2 días restantes, y también por nuestra cuenta: visitar "Mindo" que está situado en un bosque lluvioso, aunque después sobre esto último hemos cambiado de opinión.

En cuanto ha parado de llover hemos salido a la calle teniendo que coger 3 autobuses distintos para llegar a la "Mitad del Mundo". En total, el viaje ha durado 1:30 H., costándonos menos de 1/2 € por persona. La visita la hacíamos porque no teníamos otro sitio al que ir, y pensábamos que sería una ¡¡¡ atracción de feria para turistas !!! pero nos ha gustado más de lo que pensábamos. Primero hemos estado en la línea ¡¡¡ oficial !!! que marca la latitud: 00º-00'-00'', aunque en mi GPS había una ligera desviación. Allí hemos hecho lo mismo que un grupo de coreanos: poner un pie cada lado de la línea, uno en el norte y otro en el sur, y también alegrarnos mucho porque debido a la mayor fuerza centrífuga existente aquí uno pesa menos que en nuestro país.

Después hemos entrado en el "Museo Solar Inti Ñan", en el que se da un punto más exacto del ecuador, aunque mi GPS aún me daba una pequeñísima variación de unos 80 metros. Allí hemos pasado un rato muy agradable haciendo experimentos y atendiendo una bonita explicación, que una sonriente guía nos ha dado sobre la incidencia que tiene esta latitud en: la compensación de fuerzas por el efecto Coriolis, la posibilidad de colocar un huevo sobre un clavo, lo cual nosotros no lo hemos conseguido, aunque otros sí, la diferencia de resistencia en nuestras fuerzas y la imposibilidad de dar pasos por encima de la linea del ecuador sin salirse de ella..

También hemos podido ver una cabeza real de un niño, reducida por una tribu que practicaba las costumbres reductoras de cabezas jíbaras .

Un bonito día que pensábamos iba a ser aburrido y que gracias a que el tiempo se ha portado bien, hemos disfrutado de una curiosa experiencia. Además hemos coincidido con unas jóvenes argentinas que nos han hablado muy bien de "Baños", un precioso y pequeño pueblo a 3 horas de autobús desde Quito, en el que ellas recientemente pasaron unos días haciendo excursiones a unas cascadas. Así que nos iremos para allí en lugar de a "Mindo".

A las 6:30 H. de la mañana nos ha venido a buscar "José" con su coche para llevarnos hasta el Parque Nacional de Cotopaxi y hacer una excursión al volcán. El tiempo cuando salíamos de Quito era mejor que los días anteriores e incluso ha llegado a salir el sol cuando entrábamos al parque y recogíamos a un guía llamado "Antonio". Para ir al volcán de Cotopaxi es obligatorio contratar un guía autóctono y nos ha acompañado durante toda la estancia en el parque.

Preocupados todos por si conseguiríamos ver la cima del volcán, hemos estado un rato paseando por la laguna "Limpiopungo" con un tiempo excelente, pero sin embargo las nubes cubrían el volcán. Dejado el coche hemos comenzado a ascender hasta el refugio "Jose Rivas" situado a 4.810 m. de altitud, por un sendero bastante empinado y con bastante lava que hacía que de vez en cuando resbalaras hacia atrás. Caminar ya a esa altura resulta fatigoso pero si además se empina como era el caso, costaba mucho mantener una respiración constante, aunque hemos iniciado el ascenso de forma pausada. A Carmen le ha costado un poco coger el ritmo, pero como tiene una voluntad de hierro a conseguido recuperarse e ir de forma más tranquila.

En el refugio nos hemos encontrado con un joven de Ordizia que según nos ha contado estaba derrengado, porque a pesar de haber estado varios días aclimatándose con otras ascensiones más pequeñas, la subida al Cotopaxi se le ha hecho muy dura y no sabía si sería capaz de abordar dentro de un par de días la subida al "Chimborazo", que todavía debe ser más dura. Yo por mi parte, no he tenido problemas de aclimatación pero cuando me paraba para sacar alguna fotografía y contenía la respiración para contener inmovilizada la cámara, sentía el corazón desbocado hasta que de nuevo cogía el ritmo de subida y me volvía a sentir más cómodo.

Cuando hemos llegado al refugio la niebla impedía ver nada y después de tomar un chocolate caliente, hemos comenzado el regreso bajando de forma mucho más alegre y ya sin problemas con la respiración. A medio camino, el Cotopaxi nos ha querido brindar un regalo para que nos fuéramos contentos y de pronto durante un escaso minuto se ha abierto el cielo y hemos podido ver su cima y el glaciar que lo rodea. Nos hemos sentido muy contentos por conseguir ver el volcán y sobre todo los guías, que han reconocido que ya no esperaban que se pudiera contemplar la cima.

Enseguida se ha cerrado y cuando llegábamos al aparcamiento donde teníamos el coche, ha comenzado a granizar de forma muy intensa y después a llover, acompañándonos la lluvia durante todo el camino de regreso a Quito.

Un precioso día porque hemos conseguido nuestro objetivo, eso sí, con mucha suerte y porque la compañía que hemos tenido, tanto de "José" como de "Antonio" ha sido estupenda. No hemos parado de hablar en todo el día de forma muy distendida, comentando tanto temas de Ecuador en los que nosotros estábamos interesados, como principalmente de "José" que sabía de muchas cosas y mostraba interés de conocer también nuestra forma de vida.

Como cuando encuentro algo que es digno de recomendar a otros viajeros lo hago, a continuación doy los datos de "José" persona que ha demostrado ser de toda confianza para ser contratado para cualquier tipo de recorrido por Ecuador, además hemos podido comprobar que habla un inglés perfecto porque ha vivivo en Nueva York durante un tiempo y un americano le ha preguntado si había visto bajar por el camino a su grupo.

Agencia Yasunitours

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Después de que el amable "Antonio" de la recepción del "Hotel Plaza Internacional", se ha hecho cargo de nuestro equipaje hasta que volvamos mañana a Quito de nuevo, nos hemos dirigido al "Terminal Terrestre Sur" desde donde salen los autobuses hacia el pueblo de Baños, nuestro destino por un par de días. Sólo hemos llevado un par de mochilas para ir ligeros de peso y con lo mínimo necesario para una noche fuera.

En total hemos tardado más de 4 horas para hacer los 180 Km. que los separan y eso que el servicio según nos han dicho era ¡¡¡express!!! pero el autobús ha parado continuamente recogiendo pasajeros en muchos pueblos e incluso en la carretera.

En Baños, nos hemos hospedado en el hotel "Hotel La Floresta" en el que nos han informado de las actividades a realizar y de como hacerlas. Para hoy por la tarde nos han recomendado que subiéramos al mirador "Bellavista" y que después retornáramos andando porque era un bonito paseo cuesta abajo. Así lo hemos hecho y en un taxi hemos subido al mirador. Desde allí la principal vista era del pueblo de Baños y también se perfilaba el volcán "Tungurahua", ("garganta de fuego" en quechua), aún en general activo pero actualmente muy tranquilo. No obstante, cada cierto tiempo entra en actividad como en el año 2006, que hubo una gran erupción con la consiguiente evacuación del pueblo de Baños y después en 2008, de nuevo tuvo actividad sísmica. Actualmente el volcán ha sido sellado con un tapón de lava fría endurecida, para iniciar una actividad turística de visitas a su impresionante cono.

Por un sendero que atravesaba la ladera nos hemos dirigido a otro mirador llamado "de la Virgen" desde donde se tenía mejor vista del "Tungurahua" y del pueblo.

Medio día de viaje y el otro medio por los miradores existentes en Baños, que es un pueblo muy turístico debido al volcán, a numerosos baños y termas, como indica su nombre y a una ruta llamada "de las cascadas" que mañana tenemos intención de realizar.

Cuando hemos visto que amanecía lloviendo lo primero que nos apetecía hacer era marcharnos de vuelta a Quito, cabreados con el tiempo. Después del largo viaje que hicimos ayer en autobús y el buen tiempo que encontramos al llegar a Baños, no nos esperábamos que hoy lloviera. Cuando terminábamos de desayunar, hemos visto que empezaba a aclarar el cielo y en la recepción del hotel nos han asegurado que iba a ir a mejor, así que nos hemos animado y hemos alquilado un pequeño "buggie", que al parecer era el vehículo más recomendable después de la bicicleta, para hacer "la ruta de las cascadas" y como debíamos volver por la tarde a coger el autobús de regreso a Quito y teníamos poco tiempo disponible, nos ha parecido la mejor opción.

Hemos salido a hacer la ruta, con cascos incluidos y siendo ¡¡¡ el terror de la carretera !!! por el ruido que metíamos, pero cuando te adelantaban los camiones y autobuses te sentías como un pequeño insecto que no hace más que incordiar a los dueños de la carretera. Este sistema de andar con estos cochecillos por la carretera seguro que sólo lo puedes hacer en este país, porque todo hay que decirlo, ¡¡¡ es muy peligroso !!! y en ningún otro sitio te permitirían salir a circular. Con decirnos que no había problema, porque todo el mundo estaba acostumbrado a verlos por la carretera y que tenían cuidado de no ¡¡¡ pisarlos !!! ya estaba todo resuelto.

La verdad es que en los momentos que podías andar por pistas fuera del asfalto bordeando el río Pastaza, era una gozada, parando donde te apeteciera, eso sí, que no fuera en cuesta porque el freno de mano no funcionaba y había que calzarlo con piedras. Primero hemos visto una impresionante cascada en la hidroeléctrica de Agoyán, sobre la que hemos ¡¡¡ volado !!! en una "tarabita" como llaman aquí a una especie de jaula colgada de unos cables.

Siguiendo la ruta, hemos llegado al "Manto de la Novia", otro precioso salto de agua que se desdoblaba en 2 colas que caían con abundante agua.

Después la siguiente y última cascada ha sido "El Pailón del Diablo", considerada la más espectacular de todas. Una gran caída de agua en un espectacular entorno, con un acceso un poco complicado de tener que gatear, para llegar a un altísimo mirador.

Allí ha sido donde ha empezado a llover y hemos pagado cara nuestra osadía de salir con el buggie. Volver ha sido terrible, caía agua como si nunca hubiese llovido, a lo que había que añadir: el agua que te salpicaban tus propias ruedas, así como la procedente de todo coche, camión y autobús que te adelantaba o con el que te cruzabas.

Hemos llegado al pueblo totalmente calados y como siempre cuando más lo necesitas, sin ropa de recambio. Esto quiere decir que no nos hemos podido cambiar de ropa hasta llegar a Quito, casi 5 horas después de la mojada experiencia.

En cualquier caso, hemos disfrutado muchísimo porque como todo estas cosas son un tema de actitud y ambos nos lo hemos tomado muy bien. El resultado final ha sido muy bonito y esperemos que el cuerpo aguante bien la calada de agua recibida y no nos obsequie con un resfriado a los que suelo estar abonado.

Ayer estábamos en un buggie por la Ruta de las Cascadas en Ecuador y hoy estamos en Lima (Perú) de paso para "Machu Picchu", con la esperanza de tener más suerte que la última vez hace un par de años, en la que unas inundaciones nos impidieron subir a la antigua ciudad inca y que Carmen conociera este espectacular yacimiento.

Sin problemas con un vuelo de "TACA", hemos llegado a media mañana a Lima. Una cosa que me preocupa y que quiero comentar es lo siguiente respecto al riesgo que se corre al visitar algunos países de América del sur. cuando llegué a Colombia esperaba tener que ¡¡¡ lidiar !!! con el tema de la delincuencia: atracos, robos y demás. Allí los organismos oficiales se empeñan en decir que todo es seguro y que no hay peligro, sin embargo el ciudadano de a pie, piensa que los riesgos existen y que son muchos, y tal como nos iban avisando repetidas personas, llegué a creerlas. En Ecuador la Oficina de Turismo de Quito, nos volvió a decir que no había problemas, que todo estaba controlado y es posible que así sea en los lugares en los que se mueve el turista de masa, gracias a una gran presencia policial que vela para que todo parezca normal a ojos del exterior del país, y así salvaguardar los ingresos que por turismo reciben. Pues bien, la realidad es bien distinta, en Ecuador que yo pensaba que era mejor y más seguro que Colombia, debes ir con todos los sentidos en alerta y aún así y todo ¡¡¡ si te toca la china, pues te toca !!! Es decir, ¿cómo puedes controlar no estar en el sitio ni en el momento inadecuado para no tener problemas?. En Ecuador hay un sentimiento generalizado de riesgo en la calle, numerosas personas te indican constantemente lo que no debes hacer. Ayer nos sorprendió el propio conductor del autobús de "Baños" avisándonos de no dejar las mochilas en los estantes superiores, porque suele pasar el ¡¡¡ caco de turno !!! barriendo con la mano los estantes y lanzando todo lo que encuentra por la ventanilla, donde las reciben sus compinches fuera del vehículo. Sin ir más lejos, una señora que iba a nuestro lado, explicaba como hacía unos días le habían atracado a ella, junto con el autobús completo, despojándoles de todo a todos los ocupantes.

Pues bien, a mí concretamente ayer, de camino de la parada del autobús al hotel, me rajaron la mochila sin darme cuenta, a pesar de ir mirando quien se me acercaba en todo momento. Cómo lo hicieron no lo sé. No consiguieron robarme nada pero da una idea de que la situación de riesgo que se vive es permanente. Esta mañana, el taxista de Quito cuando nos llevaba al aeropuerto a las 5 de la mañana nos ha comentado que era mala hora, porque era viernes y a esa hora salían de las discotecas de la zona y se liaban a broncas, con muertes incluidas. Todo eso nos han contado sin preguntar nada por nuestra parte ¡¡¡ vamos, simples comentarios para pasar el rato !!!

Hoy en Lima, lo primero que nos ha dicho el taxista que nos ha recogido en el aeropuerto, ha sido que echásemos las mochilas al suelo en lugar de llevarlas sobre las piernas, porque si veían algo dentro de un coche, mientras esperas en un semáforo, lo más probable es que rompieran el cristal para robarte. Todo el mundo habla de que la situación con el tema de la delincuencia va a peor y parece que es verdad. Así que mucho cuidado si vienes a alguno de estos países. Llevo 6 años por el mundo y nunca había oído tanto acerca de la violenta delincuencia como ahora.

No hay que sobrevalorar el riesgo al que estás sometido, porque en ese caso lo mejor es coger un avión y largarte, pero lo que quiero decir es que tampoco es cierto el mensaje oficial tan insistente de estos países en materia de seguridad ciudadana.

Por lo demás, el día lo hemos pasado paseando por Lima. Por la mañana en el barrio de Miraflores donde tenemos el hotel " Suites Larco 656", perfectamente ubicado en una de las mejores calles comerciales y cerca de la Costanera. Nos han dado una suite que consta de 2 habitaciones y 1 baño con una estupenda relación de calidad/precio. Por la tarde, nos hemos dirigido a la zona de la preciosa Plaza de Armas, que es la más bonita de todas las de América del sur.

Seguimos con nuestra ruta de aproximación a Machu Picchu. Hoy hemos cogido un avión de "Star Perú " que nos ha llevado a Cuzco en 1 hora, pero con algo de retraso en la salida. Nos han dado unos periódicos para que nos entretuviésemos y he visto una noticia que ligaba con el tema de la violencia urbana y de la delincuencia que sufre Lima.

Se trataba de una encuesta a cerca de 2.000 personas para identificar los principales problemas de la ciudad. Comentaba el artículo que por primera vez, los ciudadanos han puesto en primer lugar de sus solicitudes el de acabar con los riesgos que existen de: atracos, robos y violencia. Más del 84 % de los encuestados, situaban por delante de problemas económicos y de trabajo, el de la convivencia y seguridad ciudadana. Con esto creo que queda todo dicho sobre el tema en el que tanto empeño ponen la autoridades en minimizar.

Cuzco nos ha recibido con un tiempo relativamente bueno que esperamos continúe unos días más y nos hemos dirigido al hotel "Kusi Wasi " que habíamos reservado por Internet con "Booking". Un hotel bastante mal situado, con habitaciones pequeñísimas y con ventana a un corredor por el que parece que te vigila todo el que pasa hacia la recepción. Pero como todo hay que decirlo, han tenido el detalle de irnos a recoger al aeropuerto de forma gratuita. No obstante, lo primero que hemos hecho al salir al pueblo ha sido acercarnos al "Hostal del Inca" para realizar una reserva para pasado mañana. En anteriores ocasiones había sido nuestro hotel, porque está bien situado y es más barato. El motivo de no haber ido directamente a este último hotel ha sido porque no nos contestaron al email que les enviamos para la oportuna reserva y queríamos tener un lugar seguro para dormir hoy. Así que hemos dejado resuelta el retorno de "Machu Picchu" a "Cuzco", quedando con ellos que mañana a primera hora y antes de salir para "Aguas Calientes", pasaremos por el hotel a dejar el grueso del equipaje, para que nos lo guarden hasta nuestra vuelta.

La tarde la hemos empleado primero en intentar reparar uno de los objetivos de la cámara fotográfica y el más importante, que desde la ¡¡¡ mojada !!! recibida en la "Ruta de las Cascadas" en Ecuador hace un par de días, ha dejado de funcionar y como no la había utilizado no me había dado cuenta hasta hoy, que he intentado fotografiar a un grupo de señoras con trajes típicos. También hemos estado enterándonos de donde parte el autobús con destino a "Ollantaytambo", porque a pesar de que "Perú rail" te vende los billetes de tren para el trayecto Cuzco - Aguas Calientes", te llevan en autobús hasta "Ollantaytambo" y allí es donde te montas en el tren.

Mañana seguiremos aproximándonos a Machu Picchu, para que pasado mañana finalmente podamos subir al famoso yacimiento arqueológico.

Probablemente algo tiene Machu Picchu contra nosotros, o mejor dicho, contra mi mujer Carmen. Cuando vine yo solo la primera vez hace 3 años, no tuve ningún problema en llegar y me encantó tanto, que quise que disfrutara también mi esposa de este espectacular entorno, para lo que programé un viaje a "Perú" hace 2 años, con una visita a las ruinas incas. Entonces las inundaciones habidas impidieron el acceso en tren por derrumbamientos y estuvo más de 1 mes "Machu Picchu" cerrado.

Ante este riesgo, cuando hace unos días estando en Ecuador nos animamos a venir a Perú, lo primero que hicimos fue enterarnos de la situación del acceso al famoso yacimiento y comprobamos que no había ningún problema. Pues bien, esta noche en Cuzco ha llovido mucho y por la mañana nos han llevado en autobús hasta la estación de "Ollantaytambo" para coger el tren, pero allí nos hemos quedado sin poder abordarlo porque un derrumbamiento de tierra y piedras en las vías impedía el paso.

Hemos esperado más de 2 horas, hasta que nos han informado de que hoy no se podría viajar a "Aguas Calientes", destino de nuestro tren. Grandes grupos de japoneses y muchas personas de otros muchos países, nos hemos quedado de piedra ante tal información, diciéndonos que nos retornarían de nuevo a Cuzco en autobuses.

Conociendo por experiencia la organización que tiene este país para resolver estos incidentes, y que allí no había autobuses para todos los que estábamos y habría que esperar 2 horas para que llegaran de "Cuzco", rápidamente he cogido a Carmen y nos hemos ido por nuestra cuenta para resolver el problema de retorno antes de que empezaran a subir los precios de los taxis colectivos ¡¡¡ por el efecto de la poca oferta y de la mucha demanda !!! Hemos llegado a un acuerdo con un taxista a un buen precio dejándole que fuera recogiendo gente por el camino pero sin desviarnos de la ruta, de forma que pudiera serle más rentable el servicio. Y así hemos llegado creo yo, los primeros a las oficinas de "Perú rail" para que nos devolvieran el importe de los billetes pagados, porque después ha tenido que ser una marabunta de reclamaciones.

Después nos hemos dirigido al "Hostal del Inca" porque la reserva hecha la teníamos para mañana y necesitábamos dormir hoy en Cuzco. No ha habido ningún problema de conseguir habitación y por la tarde, hemos pensado en ¡¡¡ quemar todos lo cartuchos disponibles !!! e intentar mañana ir a "Machu Picchu" muy temprano y volver en el día a "Cuzco", pero en principio nos han dicho que todavía no podían vendernos los billetes porque desconocían si se iba a limpiar la vía para mañana.

De 3 veces que he estado en "Cuzco", sólo 1 vez he podido disfrutar de la visita a "Machu Picchu" y es un dato que quien quiera venir debe tener en cuenta. Me imagino el cabreo de la gente que hace el viaje desde su país de origen, para exclusivamente ver este precioso enclave y cuando estás casi a punto de verlo, un derrumbamiento en una vía de tren te lo impide. Y la única alternativa es hacer el "Camino del Inca", 4 días andando hasta llegar al yacimiento. La otra vía es por una carretera sin asfaltar que es la que utilicé yo cuando vine solo, pero tardé más de 9 horas en llegar y cuando hay lluvias los derrumbamientos son similares a los de la vía del tren.

En definitiva, muy mala suerte hemos tenido y estamos a la espera de que nos comuniquen la situación de si mañana podremos ir o no. En el mejor de los casos, de forma precipitada y desde luego si amanece lloviendo no nos arriesgaremos a ir, no sea que de vuelta a "Cuzco" existan estos problemas de corte de vías quedándote atascado y entonces sería peor, ya que al día siguiente debemos volar de nuevo a "Lima" desde "Cuzco".

Machu Picchu ha seguido mandándonos todo lo indecible para dificultarnos el acceso, pero le hemos vencido: lluvia, niebla, mosquitos, derrumbes, cortes de vía, retrasos de tren y hasta un terremoto, son algunos de los obsequios recibidos, pero hemos podido con todo. Como se suele decir ¡¡¡ a la tercera va la vencida !!! y al fin Carmen, ha podido disfrutar de este maravilloso entorno, aunque no fuera su mejor cara. Además hemos tenido que ir y volver en el día, con lo que supone de andar corriendo de un lado a otro y de tener la suerte de que los transportes se solapen sin problemas.

Cuando nos hemos despertado no teníamos billetes, ni posibilidad de contratarlos por Internet. El tiempo era lluvioso, nos ha llegado la noticia de un terremoto en "Ica" a escasos kilómetros de Cuzco, con más de 100 heridos, tampoco sabíamos si se había limpiado la vía del derrumbe de tierra y rocas de ayer, por lo que la perspectiva era bastante mala. De hecho, hemos decidido olvidarnos de Machu Picchu y buscar alguna otra visita a los alrededores de Cuzco.

Pero hemos observado que paraba de llover y que parecía mejorar el tiempo. A mi me ha entrado ese ¡¡¡ cabreo !!! de sentirte vencido y como soy muy cabezón con estos temas me he dicho ¡¡¡ ¿cómo que Machu Picchu va a poder conmigo? !!!! Me he levantado de la cama y corriendo me he puesto a funcionar como suelo hacerlo en situaciones límite y sin tiempo. En ayunas y a la carrera he ido a las oficinas de "Perú rail" con resultado negativo y después me he acercado a las de "Inca rail", donde he encontrado la posibilidad de ir hasta Machu Picchu en tren, si me daba muchísima prisa, porque quedaba algún asiento libre y la vía ya había sido limpiada. Después de recoger a Carmen en el hotel, hemos ido a donde se contratan unos taxis colectivos porque teníamos que ir al pueblo de "Ollantaytambo" a unos 80 Km. para coger el tren, es decir, al mismo sitio de ayer. Después de discutir el precio, un sonriente joven se ha puesto al volante y como una exhalación nos ha llevado hasta nuestro destino en un tiempo record, dándonos tiempo hasta de desayunar. El tema del tren hasta "Aguas Calientes" ha sido otro punto importante superado aunque con retraso, de camino nos han enseñado el derrumbe de tierra y grandes rocas de ayer, marchando detrás de otro tren más lento que nos ha retrasado en la llegada casi en 1/2 hora, con la necesidad de tiempo que teníamos para una visita tranquila al yacimiento inca.

Aguas Calientes nos ha recibido con un diluvio de agua, pero nosotros ya estábamos ¡¡¡ lanzados y dispuestos a todo !!! con tal de llegar a Machu Picchu. Primero una pequeña bronca en las oficinas de venta de los billetes de entrada al yacimiento, porque tenían una auténtica parsimonia vendiéndolos y después otra para que saliera el autobús que nos subiera a las famosas ruinas cuanto antes, han sido otros pequeños contratiempos, superados éstos a base de casi gritar para que se pusieran en movimiento. Y cuando hemos entrado en Machu Picchu, por arte de magia ha parado de llover, lo que ha ocasionado que durante cerca de 3 horas hayamos podido pasear, disfrutar sentados de la sensacional vista y plasmar fotografías, aunque en algunos momentos la niebla subía del estrecho valle e inundaba todo, dándole un aire de misterio al entorno casi vacío de gente, que no ha dejado de ser por ello una visita muy interesante. Casi a punto de la hora de cierre ha caído un nuevo chaparrón y de alguna forma ¡¡¡ nos ha echado !!! pero no nos ha importado porque ya habíamos conseguido lo que queríamos.

A Carmen le ha encantado principalmente el lugar en su conjunto. Desde luego, al margen de la importancia que pueda tener como yacimiento histórico y de los vestigios de la cultura inca, nosotros lo que más valoramos es la imagen que se queda grabada en la retina cuando en silencio, admiras un paisaje y sin saber muy bien porqué, percibes unas sensaciones que en otros lugares no las tienes. Machu Picchu para mí una vez más, me ha resultado espectacular y para Carmen ha sido, culminar uno de sus sueños, habiendo sido como me ha dicho, superadas las expectativas que tenía y mereciendo la pena sufrir todos los contratiempos que hemos tenido.

La vuelta ha sido buena, sobre las 10:30 H. de la noche llegábamos a Cuzco un poco cansados pero satisfechos del magnífico y duro día pasado.

Todavía con las buenas sensaciones de haber conseguido ayer ver Machu Picchu, hemos volado hoy a Lima con "Star Perú". Un vuelo corto y agradable en el que hemos conocido a "Yolanda", una simpática y alegre gallega que nos ha hecho reír mucho durante todo el viaje. "Yolanda" es una bióloga que trabaja en la Xunta de Galicia, y que invitada por el gobierno peruano, iba a Lima para impartir unas conferencias sobre los controles sanitarios necesarios para una buena producción de marisco y muy especialmente del mejillón, del que Perú es un importante productor. Viajaba con un compañero conferenciante japonés y el viaje, nunca mejor dicho, se nos ha pasado volando ¡¡¡ Gracias "Yolanda", por el rato tan agradable que nos ha hecho pasar !!!

Hemos llegado a Lima a la hora establecida y nos hemos dirigido al mismo hotel "Suites Larco 656" que estuvimos hace unos días y a la misma y espaciosa habitación anterior. Después de comer un plato del día en una "chifa" o taberna cercana, hemos vuelto al hotel porque tenía trabajo acumulado de fotografías de Machu Picchu sin tratarlas todavía. Por la tarde, un paseo por la costanera de Miraflores y un buenísimo "pisco sour" en una terraza del Centro "Arcomar" sobre los acantilados viendo ponerse el sol en el horizonte, ha culminado un día tranquilo de recuperación después del ajetreado día de ayer.

Mañana retornaremos a Ecuador, a la ciudad de "Guayaquil" para continuar nuestra visita al país después del inciso de 4 días en Perú.