Día de tren para desplazarnos a la punta norte de Japón. "Wakkanai" es la ciudad más al norte de la isla de "Hokkaido" ya cerca de "Rusia", y de hecho, hay un ferry que conecta con la isla rusa "Oblast de Sajalín" que dista a unos 100 Km. Todavía quedan algunas islas más al norte pertenecientes a Japón muy poco habitadas hasta llegar a la península de "Kamchatka" que se sitúa a escasos 1.000 Km en línea recta, desde aquí.

Más de seis horas ha tardado el tren en llegar desde "Sapporo" por unas praderas que parecían siberianas y con residuos de nieve en las orillas de la vía en algunos puntos, a pesar de la época en la que estamos. Pensábamos que nos íbamos al fin del mundo, porque hasta el tren iba casi vacío, pero cuando hemos llegado a "Wakkanai", una moderna y amplia estación de tren nos ha recibido.

Solventado el billete de vuelta para pasado mañana, nos hemos dirigido andando al cercano hotel "Hyosetsuso", donde teníamos reservada una habitación de estilo japonés. Ya de noche hemos salido para comprar algo de cena y ver algo del pueblo, donde ya estaban cerrando los establecimientos. La visita de rusos debe ser muy habitual porque incluso había un gran supermercado con el nombre en cirílico y también un casino.

La cena en la habitación ha sido un poco dura, comer en estas mesitas donde no sabes qué hacer con las piernas ni donde meterlas hasta que terminan por dormirse, te obliga a levantarte cada cierto tiempo para estirarlas. Y no digamos ahora que estoy escribiendo este diario, que ya no sé cómo ponerme y que me aconseja terminar cuanto antes. Estamos en el Japón profundo o mejor dicho, en el lejano extremo del país en donde no se habla casi ni inglés.

Mañana tenemos programadas excursiones por los alrededores incluyendo el Cabo de "Soya" que es la punta más extrema de "Hokkaido".

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Cuando nos hemos levantado esta mañana el propietario de este hotel llamado "Aki Endo", nos ha informado muy amablemente de todo lo que podíamos ver aquí y la forma de hacerlo. Una persona amabilísima y educadísima con quien enseguida hemos congeniado y a quien recomendamos por muchos motivos, además el hotel "Hyosetsuso" está muy bien ubicado cercano a la estación de tren y tiene una muy buena relación calidad/precio.

Por otra parte debo decir que la naturaleza no le ha premiado excesivamente a Japón en esta zona. Esta mañana pensábamos alquilar un coche para ver el tan nombrado aquí "Cabo Soya" pero al enterarnos por "Aki" que había un autobús directo desde "Wakkanai" y que en una hora escasa nos llevaba, nos hemos olvidado del coche y ahorrado el coste del alquiler. Sabia decisión la que hemos tomado porque para ver lo que hemos visto hasta el precio del billete del autobús ha sido caro.

Un mar feo y gris con una costa llana y sin ninguna gracia, lo han intentado remediar los japoneses colocando monumentos para todo: el de un avión comercial coreano que derribaron los rusos por invadir su espacio aéreo en los años 80, otro que conmemora que es el punto más al norte de Japón, etc.

Con un aire frío que cortaba la respiración hemos aguantado como hemos podido a que pasara el autobús de vuelta a la ciudad, para ir al hotel y coger el anorak y cambiarnos de calzado ya que íbamos a visitar el "Wakkanai Park". Otro lugar que al igual que el anterior, la falta de atractivo lo han suplido con más monumentos conmemorativos: La Torre del Centenario, Los dos perros que sobrevivieron en la primera expedición japonesa al Polo Sur, y demás.

Después hemos bajado hacia el puerto en el que una especie de túnel que no llevaba a ninguna parte, también parecía estar colocado como una obra de arte. Después nos hemos enterado que era un antiguo rompeolas que ha quedado como recuerdo.

Una de las atracciones de "Wakkanai" es ir a ver la puesta de sol al "Cabo Noshappu" pero hoy las nubes la han dejado en un mero fulgor.

Mañana retornaremos hacia el sur parando un día en "Asahikawa" y poder echar un vistazo al Parque Nacional "Daisetzuan". Aunque hemos cambiado nuestro itinerario acortando los destinos de esta isla de "Hokkaido" no queremos perdernos el que dicen ser el mejor parque Nacional de Japón, después del "Fujiyama", claro está.

Sobre las 11:00 h. de la mañana llegábamos a "Asahikawa" procedentes de "Wakkanai", después de una efusiva despedida de nuestro ahora amigo también por Facebook "Aki Endo", el dueño del hotel con habitaciones de estilo japonés con tatami, que nos ha dejado más tiesos que un palo.

En la Oficina de Turismo de la estación de "Asahikawa" hemos tenido una grata sorpresa al atendernos una señora muy amable en perfecto español, quien nos ha dicho que vivió en Madrid en casa de la ex-esposa del cineasta "Carlos Saura" y si sabíamos algo de ella, como si eso fuera tan sencillo. Después de darnos toda la información que le hemos pedido y de aclararle de que nosotros vivíamos en "Donosti", nos ha comentado que el tiempo cambiará mañana y que las previsiones eran de que iba a llover. Como mañana queríamos ir al Parque Nacional de "Daisetsuzan", hemos adelantado la visita dejando rápidamente el equipaje en el hotel "Natural Spa Hotel Paco Asahikawa" que es el doble de caro que los de "Toyoko Inn" y las habitaciones igual de pequeñas, pero como estos días son fiesta hemos tenido problemas con el hospedaje.

Tras hora y media en autobús llegábamos a la puerta del teleférico que nos ha subido a una pequeña estación de esquí, en la que aún quedaban algunos esquiadores ávidos de deslizarse por unas muy suaves laderas y con una nieve primavera realmente mala. La primera impresión que hemos tenido ha sido nefasta, porque a estas alturas ir a una pequeña estación de esquí después de llevar más de 50 años esquiando, no nos ha sentado muy bien. Pero al pie del monte "Asahidake" que es el más alto de "Hokkaido" hemos visto unas fumarolas, por lo que nos hemos encaminado hacia ellas. El camino ha sido tortuoso porque en ocasiones nos metíamos en la nieve hasta la cintura con riesgo de perder las zapatillas de barranquismo que usamos y que han demostrado que es el calzado más versátil para viajar. Nos hemos mojado mucho pero como usamos ropa que se seca rápido, no hemos tenido problemas.

Cuando estábamos esperando al autobús de vuelta a "Asahikawa", un señor con sus hijos que venían de hacer esquí de fondo nos ha comenzado a hablar en inglés, diciéndonos que había hecho el camino de Santiago. Durante la espera hemos hablado de muchas cosas, incluso de las angulas que nos compran y que nos han dejado prácticamente sin uno de los platos gastronómicos más importantes de nuestra zona. También el vino de Rioja ha sido otro de los temas tocados.

Un bonito día de relaciones personales y una agradable visita a unas fumarolas que hacían un curioso efecto en la nieve.

El día de hoy ha sido aburridísimo. Hoy lunes y mañana también son fiesta por lo menos en "Hokkaido", por lo que todo el mundo sale a colapsar lo que pueden: carreteras, restaurantes, tiendas, trenes y demás, con tapones y colas en todos los lugares. Un día que no debiéramos ni haber salido del hotel, que también está lleno con colas para coger los ascensores.

Siguiendo el consejo de la señora de la Oficina de Turismo que hablaba español, esta mañana hemos ido al zoo, que según ella, era muy bueno y la principal atracción de "Asahikawa", para lo que hemos cogido un autobús que iba hasta los topes, y que después de transitar media hora se ha metido en un atasco de los coches que iban al famoso zoo. Una hora después, visto que no avanzábamos prácticamente nada, le he preguntado al conductor cuánto nos llevaría el ir andando desde allí. Cuando nos ha dicho que unos veinte minutos, hemos pensado en bajarnos y continuar caminando, para lo que he pulsado el timbre de parar. Bien, una cosa es lo que piensas y otra lo que puedes hacer, porque no nos ha abierto la puerta hasta medía hora después que ha sido cuando penosamente hemos conseguido llegar a la parada ¡¡¡ oficial !!!. Claro, estamos en Japón y a nadie se le ocurre que pueda abrimos la puerta en una de las interminables esperas para avanzar unos pocos metros. Al resto del autobús parecía no importarle tardar dos horas o tres días para llegar al zoo, porque como iban la mayoría dormidos, creo que ni se enteraban de lo que ocurría.

Otro kilómetro andando nos ha llevado a la puerta del zoo, que al menos la entrada costaba menos que el billete del autobús de línea. Dentro ha sido peor, el famoso zoo con unas instalaciones modernas para lo único que servía era para dar cobijo a unos pocos animales con aspecto de tiñosos ya que tenían la piel a ronchones y no precisamente porque estuviesen en proceso de muda: leones, jirafa, jaguar, tigre y demás presentaban un aspecto lamentable por lo que nos hemos marchado enseguida.

La vuelta al centro ha sido más rápida pero de nuevo en un autobús abarrotado en el que curiosamente esa educación y respeto que muestran los japoneses continuamente con sus reverencias, cuando se trata de tener un asiento para dormir, se desvanece y se vuelven poco educados. Niños y jóvenes ocupaban asientos cuando personas mayores iban de pie de mala manera y nadie se ha dignado cederles su asiento. Y lo peor era que las madres daban ya ejemplo al no decirles a sus hijos que se levantaran. Así que ya se sabe, el japonés medio tiene tres defectos: 1 - fuma en algunos restaurantes que puede que esté permitido pero no le preocupa que apeste o moleste al que está junto a él. 2 - Todavía hay vagones en el Metro exclusivamente para mujeres, lo que quiere decir que el abuso y tocamiento en el transporte público debe de ser algo muy común. 3 - No ceden el asiento ni a sol ni a sombra, y así poder echarse la consabida siesta.

El resto del tiempo ha sido un dejar pasar el día para marcharnos mañana a "Sapporo" en nuestro itinerario de vuelta a la isla grande de "Honshu".

Con un corto viaje en tren de hora y media hemos vuelto a Sapporo para aprovechar las últimas oportunidades de ver todavía cerezos en flor y aún hemos conseguido recrear un poco la vista en un bonito día de sol y festivo.

De nuevo hemos ido a un hotel de la cadena "Toyoko Inn" y como ya estaba la mañana avanzada, nos hemos acercado al parque de "Maruyama" que estaba a rebosar de gente haciendo barbacoas y comiendo en familia. Después de los duros inviernos de esta isla de "Hokkaido", la primavera es el punto en el que todo el mundo sale como sea a disfrutarde los parques y hacer el "Hanami".

Dentro de este parque había un templo en el que hemos tenido la suerte de ver una boda tradicionalcon sus preciosos atuendos, lo que en el bellísimo entorno en el que se desarrollaba y la naturaleza tan colorida que lo rodeaba, era el broche para unas preciosas imágenes del Japón histórico.

Por la tarde hemos ido al Parque "Odori" en el centro de la ciudad, donde se sitúan los principales atractivos de Sapporo que tampoco son tantos: Sapporo TV Tower, El Parlamento, La Torre del Reloj y algunos centros comerciales.

Ayer comentaba que uno de los defectos de los japoneses era que no les importaba atufar al de al lado con el humo de su cigarrillo. Pues bien, en la cena de un restaurante muy concurrido nos ha tocado sufrir no a un despistado, sino a más de diez fumadores en grupos diferentes que sujetaban el cigarrillo con una mano y comían con la otra. Increíble pero es así, sin embargo en la calle está prohibido fumar y a nadie se le ocurre saltarse la prohibición. Curiosa la cultura japonesa.

Mañana retornaremos a la isla grande de "Honshu", lo que nos llevará más de nueve horas de tren para llegar a "Ichinoseki", en donde pasaremos la noche y el día siguiente visitaremos los importantes templos de "Chüson-ji".

Hoy nos ha tocado viajar y hemos pasado todo el día en el tren. Desde las 07:30 h. de la mañana hasta las 16:40 h. en cuatro trenes distintos de los que dos eran de alta velocidad (Shinkansen). La primera parte consistía en abandonar la isla de "Hokkaido" a la que todavía no le ha llegado el tren de alta velocidad, lo que nos ha llevado la mayoría del tiempo. La espera máxima por cambio de tren ha sido de veinticinco minutos y la mínima de seis minutos, justo salir de uno y entrar en el del andén de al lado que ya estaba esperando para la salida.

Con esos espacios tan cortos de tiempo que tienen programados para cambiar de tren, ignoro como solucionarán los problemas de pequeños retrasos por causas técnicas, porque se les tiene que desmontar todo el sistema.

Al llegar a "Ichinoseki" hemos ido a la oficina de venta de billetes de "JR" para sacar los de pasado mañana a "Hiroshima", lo que nos llevará otro día de tren. Recorreremos de un tirón las isla grande de "Honsu" casi de punta a punta, lo que le ha llevado a la señorita del mostrador un rato de consultar el mejor y más corto itinerario. Siempre con la sonrisa en la cara invitaba a hacerle todas las consultas que necesitábamos y hemos salido con el tema solucionado.

Como justo al lado estaba la Oficina de Turismo, hemos ido a preguntar la mejor manera de realizar las visitas de mañana, ya que queremos ver los templos de "Chüson-ji" y las gargantas de "Geibi-kei", pero nos ha tocado otra señorita igualmente amable y sonriente, pero que daba palos de ciego y no nos ha aclarado lo que necesitábamos saber. Como nos ha dado mucha documentación, después en el hotel y con ayuda de Internet, hemos realizado la ruta que haremos mañana incluyendo horarios de trenes y autobuses.

Veremos si tenemos suerte con el tiempo porque hemos visto algunas fotografías de las gargantas y nos apetece visitar algo de la poca naturaleza espectacular que tiene Japón.

Un bonito y muy denso día el de hoy. Comenzábamos a las 9:00 h. de la mañana cogiendo un tren de cercanías para ir al pueblo de Geibi-Kei, desde donde partían unas pesadas barcas por el río con destino a las gargantas. Las barcazas estaban provistas de tatamis en lugar de bancos y te tenías que acomodar como pudieras, sentado en el fondo del bote. La barcaza iba llena y a mi me cuesta mucho mantenerme en la posición de ¡¡¡ loto !!! por lo que a ratos con la excusa de sacar alguna fotografía me levantaba y me sentaba en la borda para medio estirar las piernas y no tener calambres. Carmen lo llevaba mejor que yo y ha aguantado el trayecto sin problemas.

La excursión ha durado hora y media y ha sido agradable, más que nada porque éramos los únicos occidentales y te sientes en un entorno muy distinto al habitual, tanto ha sido así, que el barquero en el viaje de ida no ha parado de hablar y suponemos que contaba cosas graciosas porque las personas mayores se reían, mientras que los jóvenes pasaban olímpicamente e iban a su rollo. A la vuelta ha cambiado el disco y ha ido todo el camino cantando poemas, o mejor dicho, parecía que se lamentaba hasta el punto de que Carmen me ha dicho que le recordaba al flamenco.

Por lo demás, la garganta en sí tenía poco de espectacular, las paredes no rebasaban los 100 m de altura y el río bajaba tan mansamente que la barca se movía empujándola con una pértiga. Las que si se veían enormes eran las carpas que seguían a la embarcación a la espera de su ración de comida, porque parece ser que siempre alguien pica y va echando gusanitos o chucherías al agua.

Después hemos cogido un autobús hasta otro pueblo llamado "Hiraizumi", donde se sitúan los templos que queríamos visitar. Otro autobús hacía una ruta circular por todos los templos cada media hora y lo hemos utilizado con un pase para poder subir y bajar cuantas veces quisiéramos. El primer templo a visitar ha sido "Motsü-ji", que lo mejor que tenía era un precioso entorno con lago incluido y una vegetación que en esta época estaba en su mejor momento, mezclándose las tonalidades verdes con otras rojas intensas. Hay que reconocer que la primavera y el otoño en Japón son muy especiales. Lo que la naturaleza les ha negado en grandes paisajes lo ha compensado con flores preciosas de bellos colores y ellos han sabido aprovechar al máximo su ingenio para diseñar jardines de una calidad que no hemos visto en ninguna otra parte del mundo.

Siguiendo nuestro itinerario la siguiente visita ha sido a los templos de "Chüson-ji". Un complejo con grandes pretensiones en el siglo XII, de construir más de 300 edificios y que un gran incendio destruyó la mayor parte de ellos. En la actualidad quedan algunos entre los que destaca el "Konjiki-do", un lugar de gran interés por la multitud de detalles en oro y jade que muestra un buda en su interior.

Cansados de andar todo el día de un lado para otro, un tren nos ha devuelto a "Ichinoseki" donde tenemos nuestro hotel "Toyoko Inn" que ya es como nuestra casa. Las habitaciones tienen todas la misma decoración independientemente de la ciudad en la que estés y hace que te sientas siempre en un lugar conocido y hasta familiar.

Hoy sí que hemos tenido un día de tren en toda regla. Otra vez hemos cogido hasta cuatro trenes y para el cambio de uno de ellos esta vez hemos tenido sólo cuatro minutos. Vamos que casi salimos por la ventanilla para ganar tiempo. Pero es lo normal y el sistema te da los billetes con esos márgenes . La verdad es que después de estar cuatro horas y media en un tren, que tengas sólo cuatro minutos para salir, montarte en otro tren, buscar el número de coche en el que te debes montar, todo ello arrastrando las maletas, sorprende un poco. Pero esto es Japón y es de lo más normal correr por la estación. Esa debe ser la explicación del porqué los japoneses en cuanto se sientan, se quedan dormidos y no lo ceden jamás. El cansancio de correr por los andenes se cobra su precio.

Hoy he tenido un desliz con el hotel que había reservado de "Toyoko Inn" confundiendo su ubicación, lo que ha hecho que nos fuésemos a otra estación a las afueras de "Hiroshima". El cambio que hicimos de itinerario y que fuera fin de semana nos complicó el poder reservar y cuando al final lo conseguí, pensé que lo hacía en otro hotel de la misma cadena. Nos hemos dado cuenta de la equivocación cuando en el hotel al que hemos ido no encontraban la reserva, lo que ha supuesto esperar otra hora a que pasara el siguiente "Shinkansen" en dirección a Hiroshima, que una vez en marcha en ocho minutos nos ha dejado en la estación idónea y cerca del hotel.

Mañana visitaremos la isla de "Miyajima", la del famoso torii en el agua y que es uno de los lugares más fotografiados de todo Japón. Yo ya he estado un par de veces, pero la última con Carmen y los chavales en el año 2009 nos llovió tanto que casi no pudimos disfrutar de los bonitos paisajes que tiene. En este viaje de ahora, todos los días que llevamos en Japón han sido de buen tiempo y esperemos que mañana continúe la racha y que Carmen se saque la espina y vea la isla en todo su esplendor.

Hoy hemos vuelto a cambiar rápidamente de planes, porque ha salido el día lluvioso y hemos preferido intercambiar las visitas: la de hoy por la de mañana. Esto nos ha obligado a cancelar y contratar hoteles pero como se trataba de cambiar la noche del domingo no hemos tenido ningún problema y lo hemos resuelto todo muy rápido A las 9:00 h. de la mañana cogíamos el "Shinkansen" con destino a "Kokura" en la isla de "Kiushu". Después otro tren de cercanías hasta "Yahata" y por último un autobús gratuito hasta el "Kawachi Fujien Garden". Un espectacular jardín de wisterias que caían formando túneles entre los que paseaban multitud de visitantes que de alguna forma interferían en las imágenes.

Ya sé que no hay que ser egoísta y que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de entornos tan impresionantes como el de hoy, pero la gente ¡¡¡ molestaba !!! a la plasticidad de las imágenes que las wisterias formaban. Además como era sábado y ya se sabe como salen los japoneses los fines de semana a inundarlo todo, no ha habido forma a pesar de intentar todo tipo de estratagemas, de eliminar de las tomas a ¡¡¡ los intrusos !!!.

De vuelta a coger el tren de alta velocidad en "Yahata", hemos entrado en un restaurante a comer y viendo que se nos escapaba el tiempo, le he llamado a la sonriente señora que nos había cogido el pedido y como no hablaba nada de inglés y yo no sabía como decirle que teníamos mucha prisa porque podíamos perder el tren, he exclamado ¡¡¡ Shinkansen !!! y ella le ha repetido alterada al encargado ¡¡¡ Shinkansen, Shinkansen... !!! quien ha corrido a la cocina a agilizar el pedido. Hay que reconocer que es gente muy encantadora con la que yo no me corto en preguntar y hablarles porque sé que les gusta ayudarte como sea.

Ya en "Hiroshima", el bono "Rail JR Pass" para extranjeros que tenemos y que nos permite andar en tren sin límite, también sirve para un autobús turístico que recorre los principales lugares de interés de la ciudad, en el que nos hemos desplazado al obligado lugar donde impactó la bomba atómica, que curiosamente las veces anteriores nos pareció un lugar sagrado en donde se respiraba un recuerdo que obligaba hasta a bajar la voz en señal de respeto, pero que hoy lleno de turistas y guías dando la chapa, no tenía ese ambiente de recogimiento que lo hace tan especial.

Las previsiones son de buen tiempo para mañana y esperamos que "Miyajima" nos reciba con sol y marea alta para ver el más famoso torii de Japón en su mejor momento.

Miyajima nos ha recibido con un tiempo excepcional. Hicimos bien en cambiar el día de visita porque hoy el sol ha brillado durante todo el día y hemos podido visitar todo lo que teníamos planeado de la isla.

Para las nueve de la mañana ya montábamos en el tren local que nos iba a llevar hasta la estación de "Miyajimaguchi" situada junto a los embarcaderos de los ferries que cruzan a la isla. En nuestro "Rail JR Pass" entra también el ferry de "JR", por lo que nos hemos dirigido a su muelle para no pagar el viaje.

En nuestras visitas anteriores a "Miyajima" siempre habíamos tenido la mala suerte de ver el famoso torii con marea baja lo que desmerece bastante verlo sobre piedras y barro, pero hoy estaba marea alta y lo hemos visto irguiéndose en el agua. Como era domingo la afluencia de gente era muy grande y nada más llegar nos hemos dirigido al "Teleférico" que sube el "Monte Misen" desde el que se tienen una preciosas vistas de los islotes cercanos. El recuerdo que tenía del paisaje era muy bueno y de nuevo hemos podido disfrutarlo sin demasiada aglomeración de gente.

Sin embargo conseguir fotografiarnos con el torii ha sido más complicado, porque al igual que ayer ha sido imposible eliminar a los ¡¡¡ intrusos !!! que parecían querer salir en la foto a toda costa. Una vez más hemos picado las típicas y malísimas ostras a la plancha, pero sólo porque parece ser casi obligado cuando vienes a "Miyajima" y desde luego no por su calidad. Desde el "Monte Misen" se veían los viveros de crianza en un mar totalmente en calma que difícilmente puede dar sabor a los crustáceos. También hemos comido "Okonomiyaki" que significa “cocinar en la plancha al gusto” y que es otro plato típico de esta zona. Consiste en una torta en la que se elige su relleno, de entre una amplia gama de posibilidades (carne de buey, calamares, gambas, carne de cerdo, pulpo, etc.) se mezcla sobre una masa de huevo y harina y se cocina sobre una plancha caliente.

Por la tarde de vuelta en "Hiroshima" hemos vuelto a coger el mismo autobús de ayer para visitar los jardines "Shukkeien" que tienen un diseño inspirado en el "Lago del Oeste" de la ciudad china de "Hangzhou" que tan buenos recuerdos nos trae. Y por último una visita rápida al "Castillo de Hiroshima" que se encontraba cerca de los jardines.

Hemos terminado las visitas a "Hiroshima" y alrededores y mañana subiremos hacía Kioto para pasar los dos últimos día en Japón y despedirnos del país en la ciudad más bella de las islas.

Hoy el viaje en tren nos lo hemos tomado con más tranquilidad y hasta las 11 de la mañana no salíamos de Hiroshima llegando a Kioto sobre las 13:30 h. Tiempo de comer en la propia estación de tren antes de empezar la ardua tarea de movernos en "Metro" con varias líneas diferentes y sin el idioma inglés en las máquinas, por lo que me he tenido que echar encima de una persona que estaba sacando un billete, para memorizar la secuencia de pasos que daba y repetirla nosotros en japonés, siendo el primer paso echar el dinero porque hasta entonces no se activan las teclas. Todo ello para bajarnos una estación después, salir de esa línea y pagar de nuevo en la otra que iba en dirección al hotel.

Como uno puede comprender moverte en Metro por Kioto es carísimo, porque tienes que pagar cada vez que cambias de compañía y depende donde tengas que ir puedes tener que cambiar hasta tres veces con el consiguiente coste. En nuestro caso con dos ha sido suficiente, pero con algún problemilla. En la nueva línea teníamos que bajarnos en la segunda parada, pero no ha sido posible porque ha pasado de largo, hasta tres paradas más. Cuando he visto que llegábamos a la estación y no paraba, me ha venido la imagen de verme mirando por la ventanilla como la primera vez que vine a Kioto, que curiosamente me ocurrió lo mismo y con el mismo tren. Hemos cogido al igual que la vez anterior un tren express que va al extrarradio saltándose estaciones. Por lo menos no hemos tenido que pagar el largo recorrido que hemos hecho, pudiendo cambiar de andén sin salir del Metro.

El hotel "Toyoko Inn" que habíamos reservado es el habitual de cuando venimos a Kioto, porque está situado en la propia calle comercial más importante de la ciudad, aunque en su parte más lejana, pero aún así, no deja de ser una opción estupenda de precio medio. Como ya era tarde para desplazarnos, hemos salido y recorrido la calle hasta el final donde se ubica la zona de "Gion", famosa por ser el barrio de las geishas. Al contrario de otras veces hoy no hemos visto ninguna, pero sin embargo nos ha parecido que había más gente corriente vistiendo kimonos de lo habitual.

Como en anteriores ocasiones no hemos visitado el santuario de "Fushimi-Inari Taisha", dedicado a los dioses del arroz y del sake, lo haremos mañana. Recorreremos una colina en la que se reparten cinco santuarios franqueados por multitud de torii rojas, de las que hemos visto curiosas imágenes.

Está claro que no me puedo quejar. Qué mejor que pasar el día de tu cumpleaños en esta preciosa ciudad que probablemente sea la más bella del planeta, aunque el tiempo no ha acompañado porque ha estado lloviendo todo el día. Sin embargo, el mal tiempo ha tenido sus ventajas cuando hemos visitado los templos de "Fushimi-inari Taisha", porque nos ha quitado ese ejército de espontáneos que impiden sacar una fotografía en óptimas condiciones. En cuanto ha empezado a llover la gente ha desaparecido de escena y hemos estado mucho más tranquilos. Eso sí, calándonos hasta los huesos que es el precio que hemos tenido que pagar.

Este complejo de santuarios es muy visitado por sus miles de torii que forman un larguísimo túnel a lo largo de la serpenteante subida y bajada de una colina con cerca de cuatro Km de longitud. Esta sucesión de puertas torii, todas iguales, crean unas bonitas imágenes que son muy apreciadas por los miles de visitantes, así que es difícil encontrar la situación idónea para sacar el mejor partido. Aunque hoy la luz no era buena por la permanente lluvia, si hemos encontrado algunos momentos de cierta tranquilidad que los hemos aprovechado con premura.

El resto del día ha sido, andar de un lado a otro teniendo que comprar paraguas y llegando a media tarde al hotel con los pies totalmente calados. Como que había que celebrar de alguna forma mi cumpleaños hemos salido a cenar tempura, a pesar de que seguía diluviando. Mañana cogeremos el último tren de Japón hasta "Shimonoseki", donde embarcaremos con la naviera "Campu Ferry" que nos llevará durante toda la noche a "Busan" en "Corea del sur".

Japón nos ha despedido con un día de sol como para querer congraciarse por el diluvio de ayer y como el ferry no nos salía hasta el atardecer y desde "Shimonoseki", hemos aprovechado la mañana visitando de nuevo algunos templos ya conocidos pero que por su bellezas se pueden repetir.

Como hay un par de ellos cerca de la estación, paseando hemos ido a "Hongan-ji" que después de muchos años continúa empaquetado por obras y parece que le quedan todavía muchos más, a tenor de las grandiosas estructuras de hierro que lo cubren. Después, la visita ha sido al de "Nishi-Hoganji", otro de los clásicos de Kioto.

A las 14:13 h. abandonábamos la bella "Kioto" en el "Shinkansen" para llegar a "Shimonoseki" pasadas las 17:40 h., con un par de cambios de tren. Como el terminal de embarque estaba cerca de la estación de tren, andando nos hemos dirigido a las oficinas de "Campu Ferry" para hacer el check-in con la reserva que me habían enviado por email. Todo ha funcionado perfectamente y rápidamente embarcábamos junto a numerosos grupos de coreanos que habían hecho una visita a Japón. Sin salir de Japón ya parecía que lo habíamos hecho, porque los coreanos son bastante gritones, algo menos que los chinos, pero nada que ver con los correctos y educados japoneses.

En este momento nos encontramos navegando por el "Mar de Japón" y mañana sobre las 8:00 h. de la mañana entraremos en el puerto de Busán en Corea del Sur, una zona que en mi viaje anterior que hice solo a Corea, no visité.

El objetivo de este cuarto viaje a Japón ha sido conocer este país en primavera, porque siempre habíamos oído hablar del "Cherry Blossom", el "Hanami" o en nuestro idioma "los cerezos en flor", y ese objetivo lo hemos cumplido llevándonos un recuerdo incomparable. Cuando llegamos a "Hirosaki", lugar donde se celebraba un festival "Cherry Blossom" la sorpresa fue mayúscula porque aunque era conocida su importancia, la estrella para nosotros debía de ser "Matsumae" con su llamado "Cherry Blossom de los 10.000 cerezos en flor". Pues bien, vistos los de: "Hirosaki", "Hakodate", "Matsumae" y "Sapporo", no tenemos duda de que el de "Hirosaki" es con mucho el mejor, tanto por la calidad de sus árboles, el impresionante florecimiento, como por el entorno en el que están situados.

Continuamos por la isla de "Hokkaido" hasta llegar a su punto más septentrional, el "Cabo Soya" muy cerca de islas pertenecientes a Rusia. Visto que los paisajes no nos gustaron demasiado, cambiamos nuestro itinerario, eliminando las visitas a la costa oeste de esta isla y parando un par de días en "Asahikawa" y "Sapporo", volvimos a la isla grande de "Honshu" para ver los templos de "Chüson-ji" y las gargantas de "Geibi-kei". A continuación de un tirón bajamos hasta "Hirosima" donde visitamos la cercana isla de "Miyajima" y una escapada en el día hasta Yahata en la isla de "Kiushu" para visitar Kawachi Fujien Garden, un precioso jardín de wisterias.

El final de este viaje lo pasamos en Kioto que siempre es muy agradable visitar sus templos y maravillosos jardines. Hemos repetido algunos destinos de Japón porque en anteriores visitas el tiempo nos había impedido disfrutar de algunos de sus atractivos y porque siempre descubres cosas nuevas. Difícilmente uno puede decir que conoce bien Kioto.

Japón nos encanta y posiblemente ésta no será la última vez que lo veamos. Es un país al que admiramos por su limpieza, la amabilidad de sus gentes al menos con nosotros, su educación y no tanto por su escaso interés en agradar a sus compañeros de asiento en las comidas, fumando a diestro y siniestro. Tampoco nos gusta el poco respeto que se muestra en general hacia las personas mayores, que en este país hay muchas, y a las que no ceden el asiento del tren o Metro bajo ningún concepto, no sea que les puedan estropear la siesta que se echan cada vez que se sientan, incluso algunos de pie. En definitiva, una cultura: muy complicada, curiosa y muy diferente a la nuestra de la que podemos aprender mucho, aunque no todo es bueno.

Una noche de travesía muy tranquila, aunque ha habido un momento que cabeceaba un poco el barco, por lo que hemos preferido tomar la correspondiente pastilla y dormir tranquilos. Para las 06:30 h. de la mañana nos han despertado, si bien hasta las 8:00 h. no hemos desembarcado. La entrada a Corea del Sur ha sido muy rápida en la aduana del puerto y he cambiado la moneda que me quedaba, yenes por wons. Gracias a ellos hemos podido coger el Metro hasta el hotel, porque los cajeros del terminal de ferries, no aceptaban tarjetas internacionales.

Para conseguir sacar la primera vez el billete del Metro nos han tenido que ayudar porque el idioma de las máquinas lógicamente estaban en coreano. Pero no tan lógico es que teniendo una tecla que te cambia al idioma inglés, dicha tecla también esté en coreano, por lo que cuando hemos vistos cual era, después ya no hemos tenido problemas. Seguimos hospedándonos en la cadena "Toyoko Inn" porque además de Japón también tiene unos cuantos hoteles en las principales ciudades de Corea.

Dejado el equipaje, para las nueve de la mañana ya salíamos en dirección a "Jagalchi Fish Market" un enorme mercado de pescado, tanto de producto seco como fresco. Durante un buen rato hemos admirado las diferentes variedades de pescado alguna conocidas como: gallos, verdeles e incluso corcones. Otras sin embargo, era la primera vez que veíamos y la verdad es que no estaban muy apetitosas, pero son cosas de la costumbre.

Después del mercado, hemos subido al parque "Yongdusan" a través de calles comerciales repletas de tiendas y es que "Busan" debe tener el récord "Guinness" en cuanto al mayor centro comercial del mundo y no es de extrañar, porque toda la ciudad es un hervidero de tiendas, por lo que si te quieres distinguir debes construir algo ¡¡¡ megaenorme !!!.

Por la tarde la visita ha sido a la playa "Gwang-an" que dicen que es la mejor de Corea. A nosotros no nos ha gustado porque delante tiene un larguísimo y feo puente que todavía no entendemos que pinta allí, porque va paralelo a la playa, por lo que muy bien podría ir la carretera por tierra y sin necesidad de puentes, aunque también es cierto, que mucho más no podía afear el paisaje ya de por sí muy poco agraciado.

Mañana seguiremos visitando otras zonas de "Busan" principalmente en las zonas costeras, a ver si encontramos algo que merezca la pena porque lo de hoy ha sido muy mediocre.

Un día muy agradable el que hemos pasado hoy. Cuando crees que el lugar en el que estás no da para mucho, surgen unas bonitas visitas que te hacen cambiar de opinión. En este caso "Busan" nos ha enseñado hoy lo mejor que tiene. Un par de lugares en la costa que por la cantidad de gente que había paseando por ellos, eran sin duda los atractivos de la segunda ciudad en importancia de Corea.

Después de desayunar el consabido menú asiático que nos obsequia el hotel "Toyoko Inn" similar a los que nos servían en Japón, nos hemos acercado a la cercana "Estación de Tren de Busan" para reservar un coche que lo cogeremos mañana y con el que durante seis días, nos moveremos por la zona haciendo un recorrido por los principales lugares dignos de visitar. Aunque traíamos información de agencias de alquiler, hemos visto que los precios contratados aquí son mucho más bajos, así que con una empresa local llamada "Unity" hemos contratado coger mañana el coche muy cerca del hotel y entregarlo en el aeropuerto cuando nos vayamos a la isla de Jeju.

Seguido hemos comprado un pase de día de "Metro" que nos trae más a cuenta para irnos a un trail llamado "Dongbaek". Se trataba de un recorrido construido sobre madera para pasear y que rodeaba un saliente al mar en el que se ubica la llamada "Nurimaru APEC House" que fue construida para la convención de la Asociación del Comercio del Pacífico en el año 2005.

Hemos vuelto al Metro para desplazarnos de nuevo a otro destino en el que también hemos tenido que coger un autobús que nos ha costado lo suyo. En Corea se habla muy poco inglés y cuando la cosa se complica como hoy, en el que el autobús que debíamos de coger ya no prestaba servicio, llegar a enterarte de lo que realmente pasa te lleva tiempo. Pero al final hemos tenido suerte porque he preguntado a un conductor de un autobús que precisamente nos acercaba mucho al templo "Haedong" que era nuestro destino.

Un bonito templo sobre las rocas que además estaba en sus días de fiesta por lo que lo habían engalanado con farolillos multicolores. Unos altavoces emitían sin descanso lo que parecían ser oraciones y te situaban aún mejor en ese entorno de culto, tan diferente al nuestro y en el que muchísima gente lo visitaba.

De camino de vuelta hemos parado en el Centro Comercial "Shinsegae" que llegó a estar en el libro "Guinness" como el mayor del mundo en 2009. Después de dar una vuelta y comprobar que los precios eran poco competitivos respecto al otro gran mall que es el de "Dubai", nos hemos marchado.

Mañana abandonaremos "Busan" en coche para recorrer la parte sureste de Corea, un área que todavía no conocemos y en la que no estuve en mi viaje anterior a este país.

Hoy no nos ha cundido el día tanto como pensábamos y hemos tenido que reajustar el itinerario, para terminar de ver lo que nos ha quedado pendiente de la zona de templos de "Gyeongju". Hemos tardado en coger el coche alquilado porque no hablaban inglés los encargados de entregárnoslo y nos han explicado muy poco de como funcionaba el GPS, que después ha resultado ser una porquería que nos servía de poco, teniendo que recurrir a nuestro "Maps.me" que ha sido quien nos ha llevado a los templos de Bulguksa y a la Gruta de Seokguram. Si no llega a ser porque llevábamos bien preparados los lugares a visitar con su ubicación física ya introducida en nuestro sistema, no hubiésemos conseguido llegar a nuestro destino. Así que el arduo trabajo previo a los viajes que hacemos con anterioridad en casa, de identificar dónde está cada punto de interés y los hoteles a los que tenemos que llegar si queremos dormir, se hace imprescindible.

En el retraso también ha contribuido el denso tráfico que había en la carretera, no sé si porque era sábado o a pesar de ello. Hemos tardado más de dos horas y media en hacer 100 Km, siendo gran parte de ellos por una buena autopista de pago. Aquí no hay las limitaciones de 50 Km/h de Japón, pero lo que hay son muchos más coches en la carretera.

Los templos en los que hemos estado se encuadran dentro del Parque Nacional de "Gyeongju" y también a los que iremos mañana, siendo éste el mayor conglomerado de: templos, grutas y tumbas de todo Corea. La primera visita ha sido al centro budista "Bulguksa" que nos ha sorprendido porque no estaba lo bien conservado que suelen estar los pertenecientes a la Unesco y nos ha parecido de muy inferior nivel a los que se pueden ver en "China" y con los que tiene una cierta semejanza.

Unos ocho Km subiendo por una colina, "La Gruta de Seokguram" estaba mucho mejor acondicionada y su buda de piedra en la gruta bien protegido hasta de las cámaras fotográficas, porque estaba prohibido fotografiarlo. Aparte de la bonita gruta poco más tenía que enseñar este centro religioso por lo que pronto nos hemos marchado.

Viendo la hora que era y que la ciudad de "Daegu" donde teníamos reservado el hotel estaba a 80 Km, hemos decidido dejar el resto de visitas que son unas cuantas para mañana, lo que nos obligará a retroceder unos 60 Km pero preferimos tomárnoslo con tranquilidad y terminar de ver bien este Parque Nacional.

La autopista hasta "Daegu" ha sido buena y veíamos mucho tráfico en sentido inverso, no afectándonos y llegando al atardecer al "AR motel" que ha resultado ser un ¡¡¡ nido de amor !!! en el que se pueden alquilar habitaciones por horas y al hacer el check-in nos han entregado un set con muchos accesorios de baño y también condones. Parece ser que en Corea el concepto de motel está ligado a la sexualidad, aunque hemos leído que en los nuevos como es éste, se compatibiliza la habitación con doble uso, por horas y normal de noche como cualquier otro hotel.

Nosotros lo traíamos reservado con "Booking.com" y no nos importa, siempre que no nos cause problemas y nos dejen dormir. De hecho, al tener que reajustar nuestro itinerario hemos ampliado la reserva a una noche más, porque nos ha parecido que los encargados eran gente maja, aunque, no hablan nada de inglés y simplemente decirles que queríamos una noche más ha sido toda una lucha con un calendario que tenían en la pared. La cena la hemos realizado al más puro estilo coreano de sábado por la noche, comiéndonos una barbacoa de panceta y verduras que es lo típico en las ciudades.

Si después de lo que escribí ayer en el diario respecto al ¡¡¡ nido de amor !!! que es el "AR motel" en el que estamos, digo que esta noche un hombre en calzoncillos ha entrado en nuestra habitación, seguro que muy pocos lo creen, pero es la auténtica verdad, si no que se lo pregunten a Carmen que fue quien primero lo vio, porque a primeras horas de la noche duermo muy profundamente.

Sobre las doce y media de la noche, Carmen me despertó sobresaltada diciéndome que alguien entraba en la habitación, cuando abrí los ojos me encontré que las luces de la entrada se habían encendido automáticamente y un hombre que sólo llevaba unos calzoncillos granates avanzaba hacia la cama. El instinto de supervivencia a mí me funciona de maravilla a esas horas, porque salté de la cama enfrentándome y con la intención de abalanzarme sobre él y gritándole ¡¡¡ que quería !!! en perfecto español, cosa que seguro que no entendió, pero la mala leche que yo llevaba si la comprendió, lo que hizo que se diese la vuelta y se marchase rápidamente.

No es la primera vez que me ocurre un incidente a esas horas y la reacción que he tenido siempre ha sido la misma. Parece que no me gusta la indefensión que se tiene cuando uno duerme y mi respuesta es automática. Esta noche no ha sido necesario más que un par de gritos para solucionar el tema, pero como es natural después pagas el precio del insomnio porque piensas que si ha entrado una vez, puede volver a hacerlo o cualquier otro también. Lo que hemos hecho ha sido crear una barricada en la puerta con una banqueta y una maleta, de forma que si alguien intentaba entrar nos daríamos cuenta. Esto nos ha dado más seguridad, pero conciliar el sueño de nuevo nos ha llevado su tiempo, porque se nos aparecía la imagen del coreano en calzoncillos granate.

Dándole vueltas al tema, he podido comprobar que por error lo que yo pensé ayer que era la forma de bloquear la puerta con pestillo desde el interior, lo que hacía era realmente dejarla abierta desde el exterior. Un nuevo motel con sofisticado sistema de tarjeta para entrar en la habitación me ha llevado al error de identificar el color del pestillo como seguro y posiblemente la persona se equivocó de habitación dándose la casualidad de encontrar la nuestra abierta. A lo que todavía no encontramos explicación es a lo que hacía el coreano descalzo y en calzoncillos por el pasillo del motel, de dónde venía y a dónde iba. Pero como estamos en este tipo de hospedaje con habitaciones que se pueden coger por horas, pensamos que aparte del caraoque que tanto les gusta, también deben tener otras distracciones que desconocemos.

Esta noche a pesar de saber que la puerta está cerrada volveremos a formar una barricada con las maletas. Al encargado del hotel no le he dicho nada porque aparte de haber sido el error mío, tampoco íbamos a ser capaces de entendernos en coreano que es lo único que aquí hablan.

En cuanto a las visitas, hemos vuelto al Parque Nacional de Gyeongju, dirigiéndonos primero al Museo Nacional que tenía pocas cosas que enseñar y después al centro religioso de "Anapsi" que lo poco que queda de lo original ha sido restaurado y parece que los edificios datan de hace un par de años.

Después siguiendo las recomendaciones de la Oficina de Turismo, hemos visto el llamado "Observatorio" que es el más antiguo del este de Asia, pero que no pasaba de ser una pequeña torre de piedras que no ha merecido casi ni ser fotografiada. Y como centro más importante desde el punto de vista histórico, los túmulos y tumbas de "Cheonmachong", tampoco nos han despertado un interés mínimo.

Corea desde la óptica de yacimientos arqueológicos poco tiene que ofrecer, e incluso no parece que le den excesiva importancia. Hoy "Gyeongju" estaba lleno de gente, pero principalmente en zonas de recreo como "Bomun Resort", un lago con: hoteles de lujo, parques temáticos, acuáticos y tiendas, es decir, todo lo que produce diversión.

Esta noche hemos dormido de un tirón, porque el coreano de los calzoncillos granate no ha aparecido, tal vez porque sabía que habíamos cerrado la puerta bien y puesto la barricada para mayor seguridad. El caso es que ha sido una noche muy tranquila y todo ha quedado como una simple anécdota de las muchas que suelen ocurrir en los viajes.

El tiempo hoy ha sido muy malo, lloviendo durante todo el día sin parar lo que ha hecho que nos olvidásemos de ir al Parque Nacional "Jirisan" y fuésemos directamente hasta "Jinju" que era la ciudad elegida para pernoctar, porque tiene un precioso castillo en una margen del río y me habían gustado mucho las imágenes que había visto de él. Pero llegar no ha sido tan fácil, porque el GPS que nos dieron con el coche no funciona y nos hemos apañado con el nuestro en el móvil con "Maps.me". Pero en un desdoblamiento de la autopista nada más salir de "Daegu" me he despistado y he cogido el desvío equivocado, no siendo posible rectificar porque no había salidas cercanas. El GPS ha recalculado una nueva ruta y ahí se ha liado la cosa porque de una parte había tramos con obras y desviaciones y de otra el GPS no debía tener los mapas bien porque nos ha hecho un trazado imposible de seguir. Unos veinte Km después hemos conseguido dar la vuelta y volver a "Daegu" para coger el desvío correcto y a partir de ahí todo ha ido bien, pero hemos tardado mucho tiempo en llegar a "Jinju".

Hoy teníamos otro motel como hospedaje, éste llamado "Movie Motel" que nos ha costado encontrar lo suyo, hasta el punto de que Carmen se ha quedado esperando en el coche mal aparcado en una calle, mientras yo intentaba que alguien me indicara donde estaba el hotel, pero como este tema de moteles parece que es tabú entre la gente de la calle, nadie sabía o no quería saber dónde estaba, hasta que un joven amablemente les ha llamado por teléfono para que les indicara dónde estaba. Al final casi me pierdo porque me ha costado encontrar el coche con Carmen, resultando que estaba aparcado en una calle de al lado del motel.

Una vez dejado el equipaje, nos hemos acercado al "Castillo de Jinju" que ha resultado ser una hermosa fortaleza por la que hemos estado paseando más de dos horas y media, entre numerosos y bien conservados edificios: religiosos, militares, y un museo, todos ellos dentro de un parque.

Después de cenar en un pequeño local de señoras muy amables y simpáticas que nos han estado enseñando como combinar los distintos platos que habitualmente sacan para acompañar a los principales, hemos vuelto a ver si el castillo estaba iluminado, porque con el tiempo tan triste no lo teníamos seguro. Esta vez la suerte nos ha sonreído y estaba precioso, con una iluminación muy bonita y suave, cosa extraña en estos sitios porque suelen abusar de los colores fuertes.

Este "Castillo de Jinju" ha sido sin duda, lo mejor que hemos visto por ahora en "Corea" y no precisamente porque estuviese recomendado dentro de los principales atractivos del país.

Parece que el mal tiempo ya ha pasado y hoy ha salido un día excepcional de sol. Tanto es así que casi ni recuerdo un día de cielo tan azul y más limpio que de costumbre, porque en Asia, siempre hay una neblina que se instala y dura todo el día. Nada que ver con las calimas matutinas a los que nosotros estamos acostumbrados que duran normalmente poco tiempo.

Salíamos de "Jinju" recordando el bonito paseo que dimos ayer por la tarde y noche en el castillo y con cierta alegría porque el buen tiempo nos acompañaba y parecía que habíamos comenzado a ver cosas bonitas en esta zona de Corea. Nos hemos dirigido a la costa sur, donde numerosas islas conforman, según deducíamos de los mapas, bonitos paisajes llenos de rocas y entradas de mar. Al principio, nos ha parecido agradable el viaje porque discurríamos por carreteras costeras y siempre teníamos a la vista el mar. Pero el tremendo desarrollo industrial de Corea hace que los bonitos entornos naturales se hayan degradado convirtiéndose en un conglomerado de grúas, rascacielos y pabellones, coexistiendo con playas de arena dorada y larguísimos puentes que iban uniendo las islas.

Hemos llegado hasta un conocido destino vacacional llamado "Sangju Beach", pero la frialdad del agua hace que las playas sean lugar de paseo y no de baño.

Después nos hemos dirigido a "Geoje" para dejar el equipaje en el hotel "Geojedo Beach" que lo de beach no sé de donde lo habrán sacado y que lo único que vale son las vistas al mar que tenemos. Carmen se ha acostumbrado a los moteles y los prefiere porque son más baratos y tienen mejores instalaciones y servicios que estos clásicos de turismo.

Rápidamente hemos salido para visitar el "Parque Nacional de Hallyeohaesang" que tiene un paisaje impresionante, sobre todo en un atardecer como el de hoy. Una vez más hemos quedado sorprendidos porque casi no teníamos mucha información de este parque y la calidad de sus vistas son como para que se le tenga mucho más en cuenta.

Un bonito día el de hoy, disfrutando de un entorno que nos ha encantado y en donde las carreteras las encontrábamos vacías, pudiendo desplazarnos con tranquilidad y sin el agobio que veníamos sufriendo desde que llegamos a Corea. Mañana hemos reservado un tour en barco hasta otra isla llamada "Oedo" perteneciente al mismo Parque Nacional.

El tiempo se ha portado bien y se ha repetido el día de ayer en cuanto al sol y temperatura, pero del tour marítimo esperábamos más. Probablemente estábamos confundidos al pensar que los islotes tan preciosos que vimos ayer, hoy los veríamos de cerca, pero no ha sido así.

Sobre las 9:45 h. de la mañana embarcábamos como es natural rodeados de coreanos y casi luchando por coger un buen sitio en la embarcación, porque conociendo su comportamiento que aunque no llega al de los ¡¡¡ chinos colones !!! algo si se asemeja, no te puedes dormir si quieres conseguír un buen asiento del lado del que pensábamos era el mejor para ver los islotes. Nosotros hemos acertado y los del otro lado no, y han visto sólo el horizonte del mar. Pensábamos que el barco daría la vuelta en ambos sentidos, pero no ha sido así y mucha gente se ha quedado sin ver la isla rocosa.

Pero no les habrá importado porque a lo que iba la gente era a visitar la isla de Oedo, que toda ella es un jardín para nosotros bastante hortera, pero a los coreanos debe ser lo que les gusta. Allí hemos desembarcado y durante hora y media hemos estado paseando entre estatuas griegas, flores y cantidad de setos recortados con gran maestría, pero que resultaban demasiado artificiales con formas un tanto recargadas.

Nosotros nos hemos dedicado a recorrer la isla con la vista puesta más en el horizonte en el que había un buen paisaje, que en los recargados jardines, y si hubiésemos sabido el tipo de viaje que era no lo hubiésemos cogido, pero en los carteles figuraban las rocas y no los setos hábilmente recortados, lo que nos llevó ayer a la confusión. Y como aquí no hay forma de entenderse más que para que te indiquen donde está el ¡¡¡ Toilet !!!, así nos ha ido hoy.

Por la tarde hemos vuelto a "Busan" a ¡¡¡ nuestra casa "Toyoko Inn" !!! para mañana por la tarde coger un avión a la isla de Jeju, de la que tengo gratos recuerdos de mi visita anterior.

Este último día en la zona de Busan lo hemos pasado en la costa de "Taejongdae", dando un paseo por un trail costero que transcurría pegado al agua y que no lo hemos terminado porque el tiempo del que disponíamos no daba para mucho. Además queríamos ir a otra parte de esa misma costa donde se anunciaban unos acantilados, pero ha aparecido multitud de gente y grupos de estudiantes que llenaban los vehículos que te trasladaban y no hemos querido crearnos problemas de desplazamientos, porque bastante teníamos después con devolver el coche en el aeropuerto a tiempo, con el tráfico que hay en "Busan".

Al final hemos llegado antes de lo esperado y nos han ofrecido meternos en un avión que despegaba antes que el nuestro, a lo que hemos accedido porque nos interesaba llegar pronto a "Jeju" y mirar la posibilidad de alquilar un coche. A través de Internet nos había sido imposible hacerlo porque al ser fin de semana y ser ésta una isla muy visitada, no había ninguno disponible de las agencias internacionales que operan en los aeropuertos. Así que en cuanto hemos bajado del avión hemos buscado algún mostrador de agencias locales, encontrando uno que disponían de algún coche de nivel económico, pero que son "Hyundai" de dimensiones más bien grandes.

El problema de nuevo ha sido el idioma, porque las pocas personas que lo hablan sólo saben algunas pocas palabras y se ayudan de los traductores de sus teléfonos móviles, como si fueran la ¡¡¡ piedra filosofal !!! y las traducciones que generaban no eran entendibles ni tenían ningún sentido. En el mostrador que estábamos, que era el mayor de todas las compañías, había siete señoritas y no había forma de entendernos. El mayor problema ha venido cuando nos han dicho que les efectuáramos una llamada desde nuestro teléfono para hacer el check-in. Preguntábamos el porqué de la llamada, porque no podíamos hacerla si no nos daban el número para llamadas internacionales, lo que no debían entender. Después de más de media hora de ¡¡¡ tira y afloja !!! y porque teníamos mucho interés de coger el último coche que debía quedar disponible en toda la isla de "Jeju", les he dicho que me llamaran ellas a mi teléfono. Ha venido otra nueva señorita y ha debido hacerlo porque mi teléfono ha empezado a sonar y una exclamación global de un ¡¡¡ ohhhhhhh....!!! se ha escuchado en el aeropuerto y eso les ha debido parecer suficiente para continuar con los trámites del alquiler. Parece ser que querían saber si mi teléfono era bueno y si me podían llamar en caso necesario.

Ya con el preciado coche en nuestro poder, nos hemos trasladado al "Jeju December hotel" que nos ha gustado de entrada y en el que pasaremos los tres días que permaneceremos en la isla. Al final se nos ha solucionado la cosa porque aunque tenía una alternativa de apuntarnos a tours para recorrer "Jeju" en caso de no encontrar coche, es una opción que no nos gusta mucho y preferimos andar a nuestro aire. Además como yo ya conozco los mejores sitios que hay que ver, lo haremos mucho más rápido y barato.

Como la isla de Jeju tiene mucho que ver, nos hemos distribuido los días que estaremos aquí. Hoy es viernes y la isla está llena de gente de la península que viene a pasar los fines de semana o varios días de vacaciones y antes de que llegue el sábado que todavía se llenará más, hemos visitado hoy los lugares que suelen estar más concurridos, que se sitúan en la zona "este" para encontrarnos con poca gente. Lo de poca es un decir, porque en todas ya hoy estaban a rebosar de visitantes.

El primer destino ha sido el parque de "Jeolmul" en el que ya casi no quedaba sitio en el aparcamiento por la multitud de autobuses que descargaban a cientos de coreanos, todos perfectamente vestidos de coloridos anoraks finos, cargados de mochilas y calzado como para hacer el "Camino de Santiago". Pero no sabemos dónde se han metido porque después en el parque nos hemos encontrado con muy pocos y muchos de ellos tumbados o comiendo en grupo. Debe ser que lo que gusta es parecer un correcaminos más que serlo, es decir hacer ¡¡¡ postureo !!! como llama mi hijo Manez, al ritual de aparentar y no hacer nada. Aquí las marcas internacionales de ropa de montaña hacen su agosto, porque todo el mundo viste deportivamente.

Nosotros después de dar una pequeña vuelta y ver lo bonito que era el parque nos hemos marchado al siguiente destino, porque el día lo teníamos muy ocupado.

A pocos kilómetros se encontraba el volcán "Sangumburi", que está muy bien acondicionado pero que realmente como volcán pasa desapercibido, porque el cono tiene mucha vegetación y si no fuera por el montaje e instalaciones que tienen preparadas, por sí mismo no llama la atención.

La siguiente visita ha sido al punto más famoso de la isla "Ilchulbong/Seongsan", también llamado "Sunrise peak", que es un cono de 182 m de alto formado por erupciones volcánicas. Su bonito contorno sobre el agua, que tiene una espectacular imagen desde el aire, es un rosario continuo donde miles de personas cada día ascienden por sus cuidadas escaleras hasta la cumbre.

Por último, la visita al "Túnel de lava Manjanggi" que es otra maravilla de la naturaleza, nos ha llevado las horas de la tarde. Este túnel se formó cuando la lava que corría en las profundidades, surgió repentinamente fluyendo desde el cráter hasta la superficie. De sus 13.422 m de largo, sólo se encuentra abierto al público el tramo de un Km. 

La vuelta hacia la ciudad de "Jeju", la hemos realizado por una carretera costera, pasando por el pueblo en el que me hospedé cuando vine solo a "Jeju" hace siete años. Una bonita playa con su pequeño puente me ha recordado otros tiempos en los que me movía con el objetivo de ser capaz de no perderme y conseguir dormir cada noche en una cama.

Mañana continuaremos las visitas dirigiéndonos a la zona oeste de la isla, para ver otros atractivos naturales como: acantilados, lagunas y cascadas.

Con un día menos soleado que el de ayer, pero muy agradable, hemos recorrido la zona suroeste de la isla, visitando cuatro atracciones, aunque una de ellas por equivocación. Y es que hay nombres de lugares que sólo varían una letra, unos de otros, de forma que queríamos ir a las cascadas de "Cheonjeyeon" y el GPS nos ha llevado a las de "Cheonjiyeon", pero como yo ya conocía las que queríamos visitar, me he dado cuenta de que no eran las mismas y después éstas las hemos encontrado a varios kilómetros.

Para las nueve de la mañana, ya estábamos en la carretera dirigiéndonos a nuestra primera visita de las cascadas de "Cheonjeyeon" pero hemos terminado en "Cheonjiyeon", una cascadas muy cargada de agua por la época que estábamos y muy fotogénica. A esa hora ya estaba llena de gente y con problemas de aparcamiento.

Al ver que no era en la que yo había estado en mi primera visita, he comprobado con las coordenadas de mi GPS, viendo que estábamos a unos siete Km de distancia. Cogiendo de nuevo el coche y acercándonos a "Chanjeyeon". El recuerdo que yo tenía de ésta era que unas paredes basálticas que se reflejaban como un espejo en el agua, conforme se aprecia en la imagen de entonces.

Hoy sin embargo, al bajar bastante agua formándose la cascada, ha desaparecido el efecto espejo, cambiando la imagen que recordaba totalmente. Y si bien la cascada era bonita, yo me quedo con la imagen anterior de espejo.

Después nos hemos acercado a la costa para ver una zona rocosa de pequeños acantilados llamada "Jeongbang", también muy concurrida de gente y por la que hemos paseado utilizando unos corredores especialmente construidos en madera que te acercaban a las rocas. Las espectaculares fotos del lugar que habíamos visto debían haberse hecho en una situación de mar poco corriente en la que reventaban las olas, cosa muy extraña en este mar tan tranquilo. Por supuesto que hoy no se ha dado esa situación y la zona no pasaba de bonita y agradable de ver. 

Por último, la visita ha sido a una alta cascada que caía casi al mar, a escasos metros de la orilla, llamada "Jungmunda-epo", que también llevaba mucha agua por lo que al caer de bastante altura era otra de las atracciones muy valoradas por la gente, a tenor de los problemas de aparcamiento que hemos tenido.

Como el avión de vuelta a la península no sale hasta la tarde, mañana tendremos varias horas para terminar de ver las cosas que nos quedan de esta bonita isla, a la que hay que reconocer que tiene muchos atractivos en un área tan reducida y que aunque no son grandes maravillas de la naturaleza, el gran número de ellas le da un valor especial para visitarla.

Otro espléndido día de sol con el que nos ha despedido la isla de Jeju, un destino totalmente recomendable si te apetece venir a conocer Corea del Sur. Hasta las últimas horas de estancia en la isla, teníamos lugares a los que ir, por lo que el no aburrirte está garantizado.

Carmen había visto preciosas imágenes de una zona llamada "Suwolbong" que nos ha recordado a los flysch de Zumaia, aunque de origen volcánico. La zona estaba situada en la costa suroeste de la isla, por lo que ha sido la primera visita que hemos realizado para no tener problemas en la carretera de vuelta al aeropuerto. Nada más llegar, hemos buscado la espectacular imagen que nos había llamado la atención, pero allí no estaba, sino en una isla que veíamos a la que había que ir en barco. Como solía decir nuestro compañero de trabajo "Dario", ¡¡¡ el papel lo soporta todo !!! y también permite jugar con la información, confundiendo al lector cuando interesa.

Controlando el tiempo, hemos dado la vuelta dirigiéndonos al siguiente destino, "Love Land" un parque en el que el erotismo era el tema central y objeto de arte, pero no hemos entrado porque el precio era abusivo respecto al resto de visitas y hemos preferido acercarnos a la "Mysterious Road", un curioso tramo de carretera con un pequeño desnivel cuesta arriba en el que situando el coche en punto muerto, avanza subiendo lentamente y poniendo en entredicho la ley de la gravedad. Nosotros hemos hecho la prueba y nos ha funcionado, eso sí subiendo muy lentamente, aunque también hay que decir que el coche de atrás que estaba haciendo la misma prueba, subía más rápido. Igual es que las marcas de los coches también influyen para que la ¡¡¡ misteriosa carretera !!! se comporte mejor o peor.

La última visita ha sido a "Yongduan", una roca erosionada que según dicen parece un dragón, y al que hay echarle bastante imaginación para encontrar la semejanza. Tal vez será porque nosotros no tenemos al dragón entre nuestros ancestros como los asiáticos, pero el caso es que es una de las más visitadas atracciones de Jeju.

De allí, nos hemos dirigido al aeropuerto para ver si podíamos cambiar el vuelo por uno anterior, ya que después necesitábamos tiempo desde el aeropuerto de llegada, hasta el hotel.

Nos han colocado en un vuelo que salía una hora antes y llegábamos a "Cheongju" después de volar en escasos cincuenta minutos. Nuestro destino era "Daejeon" pero éste era el aeropuerto más cercano y hemos tenido la suerte de coger un autobús que salía a los pocos minutos y que en aproximadamente una hora nos dejaba en la estación de autobuses de "Daejeon". Desde allí no había otra forma de llegar a ¡¡¡ nuestra casa también en Corea "Toyoko Inn" !!! más que en taxi.

Mañana nos moveremos por "Daejeon" cerrando algunos temas de: billetes de tren para dentro de unos días con destino a "Seúl", alquilar un coche para recorrer los alrededores de la ciudad y seleccionar los mejores destinos de la zona.

Día de transición en el que nos hemos ocupado de preparar las visitas de los próximos días, localizar una agencia de alquiler de coches, realizar el itinerario y reservar los hoteles. Aprovechando el servicio de autobús que el hotel ofrece gratuitamente hasta la estación de tren de "Daejeon", nos hemos dirigido en primer lugar a la Oficina de Turismo, para completar la información que teníamos de la ciudad y de sus alrededores.

En un principio la señorita que hablaba muy bien inglés, parecía costarle el darnos lo que le pedíamos, pero después hemos conseguido involucrarle y cuando ha entendido lo que realmente queríamos se ha portado de maravilla, gestionándonos hasta la reserva del coche porque los de la agencia no hablaban inglés. También hemos aprovechado para coger billetes de tren de alta velocidad para dentro de unos días con destino a "Seúl".

Con toda la información nos hemos sentado en una cafetería para elaborar el plan y orden de las visitas, por lo que primero nos dirigiremos hacia el "Parque Nacional de Taean" en la costa oeste de la península y después nos adentraremos en el interior hacia otros parques en "Danyang".

Cercana la hora de comer y como teníamos poco que hacer, nos hemos empeñado en encontrar un lugar donde comer sin el consabido picante que cada vez es más fuerte en zonas como las de aquí. No hacía falta ver más que los anuncios de los escaparates para darse uno cuenta de ¡¡¡ la enorme tarea que es encontrar algo de comer sin que pique !!!.

Hemos encontrado un restaurante donde el picante aunque existente se podía aguantar y después hemos cogido el "Metro" para ver lo poco que tiene esta ciudad. Cuando en un sitio te anuncian como únicos atractivos: una galería comercial y un parque donde puedes poner los pies a remojar como algo típico, haciendo cuadrilla con los ¡¡¡ jubiletas !!! del lugar, es que la cosa está mal desde el punto de vista turístico. Entre estar todo el día de un lado para otro en la isla de Jeju, recorriendo continuamente diferentes atractivos naturales, a sentarte en un pretil de un parque y meter los pies en el agua dejando pasar el tiempo, hay una gran diferencia.

Como teníamos que realizar reservas de hotel por Internet y localizar las coordenadas GPS de los lugares a los que iremos, hemos preferido ir al hotel por la tarde y dejar que pasaran las horas de calor, porque aquí no corre ninguna brisa y el sol se nota mucho.

Al atardecer hemos vuelto a salir para cenar, recurriendo a un restaurante que daban algunos platos japoneses de "udon" y "tempura" y en donde por una vez hasta nos hemos podido tomar el caldo sin problemas ni lágrimas en los ojos. Se dice que donde más picante se come es en la provincia de "Sichuan" en "China". Nosotros estuvimos allí el año pasado y es cierto que la comida lleva mucho picante, pero en "Corea" ¡¡¡ abrasa !!! y el recuerdo que tengo desde la primera vez que estuve aquí es que en ningún lugar he llorado tanto con las comidas.

Aunque lo hemos intentado durante todo el día, no hemos sido capaces de encontrar algo que mereciese la pena.

Saliendo de la agencia de alquiler de coches "Ktkumhorent" tomábamos ya dirección "Gongju" para realizar la primera visita de las recomendadas por todas las guías sobre "Corea" que habíamos conseguido reunir. Más de una hora nos ha llevado cubrir los menos de cuarenta y ocho Km de distancia que había y es que conseguir salir de "Daejeon", después de un fin de semana largo ha sido desesperante.

Los atractivos de "Gongju" eran: La fortaleza de Gongsanseong, la Tumba del Rey Muryegong y el Museo Nacional. Cuando después de pagar la entrada, hemos entrado en la fortaleza y visto el poco interés que suscitaba, nos hemos marchado rápidamente a la siguiente visita, en la que no hemos llegado ni a pagar, porque cuando hemos visto en los folletos lo que nos esperaba dentro, nos ha recordado a los túmulos de tumbas que hace unos días vimos en "Gyeongju", marchándonos también de allí. La tercera visita como estaba cerrado el museo, tampoco la hemos realizado por lo que de "Gongju" nos llevamos un pobre recuerdo.

Teníamos intención de acercarnos a "Buyeo" que también es un exponente de la cultura del reino Baekje, pero la mala sensación que llevábamos nos ha decidido por olvidarnos de temas culturales e históricos y apostar por la naturaleza en el Parque Nacional Marino de Taean.

Situado en la costa oeste del país nos ha llevado cerca de dos horas el llegar y dejar las maletas en el motel "Valentine" reservado a través de "Agoda". Un motel con pinta de ¡¡¡ castillo de los horrores !!! que debe ser uno de los auténticos ¡¡¡ niditos de amor !!!, porque está muy apartado y es muy hortera, pero el precio de la habitación lo compensa.

Habíamos visto unas imágenes de una atardecer en la playa, anunciando a este Parque Nacional de Taena" y cuando nos hemos enterado que la playa era una llamada "Kkotji" nos hemos dirigido a ella, a unos cuarenta Km del hotel. Al llegar y verla nos hemos arrepentido de haber hecho tantos kilómetros para ver un pedregal muy feo, sucio y maloliente, preguntándonos de lo que es capaz de hacer el "Photoshop" en manos de un experto.

Poco tiempo hemos durado en "Kkotji", intentándolo en otra playa que también nos habían recomendado llamada "Sambong", pero que tampoco mejoraba a la anterior. Incluso hemos probado un paseo llamado "Road of Thinking" y que ya la cosa parecía ir de broma. Pensaba que la atracción turística de ayer, de tener a remojo los pies era insuperable, pero hoy los coreanos pensadores se han superado con este ¡¡¡ paseo del pensamiento", que como se ve en la imagen, no es más que un pequeño sendero por el que se va a la playa. Es más, cuando he sacado la foto me he tenido que apartar para que pasara una camioneta de reparto, rompiendo ese supuesto ¡¡¡ momento estelar en el que el espíritu se te eleva al firmamento !!!, que se supone te ocurre cuando andas por allí. Los coreanos son unos genios inventando nombres e intentan engrandecer cosas que no tienen un mínimo de atractivo.

Pero como somos muy cabezones, aún lo hemos intentado de nuevo, marchándonos hasta otra playa cercana al hotel para conseguir ver una puesta de sol en "Corea". Pues bien, hacía un día soleado hasta que hemos llegado a "Mallipo" y al acercarnos a su playa una densa niebla entraba del mar impidiendo la puesta de sol e incluso ver más allá de veinte metros y de golpe ha bajado seis grados la temperatura.

Un día que lo mejor es olvidarlo y mañana nos daremos otra pechada de horas de coche para ir a "Danyang" como último recurso de ver algo de interés en la zona de "Daejeon".

El día de hoy ha sido denso y todo lo contrario al de ayer. Primero hemos realizado los 220 Km de "Taean" a "Danyang" por una estupenda autopista en menos tiempo del esperado, por lo que antes de comer ya nos habíamos hecho con la información necesaria de los puntos más interesantes de "Danyang" que tenemos que visitar y con los itinerarios preparados.

Nada más comer unos simples sandwiches y un yogur, salíamos con dirección a "Ondal" que está situado a unos veinticinco Km de Danyang en un bonito valle. Este destino se componía de varios puntos:

Una bonita cueva, con unas espléndidas instalaciones y preparada para que los visitantes se sintieran espeleólogos, por lo que en muchos tramos había que andar casi a gatas para poder pasar entre las rocas. Pero eso sí, el suelo era un perfecto pasillo volado sobre un riachuelo que a lo largo de todo el recorrido transcurría bajo nuestros pies. Una primera visita preciosa, tal vez porque había muy poca gente visitándola y hemos podido andar a nuestro gusto.

En el mismo recinto de la cueva, había la representación de un pueblo coreano antiguo y un palacio de ¡¡¡ cartón/piedra !!! pero que daba el ¡¡¡ pego !!! de ser real, utilizado en varias y famosas serie de la televisión coreana. Además "Ondal" también tiene una fortaleza a la que había que subir andando, pero como el sol apretaba mucho a primera hora de la tarde, la hemos dejado para otra ocasión, si es que se da.

La siguiente visita ha sido a los tempos de "Guinsa" que estaban bastante cerca en la montaña y que nos han impresionado mucho por su belleza y su entorno. Un centro religioso con numerosos templos y multitud de monjes, encargados de mantener en perfectas condiciones de conservación y limpieza, los espectaculares edificios en los que relucían sus pinturas y filigranas.

Tanto Carmen como yo hemos coincidido en que éste ha sido uno de los lugares de culto más impresionantes que hemos visto y que está actualmente activo, para deleite de todo aquel que se quiera acercar a admirar sus numerosos templos.

Como última visita del día, hemos ido a ver uno de los atractivos más famosos de "Danyang", la formación rocosa con un pequeño templo en el río llamada "Dodamsambong" y que es el icono de la ciudad. También hemos subido a ver un arco de piedra llamado ""Seongmun" en la colina justo detrás de dicha formación rocosa.

Un día bastante agotador, contentos con lo que hemos visto y preparados para mañana hacer otro recorrido visitando más cuevas, formaciones rocosas y templos. De nuevo estamos en un motel, a lo que nos estamos aficionando por la calidad de sus modernos servicios e instalaciones y su buen precio. Cuando no hay hoteles de "Toyoko Inn" preferimos los moteles coreanos a los clásicos hoteles para turistas.

Un día transcurrido con ¡¡¡ interés variable !!! como si se tratara de un préstamo, con una mañana aburrida que ha mejorado al mediodía y tarde, y una cena típica de la región que personalmente prefiero olvidar.

Saliendo más bien tarde porque ya nos imaginábamos lo que íbamos a ver, tomábamos con el coche rumbo a un valle cercano para realizar un recorrido. La primera parada ha sido en "Sainam Rock", una bonita roca en el río pero que no tenía la suficiente talla como para considerarla una atracción de la naturaleza de como la anuncian aquí. Continuando la carretera hemos buscado el templo ""Gwangdeokssa" que se anunciaba incluso en carteles, pero que cuando hemos llegado al punto indicado nos han dicho que estaba cerrado. A nosotros poco nos importaba que estuviera cerrado o abierto, porque lo que nos gusta es ver el exterior. La señora nos indicaba con las manos cruzadas que estaba cerrado, pero a mi pregunta sobre dónde estaba realmente ubicado, ya que no se veía, no ha habido forma de entendernos y nos hemos tenido que marchar. Pensamos que será algo que está en proyecto porque las imágenes que lo anunciaban eran dibujos y normalmente estos templos se ven desde lejos. Otro punto llamado "Jungseonam Rock", que no era más que una poza donde suponemos que la gente se baña en verano por sus rocas lisas, no nos ha llevado más que un par de minutos en hacerle una foto que nos recuerde lo poco interesante que es esta zona.

Terminado el valle, hemos vuelto a "Danyang" donde nos esperaba un bonito túnel de rosas, que estaba en su mejor momento, ya que aquí la temporada de esta flor es muy corta, centrándose en este mes de mayo.

Una vez comido el mismo tipo sándwich y yo un sushi en el mismo sitio de ayer, nos hemos ido a la cueva de "Gosu" que nos ha encantado. Nunca habíamos estado en una cueva tan estrecha y tan alta con formaciones calcáreas tan bonitas como la de hoy. Al igual que ayer, las perfectas instalaciones aunque más antiguas, nos han permitido adentrarnos por estrechos pasos subiendo por lugares impresionantes y admirar de cerca grandiosas estalactitas que colgaban de las bóvedas formando imágenes surrealistas. En ocasiones, su unión con las estalagmitas creaban enormes columnas estriadas que daban semejanza a diferentes figuras de animales.

De bellísima habría que calificar a esta cueva, que en lugar de grandes espacios y bóvedas a las que estamos acostumbrados, te conduce por estrechos pasadizos alcanzando grandes alturas hasta cerca de sus techos y descensos por empinadas escaleras de caracol hasta sus entrañas.

Muy satisfechos con la visita a la cueva, hemos subido hasta el observatorio desde el que se tiene una preciosa vista de "Danyang", que se extiende en una curva cerrada del río. Para cenar, hemos buscado un restaurante donde sirvieran los platos típicos de esta zona. Yo que soy un osado, he visto lo que comía la mayoría de gente y he pedido lo mismo, mientras que Carmen más conservadora ha optado por los "dumplings" que son mucho más socorridos y no pican. Mi cena no picaba, pero era un cuenco de noodles transparente, con huevo duro, un trozo de manzana y algunas verduras. Cuando lo he cogido con la manos para acercármelo, la primera sensación ha sido de que quemaba y cuando he comenzado a comer, era todo lo contrario, ¡¡¡ estaban helados !!!, no fríos sino que debían haber estado en hielo. Gracias a que Carmen me ha dado algún dumpling para calentar el estómago he podido sobrevivir a la hipotermia. Ha sido una cena de las de recordar y no precisamente por su sabor.

Como mañana se debe de celebrar algo, habían montado en la orilla del río, ferias y hasta un túnel ¡¡¡ del amor !!! iluminado. Comentábamos que este tema de tanto motel y amor parece una copia del montaje que los americanos tienen en "Niágara", que poniendo a las cataratas como cebo hay toda una industria comercial: viajes de novios, románticos fines de semana y demás. Vamos un auténtico negocio disfrazado del color rosa y de corazones.

Mañana volveremos a "Daejeon", intentando ver algo de interés por el camino, ya que "Daejeon" en si mismo poco tiene que enseñar.

Un día pasado sin pena ni gloria, con varias horas en la carretera de retorno a "Daejeon" para dar por terminada la visita a esta zona, que al menos, este par de últimos días en "Danyang" nos han dejado mejores recuerdos que los anteriores pasados en la costa, en el Parque Nacional de "Taena".

El viaje aunque corto en distancia puesto que sólo estábamos a unos 140 Km, nos ha llevado tres horas de carreteras con mucha densidad de tráfico y semáforos, porque de forma parecida a Japón, la superpoblación de estos países conlleva tener que pasar muchas poblaciones que las carreteras de ámbito nacional atraviesan parando continuamente en semáforos y reducciones continuas de velocidad. Y como hasta casi al final no hemos podido entrar en una autopista, porque esta zona no la trata muy bien el GPS ni hemos visto señales que las indicaran, el viaje se nos ha hecho lento y tedioso.

Intentando pasar el día lo mejor posible, hemos recurrido a ir a visitar la "Expo Science Park" de 1993, con la mala suerte de que estaba cerrada y parecía en desuso. Cerca se encontraba el "Hanbat Arboretum", un recinto de jardines y un invernadero que albergaba un jardín tropical. Los jardines exteriores en la época que estamos aún podían pasar, con bonitas flores y muchos arbustos y árboles que creaban un agradable entorno, pero el "Jardín tropical" a pesar de estar totalmente protegido en una superestructura de hierro y cristal, no valía gran cosa. Como ocurre con muchas atracciones en Corea es más importante el ¡¡¡ envoltorio que el contenido !!!.

Seguidamente y una vez dejado el equipaje en el hotel, hemos llevado el coche a la agencia de alquiler, porque cuanto menos andemos en ciudad menos riesgo de accidentes tenemos. Y para nosotros tener un pequeño roce con el coche puede suponer un martirio. El idioma supondría un tremendo hándicap para tramitar cualquier papel hasta con la propia agencia de alquiler y no digamos con la policía y con el coche contrario, llegado el caso. Así que una vez que nos hemos deshecho del coche sin problemas, nos hemos quedado tranquilos e ido a comer, el que posiblemente haya sido el mejor plato que hemos probado en "Corea", y que yo ya lo había mencionado en mi visita anterior a este país: una especie de torta con una masa que parecía tortilla pero sin huevo, con cebolletas, ajos tiernos y bien de pulpo.

El resto de la tarde ha sido trabajar con los destinos de los próximos días y organizar una visita al "Parque Nacional de Seoraksan", en el nordeste del país y cerca de "Sokcho".

Mañana por la mañana cogeremos un tren de alta velocidad con destino a Seúl, para pasar unos días y que Carmen conozca la capital del país, que tiene muchos atractivos antes de ir a "Sokcho", un lugar turístico muy apreciado por los coreanos.

En cincuenta minutos hemos llegado a "Seúl" procedentes de "Daejeon" en un tren rápido y cogíamos el "Metro" para llevar las maletas a ¡¡¡ nuestra casa !!! el hotel "Toyoko Inn". Se me había quedado grabada la imagen de mi anterior visita a Seúl de ir acarreando el equipaje por las escaleras del "Metro" y hoy también hemos tenido que hacerlo en ocasiones, ya que no todas las estaciones tienen escaleras mecánicas. Aquí al tema de accesibilidad parece que no le dan mucha importancia por lo que subir y bajar escaleras andando está a la orden del día. Está claro que esto no es Japón y que aunque quieran parecérseles aún les queda bastante trecho a recorrer, tanto en educación como en respeto por el vecino. Además un tramo del recorrido del Metro hemos tenido que ir como sardinas aplastadas justo en las puertas del vagón, con las maletas como podíamos por lo que hemos debido ser bastante molestos para el batallón de gente que entraba y salía corriendo en las paradas.

El primer objetivo de hoy era, obtener los billetes del autobús que nos llevará a "Sokcho" dentro de tres días, para lo que hemos tenido que ir a la "Estación de autobuses del Este" para comprarlos. No hemos tenido ningún problema porque la señorita de la ventanilla hablaba inglés y nos ha entendido perfectamente lo que queríamos. En ese momento ha empezado a llover y lo ha estado haciendo durante un par de horas.

Nuestro segundo objetivo era obtener planos de la ciudad sobre los que marcar los principales lugares de interés para visitarlos. La estupenda "Oficina de Turismo" del edificio "KOT" en el centro de "Seúl" nos los ha suministrado e indicado los puntos a los que debemos ir.

Como continuaba lloviendo nos hemos vuelto al hotel para planificar las visitas de cada día. Un rato después ha dejado de llover y nos hemos animado a ir a la "Dongdaemun Design Plaza" muy cercana al hotel y que es de diseño arquitectónico de vanguardia. Una plaza muy concurrida a la que parece ser se acude en ratos de ocio y como hoy era sábado, estaba a rebosar de gente sacándose fotos con figuras de osos panda de plástico.

Después de un rato de visita, de nuevo en "Metro" nos hemos desplazado a "Namsangol Hanok Village", un poblado con casas tradicionales de arquitectura coreana mantenido como elemento histórico, pero que parecía creado como atracción turística. Enseguida nos hemos cansado de estar allí porque no le veíamos nada especial que nos atrajera.

Como el lugar estaba relativamente cerca del hotel, nos hemos vuelto andando y en la misma "Dongdaemun Design Plaza" había un centro comercial con un área de "Food Court" en el que varios restaurantes de distintas zonas asiáticas ofrecían sus platos. Nos hemos decantado por el vietnamita y los platos estaban muy bien y sobre todo no picaban, que es lo que buscamos con verdadera pasión.

Mañana tenemos un día de mucho trote porque iremos a la zona de "Insa-dong" en el que hay varios templos y algún otro poblado típico coreano, bastante extenso.

Día dedicado a los palacios más representativos de Seúl que estaban muy frecuentados por ser domingo. Muchos coreanos que estaban de visita vestían los trajes tradicionales que son muy llamativos y bonitos.

La primera visita ha sido al Palacio de "Changgyeonggung", difícil de pronunciar y más de acordarse, por lo que casi hemos deshecho el mapa de tanto manosearlo y como se suele decir ¡¡¡ borrado !!! los nombres de tanto leerlos. Y es que además se parecen entre sí, lo que hace que tengamos cuidado porque ya nos ha ocurrido confundirnos de visita porque cambiaba sólo una letra, en los nombres. En otras ocasiones, depende del folleto o mapa que tengas, se llaman de otra forma, por lo que además con el calor que hacía ya por la mañana, había que tener muy claro a dónde ibas si no querías desfallecer en el intento de encontrar el destino al que llegar.

Ya me acordaba de mi visita anterior que este palacio no me había llamado la atención, pero cuando hemos entrado lo primero que se veía era un grupo musical tradicional dando un pequeño concierto, lo que nos ha animado.

Enseguida se han debido de cansar porque se han marchado y nosotros hemos continuado con nuestra visita que realmente a Carmen tampoco le ha gustado demasiado. Yo recordaba haber estado también en un jardín anexo llamado "Secreto", pero hoy obligaban a ir en un tour con guía para verlo, lo que nos ha echado para atrás, porque no estamos dispuestos a soportar la ¡¡¡ chapa !!! que te dan y el tiempo que te hacen estar para un tema que es puramente visual y nada más.

Algo similar nos ha ocurrido cuando hemos llegado al siguiente punto llamado "Jongmyo Shrine", un santuario que queríamos ver y del que nos hemos marchado sin entrar. De nuevo, exigían ir con un guía, teniendo que esperar más de media hora para comenzar el tour.

Cercana la hora de cambio de guardia en el Palacio "Gyeongbokgunk" que es el más importante de Seúl y es un colorido evento, hemos cogido el "Metro" para llegar a tiempo, donde después de dar una vuelta por el espacioso interior del recinto, ha llegado desfilando la guardia para proceder al traspaso de funciones. Con unos bonitos trajes de la época y portando banderas multicolores, ha sido el momento en el que todos lo visitantes se han agolpado para presenciarlo. Como el sol pegaba fuerte en ese momento y yo me estaba protegiendo la cabeza con la mano, se ha acercado una señora con sombrilla y se ha ofrecido en perfecto inglés a taparme con ella. A pesar de que educadamente le he dicho que no era necesario, ella ha insistido y me ha estado protegiendo del sol mientras sacaba fotografías. Cuando ha terminado el cambio de guardia ha desaparecido, supongo que porque ha pensado que ya había cumplido con su misión de taparme suficiente tiempo.

Enfrente del palacio está la zona financiera y hoy estaba muy animada, supongo por ser domingo. Había muchas carpas de ONG,s y grupos de chavales en un escenario bailando "rock and roll". También hemos podido comprobar algunas asociaciones con el objetivo de una reunificación de las dos Coreas y otras agrupaciones que intentan que se reabra el caso de los estudiantes desaparecidos en un naufragio ocurrido en abril de 2014 y del que se encuentran todavía más de 270 desaparecidos.

En un pequeño restaurante, hemos conseguido comer otra vez sin picante, lo que consideramos otro éxito y de vuelta al hotel para dejar pasar la horas de más calor, nos hemos acercado a la puerta de "Gwanghumun" de la muralla de Seúl.

Al atardecer hemos salido de nuevo, esta vez con destino al puente de "Bapo", un lugar de esparcimiento en donde al anochecer iluminan dos preciosos edificios de cristal y acero en unas isletas del río y hay un espectáculo de luz, agua y sonido.

Lo que más nos ha gustado ha sido uno de los edificios capaz de estar cambiando de luces alcanzando formas y colores para todos los gustos.