Inicio de la 2ª etapa de los viajes programados, esta vez a diferentes partes de Estados Unidos incluyendo una visita a Alaska, y cosa excepcional, hemos viajado con Iberia y disfrutado de las comodidades que ya ofrecen otras compañías: sistema de entretenimiento individualizado con selección de películas, atención amable de las azafatas, etc. Parece ser que hemos tenido la suerte de caer en un avión comprado recientemente por la compañía y ha sido la 1ª vez que viajando con Iberia no nos hemos quejado.

Miami nos ha recibido lloviendo y con el coche que hemos cogido en la agencia "Alamo" del aeropuerto, nos hemos desplazado al cercano motel "Rodeway Inn " para pasar la noche y mañana salir con destino a "Palm Beach".

Tenemos intención de pasar los próximos 6 días recorriendo la costa este de Florida, visitando: Daytona, Cabo Kenedy y Miami Beach.

Ha amanecido chispeando y desde luego que ver al famoso "Miami", cuna del sol y de la vida relajada con una espesa neblina, te hace pensar en el gran poder que tiene la comunicación para crear estereotipos sin explicar que la realidad conlleva momentos no tan ¡¡¡ bonitos !!! y que dependes del comportamiento de la climatología para apreciar esa imagen de un lugar que has interiorizado, y que los profesionales de la fotografía se han esmerado en mejorar gracias a las aportaciones de Photoshop.

Como nos acostamos pronto ayer noche intentando recuperar horas de sueño por el cambio horario, salíamos temprano en coche con destino a Fort Lauderdale para visitar esta ciudad de camino a Palm Beach. El ligero desayuno que nos han dado en el hotel nos ha llevado a parar en un gran centro comercial para aprovisionarnos de fruta, ensaladas, noddles y galletas que nos permitan campear la ¡¡¡ especial gastronomía de comida basura !!! que nos espera para los próximos días en las cadenas de comida rápida. Realmente nos ha costado encontrar cosas comestibles y de hecho hemos tenido que buscar un segundo centro comercial, porque a pesar de sus enormes dimensiones, a productos alimenticios le dedican poco espacio, y aún menos a comida que de no ser americano puedas digerir sin que se te dispare el colesterol. Al final hemos conseguido algunas cosas para salir del paso y continuado viaje por la costa hacia el norte.

Un simple vistazo a la playa de Fort Lauderdale ha sido suficiente para hacernos una idea de lo poco que tenía que ofrecer esta ciudad, ya que este que parecía ser su punto fuerte, no daba la talla mínima.

Cuando llegábamos a Palm Beach ha parado de llover y bajo un agobiante calor y una extrema humedad, nos hemos sentado en el paseo de la playa que parecía una continuación de la de Fort Lauderdale, para comer las ensaladas y fruta comprada. Curiosa la sensación de soledad que se tiene en este tipo de ciudades americanas, en las que sólo se ven muchos coches y muy poca gente por la calle.

Abandonando la playa nos hemos dirigido al "Biba hotel " un alojamiento de buena relación calidad/precio y bastante bien ubicado. Dejado el equipaje nos hemos acercado a un par de zonas en las que predominaban calles comerciales de mucho nivel, a tenor de la gran cantidad de joyas y diamantes de enorme tamaño que parecían para un neófito como yo, proceder de un "Todo a Cien", pero la fama de sus marcas no dejaba lugar a dudas, aunque no llevaban el precio marcado, supongo que para no asustar a los viandantes.

Después ha llegado el momento de cenar y cuando ya nos íbamos a marchar al hotel, desanimados de no encontrar nada apetecible, y recurrir a los noddles de reserva que tenemos, ha llegado la buena suerte de aparecer un restaurante con: una bonita terraza, Fish & Chips, gambas al estilo Orleans y precios asequibles, por lo que hemos aprovechado la ocasión y disfrutado de una buena cena.

Mañana seguiremos subiendo por la costa hasta "Cabo Cañaveral", para ver el centro espacial Kenedy ¡¡¡ y preguntar para cuando quedan plazas libres en algún cohete !!! porque de seguir a este ritmo de viajes posiblemente tengamos que recurrir a este tipo de escapadas.

Después de conducir durante cerca de 3 horas en las que se incluyen un despiste a la hora de tomar una salida de la autopista, debido a que el Gps ha tardado mucho en situarse correctamente y que nos ha originado un importante retraso, llegábamos al mediodía al Centro Espacial Kenedy.

Un mítico lugar para mí, porque desde muy joven seguía con atención y admiración todo lo relacionado con el universo y el espacio, incluyendo hasta el manido tema de los ovnis, y Cabo Cañaveral era el lugar donde se fraguaban todo los entresijos relacionados con los viajes espaciales. Mi interés iba más allá del de ser un astronauta, soñando con la Astrofísica y comenzando a estudiar la carrera de Físicas como hobby, si bien la poca disponibilidad de tiempo y la dureza de estos estudios para hacerlos a distancia, terminó con mi sueño.

No obstante, siempre he seguido con auténtica admiración a las personas capaces de finalizar con éxito, proyectos de estas características en los que consiguen aunar en un objetivo común a miles de personas especialistas cada uno en su tema y hacerles ¡¡¡ remar en la dirección correcta !!!

En la actualidad este centro espacial cuenta con un parque temático que muestra la historia de los diferentes proyectos espaciales y como es lógico empleando las últimas técnicas audiovisuales consiguen que te sientas como si pasear por allí fuera tu trabajo habitual.

Recorrido por las plataformas de lanzamiento, simulador de despegue en el que los carrillos te tiemblan igual que a Tom Hanks en la película "Apolo XIII" y hasta una foto en la que te inmortalizas paseando por el espacio, han sido suficientes alicientes para pasar un bonito día en un lugar, mucho más importante de lo que parece, porque en él se han desarrollado los avances técnicos que han permitido que la humanidad haya dado en muy poco tiempo un salto tecnológico espectacular, haciéndose realidad lo que hace unos años era pura ficción.

Si los días anteriores ha llovido lo de hoy ha sido el no va más. Pero claro está, nos hemos enterado de que estamos bajos los efectos del primer huracán de la temporada al que han llamado "Andrea", que está barriendo con mucha fuerza el golfo de México y ha adquirido la denominación de tormenta tropical, poniendo en riesgo de inundaciones a toda la península de Florida.

Ante esta situación y viendo que llevábamos la misma dirección que el "Andrea" de sur a norte de Florida, hemos decidido dar la vuelta hacia el sur con la esperanza de pasar los días que nos quedan en este estado a poder ser sin lluvia. Para ello, hemos tenido que atravesar el huracán de norte a sur, durante más de 400 Km. teniendo casi que parar en diversas ocasiones en las que ha caído tal cantidad de agua que no se podía circular. Además la alerta de riesgo de inundaciones que había, no te tranquilizaba en absoluto, rezando para que en algún momento parase de llover, porque el asfalto se veía incapaz de absorber la cantidad de agua que caía.

Antes de iniciar la ruta de vuelta, nos hemos acercado a la playa de Daytona para ver como era, pero era imposible salir de coche. Algo parecido nos ha ocurrido en el famoso circuito de coches, pero Carmen ha querido dejar constancia de que habíamos estado y ha salido un momento del coche para calarse a fondo y quedar inmortalizada.

Después hemos iniciado el retorno a Miami con la esperanza de encontrar mejor tiempo, puesto que el huracán según las noticias ya debía haberlo sobrepasado en su totalidad. Pero después de un viaje muy desagradable y peligroso, Miami nos ha recibido lloviendo aunque a veces escampaba y hasta llegábamos a ver algún rayo de sol. Esperemos que este tiempo fuera los últimos retazos del "Andrea" y que mañana nos encontremos con mejores condiciones, que nos permita salir a dar una vuelta por los "Everglades", parque que ya conocemos pero que es una de las mejores alternativas que hay.

Ayer acertamos al atravesar el huracán Andrea en sentido contrario a su dirección porque hoy ya estábamos situados por detrás del mismo y la mayor parte del día ha sido seco y con sol, hasta el atardecer en el que las nubes han vuelto a descargar con mucha fuerza. Pero por lo menos hemos podido salir a visitar el Parque Nacional de los Everglades, que aunque ya lo conocíamos, era lo más recomendable de hacer en la situación climatológica en la que estamos.

Esta vez la entrada al parque la hemos realizado por la puerta de "Palm Visitor Centre", cerca de "Homestead", donde hemos estado buscando un supermercado para aprovisionarnos de comida para la visita al Parque Nacional, porque allí no hay restaurantes. Nuevamente nos ha costado encontrar primero un supermercado, porque los centros comerciales aquí muchos no lo tienen. El tema de la alimentación es otro cantar. Nos ha sorprendido ver un enorme hipermercado para animales, y no ver uno para los mortales como nosotros, teniendo que preguntar a unas señoras donde encontrarlo, quienes nos han mandado a un par de kilómetros de distancia.

Recuerdo que cuando comenzamos a venir a los Estados Unidos, daba gusto entrar en las grandes superficies porque impresionaba ver la cantidad de productos y de platos preparados para llevar y comer. Hoy en día, estos centros están llenos de secciones de ropa, electrodomésticos, etc., pero si tienes la suerte de que tenga una sección de comestibles, son muy inferiores a las que estamos acostumbrados en Europa, algo que hace unos años no era así. Será que los americanos no pierden el tiempo en la cocina, y el desayuno, comida y cena la hacen fuera de casa. Si nuestro futuro es éste, esperemos que tarde mucho en llegar, porque es una calidad de vida que yo personalmente no comparto.

Al final hemos conseguido unas ensaladas preparadas bastante malas, unas sardinas y fruta para poder andar a nuestro aire por el parque, que dicho sea de paso tampoco tiene la categoría ni espectacularidad de otros Parques Nacionales americanos. Pero después del día de ayer, el de hoy ha sido ¡¡¡ estupendo !!! porque no nos hemos mojado.

Hoy la prensa recogía las graves inundaciones que la tormenta tropical "Andrea" había ocasionado en el norte de Florida, mientras que nosotros haciendo válido lo de ¡¡¡ después de la tormenta viene la calma !!! hasta nos hemos ido a la playa porque hacía un calor insoportable, con los 35º que marcaban lo termómetros, más la altísima humedad que te llegaba a agobiar.

Por la mañana nos hemos dedicado a buscar unos temas que traía Carmen en su agenda, tan raros al menos para mí que no llego a entender de donde saca las ideas. Recuerdo que en Chile y México eran unos hilos que usa para hacer punto de cruz y aquí eran unas rejillas que se deben de llamar canvas y que utiliza de soporte para realizar motivos navideños que los cuelga del árbol de navidad y que parece ser que sólo hay en América. Mientras yo me dedico a preparar los reportajes fotográficos y los diarios de viajes en ViendoMundo, ella se entretiene cosiendo, lo cual le relaja y distrae. Pues bien, estar en Miami y ponernos a buscar temas de este tipo tiene su pega, porque ya no se trata de encontrar: un simple hotel, un restaurante especializado, etc. sino que encontrar hilos o canvas específicos para lo que quiere hacer, ha requerido primero una ¡¡¡ profunda investigación en Internet !!!, además de un par de direcciones que nos ha facilitado la amable señorita de la primera tienda a la que hemos ido y que como es natural, no tenía lo que buscábamos. Pero curiosamente, al final siempre se sale con la suya y termina encontrando las cosas. Yo le tomo el pelo, diciéndole que al final más que comprar lo que le gusta es ser capaz de encontrar lo imposible y contra más difícil mejor.

Cumplidos los encargos nos hemos acercado a Miami Beach, en donde nos hemos dado unos chapuzones en la playa. Esta es la 3ª vez que vengo a Miami y hasta hoy no me había bañado, tal vez porque la playa tampoco es nada del otro mundo, pero hoy con el calor que hacía no hemos tenido más remedio que coger tumbonas y sombrilla y pasar un par de horas a remojo, hasta que la brisa ha empezado a refrescar un poco. Unos paseos por Ocean Dr, admirando los preciosos edificios de "Art Deco" en un ambiente festivo y con mucha gente al ser sábado, han puesto fin a un día mejor de lo esperado, tanto en lo climatológico como en la forma de pasarlo, primero recorriendo todo Miami a la ¡¡¡ búsqueda del tesoro !!! y después en Miami Beach en la playa.

Mañana cogeremos un avión con destino a Philadelphia, para comenzar un recorrido por las grandes ciudades del este de Estados Unidos.

Por la mañana temprano hemos entregado el coche en un gran centro anexo al aeropuerto con la misma rapidez de siempre, lo que me deja una vez más asombrado de la eficacia del sistema que utilizan y de la relación de calidad/precio de los coches que te suministran. Desde allí coges un pequeño tren automatizado que pasa recorriendo los terminales y en donde tu mismo realizas el chek-in en una máquina que incluye la gestión del equipaje. Tanta automatización para después tener que pedir en el mostrador de embarque que nos asignaran los asientos, lo que parece un contrasentido, siendo los únicos de todos los pasajeros a quienes nos faltaba en nuestra tarjeta de embarque los asientos.

El viaje lo hemos realizado con América Airlines, ya que era parte del billete de vuelta al mundo comprado a "One World "que iniciamos a finales del año pasado y aunque los horarios han sido respetados, me recordaba a Iberia con azafatas entradas en años y no excesivamente amables, aunque sí correctas.

En Philadelphia para acercarnos al centro, hemos cogido un tren llamado Septa que nos ha llevado hasta la estación de trenes "Amtrak" en donde aprovechando que pasábamos por allí hemos comprado los billetes para nuestro próximo destino, Baltimore. Anexo a esta estación estaba la boca de Metro, que nos ha acercado a una corta distancia del hotel "Holiday Inn Express". Al salir del Metro nos hemos encontrado en medio de una cabalgata que estaba desfilando por la calle Market, celebrando el día del "Orgullo Gay" con personajes ataviados, pero sin llegar a la altura de sofisticación del que se celebra en San Francisco.

Como debíamos esperar a que la habitación estuviese preparada y era hora de comer, muy cerca había un lugar con terraza al río y bajo el puente "Benjamín Franklin", donde lo mejor ha sido el agradable entorno, porque hemos salido con más hambre del que hemos entrado. Unas ensaladas verdes que parecían sacadas de la ribera del río y 2 minicroquetas, ha sido el menú especializado en el adelgazamiento tanto de nuestro cuerpo como el de nuestra cartera, dándonos cuenta de que esta ciudad es mucho más cara que Miami. Gracias que al salir del restaurante había un puesto de perritos calientes que me ha solucionado provisionalmente la dieta.

Por la tarde, un paseo por la zona histórica ha sido la visita realizada y aunque estaba casi todo cerrado por ser domingo, el buen tiempo ha hecho agradable conocer la calle habitada más antigua de Estados Unidos, llamada "Elfreth's Halley"

y el "Old City Hall".

Mañana recorreremos con tiempo los principales atractivos de esta ciudad, antigua capital del país, llena de historia y lugar donde se fraguó la independencia de América.

Aunque hasta aquí no ha debido llegar el huracán "Andrea" es como si lo hubiese hecho, porque después del espléndido día de ayer, hoy ha llovido tanto a partir del mediodía que las 2 veces que hemos vuelto al hotel, ha sido necesario poner toda la ropa a secar incluyendo los zapatos.

Estaba anunciado mal tiempo y ya lo esperábamos, por lo que hemos salido con paraguas, pero conforme avanzaba la mañana y no llovía, nos hemos animado a visitar algunos lugares recomendables y a pasear por la zona financiera en la que se pueden ver bonitos rascacielos de los de principios del siglo pasado.

También hemos entrado en el "Mercado Central" lugar de reunión para tomar el almuerzo de la mayoría de las personas que trabajan en el centro de la ciudad y en donde se puede comer ¡¡¡ relativamente sano !!! Como es natural nosotros también hemos comido allí y cuando salíamos ha empezado a llover suavemente para después pasar a torrencialmente, lo que ha durado toda la tarde. Todas las calles y aceras se han inundado, porque muchos de los edificios canalizan el agua de los tejados y balcones a la calle, siendo un auténtico desastre el andar por la acera. Si además le añades el agua que salpicaban los coches, se ha convertido en una odisea salir a cielo descubierto.

Un día clásico de patear una ciudad que para mí tiene más nombre que belleza y que los americanos la tienen en un pedestal por su relevancia histórica, al ser el lugar en donde se firmó la independencia de los Estados Unidos. Aquí todo gira alrededor de la palabra "Independencia", "Constitución" y del personaje de "Benjamín Franklin".

Las previsiones para mañana son de mejoría y esperamos poder terminar de ver los espacios abiertos de Philadelphia que son los que más nos interesan.

Ha vuelto el buen tiempo y el calor, por lo que nos hemos dado una paliza de andar por la ciudad. Nos quedaba por ver el Distrito de "Parkway" que era la parte más alejada del hotel.

Primero nos hemos acercado al Visitor Centre, porque era necesario obtener entradas para visitar el "Independence Hall", que es la máxima atracción turística nacional de la ciudad. El que estas entradas sean gratuitas parece que es un buen aliciente para la visita, porque ayer estaban agotadas y no te dan más que para el propio día. Con la visita garantizada para las 14:00 H., nos hemos desplazado en "Metro" hasta la orilla del río "Schuykill" porque desde allí hay una buena vista de la zona más moderna con bonitos rascacielos.

Siguiendo por la orilla del río, hemos llegado hasta "Boathouse Row" antigua central eléctrica con molino y salto de agua. Después el "Museo de las Artes", célebre entre otras cosas, porque allí se rodaron escenas de la película "Rocky" a quien le han inmortalizado con una estatua.

Este Distrito denominado "Parkway" es muy amplio y para mi gusto el más bonito de Philadelphia. Pero la hora de la visita al "Independence Hall" se nos echaba encima y sin tiempo para comer hemos retornado por las amplias avenidas de forma muy rápida. Todo ello para una visita sin ningún interés para nosotros, puesto que se ha tratado de una lección de historia sobre el importante momento de la firma de la Constitución americana, impartida por un funcionario muy patriota que se permitía realizar preguntas como si estuviésemos en el colegio y a quien entendíamos muy poco, por la rapidez con la que hablaba.

Esta vez hemos metido la pata, porque a pesar de decir ayer que lo que nos gusta son los espacios abiertos, hoy hemos caído en un error, dejándonos llevar por lo que se considera importante, pero que no cuadra con nuestros gustos. Debemos ser unos bichos raros, porque pensamos que todo lo que nos han explicado lo lees en cualquier manifiesto histórico de América, mientras que disfrutar del bonito entorno de "Parkway" sólo lo puedes hacer estando allí.

Mañana cambiamos de ciudad, para lo cual cogeremos un tren de "Amtrak" que nos llevará a "Baltimore".

Ver reportaje de: Philadelphia (USA)

Cambio de Estado pasando de "Pennsylvania" a "Maryland" en nuestro periplo por las ciudades del este del país. Por la mañana, hemos cogido el tren "Amtrak" por primera vez en este país y en 1:15 H. nos ha llevado a la estación "Penn" en Baltimore. Siguiendo un poco nuestra experiencia en Japón en donde nos desplazamos principalmente en tren, tenía reservado el alojamiento en el "Motel Super 6", cercano a la estación y cómodo en el desplazamiento de maletas, porque sólo estaremos un día completo aquí y pasado mañana volveremos a coger el tren en la misma estación para ir a Washington D.C..

Ya sabíamos que Baltimore no tiene grandes atractivos, de ahí a dedicarle tan poco tiempo y nada más llegar ya hemos podido comprobar que salvo la zona de "Inner Harbour" en el río "Patapsco", prolongación de la bahía de "Chesapeake", pocos atractivos tiene. El tema de seguridad también es otro de los inconvenientes de esta ciudad y también hemos podido comprobar que la población de color es mayoría, sitiéndote en algunos momentos como fuera de lugar.

Eso nos ha ocurrido cuando cerca del hotel nos hemos acercado para comer una ensalada en un McDonald`s y al único blanco que hemos visto, mejor hubiera sido que no estuviera. Estaba tan drogado que casi no podía ni hablar. Medio tumbado en la mesa, con la mirada perdida y murmurando era incapaz de tenerse derecho, pero nadie le ha dicho nada y ha sido un rato muy desagradable porque me ha tocado enfrente de él durante toda la comida y me parecía despectivo el cambiarme de sitio.

Después en el puerto, la cosa ha mejorado y allí se estaba muy agradable si no hubiera sido por el fuerte calor con humedad que hacía y que parecía que llevabas el sol a cuestas y que te echaba el aliento en la nuca.

Mañana visitaremos entre otros sitios, el grandioso acuario, orgullo de la ciudad y que tiene fama de ser el mejor de todo los Estados Unidos, con una apuesta muy fuerte en dinero para desarrollarlo aún más.

Esta mañana cuando nos hemos levantado a desayunar caía agua torrencialmente en trombas y el cielo estaba tan oscuro que parecía que todavía no había amanecido, lo que nos auguraba un día de perros. Pero una hora después había escampado y han salido hasta unos rayos de sol que han durando hasta mediada la tarde, que con otra tromba de agua ha puesto fin al día.

En principio pensábamos que nos iba a sobrar tiempo, pero a pesar de que aprovechando el cambio de tiempo hemos salido a recorrer cuanto antes las visitas de exteriores, por si acaso volvía a llover, no nos hemos aburrido en absoluto, pasando al final más de 8 horas fuera y volviendo al hotel bastante cansados.

Así que por la mañana hemos estado en: el "Monumento a Washington", la "Basílica de La Asunción" que fue la primera catedral de Estados Unidos y el mercado de "Lexington". Hoy hemos comido bastante bien en una terraza al aire libre del "Inner Harbour", con una brisa estupenda y disfrutando de las vistas.

Por la tarde y cosa poco habitual en nosotros porque solemos huir de los espacios cerrados, nos hemos metido en el acuario porque teníamos referencias muy buenas de este de aquí, y no nos ha defraudado. Después de haber estado en muchos acuarios, siempre hemos recordado el de Vancouver como algo especial, debido a su excelente ambientación, pero este de Baltimore lo deja pequeño. Unas instalaciones espectaculares que recreaban, desde un fondo coralino visible desde el exterior, hasta un enorme espacio de gran profundidad habitado por grandes peces que rodeaba a una zona de accesibilidad en espiral, que permitía seguir a los peces en su deambular e ir bajando a las zonas inferiores del fondo marino.

En definitiva, una maravilla de diseño y de creatividad y que por espacio de varias horas hemos podido disfrutar.

Mañana cambiaremos de ciudad trasladándonos a "Washington" para conocer la capital de la nación.

Ver reportaje de: Baltimore (USA)

Cambio de nuevo de ciudad para esta vez visitar la capital del país, que todo hay que decir no nos ha recibido del todo bien, debido a un problema que hemos tenido con el Metro, que nos ha dejado tirados una parada antes de la nuestra sin que nadie se hiciera cargo de solucionar los traslados a las estaciones de destino.

Seguimos utilizando el tren "Amtrak" para nuestros desplazamientos y esta vez gracias a que el vendedor de billetes nos avisó de una oferta, hemos viajado de Baltimore a Washington ( 50 min.) por el módico precio de 7 $ cada uno. Todo ha ido muy bien hasta que empalmando con el "Metro" para ir a la estación de "Takoma", el tren se ha estropeado o no se lo que ha pasado, porque estaban haciendo reparaciones en las vías, pero el caso es que nos han hecho bajar a esperar algunas indicaciones. Después de un buen rato la gente se ha empezado a mover diciendo que teníamos que coger un bus, pero era un problema porque debían ser de línea y cada uno íbamos a diferentes estaciones. Los empleados no aparecían por ninguna parte hasta que al fin ha llegado uno que nos ha indicado que número de bus debíamos coger, con un folleto del horario y ¡¡¡ Bingo.....!!! sólo debíamos esperar 2 horas y media a que llegase el dichoso bus, por lo que después de preguntar el precio a un taxista, lo hemos cogido para que nos llevara al hotel.

Increíble, que en este país se funcione así. Suelo pensar que el tipo de desarrollo que tenemos, está íntimamente ligado al cumplimiento de normas, manuales de comportamiento, procedimientos, etc. lo que nos está llevando a una forma de proceder borreguil, es decir, si sucede un imprevisto que no está recogido en dichos manuales, no hay solución o la misma, como nos ha sucedido hoy llega a destiempo, con el consiguiente cabreo de los afectados, a quienes nadie explica nada y como no saben como proceder, se quedan parados esperando a que alguien tome las riendas. Está claro que yo después de haber trabajado muchos años en el ámbito de la organización, con sistemas, manuales y procedimientos, no comulgo del todo con lo que conlleva de pérdida de iniciativa para solucionar problemas sobre la marcha como se requiere en muchos casos.

Después de dejar las cosas en el "Motel Super 6", de la misma cadena del de ayer en Baltimore, hemos vuelto a nuestra estación de "Metro" de "Takoma" que ya funcionaba bien y nos hemos acercado al centro de la ciudad para un primer contacto.

Los primeros lugares que hemos visitado aprovechando que hacía buen tiempo han sido: La Casa Blanca y el cementerio de Arlington y lo que más nos ha sorprendido ha sido la cantidad de indigentes que había en la plaza de McPherson en pleno centro, tirados en los bancos y en el suelo.

Una auténtica paliza de nuevo de andar, ya que para una tarde tal vez haya sido demasiado las visitas realizadas. Mañana nos lo tomaremos con más calma, porque hemos vuelto derrengados al hotel.

Si bien ya habíamos oído hablar de la belleza de Washington, no nos imaginábamos tal monumentalidad. Pensábamos que ayer habíamos visto lo principal, con las áreas de la Casa Blanca y el famoso cementerio de Arlington. Pues bien, lo verdaderamente impresionante venía hoy en el "Nacional Mall". Comenzando por el Capitolio, que es realmente espectacular y que no recuerdo haber visto ninguna arquitectura de las muchas que he visto por el mundo, que se asemeje a las dimensiones de ésta.

Comenzar las visitas nos ha llevado muchísimo tiempo porque la estación de Metro nuestra está cerrada por obras todo el fin de semana, debiendo coger un autobús hasta la siguiente, para desde allí viajar en tren. El recorrido lo hemos empezado en la estación de tren "Union" que de por sí, ya es un auténtico monumento, después ha sido el Capitolio, en donde nos ha impresionado sus dimensiones y hemos seguido por el "Nacional Mall", paseando con un día espléndido y una temperatura muy buena en dirección al otro extremo en el que se sitúa el "Lincoln Memorial". Diversos museos a los lados, monumentos y edificios estatales, todos ellos de impecable estilo nos salían al paso, mientras que en la zona central que esta cubierta con césped, diversos grupos de deportistas disfrutaban de este maravilloso y tranquilo entorno. Los grandes espacios absorbían el escaso ruido existente y ha sido una maravilla avanzar por los paseos con numeroso público al igual que nosotros dirigiéndose a admirar la arquitectura y honrar con su visita a: World War II Memorial, Martin Luther King, Guerra de Corea, Veteranos de Vietnam, etc.

Otro día de andar mucho, pero con la satisfacción de haber visto cosas preciosas y de gran valor histórico. Sólo nos ha faltado comer bien, pero esa es otra cuestión mucho más difícil de conseguir.

Mañana visitaremos lugares a los que todavía no nos ha dado tiempo de ir, ya que las distancias son muy grandes y el transporte público no las cubre suficientemente ni la frecuencia de los trenes es todo lo buena que debiera, lo cual, es algo que nos ha extrañado, viendo las bonitas estaciones de Metro que hay, ¡¡¡ el transporte publico es muy caro, más bien lento y no del nivel que otras ciudades con menos importancia ofrecen como servicio !!!

Lo de ayer no se ha repetido hoy. Las visitas que hemos realizado se podría decir que han sido como los flecos de las atracciones principales de Washington. Hoy nos tocaban los barrios de "Georgetown" y "Dupont Circle", y si bien el primero estaba en un bonito entorno a orillas del río Potomac, con mucho ambiente de domingo y por ser un lugar al que se va para comer y pasar un rato relajado, la visita a Dupont Circle, no ha tenido ningún interés por ser un barrio con poco encanto aunque haya muchos restaurantes en la zona.

Hoy seguíamos con la estación de Metro cercana al hotel cerrada, tal como nos habían avisado y nos han llevado de nuevo en autobús a la siguiente abierta, perdiendo al igual que ayer más de 1 hora en acercarnos al centro. Y es que al margen de las obras, la cadencia de trenes es de hasta 20 minutos en fin de semana, por lo que si no tienes mucha suerte y debes hacer transbordos te eternizas para llegar a los sitios. Incomprensible este servicio tan deficiente en la "Capital del mundo desarrollado" y no es porque no se utilice, porque las estaciones estaban abarrotadas de gente y se notaba cierto cabreo generalizado por las esperas, a pesar de que ya tienen que estar acostumbrados.

Así que con esta pauta, primero hemos ido a visitar el famoso monumento "Iwo Jima Memorial " que representa la toma de una colina en una isla de Japón.

El siguiente punto ha sido el barrio de "Georgetown" pasando primero por "Washington Harbour" y sentándonos a comer en "Dean&Deluca", un curioso lugar en una antigua lonja donde nos han preparado unos bocadillos bastante buenos, para lo que hay aquí. Después de una vuelta por este barrio de ¡¡¡ yuppies !!! que viven en pabellones reconvertidos en lofts, nos esperaba el "Dupont Circle", otro barrio bastante menos sofisticado y que lo único que hemos hecho ha sido descansar en un banco, porque no había nada interesante. Al seguir las indicaciones de las guías en cuanto a puntos interesantes, corres el riesgo de encontrarte con edificios que no te dicen nada, como el recomendado del periódico "Washington Post".

Cansados pero menos que los días anteriores, hemos vuelto al hotel para mañana abordar otro desplazamiento en tren, esta vez a Nueva York, que aunque ya lo conocemos siempre da gusto volver. Mientras preparaba este diario me he acordado de que jugaba la Selección de fútbol contra Uruguay y por la hora he pensado que aún podía ver algo. Como aquí hay muchos canales, he encontrado la retransmisión y aunque he visto la 2ª parte del partido, la más fea, he disfrutado viendo caras conocidas.

Ver reportaje de: Washington (USA)

El día de hoy ha sido de viaje en tren y no hemos tenido tiempo de nada más. Seguimos viajando cómodamente con "Amtrak" y hoy el recorrido era más largo y nos ha llevado más de 3 horas, más otra en taxi hasta llegar al hotel, quedándonos sin tiempo para salir de visitas. Nueva York nos ha recibido con grandes atascos y con una fuerte tormenta que ha durado aproximadamente media hora y después ha salido el sol.

Estamos en el "Motel Super 8" al otro lado del río y fuera de "Manhattan", perteneciendo a "North Bergen" del estado de "New Jersey", pero con un barato y estupendo servicio de transporte que cada 10 minutos te lleva y te trae desde el hotel a "Times Square" en "Manhattan". Además, por primera vez la habitación tiene microondas y frigorífico y un gran supermercado cercano, por lo que hoy hemos cenado ¡¡¡ de miedo !!! Pollo asado comprado ya preparado y ensalada. Todo un lujo en este viaje.

Ahora Carmen está preparando el plan de visitas de mañana, haciendo un repaso a los sitios en los que ya estuvimos hace años y que más nos gustaron para repetir y no creo que ninguno nuevo, porque 2 días tampoco da para mucho.

Hoy además, como no he sacado ninguna foto, tengo día de descanso de trabajo lo que también se agradece de vez en cuando.

Sorpresa con Nueva York o mejor dicho Manhattan, que es donde nos hemos movido hoy. Si la primera vez que vinimos hace 10 años nos encantó, esta vez no ha cumplido las mismas expectativas decepcionándonos bastante, porque nos ha dado la sensación de haberse quedado estancada a pesar de las numerosas obras que hay, porque lo que es de andamios Manhattan está lleno.

Posiblemente lo que nos ha ocurrido es que cuando vinimos habíamos visto pocas ciudades de estas características y fue todo un descubrimiento, pero analizándola hoy en día y desde el punto de vista arquitectónico, parece como si le hubiesen ganado la partida ciudades como: Sidney, Tokio, Shanghay, Hong Kong, Singapur, etc. y desde luego para nuestro gusto el propio Chicago.

Por la mañana aprovechando el magnífico y barato servicio de autobús a la puerta del hotel, nos ha llevado a Times Square, después de aguantar el primer atasco al entrar en el túnel de Lincoln. Al bajar del autobús nos hemos sumergido en una muchedumbre de gente que nos impedía casi hasta andar por la calle, a lo que se debía añadir un agobiante calor húmedo. En cuanto nos hemos situado en la mejor forma de utilizar el "Metro" lo hemos cogido para ir hasta "Battery Park" en el sur de Manhattan. La gran polución existente casi cegaba la visión de la "Estatua de la Libertad" y saltando entre obras nos hemos acercado a la bonita estatua del toro "Chargin Bull", en donde había tantos turistas asiáticos copando todos los ángulos que ha resultado imposible sacar una simple fotografía decente.

Caminando hemos llegado a "Wall Street" en donde seguían las obras y la misma imagen de yuppies almorzando en la calle de siempre. Continuando subiendo hacia el norte, la visita obligada a la "Zona 0" que para nuestra sorpresa la hemos encontrado con las mismas obras de la primera vez y sin haber avanzado nada, porque continúa el mismo solar lleno de camiones que van y vienen, ¡¡¡ vamos como hace 10 años !!! la siguiente visita ha sido el City Hall y después el puente de "Brooklyn" que daba pena verlo, todo empaquetado con lonas y unos viales de madera compartidos para bicicletas y viandantes. Viendo como estaba aquello nos hemos dado la vuelta y dirigido al "Pier 17", porque recordábamos habernos comprado ropa vaquera en la tienda oficial de los "Yankees" que aún nos dura y queríamos renovarla. Pues bien, según nos ha informado un policía, un huracán en Octubre pasado hizo tal desaguisado que habían tenido que quitar la tienda.

El siguiente destino era "Chinatown" en "Canal street", pero ha comenzado a llover con bastante fuerza lo que nos ha obligado a coger el Metro de vuelta hacia "Times Square", donde volvíamos a coger el autobús para volver al hotel a la vista de que la lluvia no tenía intención de parar. En estos momentos continúa lloviendo y esperemos que para mañana haya cambiado la meteorología.

Con un tiempo espléndido y una temperatura muy agradable para andar hemos visitado el "Uptown", dirigiéndonos en primer lugar a un curioso paseo rehabilitado llamado "High Line". Una reconversión de la antigua vía del tren que de forma similar a los recorridos que proliferan en los bosques lluviosos y que transcurren por pasarelas artificiales a media altura de los árboles con perspectivas de varios niveles, se internaba entre edificios, cambiando el entorno de naturaleza por el de cemento y cristal.

Una buena idea para en un lugar falto del frescor natural y que ha sido muy bien acogido por la cantidad de personas que disfrutaban de esta nueva forma de desarrollo urbano. No obstante, el paisaje que se vislumbraba no era tan acogedor y silencioso como el de los bosques, porque además el "High Line" se sitúa en una de las zonas con más obras de la ciudad.

En "Metro" nos hemos dirigido al "Central Park" porque el precioso día que hacía así lo aconsejaba, encontrándonos con multitud de visitantes disfrutando del sol relajadamente y fuera del barullo y del caos circulatorio. Es muy agradable respirar tranquilidad cuando a escasos metros de distancia está el agobio de esta ciudad ocupada por más de 20 millones de personas.

Después de un paseo por el parque, hemos salido de nuevo al asfalto imbuido en la 5ª Avenida, visitando algunas tiendas de las que nos acordábamos de nuestro anterior viaje.

El siguiente punto ha sido el magnífico edifico de la "Estación Central" y hemos seguido andando hasta la zona de "Times Square" para coger el autobús de vuelta al hotel.

Mucho mejor día que el de ayer, hemos podido disfrutar de ese Nueva York que recordábamos, en lugares menos agobiantes y más agradables. Mañana nos desplazaremos de nuevo en tren hasta Boston, siguiendo hacia el norte por la costa este y con la intención de descubrir con posterioridad el estado de Maine, que siempre me ha llamado la atención por su orografía, estar lleno de pescadores y de criaderos de langostas.

Último viaje en tren de largo recorrido "Amtrak", que nos ha llevado de "Nueva York" a Boston" en 4 horas. Viajar en tren en Estados Unidos al menos en la costa este, tiene un precio bastante razonable y los trenes son muy cómodos, pero claro, una vez que has encontrado asiento, porque los billetes se emiten con asiento garantizado pero sin número reservado y es así hasta en clase Business. Ello da lugar, como ha ocurrido hoy, que en cuanto han anunciado la puerta de embarque, todo el mundo se ha echado como loco a ser el primero para elegir sitio, y de hecho, nosotros la primera hora hemos ido separados. Después aprovechando que se ha bajado gente y antes de que subieran los de esa estación, nos hemos podido sentar juntos para el resto del viaje.

Una vez en Boston, hemos tardado un rato en situarnos con el Metro, porque teníamos que aparte de hacer transbordo, coger un tren de cercanías en otra estación, acercándonos a Información para que nos aconsejaran la mejor forma. No parecían conocer muy bien los horarios y después de varias llamadas telefónicas nos han dado la información. Comprados los correspondientes billetes, hemos cogido los 2 Metros necesarios con el oportuno transbordo en estaciones muy antiguas, sin escaleras mecánicas y con gran estrechez para pasar con las maletas. Ya nos hemos cabreado, porque subir tanto peso andando, casi sin poder maniobrar, no ha sido muy agradable. Pero como siempre ocurre cuando andas con tiempo justo para coger otro tren y faltando una estación para llegar, ha aparecido el anuncio de ¡¡¡ fuera de servicio !!! y nos han hecho bajar. Los 2 siguientes Metros que han llegado ya venían con el letrero de "fuera de servicio" y un tercero cuando ha llegado, también han hecho bajar a los pasajeros y repetir el mensaje. La gente ya estaba muy cabreada y protestando, cuando este último tren lo han puesto en servicio de nuevo. Rápidamente nos hemos metido con las maletas, aguantando algunas quejas y apretujones porque veían hueco sin saber que estaba ocupado por nuestro equipaje.

Pero lo peor estaba por suceder. Hemos llegado justo a tiempo de coger el tren de cercanías, cuando se ha pasado nuestra estación sin parar, llevándonos hasta el siguiente pueblo donde nos hemos bajado. Preguntando la forma de retroceder a nuestra estación, nos han dicho que debíamos esperar 1 hora para el tren de vuelta que pararía en la nuestra, que no había autobús entre ambas estaciones y que la mejor forma era en taxi, incluso nos han señalado 2 taxistas que estaban sentados en la solitaria estación esperando clientes. Menos mal que era barato, porque nos han dicho que la carrera al hotel nos costaría 10 $.

¡¡¡ En fin !!! una mala decisión haber reservado el hotel en este pueblo de "Woburn" porque después nos hemos enterado de que paran muy pocos trenes en esta estación de "Mishawum" y además a horas que no se ajustan a nuestras necesidades. Así que el consejo y a pesar de ser un excelente hotel el "Fairfield Inn&Suites Marriott", es de no hospedarse aquí por el problema de acceso.

Veremos como resolvemos el ir y volver mañana al centro de Boston, porque el tema de Metros en casi todas las ciudades de la costa este, nos ha parecido: carísimos, lentos y viejos, tanto las estaciones como los trenes, por la serie de incidencias que estamos teniendo en este viaje, que nos hace pensar que tal vez seamos gafes. El viajar a veces se pone ¡¡¡ cuesta arriba !!! pero son los riesgos a los que te expones cuando intentas ajustar los precios para que no se te dispare el presupuesto.

¡¡¡ Tú a Boston y Yo a California !!! La película que cuando yo era un niño se convirtió en un clásico del "Cine Familiar", siempre me la recordaba cuando oía hablar o leía algo sobre Boston. Cuando hoy paseábamos por la ciudad me ha venido a la memoria esta película y he pensado ¡¡¡ seguro que a la gemela que se le ocurrió la idea de intercambiar los papeles con su hermana era la de Boston, porque sabía que saldría ganando con el cambio. Y es que Boston realmente nos ha decepcionado un poco. Pensábamos que nos íbamos a encontrar con una gran ciudad y realmente nos ha parecido bastante mediocre, tal vez porque veníamos de Philadelphia, Baltimore, Washington y Nueva York, todas de mayor nivel. Está claro que el viajar y ver la realidad rompe los esquemas que muchas veces nos hacemos a priori en base principalmente a lo que algunos escritores han plasmado en papel y nosotros lo hemos interpretado, de forma que se nos ha formado una imagen a veces idealizada, como ha sido este caso para nosotros.

Y en este aspecto si que encaja plenamente ese dicho de ¡¡¡ una imagen vale más que mil palabras !!! porque aunque ésta se pueda manipular un tanto, resaltando lo bello de la imagen y ocultando planos no deseados, siempre es mucho más fiel a la realidad y lo que hemos visto no era lo que esperábamos encontrar de los libros leídos.

Hemos iniciado la visita haciendo el recorrido llamado "Freedom Trail", 4 kilómetros perfectamente señalizados con una línea en la acera que no tenías más que seguirla y que te llevaba por los considerados principales puntos de interés de la ciudad. De esta forma, hemos estado en: Monument Square, un monolito al que hemos subido por 297 escaleras para tener unas vistas de la ciudad, algunos cementerios antiguos situados en plena calle, el barrio antiguo que conserva algunas bonitas tabernas y restaurantes en las originales casas de ladrillo rojo, un precioso parque llamado "Public Garden" junto a otro de nombre "Boston Common", la zona de "Inner Harbor" y la de "Fan Pier" con sus emblemáticos "World Trade Center" y el "ICA" Instituro de Arte Contemporáneo.

En definitiva, una vuelta por la zona de la ciudad más recomendada, dejando para cuando volvamos dentro de unos días, el resto de atractivos "Cambridge" en donde se sitúa la "Universidad de Harvard" y "Back Bay", barrio acomodado con algunos edificios importantes. No obstante, ojalá nos equivoquemos pero no creemos que nuestra apreciación global de la ciudad vaya a cambiar.

Hoy ha sido uno de esos días en lo que nada te sale bien. El tema ha empezado como siempre con el transporte en tren. A primera hora de la mañana teníamos que ir al aeropuerto a recoger el coche reservado para salir con destino a la costa de Maine. El plan a seguir era: Ir en tren de cercanías a Boston, allí coger un par de Metros o mejor dicho tranvías, porque es lo que son a pesar de ir por carriles subterráneos y después coger un bus que gratuitamente nos llevaría hasta el aeropuerto de Logan.

El hotel con su servicio gratuito de shuttle, nos ha acercado a la estación de tren. Para cuando hemos llegado el tren ya estaba esperando y ha seguido así durante 50 minutos después de la hora de salida. Parece ser que había obras en estaciones anteriores y transportaban a los pasajeros en autobuses y había que esperarlos. Primero han dicho que 10 minutos, después otros 4, han seguido otros 15, después otros 3 y así sucesivamente hasta más de 50. Todo un cachondeo y lo más extraño es que los pasajeros esta vez se lo tomaban a broma y hacían chistes. Debía ser que los sábados no tienen ninguna prisa y nos les ha importado llegar 1 hora más tarde a Boston.

Después de conseguir llegar hasta el bus del aeropuerto, nos hemos montado en uno expresamente de la agencia de alquiler "Alamo" a la que íbamos, pero antes de llegar, un coche de la policía ha cortado la vía cruzándose y nos ha tenido esperando formando un gran tapón, sin saber si íbamos a estar 3 minutos o 3 horas. Al final han sido 10 minutos de espera y cuando hemos llegado a la agencia hemos dado un gran suspiro, porque realmente ya no sabía si seríamos capaces de coger el coche de alquiler.

Hemos vuelto en coche al hotel a por las maletas y parado en un hipermercado para hacer compra incluyendo una pequeña nevera de usar y tirar, que siempre solemos utilizar para llevar fruta, ensalada y bebidas frescas.

Era ya mediodía cuando tomábamos la carretera con destino a Portland y claro está, que no iba a ser tan sencillo el viaje, porque había tapones hasta bastantes kilómetros fuera de Boston y con retenciones constantes. Llegados al destino ha empezado otro calvario, el de encontrar un hotel. Por ser fin de semana estaban todos llenos y con precios muy altos, teniendo que visitar más de media docena para encontrar sitio y terminando en un "Super8" en el que ya habíamos estado y que el precio nos parecía alto, pero al no haber otra posibilidad hemos tenido que ¡¡¡ tragar !!! con el precio.

Ante tal demanda de hospedaje lo lógico era pensar que Portland tenía que ser algo especial para estar tan solicitada y nada más lejos de la realidad. Una ciudad muy fea a pesar de contar con un puerto pesquero y con el único atractivo de un paseo marítimo bastante animado por gente sentada bebiendo cerveza.

Mañana y sin perder un minuto más en esta ciudad, seguiremos nuestro itinerario por la costa hacia el norte a la búsqueda de mejores y más atractivos lugares que sin duda encontraremos sin el menor esfuerzo, porque lo difícil sería empeorar lo de hoy.

La costa de Maine hoy nos ha enseñado las mejores poblaciones que tiene y nada que ver con el feo "Portland" de ayer. Un precioso día visitando pueblecitos costeros en donde lo que aquí llaman lobster, (para nosotros misera o bogavante), es la estrella de la gastronomía, con precios muy asequibles y que esperamos mañana probar. Estar en Maine y no comer lobster dicen que es un delito, pero ya hemos probado marisco en muchas partes del mundo y no tiene nada que ver con el nuestro. Basta decir que lo habitual es que lo acompañen con ketchup, wasabi o algún otro tipo de salsa similar, lo que da una idea del sabor original de la langosta.

Cuando salíamos en coche por la mañana nos ha caído un chaparrón que nos ha asustado pensando que íbamos a pasar todo el día viendo los tristes paisajes costeros que el mal tiempo dibuja en un mar como éste, ya de por sí, bastante gris y calmoso debido a las continuas entradas de lenguas de agua que forman numerosas penínsulas e islotes. Pero una vez que las nubes han descargado, el cielo se ha abierto y durante todo el día hemos disfrutado de un estupendo tiempo y una temperatura muy agradable.

Llegando a Freeport hemos visto una oficina de información del estado de Maine, en la que un señor muy amable nos ha atendido entregándonos abundante información sobre los puntos más interesantes, que concordaban con los que nosotros llevábamos. La primera parada ha sido en "Boothbay" un precioso pueblo con verdaderas mansiones coexistiendo con antiguas casas de pescadores reconvertidas en restaurantes y tiendas, puentes de maderas, muelles y veleros, creando un bello rincón en el que puedes pasar unas horas gozando de tranquilidad y viendo entrar y salir barcos. Un verdadero antídoto para el estrés.

Retornando de esta lengua de tierra y volviendo a coger la siguiente, hemos bajado hasta el final de la misma en donde se sitúa el faro "Pemaquid", el más famoso de los 64 que debe haber por la zona.

La costa natural no es del tipo que nos gusta demasiado, con playas de piedras de cantos rodados, pequeños árboles en las orillas y un mar muy calmoso, pero la limpieza y los jardines llenos de flores de las casas tan cuidadas que parecen recién pintadas, embellecen el entorno de forma increíble.

La siguiente población a visitar ha sido "Camden", maravilloso lugar en el que atracan impresionantes veleros. Además está situado en una colina con una vista espectacular de su puerto y hasta un río que cae mezclándose las aguas sobre las que numerosos patos parecen haber encontrado su edén.

Desde "Camden" siguiendo por la carretera recomendada "1", hemos conducido durante un par de horas hasta llegar a "Bar Harbor", puerta de entrada al Parque Nacional de Acadia que visitaremos mañana. Estamos en temporada alta y se ve mucha gente en esta zona. Como ayer tuvimos problemas para encontrar hotel, nos preocupamos de realizar la reserva anoche por Internet, en el motel "Aurora".

Días que nos sentimos satisfechos con lo que vemos y otro como hoy, no tanto. Esperábamos mucho más del Parque Nacional de Acadia, puesto que ya en el Visitor Centre de "Freeport" nos habían hablado de él, como la ¡¡¡ perla del estado de Maine !!! y cuando lo hemos visto el pensamiento que me ha venido ha sido el de que todos los estados quieren tener su Parque Nacional, por lo que conlleva de financiaciones gubernamentales y de atractivo para atraer al turismo. Pero el Parque Nacional Acadia, tiene poco atractivo, ni tampoco se justifica la preservación de la flora y de la fauna, porque animales no hay y los árboles eran una mezcla de pequeños pinos y otras clases muy corrientes. Y como me decía Carmen, la categoría de Acadia no debiera pasar de reserva forestal.

La visita al parque la hemos realizado en coche, recorriendo un trazado recomendado que nos ha durado estirando mucho las paradas, un par de horas y aunque había caminatas señalizadas, no las encontrábamos nada interesantes porque el paisaje salvo una vista panorámica desde el monte "Cadillac" no merecía la pena.

Terminada la visita al parque, nos hemos dirigido a un cocedero de marisco recomendado por "Lonely Planet" llamado "Trenton Bridge Lobster Pound", que esta vez si ha acertado con la recomendación. Primero tenías que elegir la "lobster"(misera/bogavante para nosotros) y te la cocían en ese momento para comértela con los añadidos, en nuestro caso, panochas de maiz hervidas y ensalada. Como salsa sólo hemos pedido limón. Media hora después nos llamaban para recoger el grandioso bicho de 1 y 1/2 Kg., y en total nos ha costado sobre los 36 €. ¡¡¡ todo un chollo !!!

Nos hemos puesto manos a la obra y me ha costado todo un esfuerzo quitarle la cáscara porque las tenazas que usan aquí son muy pequeñas y delgadas. Es cierto que el caparazón de estos bogavantes es más blando que el de las nuestros, pero eso mismo hacía que se doblara sin romperse. Al final, prácticamente con las manos lo he conseguido y nos daba pena ver como una pareja de japoneses que han empezado al mismo tiempo que nosotros, eran incapaces de abrirlo. Cuando nos hemos marchado todavía estaban dándoles vueltas a las muelas analizando por donde atacarlas con las pequeñas tenazas que se les resistían sin conseguir romper el caparazón. Posiblemente habrán terminado para la hora de cenar, por lo que les habrá salido la "lobster" muy barata.

Por la tarde, hemos salido a "Bar Harbor" para dar una vuelta por el pueblo y pasear por un sendero costero, pero la costa sigue sin gustarnos, además con marea baja todavía resultaba menos agraciada. En este caso la mano del hombre que ha construido las preciosas mansiones que llenan "Bar Harbor" han conseguido embellecer el pueblo.

 

Mañana abandonaremos la costa y nos dirigiremos hacía las "White Mountains" en el interior, cambiamos de escenario para conocer un poco las montañas de "New Hampshire".

El viaje en coche nos ha llevado 4,5 horas, pero muy tranquilas y por carreteras muy buenas a pesar de entrar en zona de montaña. El utilizar coches automáticos que no permiten adelantamientos bruscos porque tardan en coger velocidad, unido al buen trazado de las carreteras y la forma de conducir de los americanos, en general que mantienen un buen ritmo, hace que se consigan unas buenas medias de tiempo en los viajes, sin arriesgar lo más mínimo. Hay que hacer notar que lo mismo que hay límite máximo de velocidad, también lo hay en mínimo, con lo que es extraño que te toque alguien que vaya taponando por ir despacio, y esto hace que se haga hasta extraño adelantar a un coche en carreteras de un carril por dirección.

Llegábamos a la hora de comer a "North Conway" que es la población mayor de las "White Mountains" y lo primero que hemos hecho ha sido buscar la información que necesitábamos para recorrer el parque, porque "Lonely Planet" no aporta gran cosa. La información la hemos encontrado en la "Cámara de Comercio" de la ciudad y un amable joven nos ha suministrado mapas e indicado lo más importante para ver, incluyendo unos moteles que nos ha recomendado, y ciertamente, nos hemos acercado al llamado "Maple Leaf" y nos ha sorprendido por su relación calidad/precio. Nos ha costado exactamente la mitad de lo que veníamos pagando hasta ahora y tiene lo que necesitamos: frigorífico y microonda, para hacernos nuestros desayunos y a veces también cenas.

Dejado el equipaje hemos realizado la primera visita a una cascada cercana llamada "Glen Hellis" y después teníamos intención de subir al "Washington Mt", desde el que se pueden ver buenos paisajes, pero ha empezado a llover y lo hemos tenido que dejar para mañana, que tomaremos una ruta escénica de varias horas que pasa por cantidad de atracciones y puntos considerados de interés: gargantas, desfiladeros, montañas y curiosos puentes cubiertos.

El tiempo no nos ha acompañado y ha sido una pena, porque sin ser nada excepcional las "White Mountains" tienen atractivos suficientes como para pasar un día recorriendo los puntos de interés que se sitúan priuncipalmente en el tramo llamado "The Kancamagus Highway" dentro de un amplio recorrido de una carretera escénica muy agradable y que transcurre en círculo por casi 100 km. de longitud.

Como sabíamos que el tiempo iba a empeorar a lo largo del día, hemos salido temprano para realizar el itinerario que nos llevaría a ver las principales atracciones que tiene esta zona. Y una de ellas, es la cantidad de preciosos puentes cubiertos que hay.

Numerosas gargantas y cascadas se sitúan cercanas a esta carretera escénica entre las que destacan "Rocky Gorge"

la cascada "Sabbaday Falls"

y la atracción más visitada "Flume Gorge".

El tiempo ha aguantado hasta que entrábamos en esta última, teniendo que volver a por los paraguas porque en mitad del camino ha empezado a llover bastante fuerte. Después hemos vuelto para proseguir la visita, pero andar con el paraguas abierto, llevando la cámara e intentar sacar algunas fotografías te hace bastante desagradable la visita. Una pena porque en otras circunstancias hubiéramos disfrutado mucho de esta garganta, porque realmente era muy bonita, estrecha y con un precioso salto de agua.

Todo el camino de regreso ha estado lloviendo y hemos aprovechado para comprar la cena en un enorme hipermercado que en este estado si los hay. Incluso hemos acertado con los platos: pimientos verdes rellenos de carne y arroz muy buenos, y pollo agridulce bastante decente. Todo ello, cumpliendo la receta de poderse cocinar en el microondas que es lo único de lo que disponemos. Cómo será la comida que te dan en los restaurantes de aquí, para que consideremos que el microondas es el mejor servicio de la habitación. Por eso, en cuanto sabemos que un motel lo ofrece, no nos lo pensamos y entramos en él.

Mañana volveremos al estado de Massachusetts, a "Provincetown", una población costera cerca de Boston en "Cape Cod".

Cerca de 4,5 H. nos ha llevado bajar en coche desde las "White Mountains" hasta "Cape Cod", un cabo que se sitúa al sureste de "Boston" y en donde según parece tenía que haber muchas mansiones de gente adinerada que nosotros no hemos visto por ninguna parte.

El día ha salido lloviendo ligeramente pero con una densa niebla muy molesta para conducir y a pesar de hacer cerca de 400 Km. no ha cambiado a mejor. Como sigue siendo habitual en los desplazamientos las media prevista la hemos cumplido y sobre las 14 H. llegábamos a la entrada del cabo "Cod", parando como siempre en el Visitor Center para saber que era lo más importante de ver en este cabo que tiene forma de brazo doblado de culturista. Conseguida la información y a pesar de que la niebla no dejaba ver más allá de los 200 metros, nos hemos dirigido a un faro cercano y a una playa, en la que la gente lo único que hacía era pasear, porque la temperatura además ha bajado respecto a los días anteriores.

Viendo estas condiciones hemos preferido llegar hasta el final de "Cape Cod" e ir visitando los lugares recomendados de vuelta. Aproximadamente después de 40 Km. llegábamos a "Provincetown" la última población del cabo en la que había mucho ambiente. Parece que se estaba celebrando "el día del orgullo gay" porque había cantidad de parejas del mismo sexo paseando en actitud cariñosa. También hemos visto que había ferries rápidos desde "Boston", lo que sin duda es una ventaja porque evita los 160 Km. de carretera con muchos tramos de un solo carril que hace bastante lenta la marcha. En lo relativo al paisaje nos ha recordado a "Las Landas" francesas pero en peor, con dunas y pinos aunque de otra clase y el mismo sistema de entretenimiento de los visitantes: ciclismo por carriles preparados y playas abiertas.

Viendo que la niebla no se disipaba, hemos tomado la decisión de dormir en un motel cercano y dejar para mañana, confiando en la suerte y el tiempo, el ver los puntos recomendados del cabo. Después continuaremos hacía "Boston" para terminar de ver la ciudad, ya que nos faltan los barrios de "Cambridge" y "Back Bay".

Esta mañana la hemos pasado luchando como se suele decir contra viento y marea, porque caía mucha agua y soplaba una fuerte brisa en "Cape Cod". Pero sin acobardarnos hemos completado la ruta que ayer dejamos pendiente con la sensación de haber perdido el tiempo y habernos calado sin haber encontrado nada que nos interesase lo más mínimo. Algún que otro faro, a los que aquí les dan mucha importancia y una costa muy abierta y sin movimiento en el mar, que era lo único que lo diferenciaba de lo que comentaba ayer de parecido con "Las Landas" francesas.

Cansados de mojarnos, hemos tomado dirección a Boston y cuando llegábamos al mediodía, el tiempo había cambiado y por lo menos se podía andar tranquilamente y sin paraguas. Siguiendo nuestro plan de visitas pendientes, la "Universidad de Harvard" ha sido nuestro primer destino en Boston, visitando las tiendas, las facultades, un paseo por la "Harvard Square" y el Campus donde se concentran los colegios.

Por último, un recorrido por la zona más elegante llamada "Back Bay" en la que destaca el "Christian Science Church", ha dado por finalizada nuestra visita a Boston, mejorando con las visitas de hoy la pobre impresión que nos había causado el otro día cuando llegamos. Mañana cambiaremos de estado, volando a Texas para conocer Dallas y sus alrededores durante un par de días.

Un vuelo de 4 horas de "América Airlines", nos ha llevado del noreste de Estados Unidos al sur central, pasando de días lluviosos y mucha humedad, a una temperatura de 35 º que hacía cuando hemos llegado y según nos han dicho, con la suerte de que hoy había refrescado, porque estos días pasaban ampliamente de los 40º. Gracias a que el clima es tan seco el calor se soporta mejor, pero hay que buscar sombra como sea porque al sol te ¡¡¡ hace hervir los sesos !!!

De nuevo hemos alquilado un coche con "Alamo" porque sigue teniendo los mejores ratios de precio y siempre te dan un coche prácticamente nuevo. El hotel que hemos reservado es de la cadena "Motel 6", que son los más baratos, pero no siempre es la mejor opción porque este de aquí, está situado bastante lejos y además cobra por conectarte a Internet, siendo el primero que vemos que lo hace en todo el país.

Siguiendo el esquema habitual de cuando visitamos una nueva ciudad, enseguida nos hemos ido al centro de Dallas, para recabar información, pero hoy al ser sábado ya habían cerrado para cuando hemos llegado. No obstante, el "Visitor Centre" estaba situado en el "Centro Histórico" que es donde se produjo el atentado contra Kennedy, así que lo hemos recorrido viendo donde se produjeron los hechos, la calle por la que transcurría la comitiva y el edificio desde donde "Oswald" le disparó causándole la muerte.

Toda la zona ha sido dedicada a este suceso con un "Memorial" al presidente asesinado.

Un paseo por el "Downtown" nos ha llevado a contemplar una mezcla de estilos modernos con edificios más antiguos como el "Old Red Courthouse", creando un paisaje urbano con una curiosa arquitectura muy agradable a la vista.

Mañana como es domingo, lo aprovecharemos para visitar "Fort Worth" que se sitúa a unos 50 Km. y en donde uno se adentra en el ¡¡¡ lejano oeste !!! con atracciones, mercado de ganado y si tenemos suerte hasta un rodeo.

Con un espléndido día nos hemos desplazado por carretera hasta una ciudad situada a 50 Km. de "Dallas" llamada "Fort Worth". Pero como el hotel en el que estamos está entre ambas, sólo nos separaban realmente 30 Km.

Cuando hemos llegado nos ha sorprendido lo cuidado que estaba todo y la gran diferencia de estilo con el cristal y acero de "Dallas"."Forth Worth" es como un parque temático donde lo tejano prevalece como atracción turística. De hecho, al ser domingo había mucha gente y se han organizado diversos eventos al objeto de mostrar lo que fue en el pasado. Antiguo mercado de ganado, el dinero y la diversión eran la vida cotidiana, convirtiéndose en refugio de cuatreros, atracadores y de quienes buscaban una riqueza fácil. Aquí se ocultaban famosos personajes como Bonnie y Clyde, lo que quiere decir que vivir en esta ciudad debía ser todo un riesgo.

Al poco rato de llegar, ha desfilado una manada de vacas con enormes cuernos que yo no entendía para que les podían servir. La cornamenta era muy larga y abierta y desde luego no podrían atacar y cornear con ellos por lo que se convertirían en un estorbo. Pero Carmen que lee todos los carteles, folletos y papeles que se cruzan en su camino me ha dado la explicación, diciéndome que eran una defensa contra los muchos pumas que hay y que con los cuernos llegaban hasta su propia grupa, consiguiendo cornear a los agresores. Impresionante evolución ¡¡¡ que sabia es la naturaleza que dota a cada uno, de los recursos que necesita para poder sobrevivir en la jungla de la vida !!!

A la cabalgata le ha seguido la pantomima de un duelo entre buenos y malos, pero todo igual de tontos. Después como yo tenía ganas de comer carne que hace mucho que no lo hago y me parecía que este era el lugar idóneo con tanta vaca, nos hemos permitido el lujo de entrar en un restaurante y pedir una chuleta poco hecha, porque la tendencia de estos sitios es cocinarla hasta que parece que la han incinerado. Pero además, confunden el poco hecha y jugosa, sirviéndola fría. Todo un despropósito porque la carne tenía un buen sabor, pero comerla fría no es nada agradable.

Por la tarde hemos seguido viendo algunos eventos, todos bastantes sosos hasta que nos hemos marchado después de comprar un par de camisas vaqueras que estaban tiradas de precio.

Un día agradable, sin pretensiones de ver nada especial porque en esta zona estamos simplemente de paso y porque como teníamos que hacer una escala en nuestro vuelo a Seattle, decidimos quedarnos un par de días y ver algo de por aquí.