Hoy ha sido uno de esos días en los que hay que echarle mucho ánimo porque los acontecimientos te llevan a tener ganas de volverte al hotel, encerrarte en la habitación y dejar pasar el día a la espera de que el próximo sea mejor.

Esta mañana nos hemos propuesto ver una fortaleza que es "Patrimonio de la Humanidad por la Unesco" y de la que habíamos vistos imágenes en folletos que auguraban una visita al pasado histórico coreano. La fortaleza se llama "Suwon Hwaseong Fortress" y nos habíamos provisto de la información que nos habían suministrado la Oficina de Turismo de Seúl, con lo necesario para desplazarnos por nuestra cuenta. Esa autonomía que nosotros perseguíamos nos ha llevado a desistir finalmente de la visita porque hemos visto que no era lo que esperábamos ver y los folletos ¡¡¡ mienten mucho !!!.

Tras hora y media de "Metro" llegábamos a "Suwon", ciudad donde se ubica la fortaleza y cogíamos un autobús que nos acercaría al recinto y que no era el que nos habían recomendado en la Oficina de Turismo, porque una joven a la salida de la estación de tren nos ha recomendado otro distinto. Nos hemos decidido por este último que nos ha llevado hasta la puerta de "Paldamun", donde esperábamos ver la clásica entrada al recinto, pero era una puerta suelta, eso sí, muy bonita pero sin acceso a ningún sitio. Ante el desconcierto hemos cogido un taxi indicándole en un mapa que nos llevara a una de las puertas que parecían dar entrada al fuerte, pero nos ha dejado en pleno parque diciéndonos que continuáramos andando cuesta arriba, porque los coches no podían continuar. Al no estar seguros de lo que íbamos a encontrar si avanzábamos por aquel camino, en otro taxi hemos vuelto a la Estación de tren de "Suwon" donde habíamos visto una Oficina de Turismo, para que nos explicaran exactamente cómo era la fortaleza y cómo debíamos acceder a ella.

Después de esperar a que terminara de almorzar la única persona que hablaba inglés, hemos podido comprobar que la fortaleza estaba totalmente integrada en la ciudad, por lo que la muralla que tenía cerca de seis Km llevaba varias horas el recorrerla, con subida a una colina incluida, y los puntos interesantes a visitar estaban repartidos por la ciudad, que parte de la misma era la propia fortaleza. Es decir, que entre casas, oficinas, restaurantes, hospitales y demás, iban apareciendo vestigios de la historia coreana, lo cual, no aparecía en los folletos porque reflejaban un recinto amurallado con puertas de acceso y sólo los lugares históricos, ocultando toda la actividad moderna diaria y eliminando la infraestructura de carreteras y tráfico que los acompañaban.

Así que, bastante cabreados por la ¡¡¡ inocentada !!! que nos habían hecho incluyendo a la propia "Organización Oficial de Turismo" que colabora con la confusión ofreciendo lo que no es, nos hemos vuelto a "Seúl" capital, para ver otros lugares.

Pero la tomadura de pelo no había terminado, porque otros de los sitios recomendados llamado "Samcheonggak" lo único que ofrecía era comida en un restaurante en un entorno con influencia japonesa, por lo que no hemos estado más de diez minutos alli y volviéndonos en el mismo autobús en el que habíamos ido.

Ha partir de ahí la cosa ha mejorado, haciendo un descanso para comer y movernos por la zona más bonita de "Seúl" que es la del Palacio "Gyeongbokgunk", pero sin entrar en él porque lo vimos ayer.

Muy cerca de allí, se encuentra el "Museo Nacional del Pueblo" que una vez más se cumplía lo que venimos diciendo de que en Corea se preocupan más del "envoltorio que del contenido". Dentro de una bellísima pagoda con impresionantes accesos y salas, poco había que ver de la historia de este país.

Por lo menos, la tarde ha sido más agradable que la mañana por el entorno, y veremos mañana lo que nos depara el resto de visitas que nos quedan por hacer en "Seúl".

Algo ha mejorado el día respecto a ayer y al menos hemos visto lo que esperábamos ver. Lo que tampoco quiere decir que haya sido un día excepcional, porque lo importante de "Seúl" ya lo teníamos visto y nos quedaban cosas menores, como: puertas de la muralla y el Palacio de "Deoksugung" que no es que sea ninguna maravilla, pero haciendo coincidir la visita con el cambio de guardia, siempre mejora la apreciación final del lugar.

Lo que se repite cada día es la paliza que te das de andar. Coger "Metros" larguísimos teniendo que cambiar de estación por galerías subterráneas con mucho calor y andar subiendo y bajando escaleras en cada momento, se hace agotador después de estar unas horas moviéndote.

Tal es así, que ya tengo casi destrozada la suela del calzado que llevo y noto el calor del arrugado asfalto que se me clava en los pies. Para comprarme otro de repuesto nos hemos desplazado a una zona de "Outlet" que estaba a un par de decenas de bocas de "Metro", y que cuando he encontrado lo que andaba buscando, no tenían mi talla.

De vuelta al centro, nos hemos acercado a ver la puerta sur de la muralla, llamada "Sungnyemun" que es la más bonita de todas y que ha tenido que ser reconstruida porque en el año 2008 un pirómano la quemó.

Como se acercaba la hora del cambio de guardia, el palacio de "Deoksugung" ha sido la siguiente visita. Un lugar con lo único especial de estar en pleno centro de la ciudad.

Continuando un recorrido por las puertas de la muralla, hemos pasado por "Heunginjimun" que era la puerta del este, una pieza histórica rodeada de acero, cristal y mucho tráfico.

Al atardecer, el destino ha sido el barrio comercial "Myeong-dong" del que yo tenía un especial recuerdo por su gran ambiente y numerosos restaurantes de carne a la barbacoa. Y por último la subida a la "Torre de Seúl" para disfrutar de un paisaje nocturno de la ciudad.

Un día más agradable que el de ayer, sin grandes atractivos pero clásico en las visitas a las grandes capitales de nuestro planeta.

Abandonamos la gran ciudad de "Seúl" en un autobús comodísimo y en dos horas y cuarto llegábamos a "Sokcho" que nos sirve de puerta de entrada al Parque Nacional de "Seoraksan", que es posiblemente el mejor parque de "Corea", cuyas montañas tienen un aspecto algo parecido a la "Montaña Amarilla" o "Huangsang" de China, que es utilizada en los cuadros de paisajes rocosos con árboles que parecen crecer de la piedra.

La reserva de hospedaje la teníamos en el motel "Rocustel", situado junto a la "Estación de Autobuses Express" para lo que hemos tenido que coger un taxi, porque hemos llegado a la "Estación de autobuses Intercity" cuando pensábamos que lo íbamos a hacer en la anterior. Parece que la estación de llegada depende de la compañía de autobuses con la que vengas a "Sokcho" y yo la vez anterior que vine lo hice a la estación de "Express" pensando que esta vez iba a ser igual, pero hemos debido coger otra compañía sin saberlo.

Enseguida hemos salido a dar una vuelta por "Sokcho" y hemos dado con lo que parece la "Residencia de Aladino" y que no es ni más ni menos, que el hotel en el que estuve yo anteriormente. A Carmen le ha hecho mucha gracia la decoración exterior y ha querido recordarme por dónde me movía cuando viajaba yo solo. Ese hotel por dentro no era ni mucho menos lo que parece por fuera, porque reinaba la suciedad y la cutrez. Como me acordaba de ello, en esta ocasión no he querido exponer a Carmen a ese ¡¡¡ lujo de las mil y una noches !!! y estamos en otro que también la decoración exterior se las trae, pero las habitaciones están bien y limpias.

Después de pasear un rato por la zona del llamado lago, aunque es una entrada de mar, y viendo que teníamos suficiente tiempo porque ahora los días son largos, hemos preferido acercarnos al Parque Nacional para tratar de hacer un pequeño recorrido hasta unas cascadas llamadas "Biryeong", que aunque marcaba un tiempo de dos horas en ida y vuelta, hemos tardado apenas hora y media estando un buen rato allí, sacando fotografías.

De vuelta a "Sokcho" hemos ido a cenar un plato recomendado de pescado al grill, que te van preparando en tu propia mesa que está equipada con una parrilla y comes el pescado crujiente, aunque la calidad del mismo no sean tan excelente. Pero ha sido una cena distinta y nos ha gustado bastante. Después paseando por la misma orilla del lago en la que habíamos estado por la tarde, pero mucho más agradable de temperatura al estar anocheciendo, hemos vuelto al hotel.

Mañana volveremos al "Parque Nacional de Seoraksan" para realizar la misma ruta que hice hace años llamada "Ulsan Bawi Rock" y que es una clásica de este parque al tener una cueva en la roca, con un "Buda" en su interior y con una dura ascensión por escaleras que están colgadas de la propia pared vertical .

Maravilloso ha sido hoy el día y el tiempo ha ayudado mucho. Nos despedimos de este país con una buena sensación final, que si bien la buscamos desde el principio al programar la visita al parque de "Seoraksan" para lo último, se han superado las mejores expectativas que traíamos. Y eso que yo ya lo conocía, pero cuando estuve hace siete años el tiempo no se portó tan bien como hoy, por lo que no conocía el parque en todo su esplendor.

Como jueves que es, esperábamos encontrarnos con bastante gente en los accesos principalmente en el teleférico por lo que hemos subido temprano para no coincidir con la marabunta. Y así ha sido, la primera visita la hemos hecho al monte "Gwongeumseong", adelantándonos a tres autobuses que llegaban llenos de jóvenes y hemos conseguido estar bastante tranquilos arriba.

El teleférico te deja en una zona desde la que tienes que andar un rato para llegar a otro nivel. Pero lo interesante de este monte es subir a la cima, lo que no hace mucha gente porque el acceso por las paredes es un poco complicado para quienes no están acostumbrados a la montaña o sufran de vértigo, debiéndose uno apoyar en cuerdas fijadas con mosquetones a la roca, y trepar en algunos momentos. En la imagen, se aprecia el gran desnivel que hay y el complicado acceso a la cima.

Una vez arriba, las vistas son espectaculares. De una parte se ve el mar y de otra, un horizonte de rocosas montañas, en las que destacan en la primera fotografía detrás de Carmen: "Ulsan Bawi Rock" a las que después iríamos.

Para mí, las siguientes imágenes son muy especiales. En el mismo lugar, incluso en la misma roca, en la de la izquierda estaba yo hace siete años y en la de la derecha hoy pensaba: quien me iba a decir a mí entonces que volvería otra vez a este mismo lugar tanto tiempo después. Según Carmen, sólo se aprecia la barba más blanca, pero por lo demás dice que estoy igual. Yo creo que ¡¡¡ incluso mejor !!!, porque cuando vinimos ayer a "Sokcho" en autobús, un coreano se dirigió a mí y dijo ¡¡¡ qué bien, viaja Sean Cornery con nosotros !!!. El hombre no llevaba gafas por lo que creo que debiera ponérselas para ver mejor.

Después hemos bajado al valle para enlazar con una ruta llamada "Ulsan Bawi Rock" que es una clásica y que yo la hice antes pero con un final diferente.

El entorno de este parque Nacional es sin duda el mejor de "Corea", a los pies de estas impresionantes rocas, unos bonitos templos, le dan el toque místico a la naturaleza y unido a las perfectas instalaciones que hay, es un verdadero placer pasear por el valle, disfrutando de los preciosos puentes de granito bajo las montañas.

Pero nuestro objetivo era otro, el de llegar a unas enormes rocas en las que esperaba encontrar una cueva y un monje recordando mi travesía anterior. El suave comienzo por el valle por un camino bordeando un río seco, ha ido ascendiendo lentamente entre árboles lo que se agradecía porque el sol hoy calentaba mucho, hasta llegar a "Heundeul Bawi Rock", un pequeño templo junto a una roca desprendida y que se sitúa a 2,1 Km de la salida.

A partir de ahí, la cosa cambia. se entre en zona de piedras y comienza la dura tarea de ascender a través de escalones naturales junto a tramos de escaleras sobre soportes de hierro sujetos a la roca en un interminable y duro ascenso de una hora, hasta llegar a la cima. En mi visita anterior, esta ruta te llevaba a una cueva horadada en la pared, en la que había una imagen de "Buda" custodiada por un monje. Esperaba encontrarla pero no ha sido así y no es que me hubiera confundido de ruta, porque ha habido muchas cosas de las que me acordaba cuando pasábamos por ellas. Supongo que han modificado el itinerario eliminando los accesos de escalera anteriores, dejando sin posibilidad de acceder a la cueva y creando otro itinerario que ahora lleva a la cumbre de unas rocas en las que yo no había estado.

Ahora el recorrido es algo más largo y duro, lo que hace que llegues exhausto arriba y que muchos se den la vuelta sin terminar el ascenso. Carmen ha tenido algunos momentos de debilidad, diciendo que no iba a llegar, pero echando mano de todos sus recursos ha conseguido lo que se suele decir ¡¡¡ hacer cumbre !!!.

Estupendo y muy cansado día, pero contentos de haber disfrutado de la belleza de este parque de "Seoraksan" del que nos llevamos un día de naturaleza para recordar. Mañana volveremos a "Seúl" para pasar las últimas horas en "Corea".

Al levantarnos por la mañana y ver que estaba lloviznando nos hemos felicitado por la suerte que tuvimos ayer de ver el Parque Nacional de "Seoraksan" con su mejor cara y después hemos podido comprobarlo al pasar en el autobús de vuelta a "Seúl" que lo hacía cerca de las montañas. El paisaje de hoy nada tenía que ver con el de ayer y aunque se podía ver las cimas porque había nubes altas, la roca estaba deslucida con un gris de tono apagado que no resaltaba del verde de los árboles. Vamos, que se parecía mucho a la primera vez que estuve yo solo.

Como me quedé ¡¡¡ un poco mosca !!! con el hecho de haber llegado a una estación de autobuses distinta a la esperada, me he enterado de qué había podido ocurrir y para información de aquellos interesados que vayan a ir a este Parque Nacional, deberán tener en cuenta lo siguiente: Si quieren ir a la estación de la zona cercana a la playa llamada "Express y que yo recomiendo porque es la que mejor estructura de hoteles tiene "Sokcho" y por donde también pasan los autobuses 7 y 7.1 que van al parque, deberá coger el autobús en "Seúl" en el "Express Bus Terminal" que tiene boca de "Metro" y al que llegan las líneas "2,3 y 9". También si lo coge en la "East Bus Terminal" de "Seúl" por el que pasa la linea "2" del "Metro" pero sacando los billetes en la agencia del 2° piso le llevará a esa estación en "Sokcho". Mientras que si lo hace en la agencia de la ventanilla de la planta baja, terminará en la " Intercity Bus Terminal" de "Sokcho" que está en el centro de la ciudad. En definitiva, que depende de la compañía con la que viajes puedes llegar a un sitio u otro.

Una vez más y ésta ya será la última de este viaje, hemos vuelto a lo que llamamos ¡¡¡ Nuestra Casa !!!, el hotel "Toyoko Inn", saliéndonos por segunda vez la habitación casi gratis por los puntos acumulados en nuestra tarjeta. El resto del día ha sido ir de tiendas, buscando el calzado que requiero, que no hemos encontrado. Curiosamente, "Corea" tiene su propio diseño de ropa de montaña que difiere del resto del mundo por lo que hemos visto. Todas las grandes marcas están situadas en este país pero con una oferta de prendas con un diseño similar, muchos colores y materiales que nos sorprenden que se usen porque para nosotros son sinónimo de sudor, por muy transpirables que indiquen los anuncios que son. Así que no hemos comprado ropa en este país, cuando normalmente aprovechamos nuestros viajes para dotarnos de unos elementos que suelen ser más baratos que en el nuestro.

Nuestra forma de agradecer a "Corea" la acogida que nos ha hecho, ha sido cenando lo que tradicionalmente suelen hacer en el barrio de "Myeong-dong" un viernes al atardecer, carne a la brasa acompañada de múltiples platillos de verduras, en uno de los muchos pequeños restaurantes que inundan sus calles.

Mañana volaremos a "Almaty" en "Kazajistán", a donde vamos con ciertos reparos por todo lo que hemos leído de otros viajeros que han tenido problemas con la burocracia y la corrupción. Esperemos que sólo sean falsas alarmas y podamos conocer un país distinto de los que hemos visitado con anterioridad.

Con la experiencia adquirida en mi anterior visita, habíamos programado el viaje seleccionando cuidadosamente los lugares a visitar para tener una completa visión de "Corea". Como procedíamos de "Japón" y llegamos por mar en un ferry desde "Shimonoseki", comenzamos el itinerario por "Busán" en el sureste del país. Nos hemos apoyado en vuelos interiores, trenes y en el alquiler de coches para poder acceder con cierta rapidez a zonas con interés de algún tipo: naturaleza, historia, ciudades, etc. y pensamos que es la mejor forma de aprovechar el tiempo y no por ello más caro.

De todo lo visto durante 24 días destacaríamos los siguientes lugares:

Sureste del país. Busán es la segunda ciudad en importancia de Corea y es agradable para una corta visita y ver el "Haedong Temple" en la costa. "Busán" nos ha servido además como punto base para realizar un recorrido a la zona más importante de templos de "Corea" en "Gyeongju" y una especial mención a la fortaleza de "Jinju" que nos encantó. Del interior bajamos a la costa donde nos esperaba el "Parque Nac. Hallyeohaesang", con sus maravillosos paisajes rocosos.

La siguiente etapa nos llevó a la isla de Jeju. Una preciosa isla que condensaba numerosos atractivos naturales y que durante tres días no paramos de recorrerlos en otro coche alquilado. De la isla mencionar : Jeolmul Park - Volcán Sangumburi - Ilchulbong/Seongsan Peak - Túnel de lava Manjanggi - Cheonjiyeon - Cheonjeyeon - Jeongbang y Jungmunda-epo.

Después la zona interior, alrededores de Daejeon y llegando a la costa suroeste en el Parque Nacional Marino de "Taean", que nos decepcionó mucho. Esta ha sido la parte de "Corea" que menos nos ha gustado. Sin embargo, "Danyang" en las montañas del interior con sus preciosas cuevas "Ondal" y "Gosu" y el templo de "Guinsa" merecen una visita por sí solas.

Recorrer "Seúl" también tiene su encanto. Una gran ciudad con modernos rascacielos de diseño avanzado, junto a reliquias históricas como el "Palacio de Gyeongbokgunk" con su cambio de guardia, y la bonita torre de "Seúl" donde el paisaje de la ciudad al anochecer es digno de consumir la batería de la cámara fotográfica.

Y por último la gran estrella de este viaje para nosotros. La visita al "Parque Nacional de Seoraksan" en "Sokcho" al nordeste del país y cerca ya de Corea del Norte y que ha sido un magnífico colofón, por cuanto la climatología nos ha brindado uno de esos días en que contemplas la naturaleza en un entorno místico para nosotros en el que grandes rocas sobresalen en la montaña y en los valles templos magníficamente adornados parecen hacer juego para crear un entorno mágico.

Finalizada la segunda etapa de nuestro viaje, hoy hemos volado a "Almaty" que según dicen es la ciudad más interesante de "Kazajistán". El vuelo ha sido con la compañía aérea "Air Astana" con algo más de seis horas de duración, buena comida y en general un viaje bastante agradable.

La entrada por "Inmigración" al país ha sido rápida y sin problemas, no teniendo ninguna sensación extraña de las que había leído en Internet por experiencias de otros viajeros. He podido sacar algo de dinero en la moneda local "Tenge kazajo" en un cajero del aeropuerto y también pagar en la ventanilla de taxis oficiales con tarjeta, por lo que por ahora no hemos tenido ningún tipo de problema.

Estamos hospedado en el hotel "Sun City" situado cerca de una estación de Metro, que es lo que valoramos mucho cuando estamos en una ciudad grande, y aunque de entrada me he tenido que duchar con agua fría, espero que habrá sido algo temporal, porque si bien hace bastante calor, las montañas de alrededor están todavía con nieve, por lo que el agua al natural está muy fría.

También estamos gestionando la posibilidad de ir a ver un cañón llamado "Charyn", pero está a 200 Km y para hacerlo en el día, se debería coger un coche con chófer lo que encarece mucho la visita. En la recepción del hotel, han estado mirando la posibilidad de ir en un tour de grupo en bus, pero hoy ya estaba cerrada la oficina y sólo van los fines de semana, por lo que nos tendríamos que arriesgar a ir mañana a las 7:00 h. a una estación de autobuses para ver si hay sitio libre. En esas condiciones no creo que lo hagamos, ya que además hemos recuperado tres horas por cambio horario y estamos más cansados de lo habitual.

Lo más probable es que mañana nos acerquemos a una Oficina de Turismo y veamos que posibilidades hay para hacer el lunes la visita al cañón, y dedicarlo mañana a recorrer "Almaty" con tranquilidad.

Después de una tranquila noche de buen dormir y una buena ducha de agua ya caliente, hemos bajado a desayunar nuestro primera comida casi totalmente occidental en mes y medio, que no ha estado nada mal porque hasta he comido huevos cocidos, que hacía mucho que no aparecían en el menú matutino.

Hemos elaborado el plan de ruta para hoy y para mayor seguridad de la importancia de lo que íbamos a ver queríamos acercarnos a la Oficina de Turismo, pero hoy como domingo que es permanecía cerrada.

Los desplazamientos por la ciudad los hemos realizado en el que se anuncia como ¡¡¡ el Metro más nuevo del mundo !!!, porque debe ser el último que se ha puesto en servicio. Una sola línea con nueve paradas que da poco de sí para una ciudad de más de un millón de habitantes, pero con unas preciosas y profundas instalaciones, siguiendo el diseño de las de San Petersburgo y Moscú, en la que cada boca es diferente y muy sofisticada, pareciendo auténticas obras de arte a las que admirar. Tal vez se pierda con este diseño un poco de funcionalidad y rapidez en las entradas y salidas, pero son muy agradables de utilizar. No obstante, si todos los días son como hoy con tan poca densidad de pasajeros, no tendrán problemas de atascos y los trenes se espaciaban hasta diez minutos entre ellos.

Tanto en el avión ayer en el que corría el whisky y vodka como si fuera agua, como hoy por la calle, nos ha sorprendido ver que los habitantes de "Almaty" parecen coreanos o primos suyos, cuando esperábamos ver a rubios cazajos más parecidos a rusos. Carmen a quien le gusta mucho la historia se ha enterado de la causa de este rasgo y el motivo es histórico de cuando en los años 30, multitud de coreanos fueron reubicados a la fuerza por la U.R.S.S., desde el extremo "este" de Rusia. En la actualidad por lo visto en esta ciudad 8 de cada 10 habitantes tienen alguna ascendencia coreana.

Siguiendo con nuestro plan pensábamos subir en un funicular a una colina que tiene una torre llamada "Kok-Tobe" para tener una vista de la ciudad, aprovechando que por la mañana "Almaty" parecía que no se había despertado con las calles vacías. Pero de nuevo la suerte se ha puesto en contra y al llegar a la estación del funicular, hemos visto que estaban transformándola en un nuevo sistema de telecabina al estilo de las modernas estaciones de esquí. Así que lo hemos dejado para mañana, cuando podamos enterarnos en la Oficina de Turismo, que suponemos abrirá y nos informaremos de que alternativa hay para subir a "Kok-Tobe"..

Saltándonos esta visita, el siguiente punto que teníamos era el "Parque Conmemorativo de los 28 héroes de Panfilov", en donde se sitúa también la "Catedral de Zenkov" y el "Museo de instrumentos folclóricos" en un curiosos edificio de madera. Un parque bastante grande donde pasar un rato agradable y que es el más antiguo de la ciudad.

Al atardecer hemos salido a cenar a un restaurante recomendado de cocina local en el que el menú ha sido de platos tradicionales: "Manti" de cordero, que era una especie de dumplings y "Beshbarmak" de cordero y caballo, unos trozos de carne con la misma pasta del "Manti". Es decir, siempre lo mismo, pero de distintas formas. De toda la cena, lo mejor ha sido la decoración del local, porque la comida en sí no era nada especial,

Mañana continuaremos visitando "Almaty" e intentaremos ver las montañas nevadas que lo rodean si tenemos suerte con el tiempo, porque hoy prácticamente no se veían por los nubarrones que las cubrían y que a la tarde se han convertido en una fuerte tormenta.

Un caluroso y pegajoso día que hemos pasado sin encontrar nada que tuviera el más mínimo interés. Y aunque parecía que teníamos buenas visitas por delante, han resultado bastante cutres.

El comienzo ha sido en la Oficina de Turismo que ya estaba abierta y donde nos han informado de cómo llegar a la cercana colina llamada "Kok-Tobe", cogiendo primero un autobús de línea y después otro específico que sustituye temporalmente al teleférico que está en obras. También hemos aprovechado para preguntar si teníamos los papeles en orden para no tener problemas en la salida del país, a lo que nos han dicho que teníamos los dos sellos necesarios y que todo estaba en regla. De habernos faltado algún sello, tendríamos que haber ido a una oficina de policía para que nos lo pusieran antes de los cinco días de estancia en el país.

La lejanía de la parada del autobús más cercana que teníamos, nos ha obligado a andar un largo trecho por las amplias avenidas que hay sin sombra, sudando porque el calor desde primeras horas apretaba mucho. Como no encontrábamos ninguna indicación de parada en el mapa que nos habían indicado en la oficina de turismo, un joven nos ha llevado a un punto en una acera diciéndonos que cuando viéramos el autobús le indicáramos con la mano para que parara. Y así lo hemos hecho, montándonos en un trasto en el que una señora mayor que parecía la madre del chófer hacía el trabajo de cobradora. Nos ha sorprendido cómo pasas en un momento, de una sofisticada y elegante estación de "Metro" a un destartalado autobús que casi había que empujarlo para que andase y de los bien planchados uniformes de los empleados del "Metro" a los zarrapastrosos chófer y cobradora del autobús, y todo por el mismo precio de billete, el equivalente a 0,40 euros por viaje independiente de a dónde vayas.

Una vez en "Kok-Tobe" no hemos tardado más de diez minutos en ver el feo paisaje del horizonte. Donde pensábamos ver la cadena montañosa nevada, sólo se veían unos pocos picos nevados, estando orientadas todas las terrazas hacia el paisaje urbano y como era un recinto cerrado de ferias y de unos cuantos pájaros enjaulados, no podías moverte para buscar alguna perspectiva mejor. Vamos, una visita muy poco recomendable aunque aparezca en el puesto de honor entre los atractivos de "Almaty".

De nuevo en el "Metro" nos hemos bajado en dos estaciones para obtener algunas imágenes porque son dignas de visitar y en donde al ser hoy día de trabajo se veía bastante más gente kazaja rubia que ayer domingo. Parece que los festivos los de ascendencia coreana salen más a la calle, mientras los de aspecto occidental se quedan en casa viendo la tele.

Siguiendo nuestro plan, el siguiente destino ha sido "Green Market" que al llegar nos hemos encontrado con un supermercado en su lugar. Eso sí, conservaba el nombre pero de mercado de verduras no tenía nada. Próxima a este emplazamiento se ubicaba la "Mezquita Central" que al verla también nos ha dejado indiferentes, por lo que hemos decidido comer de vuelta al hotel y pasar las horas de más calor al abrigo del aire acondicionado de la habitación.

Al atardecer, cuando ya se podía volver a andar por la calle, nos hemos puesto el objetivo de llegar al parque llamado "En Honor del Último Presidente" que se hallaba a las afueras de "Almaty". Teníamos el número de autobús y el lugar donde cogerlo, pero cuando he preguntado al conductor, con muy mala cara y sin prácticamente mirar la imagen que le enseñaba me ha contestado que no. Lo hemos intentado con otros autobuses, por si teníamos mal el número pero ninguno parecía ir allí donde queríamos, hasta que ha llegado otro autobús de nuestro número, el mismo que el primero y nos ha dicho que nos montáramos. Hay que decir que en general los kazajos son bastante adustos y poco amables, aunque siempre encuentras quien está dispuesto a ayudarte. Nos recuerda a nuestro viaje a Moscú y San Petersburgo, donde tampoco encontramos ninguna facilidad. Además cuando tú les preguntas en inglés, ellos responden largas parrafadas en kazajo como si fueras amigo de toda la vida y claro, no te enteras de nada y se lo dices, pero les da igual, continúan hablando como si nada.

Y una vez más con lo que nos ha costado llegar, nos hemos encontrado que el espectáculo de luz y sonido en la fuente del parque, que según dicen hay todos los días, estaba sin agua y cerrada, según nos han dicho allí.

En definitiva, un día en el que todo te sale mal y te enseña cómo es el país en sí con su nivel de desarrollo y educación. Mañana cogeremos un avión para ir a "Astana" la capital del país, que está inmersa en un proyecto urbanístico hasta el año 2030, para conseguir situarse a la cabeza de las ciudades asiáticas.

Un vuelo de 900 Km con la compañía aérea "JSC Aircompany Scat" algo movido en el que mi vecina de asiento, una joven kazaja lo ha pasado muy mal, agarrándose al asiento y sufriendo en cada sacudida, lo que debe ser debido a la falta de costumbre. Carmen que al principio se ponía tensa en los aterrizajes, ahora va muy relajada aunque el avión vaya a saltos y es que el meter horas en cualquier tema soluciona las tensiones generadas por situaciones incómodas pero normales.

Como hemos venido a "Astana" para un par de días, no traíamos equipaje, sino una simple bolsa y mochilas con lo imprescindible, dejando las maletas en el hotel de "Almaty" al que volveremos pasado mañana. Así que enseguida hemos cogido un taxi con destino al hotel "Altyn-Adam" que se ubica en la zona norte del río.

Traíamos información de los principales puntos de "Astana", pero nos faltaba un mapa de la ciudad en papel, como apoyo al mapa con GPS que utilizamos en el teléfono móvil. Tampoco habíamos conseguido información acerca de alguna Oficina de Turismo que nos pudiera completar los lugares de interés que tenemos. Cuando hemos salido de la habitación y a la vista de que en recepción del hotel no hablaban casi nada de inglés, hemos comentado entre nosotros ¡¡¡ otro día duro en el que deberemos luchar lo indecible para conseguir lo que queremos, pero en peores situaciones hemos estado en "China", y "Astana" no podrá con nosotros !!!.

A base de insistir con la recepcionista que sacaba su móvil para traducir del inglés al kazajo y viceversa, como si fuera ¡¡¡ el Santo Grial !!! que todo lo soluciona, pero que en realidad sirve de muy poco, hemos ido deduciendo algunas cosas con la ayuda de otra persona que ha aparecido, decidiéndonos por ir a un lugar en el que aparecía la palabra turismo para probar suerte. Al llegar allí hemos visto que era un hotel, pero no nos hemos desanimado y preguntando en su recepción nos ha atendido una señorita muy amable que hablaba perfectamente inglés y parecía querer practicar porque no debía tener muchas oportunidades de hacerlo, dándonos cuanta información le hemos pedido y pudiendo comprar incluso un mapa de la ciudad aunque en ruso en la tienda del hotel.

Resuelto el tema y con las cosas claras, aunque habiendo perdido bastante tiempo en conseguir nuestro objetivo, salíamos a dar una vuelta por la orilla norte del río, por un bonito paseo hasta cruzar el puente que une la ciudad con la parte sur y donde se está desarrollando todo el entramado de nuevos edificios singulares en diseño, que hemos dejado para mañana.

Día dedicado a recorrer la nueva ciudad de "Astana" que bajo la visión del presidente de Kazajistán "Nursultan Nazarbayev" se está construyendo en la estepa y en la que afamados arquitectos han encontrado un filón en proyectos pagados con el dinero del gas y petróleo. Pero después de estar todo el día paseando y recorriendo la que algunos irónicamente llaman "La Avenida de los Dioses" bordeada de rascacielos y edificios singulares, te preguntas: si uno piensa que por montar esta especie de "Expo particular", porque es lo que parece, se va a formar parte de las grandes ciudades asiáticas, creo que está muy equivocado. Se necesita mucho más que diseño o ¡¡¡ humo !!! para participar en el rango selectivo de países que marcan las directrices para conseguir el modelo de futuro que afectará a la humanidad.

Y no hay más que darse una vuelta para ver que si bien los edificios no son de cartón/piedra aunque algunos lo parezcan, porque partes de sus fachadas se caen y las vuelven a sujetar de mala manera, la parte urbanística sí que es un desastre. Las zonas más concurridas estaban en obras y no precisamente por la creación de cosas nuevas, sino que el deterioro de escaleras, baldosas rotas, suelos combados y demás, hace necesario un batallón de peones reparando de manera muy artesanal lo que durará escasamente otro año en condiciones.

Las imágenes que habíamos visto de esta ciudad son engañosas, porque no enseñan la realidad de lo que es. Es cierto que algunos edificios son preciosos, como es el caso del "Central Concert Hall", cuyo diseño llama la atención, pero que cuando te acercas piensas lo caro que ha tenido que resultar el envoltorio azul de cristal, que sólo sirve para dar forma pero que no tiene ninguna funcionalidad asociada.

También nos hemos acercado después de una larga caminata a la famosa pirámide de "Norman Foster" que alberga al "Palacio de la Paz y de la Reconciliación", al que no nos han dejado acercarnos los numerosos soldados que lo protegían no sabemos de qué. Hasta el punto de que uno de ellos me ha señalado la cámara fotográfica para que se la entregara, a lo que me he negado en inglés y nos hemos marchado. Tampoco hemos insistido en acercarnos porque lo que veíamos no era nada especial ni entendemos a qué es debido su fama. Tal vez por dentro sea algo digno de tenerse en cuenta, pero por fuera resta puntos a la fama de "Foster".

Siguiendo por esa avenida que otros llaman "Bulevar Verde-acuático" hemos llegado al punto emblemático de la ciudad: la "Torre Astanalik de Baiterek" a la que hemos subido para tener una visión del entorno. Una curiosa torre con un globo redondo dorado que reflejaba el sol y que parecía pretender demostrar la grandeza de este país. El diseño me recuerda a los trofeos deportivos ya anticuados cuando el ¡¡¡ poder !!! era lo que se quería representar. No obstante, esta torre tiene al menos una función de observatorio y de icono de la ciudad.

Cuando llevábamos más de seis horas recorriendo estos largos paseos y haciendo un descanso para comer en el curioso centro comercial "Khan Shatyry", cogíamos el autobús Num. 10 que nos devolvería a la zona norte del río donde nos hospedamos. Una zona de ciudad normal y de gran contraste con lo que acabábamos de ver. Creemos haber entendido que será sede de la "Expo 2017" que con el eslogan de "Future Energy" se celebrará en "Astana" para ¡¡¡ envidia del mundo !!! y por las imágenes anunciadas que son diferentes a lo que nosotros hemos visto, estarán construyéndola en otro lugar.

Mañana volveremos a "Almaty" para desde allí abandonar Kazajistán" al día siguiente y comenzar la última etapa de este viaje en "Uzbekistán".

Estos tres días son de viajar. Hoy lo hemos ocupado en la vuelta a "Almaty", mañana volaremos a "Taskent" en "Uzbekistán" y pasado mañana, a "Urgench" cerca de "Khiva", la que dicen ser la ciudad de las ¡¡¡ Mil y Una Noches !!!.

Ha amanecido lloviendo y en eso tenemos mucha suerte, porque parece aprovechar la climatología para endurecerse cuando menos nos afecta, es decir, cuando visitamos los aeropuertos para coger el avión y hasta ahora, a la llegada a los destinos ya lucía el sol. Al hacer el check-out en el hotel "Altyn-Adam" nos ha sorprendido que no admitiesen tarjetas, teniendo que pagar con U.S.D., lo que no nos gusta porque sabemos que en "Uzbekistán" este tema todavía es mucho más acuciante y necesitamos de todos lo dólares que tengamos para cambiar por "soms uzbekos".

Hemos repetido tanto la aerolínea "JSC Aircompany Scat", como el hotel "Sun City" en "Almaty", en donde hemos comunicado el incidente que tuvimos con el taxi que nos facilitaron para ir al aeropuerto hace un par de días, en el que nos pidieron al llegar "5.000 tengues" cuando el precio dado por ellos era de "3.000", a pesar de habérselo dicho al taxista. Como teníamos la matrícula del coche han quedado en aclarar el entuerto y nos comunicarán el resultado. Este tipo de acciones no hacen más que ensuciar el nombre del hotel que no creemos que gane nada con ello. El taxista seguro que pensó que nosotros nos marchábamos para no volver y cuando le dijimos que lo íbamos a hacer y pondríamos en conocimiento lo que había ocurrido, quiso negociar rebajando el precio a "4.000 tengues" a lo que me negué.

Nos lo hemos tomado con tranquilidad y cansados ya de este país, hemos cenado en el mismo hotel para acostarnos pronto, ya que mañana toca madrugar un poco.

El poco tiempo que hemos permanecido en este país no permite tener una opinión fiable que abarque a los diferentes factores que intervienen en la vida de "Kazajistán", pero si podemos hablar de las sensaciones que hemos tenido en estos seis días que nos hemos movido por sus dos grandes ciudades: Astana y Almaty.

Los principales aspectos que hemos percibido son:

Un país salido del bloque soviético que parece querer engancharse al sistema comercial de los grandes de "Asia", intentando ponerse a la cabeza con un esquema y estrategia de querer asombrar al mundo, pero sin una base sólida. Con este fin se está creando la nueva capital del país "Astana", con un modelo de rascacielos y edificios singulares que parecen salidos de una mente que todavía conserva los diseños soviéticos de antaño, conviviendo con otros de más moderna factura de renombrados arquitectos occidentales, y concentrando todo ello en una avenida o bulevar concreto, en el que se sitúa el icono de la "Torre de Astanalik - Baiterek" como centro y baluarte de riqueza y poder. Todo esto impresiona verlo en imágenes estáticas o en vídeos promocionales en los que las luces en la noche esconden muchos detalles a la vista del espectador. Los paseos están con multitud de zonas y escaleras levantadas en periodo de rehabilitación, lo que extraña al ser todo el complejo tan nuevo. Incluso los propios edificios se ven en muchos casos, en declive con abolladuras y zonas desprendidas.

Pero lo más curioso parece ser que al resto de necesidades de una ciudad, como es el transporte público, el saneamiento e infraestructuras viales no se les da importancia por lo que dejan mucho que desear en el resto de "Astana". Malos olores en la vía pública, auténticas piscinas en la carretera en cuanto llueve un poco y ningún tema de accesibilidad, no parece preocupar en el desarrollo de este nuevo concepto de ciudad que se quiere implantar.

"Almaty" por su parte, "anterior capital de Kazajistán" cuenta al menos con una línea de "Metro", pero el resto de transporte público se basa en autobuses cochambrosos con sistemas muy arcaicos que ya no se ven en el resto del planeta. Otro tema muy importante es el de los taxis a los que debes recurrir en determinadas situaciones y sólo los que están en los aeropuertos son identificables. Así que, si en la calle necesitas un taxi, hemos visto que la gente se pone en el borde de la acera con un brazo separado del cuerpo apuntando al suelo. Cuando un coche que parece un turismo normal se acerca y para, comienzan a hablar lógicamente en kazajo, que es lo único que saben los taxistas. Por lo tanto, más vale que no necesites un taxi porque no sabemos cómo te podrías entender tanto para decirle el destino como para enterarte del precio que te van a cobrar.

Kazajistán es un país de grandes contrastes. En la zona de "Almaty" la población predominante es de ascendencia coreana y adusta hasta cierto punto, mientras que en "Astana" los rubios cosacos predominan y éstos si que son de carácter ácido y hasta da miedo preguntarles algo porque parecen ladrarte. Después de ver la película "Ocho Apellidos Vascos" en la que se hace referencia a la dificultad que existe de ligar con una ¡¡¡ vasca !!!, quisiera verle yo a "Rovira" intentando ¡¡¡ sólo hablar !!! con una de estas ¡¡¡Matrioskas !!! que te miran como si fueras un alienígena.

Nuestra intención era haber visitado las inmediaciones de "Almaty" en donde parece que la Naturaleza les ha dotado de algo más que de desierto y páramo que es el resto del país, pero no se sabe en base a qué motivo, hay que ser un rico viajero para poder realizar una visita de cuatro días. Los presupuestos recibidos de cuatro agencias de viajes diferentes, coincidían más o menos, con una media de 300 U.S.D. por persona y día. Algo fuera de lugar, cuando los precios se ciñen aproximadamente al hotel: 70 euros por una habitación doble, 0,40 euros, precio del billete de autobús y Metro, ó 25 euros por una cena para dos personas en un restaurante elegante de comida tradicional y precio de turista.

En definitiva, visitar "Kazajistán" no tiene ningún interés, porque nada tiene que ofrecer, al menos de lo que hemos visto y las sensaciones que te embargan es de estar en un entorno poco amable, muy controlado policialmente, con cierta acritud en sus gentes y expuestos a que intenten engañarte como a nosotros, por parte de un taxista que duplicó el precio que nos habían dado en el hotel para ir al aeropuerto, pensando en que nos íbamos del país y sin saber que volvíamos a los pocos días al hotel donde notificamos el suceso. Siempre hay excepciones que confirman la regla porque otros taxistas se portaron correctamente. No obstante, ya habíamos leído que hay que estar muy en guardia en este país con los timos y nosotros aconsejamos no ¡¡¡ bajarla ni un momento !!! aunque resulte desagradable estar siempre ¡¡¡ ojo avizor !!!.

Cuando con los pases de embarque hemos pasado todos los controles de "Inmigración" en "Astana", hemos respirado tranquilos, porque siempre en este tipo de países puede ocurrir algo que te complique la existencia: un papel que falta, el policía de turno que se ha levantado con el pie izquierdo, o retrasos de avión que te alarga la estancia en el país. Pero ¡¡¡ gracias a Dios !!! no ha sido nuestro caso. No obstante, durante toda nuestra estancia en Kazajistán, hemos tenido especial cuidado con no perder nada y enterarnos siempre que hemos podido si teníamos todos los documentos en regla. Sin embargo, cuando despegábamos me ha salido un suspiro de alivio como nunca me había ocurrido al abandonar un país, de los muchos que hemos visitado.

Muy sensibles con todo lo que se refiere a documentos a rellenar y de que te los sellen para no dar ninguna oportunidad a los problemas posteriores cuando abandonas el país, hemos tenido que reclamar a la azafata que nos diera dos juegos de formularios para cada uno, a lo que ha contestado que con uno por persona era suficiente. Pero como íbamos sobre aviso respecto a este tema y que en el asiento de al lado iba un joven kazajo que ha corroborado nuestra petición, porque él también llevaba dos juegos, la azafata nos los ha tenido que facilitar en inglés. Y es que , no entendemos que una profesional que cada día repite la misma tarea de repartir los documentos de entrada, pueda desconocer las graves consecuencias que puede conllevar su ignorancia, ya que a la salida de Uzbekistán nos pedirán la declaración de lo que hemos introducido en la llegada.

Ya habíamos leído en Internet los problemas que habían tenido otros viajeros con este tema, por lo que hemos tenido mucho cuidado de acordarnos de exigir el sello en nuestro ejemplar. De hecho, no ha hecho falta recordarle nada al policía porque con el tema del fútbol: Messi, Iniesta y demás, ha sido muy amable y nos los ha entregado rápidamente y sin preguntas.

Hasta ahí todo bien, pero la cosa se ha complicado primero al sacar dinero de un cajero para tener algo de moneda local para el taxi antes de cambiar los dólares. El cajero al ser extranjeros nos ha dado 100 dólares americanos sin preguntarnos nada, porque identifica que es una tarjeta internacional y de esta forma te obliga a cambiar en la ventanilla por ¡¡¡ ingentes cantidades de billetes de sums uzbekos !!! y así ganan dos comisiones: la que cobran por utilizar el cajero y la de cambio de divisa. Pero hay más, uno de los billetes de 50 dolares, que me había dado el cajero, no me lo han aceptado en el propio banco para cambiarlo por "sums", porque han dicho que tenía algo escrito. Eso ya nos ha cabreado porque además nos miraban con indolencia un par de señoritas que estaban encerradas en un cuchitril y que han rellenado más papeles que para casarse y todo para cambiar 100 U.S.D.

Con varios fajos de billetes atados con gomas que te hacen sentir casi "Rotschild, nos hemos encaminado arrastrando las maletas hacia la parada de taxis. Y de pronto ha estallado una bronca entre los taxistas que se disputaban el darnos el servicio, llegando incluso a empujarse y faltando poco para los puñetazos. Nos hemos dado la vuelta para meternos de nuevo al aeropuerto, pero se han calmado un poco y después de pedir el precio de la carrera al hotel nos hemos montado y marchado antes de que la cosa fuera a más.

Increíble la entrada que hemos hecho en Uzbekistán, en un momento hemos llegado hasta añorar volver a "Kazajistán" haciéndome olvidar hasta el suspiro que había dado al abandonarlo. Durante todo el viaje al hotel "Shodlik Palace", el taxista y su acompañante que después se ha bajado, no han parado de ofrecernos cambio de moneda, asegurando que íbamos a obtener una mayor ganancia que con el cambio oficial. No hemos accedido porque tenemos mucho cuidado de no trasgredir nada, por ahorrarnos unos pocos euros.

Por lo menos el hotel está muy bien, tanto en su ubicación, como la habitación que es muy cómoda y amplia. En recepción hablan muy bien inglés y nos han facilitado un mapa de la ciudad. Tenemos bastante información de cómo movernos por "Uzbekistán" y lo primero que hemos hecho ha sido, coger el "Metro" cercano al hotel e ir a la "Estación de Tren de Taskent" para comprar cuanto antes el billete de tren a "Samarcanda", donde iremos el próximo día 19, ya que hay que hacerlo con varios días de antelación porque los billetes se agotan enseguida y mañana nos ausentaremos de "Taskent" por varios días.

Conseguir los billetes ha sido tremendo, había grandes colas con personal de muchas agencias de viajes que iban cargados de pasaportes para sacar los billetes. Un trabajo por el que cobran una comisión muy alta que puede llegar a duplicar el precio del mismo. Nosotros hemos aguantado la cola pero al final tenemos los billetes en el bolsillo para cuando volvamos del "Mar de Aral".

Mañana cogeremos un avión con destino a "Urgench" que es el aeropuerto más cercano a "Khiva" para conocer la llamada "Ciudad de las Mil y una Noches". Esperemos que las cosas vayan mejorando porque de otro modo, dudo que resistamos en este país el tiempo que tenemos previsto quedarnos. Yo pensaba que "Uzbekistán" gracias al turismo había evolucionado, pero lo que hemos visto indica que es capaz de hacer bueno a "Kazajistán".

Cuando nos hemos despertado esta mañana, yo todavía continuaba con cierta apatía respecto a "Uzbekistán" y a pesar de estar en un buen hotel y poder desayunar hasta cierto punto bien, me costaba tener que enfrentarme de nuevo a todos los retos que tiene este país:

- Volver a cambiar dinero como si fuese un traficante, haciéndolo ¡¡¡ bajo manga !!! y no precisamente para obtener un mejor cambio porque lo que me daban en el hotel era el precio oficial, sino por no ir a un banco y pasar de nuevo por toda la burocracia y papeleo para cambiar 100 míseros U.S.D.

- Controlar que te den el justificante de haber pasado la noche en el hotel porque te lo pueden pedir en el siguiente y debes guardar todos los comprobantes porque a la salida del país, quieren saber por dónde has andado y qué has hecho. Vamos que ni los judíos en la 2° Guerra Mundial estaban tan controlados.

- Coger un taxi al aeropuerto y montar un sistema para que no se repita el timo de "Almaty", para lo que he refrendado varias veces el precio entre el taxista y el hotel.

- Hacer el check-in en el aeropuerto cuidando de que no se te cuele la gente, porque muy pocos respetan a los demás y en los vuelos nacionales como era éste, los que se conocen van entregando sus identificaciones al primero de la fila para que les saque la carta de embarque, por lo que te puedes encontrar con alguien que haga hasta diez check-in.

Carmen sin embargo, lleva mejor este tema y me ha estado animando, diciéndome que seguro que la cosa mejoraría. Tenemos suerte de que cuando a uno se le baja la moral el otro se encuentra más optimista y muy pocas veces hemos coincidido en estar los dos deprimidos.

Cuando hemos llegado a "Urgench" una bofetada de 38 grados nos ha recibido y como habíamos dejado las maletas en el hotel de "Tasken" hemos salido con las bolsas de mano y mochilas a enfrentarnos con el tumulto de taxistas que veíamos cómo nos esperaban dispuestos a conseguir el servicio de llevarnos a "Khiva", que está unos 35 Km de "Urgench". Por lo menos hoy no ha habido bronca ni golpes, aunque en un momento dado uno de ellos ha bajado el precio y el resto se le ha echado encima. Yo he aprovechado para ofrecer ese precio llegando a un acuerdo con un taxista ya mayor que después ha resultado ser bastante agradable.

A partir de ese momento yo he empezado a remontar la negra visión del país y cuando llegábamos a "Khiva", uno de los grandes enclaves de "La Ruta de la Seda" y a la vista de la muralla que rodea su parte antigua, ya veía las cosas más claras. En el hotel "Old Khiva" junto a la "Puerta Oeste", un joven alegre y que hablaba inglés nos ha dado la habitación a la que hemos recurrido a la espera de que bajara un poco la temperatura para dar una vuelta.

Al atardecer hemos tomado contacto con "Khiva" entrando en su fortificación y dando un paseo por sus callejuelas que estaban vacías de gentes y llenas de antiguas "Madrasas" y "Caravasares". La tranquilidad de estar solos en este entorno mágico ha sido realmente agradable.

Sólo ha sido un corto paseo lleno de imágenes pintorescas hasta llegar a un restaurante que nos habían recomendado en el hotel. El propio restaurante era una preciosidad y la comida aunque poco variada porque parece ser que las cenas en este país son más frugales que los almuerzos, estaba muy bien preparada y nos ha gustado.

Y como siempre ha llegado la hora de pagar y claro, sólo admiten efectivo y la factura nos ha hecho desembolsar los fajos de la imagen de abajo.

Teniendo en cuenta ambas imágenes, alguien podría pensar que la factura era astronómica, pero no, la cuenta ascendía a dieciseis euros por una cena para los dos. Es decir, cincuenta billetes de un tamaño de nuestros "20 euros". Es como si en nuestro país tuviésemos billetes de 0,33 euros y tuvieses que pagar siempre con ellos, fuese la cuenta que fuese. Más vale que no se instalen aquí sucursales de los restaurantes de nuestros grandes cocineros: Arzak, Mugaritz, etc. porque para pagar una cena necesitarías llevar un remolque en el coche cargado de billetes. No entiendo cómo se puede estar todo el día contando billetes, tanto cuando los compras como cuando pagas con ellos. Ya nos estamos acostumbrando a hacer fajos de diez para contarlos menos veces y llevo todos los bolsillos y hasta la bandolera de la cámara fotográfica llena de fajos. Y cómo vuelan los fajos en cuanto compras algo, estás todo el día preocupado de a su vez comprar más "sums". Alguien me puede decir ¡¡¡ pues compra más cantidad para no estar pendiente !!! y entonces tendría que comprarme también una carretilla y acarrear con ella todo el tiempo.

Mañana visitaremos a fondo "Khiva" de la que hemos tenido una primera y excelente sensación que esperemos nos ayude a ir cambiando nuestra opinión de "Uzbekistán".

Khiva nos ha brindado un día espectacular. Si ayer había una especie de polvo en suspensión que quitaba limpieza al cielo azul, hoy los colores estaban mucho más llamativos y muy temprano nos hemos puesto en marcha por las calles de la fortaleza.

Las altas temperaturas que se alcanzan al mediodía hace imposible moverte por la calle, por lo que hay que programar las visitas por la mañana temprano y al atardecer, refugiándote en el hotel al mediodía.

Con este plan salíamos para las ocho y media después de un buen desayuno en el hotel y nos dirigíamos a nuestro primer destino que era "Islom Xoja Complex" con el minarete más alto (51,5 m.) y más bonito de todo "Khiva". Aprovechando que todavía no hacía calor hemos subido casi a gatas por la estrecha escalera de altos escalones para tener una vista de toda la ciudad, ya que la luz era buena para tomar fotografías.

A continuación nos hemos movido por las callejuelas entrando y saliendo en museos y antiguas madrasas, admirando sus preciosos interiores y el orden que hemos seguido ha sido: El museo de Artes Aplicadas, "Pakhlavan Mahmud Complex", un lugar de culto bastante concurrido por uzbekos que entraban a rezar, "Mezquita Juma y Minarete" un lugar lugar lleno de columnas en donde hemos contado hasta 219, estando la mayoría talladas con filigranas diferentes.

El sol comenzaba a apretar pero nos hemos animado a ir a un mercado muy concurrido en donde yo me he interesado muy particularmente en saber cómo se desenvolvían las compras con tantos billetes de dinero de mano en mano. Pero para mi sorpresa no he visto que la gente sacara muchos billetes para pagar las compras, lo que supongo que quiere decir que hay dos Uzbekistanes el de los uzbekos y el de los extranjeros y que nosotros pagamos precios inflados de posiblemente hasta diez veces superiores a los de los locales. En todos los países los turistas pagan un sobreprecio en las compras, pero el no ver fajos de billetes, sino sólo billetes sueltos y además del más bajo importe, en un mercado con cientos de personas en plenas transacciones, algo quiere decir.

Después hemos vuelto al hotel para refrescarnos con una ducha y salir a comer, lo que nos ha costado visitar hasta tres restaurantes porque los principales tenían todo reservado para grupos de turistas extranjeros. Al final hemos conseguido comer muy bien y a un precio similar al de ayer, teniendo que ¡¡¡ soltar otros 60 billetes !!!, de forma que con la cena de hoy, tendré que volver a cambiar de nuevo dinero mañana. Y así todos los días.

Al atardecer hemos subido al minarete de "Kunya Ark" siguiendo los consejos de "El Rincón de Sele" que lo recomienda especialmente en las últimas horas de sol y realmente tal como dice las vistas de la muralla son espectaculares, porque a esa hora la posición del sol y la luz son perfectas.

Como el restaurante del mediodía nos ha gustado bastante, lo hemos repetido para la cena, con unas excelentes ensaladas en una mesa exterior disfrutando de una perfecta temperatura, un airecillo reconfortante y de la casi soledad de las calles vacías. Y comentábamos sentados sin ninguna prisa por levantarnos ¡¡¡ así es como realmente se saca todo el jugo a esta preciosa ciudad y cuando uno puede sentir que ha retrocedido varios siglos !!!, porque lo que ve parece el escenario de un cuento de las "Mil y Una Noches".

Que en Khiva haga buen tiempo es lo normal y de nuevo ha salido el sol pero corriendo un airecillo que ha hecho más agradable el pasear por la fortaleza que protege la zona interior llamada "Itchan Kala". Nos quedaban algunos museos y edificios singulares por ver y la mañana la hemos dedicado a terminar de explorar "Khiva".

Al mediodía hemos estado con "Izzat", el joven guía uzbeko que habla español y con quien contacté por Internet gracias a "Sele" que amablemente me dio su email. Nos ha comentado como será el viaje que durará cerca de catorce horas en total, saliendo a las seis de la mañana y tardando unas seis horas en llegar a "Moynaq" situado en la República Autónoma de "Karakalpakstán" que estuvo bañada por el "Mar de Aral", pero que en la actualidad se ha convertido en una especie de cementerio de barcos varados en la arena, consecuencia del empequeñecimiento constante del que fue el mayor lago de nuestro planeta y al que le quedan pocas décadas para que desaparezca del todo. Un atentado a la naturaleza ya irreversible que ha sumido a la zona en la pobreza. La decisión soviética de convertir a una zona desértica en un vergel en el que cultivar algodón, mediante el desvío de ríos que desembocaban en el "Mar de Aral" para irrigar esas zonas, llevó a un gran desastre ecológico y a su próxima desaparición.

Cuando veníamos anteayer de "Urgench" a "Khiva" cruzamos el río "Amu Daria" que iba cargado de agua, lo que sorprende en esta zona originalmente desértica pero actualmente tupida de un color verde. El taxista nos comentó la importancia de este río para la economía de la comarca y que gracias a él son capaces de exportar algodón a Europa y disponer de fruta de gran calidad, pero ni una palabra de lo que ha supuesto para otras zonas y familias que tuvieron que abandonar sus hogares de toda la vida.

En el viaje no llegaremos a ver el "Mar de Aral" actual, porque supondría otras cinco o seis horas en un coche 4X4, y el límite lo ponemos en "Moynaq" desde donde retornaremos hacia "Urgench", pero desviándonos para ver las fortalezas de "Ayaz-Khala" y pasar una noche en una yurta.

Así pues, mañana nos espera un largo día de coche con "Izzat" perdiéndonos por tierras inhóspitas de las que él es un gran conocedor y en quien confiamos plenamente.

Una excursión de catorce horas aproximadamente de coche supone el ir desde "Khiva" hasta "Moynaq", la que en su día fue puerto pesquero del "Mar Aral" y hoy queda a unos 140 Km de su orilla actual. Un pueblo sumido en el paro con un futuro muy negro y sin posibilidad de readaptación a nuevas situaciones que por ahora hagan crecer su economía.

Aunque la carretera era mejor de lo que esperábamos porque es una nacional que atraviesa el país y llega hasta "Rusia", los tramos en obras, los controles de radar que son temidos y el inmenso calor de esta época, ha hecho de esta visita un viaje duro. Cerca de seis horas y media para ir, una hora para ver el cementerio de barcos y otras seis horas para volver a la yurta en la que hemos dormido cercana a "Urgench", te hace preguntarte si merecía la pena la visita. Si la analizas con una mirada fría de cálculo comparado con lo que ves, el resultado es que no compensa. Si lo tomas como llegar a lo que era el "Mar de Aral" como una meta a conseguir y ver la auténtica masacre ecológica y las consecuencias que puede tener una determinada decisión de orden económico, entonces te encuentras mirando a la lejanía en un mirador que tendrá unos 25 m de altura, con un horizonte infinito de arena, piedras y matojos, intentando vislumbrar si eres capaz de ver algo de agua. Pero claro, 140 Km es mucha distancia y no te crees realmente que lo que ves ahora antes era un mar. Sólo los barcos oxidados que descansan a tus pies dan fe de esta catástrofe sin precedentes y que todavía no ha terminado.

Al atardecer llegábamos a los pies de la fortaleza "Ayaz Khala" en donde una docena de yurtas muy bien acondicionadas, nos esperaban para pasar la noche. Hemos podido hasta ducharnos en unas condiciones más que aceptables y que no nos esperábamos, después de experiencias anteriores en desiertos como los de Sahara y Wadi Rum. Con un maravilloso atardecer y una puesta de sol sobre el fondo del desierto, nos instalábamos en nuestra yurta, un precioso y grandioso espacio muy bien decorado que te hacia pensar que estabas ejerciendo de nómada en la "Ruta de la Seda".

Un duro día de coche con dos sensaciones muy diferentes: la de haber contemplado una barbarie en nombre del progreso y la experiencia de un atardecer en el desierto que si bien ya conocíamos de antes, el dormir en una yurta, le ha dado una dimensión que aún no conocíamos.

El último día de esta etapa en la que hemos visitado "Khiva", "Moynaq" (Mar de Aral) y hoy las Fortalezas de "Ayaz Khala" ha tenido un protagonista: "Izzat", nuestro guía y conductor uzbeko que habla español mejor que bien, además de inglés, ruso y algo de árabe, con estudios universitarios de Ciencias Políticas y que ha visitado la isla de "Hokkaido" en Japón, en la que hemos estado en este viaje, y de la que estuvimos recordando lugares que habíamos visitado. Un licenciado que prefiere dedicarse al turismo porque le es más rentable, y que nos ha dado toda una lección de educación, conocimientos tanto del país: costumbres, desarrollo e historia, como de ¡¡¡ saber estar !!! , algo poco usual en los guías que hemos encontrado en nuestros viajes por el mundo.

Después de una noche perfecta en la yurta, en donde hemos dormido, yo al menos, de un tirón toda la noche, lo que ha hecho que me perdiera como me ha contado después Carmen, unas impresionantes imágenes de un cielo estrellado que llegaba a iluminar todo el campamento de yurtas, nos sentábamos a desayunar tranquilamente y sin prisa en la maravillosa y enorme yurta/restaurante, en la que casi hemos estado dos horas disfrutando de la conversación con "Izzat", pudiendo hablar de temas de la vida de Uzbekistán y de sus costumbres, que normalmente no se consigue hacer cuando viajas a otros países, porque el conocimiento del idioma no suele ser tan profundo como para llegar a intercambiar opiniones que requieren un gran dominio de vocabulario. Pero "Izzat" habla tan bien nuestro idioma que daba gusto escucharle.

Nos ha contado cosas muy curiosas de su cultura como que:

La mayoría de los matrimonios son por contrato y que en la elección de esposos/as poco o nada tienen que decir los protagonistas, porque son sus padres quienes llegan a acuerdos. Al ser un acuerdo firmado de contrato no existe el divorcio para estos matrimonios y se deben soportar toda la vida. Y a la pregunta de si existe mucha infidelidad porque no se tiene en cuenta los temas de: amor y de atracciones físicas que la química humana produce, nos ha respondido que normalmente la convivencia y los hijos en común, hace que el matrimonio pueda funcionar, aunque siempre existen excepciones.

La edad de una joven para casarse está en los dieciocho años, a partir de esa edad su cotización decae y a los veinte ya se considera mayor. A los veintitrés, sus padres ya tienen que ofrecerla con un complemento como por ejemplo un coche, y que van creciendo conforme más edad tiene, llegando a ofrecerla con coche y vivienda incluida.

El hijo menor es el que hereda la casa y los bienes, por lo que el hijo mayor debe buscarse la vida, porque no espera nada más de la familia. Suponemos que el hijo menor deberá cargar con los padres y cuidarlos cuando sean mayores, como pago de la herencia.

También nos ha dado una explicación del motivo de que exista un mercado negro de cambio de divisas en el que se llega a veces a duplicar el precio oficial de los bancos. La dependencia que existe de las importaciones, hace que los comerciantes se hagan con mercancías del exterior necesitando dólares para poder pagarlas. Incluso nos comentaba que los fines de semana los cambios subían de forma importante, debido a que los lunes llegan camiones con mercancías y hasta el sábado no se sabe qué traen. Así que cuando sabes que va a llegar algo que te interesa, rápidamente tienes que ir a por dólares al mercado negro y ofrecer lo que sea para poder hacerte con ellos. Hasta la próxima llegada de mercancía el mercado de divisas vuelve a ir cayendo el cambio durante la semana, hasta que de nuevo surge la necesidad perentoria de necesitar dólares. Como es natural está prohibida esta forma de importar de forma ilegal, pero el tema de sobornos está pareja a que se mantenga este sistema de forma que a nadie le interesa que desaparezca.

Después hemos subido a la fortaleza de "Ayaz Kala" desde donde se tenía una amplia vista del campamento de yurtas y de un horizonte desértico. La fortaleza poco tiene de interés porque sólo quedan los cimientos. Sin embargo, detrás tiene otra fortaleza que la perspectiva hacía resaltar sobre los colores de la tierra, creando una bonita imagen. Hemos bajado por otro camino diferente al de subida, donde nos esperaba "Izzat" con el coche para volver a "Urgench".

Ya en "Urgench" cerca del aeropuerto, hemos parado a comer un pescado del que ya habíamos oído hablar cuando llegamos a "Khiva" y que lo pescan en un lago cercano. El restaurante estaba especializado en esta clase de peces que los tenían vivos en una pequeña piscina en la que elegías el que querías que te cocinaran. No hay como ir con quien conoce los mejores restaurantes y ha sido una comida estupenda y a precio uzbeko. Una gran calidad de pescado de lago cuyo sabor y textura nos ha gustado mucho, lo que no suele ser habitual en nosotros que estamos acostumbrados a pescado de mar y el de agua dulce nos suele parecer insulso.

A la hora del vuelo, nos ha llevado al aeropuerto donde nos hemos despedido de este joven uzbeko, que se ha portado con nosotros de maravilla y a quien recomendamos encarecidamente a quienes quieran conocer "Khiva" o realizar alguna excursión como nosotros al "Mar de Aral", con la seguridad y confianza de una buena persona. Sus datos son:

Izzat Jumaniyazov

Licensed Tour Guide & Transportation Attendant all over Uzbekistan

Mobile: +998946571271

Phone: +998956200760

email: khorezm@gmail.comt

Clásico día de recorrer una ciudad grande, en este caso "Tashkent" la capital de "Uzbekistán", que algo ha mejorado la primera y mala impresión de cuando llegamos. En cualquier caso, el agobiante calor que ha hecho, mucho más insufrible que en el desierto, ha conseguido que nos volviéramos a comer al hotel "Shodlik Palace" en el que nos hospedamos de nuevo y en el que hemos dejado pasar las horas de la tarde hasta que la temperatura nos ha permitido salir de nuevo.

El primer destino por la mañana ha sido "Hazrati Imon Complex", un importante conjunto religioso muy bien cuidado y compuesto de : madrassa, mezquita, biblioteca y mausoleo. Hemos ido en un pequeño coche que daba servicio de taxi, para lo que ya hemos empezado a comportarnos como los uzbekos, es decir, extendiendo el brazo e inclinándolo hacia el suelo. En seguida ha parado un coche y hemos tenido que negociar intentando aproximarnos al precio estándar que nos habían dado en el hotel y a partir de ahí, hemos cogido varios más sin problemas.

La siguiente visita la teníamos en el "Chorsu Bazar" un bonito, limpio y enorme mercado perfectamente estructurado en secciones algunas de ellas dentro de un curioso y moderno recinto abovedado. Por las dimensiones de este mercado parece ser que concentra la actividad comercial popular de la ciudad.

Cercana al bazar se sitúa la "Madrassa Kulkeldash" y junto a ella un ministerio al que podías subir hasta su tejado a través de una espiral exterior y tener una buena vista de la ciudad.

El sol comenzaba a pegar con fuerza y costaba moverte por donde no había sombra. Cogiendo esta vez el Metro que tiene estación en el propio bazar de Chorsu nos hemos trasladado al parque "Navoi", en el que debido a la amplitud de sus paseos era ya un suplicio andar. En "Tashkent" como en muchas ciudades de estilo soviético, grandes avenidas, parques y paseos, te obligan a andar grandes distancias, lo que después de unas horas, el asfalto que casi hierve te destroza las piernas.

Así que, gracias al Metro que tiene una estación muy cercana a nuestro hotel, nos hemos vuelto para comer unas estupendas ensaladas y descansar un poco, hasta estar de nuevo en condiciones de salir a otras partes de la ciudad de visita obligada. En este caso, nos hemos dirigido a la famosa plaza "Amir Temur" considerada el corazón de la ciudad y de allí a la "Plaza de la Independencia" cuando ya se ponía el sol. Esta zona ya se nos hacía conocida y de allí hemos vuelto paseando hasta el hotel.

Hoy nos ha parecido "Tashkent" mucho mejor que el primer día. No hemos sido acosados por los ¡¡¡ cambiadores de divisas !!! encontrando gente más amable y paseando con tranquilidad y sin ser molestados por las ¡¡¡ pegajosas sanguijuelas !!! que intentan hacer negocio a tu costa.

Mañana nos desplazaremos a "Samarcanda" en un tren de alta velocidad para conocer esa mítica ciudad, punto muy importante en la antigua "Ruta de la Seda" protagonista de historias, leyendas y novelas de aventuras en las que se quieren reflejar lugares exóticos.

Historia y progreso se unen en "Samarcanda". Siempre había imaginado que llegar a este importante punto se tendría que hacer poco más o menos que en una caravana de camellos y durmiendo en sus alrededores en una yurta, para hacer a la mañana siguiente una entrada poco más o menos que triunfal en la ciudad, después de recorrer miles de kilómetros por la "Ruta de la Seda". Eso es lo que las novelas y películas habían conseguido calar en mi cerebro, así que cuando llegábamos en un moderno tren "Talgo" llamado "Afrosiab" con aire acondicionado y en poco más de dos horas desde "Tashkent", se me ha derrumbado el nombre mítico de "Samarcanda". Ya sabía que me iba a encontrar con una ciudad de más de 400.000 habitantes agobiados por el intenso tráfico y todavía más intenso calor, pero siempre tienes la esperanza de que puedas entrar como por una ¡¡¡ puerta trasera !!! que te lleve directamente a sus fantásticos y colosales complejos sin pasar por el mundanal y ruidoso casco urbano. Pero claro, nunca es así y por lo tanto sufres una pequeña decepción de entrada que poco a poco la vas compensando centrando lo que vas a ver en lo que realmente es: imponentes y espectaculares edificios en un siglo al que no pertenecen.

El viaje ha sido muy cómodo y confortable y en cuanto hemos llegado a la estación de "Samarcanda" y sin salir de ella, hemos comprado los billetes para otro tren que nos llevará dentro de unos días a "Bukhara", última etapa de nuestro viaje por Uzbekistán. Nos ha costado hacernos entender en la ventanilla de lo que queríamos, a pesar de llevar escrito en un papel: la fecha, el destino y la hora de salida. Después el clásico regateo del taxi que nos ha llevado a nuestro hotel reservado "Caravan Serail" que está bastante bien ubicado respecto a las zonas más importantes a visitar.

El calor a las 11:30 h. de la mañana ya era muy intenso, pero hemos salido a visitar la grandiosa mezquita "Bibi-Khonim" y el cercano mercado "Siab Dekhkan", en donde hemos comido unas ensaladas, un plato de "plov" y un estupendo pan recién horneado.

Llegada la hora de más calor hemos vuelto al hotel, porque se hace imposible andar por la calle y pararte a mirar cualquier cosa. Hoy hasta he cogido un sombrero para protegerme, cosa que en pocas situaciones hago, porque no me gusta y me molesta mucho.

Sobre las cinco de la tarde nos poníamos en marcha de nuevo para acercarnos a la plaza de "Registan" y enterarnos del funcionamiento de las visitas, horarios y precios. La sorpresa la hemos tenido cuando nos han dicho que esta zona estaba abierta sólo desde las 11:30 h. hasta las 15:00 h. en estos días, porque un grupo estaba ensayando algunos bailes para un festival. Y era cierto, desde fuera hemos visto a una caterva de gente moviéndose sin ninguna gracia al ritmo de una música lánguida, que no sabemos si era por el calor que hacia, impidiendo a cantidad de turistas extranjeros que son quienes pagan más caras las entradas y en base a quienes se conservan estos edificios, estar sentados fuera en terrazas dejando pasar el tiempo. Inconcebible que puedas venir desde la otra parte del mundo para ver la tan cacareada "Samarcanda" y encontrarte que sólo puedes visitarla cuando el sol más abrasa y por un corto espacio de tiempo porque un grupo esté ensayando, como si no pudiese hacerlo fuera del horario normal como se hace en el resto del mundo.

Parece como si el gobierno uzbeko a pesar de la propaganda que hace para que el turismo acuda al país, realmente no quiere que nadie venga porque de otro modo no se explica que a las innumerables pegas que hay, como: caros visados, control del dinero que entras y con el que sales, el control de las estancias en los hoteles, además te ponga trabas para ver la plaza de Registan, que es la joya de "Samarcanda" por la concentración de edificios singulares que tiene.

Como alternativa nosotros nos hemos dirigido al mausoleo de "Gur emir" / "Amir Temur", que al atardecer recibía el sol en sus fachadas. Una impresionante sala azul hacia de mausoleo del famoso conquistador que llegó hasta Constantinopla, Rusia y China.

Para mañana tenemos un plan de visitas acomodado el problema de horarios y veremos si entramos en la plaza de Registan porque el mediodía con el sol en el cénit, es el peor momento para obtener unas correctas imágenes de su entorno.

Después de un día en el que he sacado cientos de fotos, principalmente para después unirlas e intentar plasmar la grandiosidad de estas madrassas y mezquitas de "Samarcanda", la cámara fotográfica ha debido cansarse y no ha querido continuar. Se ha negado a plasmar las imágenes lanzando un mensaje de "Error cámara" cuando ya prácticamente había fotografiado todo lo que hay de interés aquí. Durante más de cinco años me ha estado suministrando preciosos momentos y ¡¡¡ ha muerto a lo grande !!!, nada menos que en el mítico "Samarcanda" recogiendo hasta el final preciosas imágenes de dos importantes entornos: el impresionante y espectacular "Sahi-Zinda Complex" y la plaza de "Registan".

Ante la premonición de que hoy iba a ser un día especialmente caluroso, hacia las nueve de la mañana salíamos andando para visitar la mezquita "Hazrat Hizr" en la que hemos tenido una incidencia con la persona que cobraba las entradas. Antes de pagar la entrada hemos preguntado en la taquilla qué era lo que podíamos ver allí y nos han contestado que: un museo, una mezquita y un minarete al que podíamos subir. Hemos pagado la entrada y al ir al museo nos hemos encontrado con que estaba en obras y con andamios y obreros trabajando. Pensando que nos habíamos confundido nos hemos dirigido al minarete en el que había otro obrero y que nos ha dicho que podíamos subir. Las escaleras estaban llenas de escombros y todo estaba sucio. Por último, acercándonos a lo que tenía que ser la mezquita, no había ninguna puerta abierta y estaban rezando en la calle, por lo que muy cabreados hemos vuelto a la taquilla. Carmen, que cuando se enfada consigue un fluido verbal de cualquier idioma, les ha puesto a parir diciendo que era un latrocinio y que quería ver al director del complejo. Al final ha conseguido que nos devolvieran el importe de las entradas porque era una auténtica vergüenza que nos cobraran por lo que se podía ver, además teniendo en cuenta que por ser extranjeros nuestras entradas no es que fuesen algo más caras, sino ¡¡¡ 12 veces más caras !!!.

Al salir nos hemos dicho de no entrar en ningún otro complejo, viéndolos desde fuera, para no ser timados de forma tan flagrante, pero a 500 metros, estaba "Sahi-Zinda Complex" que desde fuera se veía que tenía numerosos mausoleos. Nos ha sorprendido que el precio de la entrada fuera inferior al anterior, lo que nos ha animado a cambiar de criterio y entrar. Y menos mal que lo hemos hecho, porque estar en "Samarcanda" y no verlo, hubiera sido como no haber venido. Un maravilloso entorno con: mausoleos formando algunas estrechas calles en las que el color azul de las baldosas con filigranas te llenaban la retina, un cementerio en su parte trasera en el que las lápidas de la tumbas tenían grabadas las caras de los difuntos por verdaderos artistas del retrato y una mezquita, completaban el mejor complejo de todos los que hemos visto hasta ahora en "Uzbekistán".

Llegada la hora en que se abría al público la plaza de "Registan" nos hemos acercado para admirar los enormes edificios que conforman la plaza. Lo mejor de todo es sin duda la plaza en sí misma, en la que tres enormes madrassas conforman un bellísimo entorno, pero después de entrar y ver cada uno de ellos de cerca, la cosa cambia y mucho. Como ya viene siendo habitual en todos los lugares famosos del planeta en los que hemos estado, las estrellas del lugar estaban en obras, con escombros y en éste además con un enorme tablado donde parece ser que ensayan los bailarines de un festival que se va a celebrar. Es decir, la plaza de "Registan" es muy bonita vista desde fuera donde las enormes dimensiones y orientación de los edificios se ven en conjunto y bastante menos agraciada por dentro, cuando los visitas y compruebas que no es ¡¡¡ oro todo lo que reluce !!!.

En ese momento, cuando estábamos a 40° la cámara ha dicho ¡¡¡ se acabó !!! y ha dejado de funcionar. De camino al hotel, hemos parado a comer en el mismo lugar de ayer, porque si algo bueno tiene "Samarcanda" es el pan. Junto al restaurante en el que hemos comido está la panadería , de forma que cuando pides el pan, te lo traen calentito de la panadería, y es sin duda lo mejor de la comida.

Para mañana, nos quedan algunos enclaves de menor importancia, iglesias y algunas mezquitas, teniéndome que apañar con la pequeña cámara digital que suelo usar en el mar cuando buceamos. No obstante, seguiré intentando que responda la cámara reflex por si ha sido un error temporal y por si tiene a bien enfriarse del calentón de fotos y temperatura de hoy, aunque lo dudo.

Por lo que hemos visto hoy, "Samarcanda" no da para los dos días y medio que hemos pasado aquí. Los principales lugares de interés se pueden ver en día y medio y eso que con el calor que hace las visitas se centran en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde.

Por otra parte, esta mañana pensaba que el frescor de la habitación del hotel le había sentado bien a la cámara fotográfica porque he hecho varias pruebas y funcionaba correctamente. Así que la he sacado a pasear, eso sí, con repuesto de la otra digital por si acaso y realmente no he conseguido que volviera a sacar ninguna otra fotografía, dándome el mismo error de ayer. Después he podido comprobar que cuando no hay mucha luz funciona, pero en el exterior no.

De todas formas, tampoco había gran cosa que retratar, porque nos hemos ido hasta el llamado "Observatorio de Ulugbek" en el que se guardan unas pocas maquetas de otros observatorios del reconocido astrónomo y poca cosa más.

No lejos de allí, se sitúa el "Prophet Daniel Mausoleum" bastante concurrido por uzbekos al ser hoy domingo y que al ver lo que era no hemos querido entrar. Hartos ya de pagar los precios de extranjeros de las entradas por ver tanta mediocridad y los carteles de recomendaciones sobre las vestimentas de las mujeres y demás, hemos optado por marcharnos hacia el centro de "Samarcanda" y sentarnos en una terraza a la sombra cerca de la plaza de Registan y dejar pasar el tiempo mientras llegaba la hora de ir a comer.

Al igual que ayer, nos hemos acercado al mismo restaurante pero no exactamente por la comida, sino por el pan que dan de la panadería cercana. Mientras estábamos esperando a que nos sirvieran, ha habido un gran trasiego de unos chavales que en cochecillos llevaban continuamente panes conforme se terminaban de hornear, al mercado situado a unos 300 metros. Y es que comer ese pan recién hecho y aún calentito es una gozada, y no sólo para nosotros, porque las mesas de al lado no hacían más que repetir. Como te lo sirven mientras llegan los platos no paras de comer pan, como aperitivo.

Habíamos dejado para lo último la visita a otro mausoleo llamado "Ak-Saray" intentando llenar el tiempo con algo que hacer y que se encuentra en una zona bastante agradable y cuidada de parques cercanos a "Amir Temur". Pues bien, cuando hemos llegado y visto desde fuera de lo poco que aportaba entrar en este mausoleo, nos hemos marchado al de "Amir Temur" que tanto nos gustó el primer día que llegamos y el que consideramos uno de los tres mejores lugares de Samarcanda, junto a "Sahi-Zinda Complex" y la Plaza de "Registan".

Curiosamente en este precioso mausoleo que bien merece la pena pagar por entrar, ninguna de las dos veces que hemos estado nos han cobrado, mientras que cuando salíamos se nos ha ocurrido ir a echar un vistazo a otro cercano llamado "Rukhabad" en el que se amontonaban los escombros. En cuanto nos hemos asomado para ver si por dentro también estaba en obras, una señora sentada en una silla nos ha dicho que debíamos pagar la entrada, a lo que le hemos respondido, si no le daba vergüenza reclamar una entrada para mostrar aquel estercolero, marchándonos rápidamente.

Mañana cogeremos otro tren para ir a "Bukhara", último de los enclaves que visitaremos en "Uzbekistán" y al que vamos un poco cansados de tantas madrassas, mezquitas y demás, por lo que intentaremos hacer ¡¡¡ borrón y cuenta nueva !!!, para que no le afecte la cierta decepción que hemos tenido en "Samarcanda" de la que esperábamos mucho más.

Con ganas de perder de vista "Samarcanda" nos montábamos en el tren llamado "Shark" que me imagino que quien le puso el nombre nunca se ha montado en él, porque como nos pasábamos mucho tiempo de la hora de llegada a Bukhara" hemos mirado el GPS para comprobar dónde estábamos realmente y si íbamos bien, viendo que la velocidad de crucero era de 50 Km/h. Al final hemos llegado con casi dos horas de retraso. Este tren era mucho peor que el de "Tashkent" a "Samarcanda" y como cada día, hemos vuelto a tener problemas, esta vez con el mozo del vagón.

Nos hemos montado cuando ya se acercaba la hora de comer y el mozo se ha mostrado muy solícito diciéndonos que no nos preocupásemos y que nos traería la comida del vagón restaurante a nuestro compartimento. Después de mucho tratar con él para enterarnos de lo que podíamos comer, no lo hemos conseguido porque no hablaba nada de inglés o no quería hacerlo. Al final nos ha traído lo que le ha apetecido y aunque le hemos dicho varias veces que íbamos a ir al vagón restaurante para elegir los platos, ha insistido en que no nos preocupásemos y que se ocupaba de todo. A mi me ha mosqueado tanta amabilidad y pensaba que lo que buscaba era la propina pero no, lo que quería era cobrarnos él sin que nos enteráramos de los precios reales y cuando nos ha dicho el importe de la comida, ha resultado que eran 60.000 sums, la comida más cara y peor de todas las que hemos hecho y han sido unas cuantas. Nos hemos levantado y le hemos dicho de que no podía ser y que íbamos al restaurante para comprobar los precios. Entonces ha empezado a hablar a toda prisa en uzbeko apuntando cifras en un periódico y al final nos ha dicho que eran 40.000 sums y como ya estamos cansados de estar todo el día igual, hemos aceptado porque se acercaba más a lo que solemos pagar habitualmente, aunque seguro que a pesar de la rebaja de 20.000 sums, nos ha timado, pero menos.

Sin embargo ya en "Bukhara" con el taxi no hemos tenido problemas, le he preguntado cuánto, me ha dado una cifra, le he ofrecido la mitad y como debía llevar yo cara de mala leche y de pocas ganas de negociar, ha aceptado, llevándonos al hotel "Lyabi House", situado en una preciosa plaza peatonal con varias madrassas y restaurantes, donde hemos disfrutado de una buena cena a orillas de un estanque con fuentes, música y un ambiente relajado.

La primera impresión que hemos tenido de "Bukhara" ha sido muy buena en todos los sentidos y mañana empezaremos la ronda de visitas para ir conociendo esta ciudad, de la que tenemos la impresión de que nos va a gusta mucho más que "Samarcanda".

Cada vez hace más calor, hasta el punto de que las horas en las que puedes ir a visitar los lugares interesantes se recortan. Hoy para las 12:30 h. del mediodía, ya nos íbamos a comer para rápidamente resguardarnos en la habitación del hotel.

A las nueve de la mañana nos presentábamos en una oficina de turismo para recoger información complementaria a la que ya llevábamos y comprar un pase para dos días de visitas a diferentes madrassas y mausoleos, aunque no incluía todas y con el que también y para no variar hemos tenido problemas en algunos sitios. Rápidamente hemos hecho la ruta para hoy y salíamos en dirección a una zona que tenía varios puntos recomendados: "Ismail Samani Mausoleum", "Tallipach Darvoza" y Chashmai Ayub" en una zona bastante distante de donde hemos partido, que era la plaza "Lyabi".

Eran las nueve y media de la mañana y ya andábamos buscando la sombra como posesos y como nos gusta ir andando cuando las distancias lo permiten, hemos seguido la estela de un riachuelo que nos iba llevando hasta nuestro destino. Lo que hemos visto de esa zona no nos ha gustado y a pesar de que en la Oficina de Turismo nos han dicho de la importancia del mausoleo "Ismail Samani" por ser pre-islámico, a nosotros no nos ha parecido nada interesante. Es más, ya hemos tenido el primer problema porque querían cobrarnos la entrada a pesar de haber presentado el pase. Después nos lo han querido cambiar por otro, etc. pero nos hemos negado y marchado después de no haber pasado ni un minuto dentro.

Los otros puntos cercanos no merecían ni acercarse a verlos. El calor hacía penoso el andar por lo que hemos cogido un taxi que por algo más de un euro, nos ha llevado al otro extremo de "Bukhara", al llamado "Chor Minor", que es famoso por sus cuatros minaretes, algo poco común en una edificación tan pequeña. Otra discusión ganada a la señora que vendía alfombras en su parte baja, quien pretendía sacarnos el precio de la entrada a pesar de ya haber pagado el pase y que además debía ser la encargada, nos daba acceso a la terraza superior en el centro de los minaretes, los cuales no tenían acceso por su interior. Este era otro de esos lugares que quedan mejor vistos desde la distancia que acercarse a él.

De allí hemos vuelto andando a la plaza "Lyabi" para comer un simple "Hot Dog" y beber mucho, antes de meternos en la habitación del hotel bajo el aparato de aire acondicionado. Habiendo dejado los mejores sitios "Poi Kalon Complex" y el "Ark Fortress" para visitarlos al atardecer, cuando de nuevo se pudiera salir a la calle.

Llegadas las seis de la tarde, nos hemos armado de valor y casi arrastrándonos llegábamos a lo mejor que tiene "Bukhara", el "Poi Kalon Complex" que concentra varias madrassas y mezquitas. Conforme pasaba el tiempo ha mejorado poco a poco la temperatura y nos hemos movido un poco por allí, para sacar unas pocas fotografías porque la cámara pequeña que he estado usando también se ha empezado a ¡¡¡ quejar !!! de falta de batería y he tenido que recurrir hasta utilizar la cámara del teléfono móvil para que quedara constancia de este precioso lugar. Ya casi no me quedan recursos porque hemos venido a "Bukhara" con lo mínimo de ropa y accesorios, dejando el cargador de esta cámara que no pensaba usarla en el hotel de "Tashkent".

Siguiendo una vez más los consejos de el "El Rincón de Sele" nos hemos subido al restaurante con terraza que recomendaba y ciertamente tomarte una cerveza con la espectacular vista ha sido una auténtica gozada.

Mañana iremos a ver el "Ark Fortress" porque al final hoy no nos ha dado tiempo y volveremos de nuevo a este mismo lugar que queda cerca, para visitar por dentro las madrassas y las mezquitas que estén permitidas, porque hoy el sol estaba bastante bajo y había muchas sombras que impedían ver bien las filigranas y decoraciones.

Hoy hemos tenido un respiro con el calor porque aunque hacía y mucho, corría un airecillo que reconfortaba y te permitía andar visitando lo que nos quedaba por ver.

La primera visita ha sido a una mezquita llamada "Bolo Hauz Mosque" que por dentro no era nada especial, pero por fuera las numerosas columnas algo descuidadas le conferían una curiosa imagen.

Después hemos entrado en "Ark Fortress" que estaba enfrente y que tenía una preciosa y cuidada muralla desde fuera, pero que por dentro no hemos encontrado ni una sola cosa que mereciera una fotografía, por lo que si no hubiésemos entrado nos habríamos ahorrado el precio de la entrada. Sin saber porqué, era el único llamado ¡¡¡ monumento !!! que no entraba en el pase que llevábamos.

Rodeando la muralla nos hemos acercado de nuevo a lo mejor de "Bukhara" el "Poi Kalon Complex" para entrar en los recintos en los que no lo hicimos ayer. De nuevo hemos podido admirar este bello entorno completando todo lo que era digno de ser visitado.

De vuelta a la bonita plaza "Lyabi" que se puede considerar el centro de la ciudad para los turistas, nos hemos sentado a comer ligero y principalmente a beber mucho "Ice Lemon Tea", disfrutando de la tranquilidad de este lugar, rodeado de cuidadas madrassas y que tiene un estanque artificial con una especie de tuberías que lanzan agua hacia su centro proporcionando algo de humedad al ambiente, lo que se agradece en horas de mucho calor.

Por la tarde hemos vuelto a la misma terraza de ayer para disfrutar de la tranquilidad y el silencio de "Poi Kalon Complex", desde una altura en la que se domina todo el complejo. Las señoras que regentan ese restaurante nos han recibido con una gran sonrisa, porque no creo que mucha gente suba allí y nosotros hemos repetido dos días seguidos. En ambos días éramos los únicos clientes y es una pena que no lo anuncien mejor, porque el sitio lo merece.

Con este paisaje silencioso y una cerveza fría, que más se puede pedir.

Cuando volvíamos nos hemos encontrado de nuevo con una chica alemana con la que coincidimos en "Samarcanda" y a quien le aconsejamos se acercara a "Sahi-Zinda Complex", que fue el lugar que más nos gustó allí, y enseguida nos ha agradecido la información porque a ella también le encantó. Así que hoy cuando le hemos comentado lo de la terraza, nos ha dicho que como iba hacia allí nos iba a hacer caso, porque éramos de fiar recordando a "Samarcanda".

Mañana por la mañana volveremos a "Tashkent" en avión, para finalizar nuestra estancia en Uzbekistán que abandonaremos pasado mañana.

Otro día no exento de incidencias, esta vez con el vuelo de "Bukhara" a "Tashkent" y es que cuando te levantas cada día en este país no sabes lo que ocurrirá, y la verdad es que ya se hace bastante insoportable estar a ¡¡¡ ver que pasa !!! y hoy era un día clave, porque mañana queremos abandonar "Uzbekistán" como sea.

Como siempre hacemos cuando estamos en este tipo de países, hemos llegado temprano al aeropuerto para tener margen de maniobra, por si acaso. Como había un vuelo anterior al nuestro y quedaban plazas nos han cambiado el billete y ahí ha estado el problema.

Ha llegado la hora del embarque y nadie anunciaba nada. Ha pasado más de media hora y nadie sabía lo que ocurría. En ese tiempo yo observaba que había exactamente 22 empleados subiendo y bajando del avión con sus chalecos identificativos y que los he contado porque era muy extraño.

Un rato después el altavoz ha anunciado que nuestro avión tenía problemas técnicos y no han dicho nada más. Automáticamente me he levantado y le he dicho a Carmen que no podíamos arriesgarnos y que iba a moverme para ver si podía cambiar de nuevo por el vuelo original cuya hora de salida se iba acercando y después ya no había más vuelos a "Tashkent" en el resto del día.

Sólo el salir del recinto de embarque ya me ha costado más de un cuarto de hora porque no me querían dejar, diciéndome que el vuelo por el que yo quería cambiar de nuevo, estaba lleno, ya que venía de "Urgench" y en "Bukhara" sólo hacía una escala.

Sin creérmelo que fuera a ser efectivo, les he dicho que yo tenía plaza en ese vuelo y que ellos me lo habían cambiado por uno anterior y que ahora estaba con problemas técnicos. Me han dejado salir a la zona de check-in y una señorita muy amable me ha atendido después de otro cuarto de hora y repitiendo la misma historia de que no era un capricho y de que mi billete electrónico era para el vuelo que quería en ese momento. Varias ventanillas, gestiones internas y demás han llevado finalmente a que gracias a que están muy atrasados en los sistemas informáticos, todavía estaban nuestras plazas sin ocupar, por lo que han podido dar marcha atrás y volver a la situación inicial. Esto en Europa habría sido impensable porque conforme anulas una plaza queda a la venta inmediatamente.

Al final, minutos antes de que nos llamaran a embarcar, lo han hecho para los del avión anterior, pero no hemos querido arriesgarnos porque no informan de nada y no sabes lo que puede pasar.

Al mediodía llegábamos una vez más al hotel "Shodlik Palace" para comer una ensalada, y empezar a deshacernos de la moneda local que nos sobra y esperar a que el calor nos dejase salir a dar nuestra última vuelta por la capital al atardecer, que ha sido al "Palacio de la Opera" que hemos pasado de largo porque estaba en obras, a una calle comercial lo que es decir mucho, porque había muy pocas tiendas y de vuelta al hotel hemos recalado en la "Plaza de la Independencia", sin duda la mejor y más cuidada zona de "Tashkent" con algunos monumentos en los que se notaba el pasado soviético.

Dios mediante y esperamos que nada lo impida, mañana al mediodía estaremos en "Estambul" encantadora ciudad en la que pasar unas horas paseando por el "Puente Galata", algunas compras en el "Gran Bazar" y cenar el tradicional bocadillo de pescado frito es en estos momentos para nosotros ¡¡¡ todo un lujo !!!.

Hasta el último momento no se han privado en este país de incordiar al que comete el error de visitarlo. Tener un grano en el trasero no es tan molesto como estar en este país que ofrece tan pocas recompensas. Una visita que ¡¡¡ gracias a Dios ¡¡¡ ha terminado y que en cuanto despegaba el avión de "Tashkent", me he sentido tan aliviado que he levantado los brazos en señal de triunfo y he aplaudido gozoso de marcharme. Es la primera vez que lo hago, después de más nueve años viajando de continuo por el mundo y visitando innumerables países, por lo que creo tener cierta experiencia y haber sufrido innumerables incidencias de todo tipo..

Esta mañana con bastante tiempo de antelación llegábamos al aeropuerto, con todos los papeles de hoteles en los que nos hemos hospedado, la declaración de aduana de cuando llegamos y la que hoy hemos tenido que hacer de salida, anotando el dinero que llevábamos para que pudieran cotejar lo que habíamos gastado, pero sin tener en cuenta todos los pagos que hemos realizado con tarjeta en varios hoteles que la admitían. Hemos pasado los controles sin problemas, cosa que según han contado otras personas después no les ha sido tan fácil y eso que iban en grupo organizado. Contaban que les han sometido casi a un interrogatorio porque no habían tenido en cuenta en los papeles, unos pocos euros que llevaban en un monedero y lógicamente estaban muy cabreadas porque las han mareado.

A nosotros, después de pagar ayer todo con moneda local, nos quedaba una poca y nos hemos ido a las tiendas "Duty Free" a gastarlo, con la sorpresa que sólo admitían euros y dólares. Sólo en el restaurante admitían "sums" por lo que nos hemos hecho con una provisión de chocolate, eso sí, a precio de restaurante. Vergonzoso es el calificativo de este proceder y supongo que aún estarían más contentos si pudieran devolver a los visitantes fuera de "Uzbekistan" como vulgarmente se dice ¡¡¡ en pelotas !!! para quedarse hasta con la ropa.

Pero todavía el grano aún tenía que molestar más. En un aeropuerto en el que hay contados vuelos de tráfico cada día, nos han tenido una hora y cuarto metidos en el avión con un calor insoportable esperando que autorizaran el despegue. Sin saber, como siempre ocurre, el motivo ni el tiempo a esperar, con lo que terminas por preguntarte si has tenido la mala suerte de caer en un ¡¡¡ agujero negro !!! de los que hay en el espacio y de los que no hay escape posible y sin poder cambiar de "DIMENSIÓN" volviendo a la tuya.

Al mediodía llegábamos a "Estambul" en un vuelo de "Turkish Airlines" y el cambio ha sido total. En unas horas hemos pasado de la languidez de los uzbekos a la algarabía turca, con las calles llenas de gente, un ambiente extraordinario en todos los sitios con muchos turistas y una temperatura estupenda. Enseguida nos hemos notado relajados al no tener que pelear por todo y principalmente por sentirnos con total libertad de hacer lo que nos viniera en gana sin pensar si nos saltábamos alguna regla. Así que, en cuanto hemos dejado las maletas en el hotel "White Palace" bastante cercano al aeropuerto y a una boca de "Metro", hemos salido a dar una vuelta por Estambul. Bueno, ha sido una vuelta de más de siete horas, visitando cosas ya conocidas, bajando desde la plaza "Taksim" por la calle comercial hasta el puente "Galata", cruzándolo y dirigiéndonos al "Gran Bazar" para las últimas compras. Una última cena del tradicional bocadillo de pescado en los barcos de la orilla del "Bósforo" que siguen siendo horrendos pero que siempre que venimos los probamos para constatar que siguen igual de malos, ponía punto final a este viaje de cerca de dos meses y medio de duración.

Mañana por la mañana cogeremos el último vuelo con destino a Bilbao, para encontrarnos con la familia y comenzar a preparar la siguiente etapa de viajes en otoño, una vez realice el trabajo de preparar los reportajes de los lugares visitados en este viaje.

Balance poco alentador de estos catorce días que hemos estado en Uzbekistán, en los que hemos visitado los lugares anunciados como más interesantes del país. La valoración como siempre es muy subjetiva y en nuestro caso, la total ausencia de aspectos positivos que puedan apoyar beneficiosamente el recomendar a otras personas viajar a Uzbekistán, hace que pensemos que este país se está equivocando de forma radical el encarar al menos su futuro turístico.

No creemos que sea suficiente ofrecer el ¡¡¡ mítico Samarcanda !!! como la joya que no es realmente, sólo porque haya sido un nudo importante en la "Ruta de la Seda". En la actualidad es una ciudad congestionada de 400.000 habitantes y tres lugares interesantes y no más: "La plaza de Registan", "El Mausoleo de Amir Temur" y el "Sahi-Zinda Complex", un bonito entorno de mausoleos, mezquita y cementerio. Y cuando estás allí no consigues sentirte integrado en la imagen que los libros y la historia nos ha moldeado y que parece ser un lugar de fantasía. Mientras contemplas sus madrassas te sientes como un simple espectador, al igual que si estuvieses viendo el "Coliseo Romano" o el "Taj Mahal", mucho más importantes y valorando las preciosas obras sin sentirte inmerso en su historia, porque el entorno necesario para ello se ha perdido con el tiempo y con el ruido de los coches que circulan alrededor.

Como complemento está "Bukhara" que el entorno lo tiene mucho mejor por estar más cuidado y algo menos contaminado, pero que sólo ofrece el "Poi Kalon Complex" como único punto de interés con un valor real.

Sin embargo, desde nuestra óptica lo mejor de Uzbekistán está en "Khiva" en su parte fortificada llamada "Itchan Kala" en la que el entorno mucho menos degradado por el turismo de masas, te permite soñar en cómo era la vida en la que muchos dice que puede ser "La Ciudad de las Mil y Una Noches". Realmente cuando paseas al altardecer prácticamente solo por sus estrechas calles o te sientas a cenar en una terraza, es el mejor momento donde sientes que te encuentras en ese lugar mágico del que todos hemos oído hablar. "Khiva", un lugar desde el que además puedes plantearte adentrarte en el desierto, ver la barbarie ecológica de cómo se seca el "Mar de Aral" y pasar una noche en una yurta, al igual de como realmente se hacía cuando las caravanas de camellos realizaban la "Ruta de la Seda".

Pero ojo, hasta aquí era la parte positiva, porque enfrente de los valores comentados hay que situar a un país que no da un respiro al visitante, poniéndole continuas zancadillas que consiguen que llegue a aborrecer el haber venido y cuente los días que le quedan para marcharse. En algún diario anterior comparo el trato al turista como un ¡¡¡ grano en el trasero !!! que no deja de molestar y a "Uzbekistán" como un ¡¡¡ Agujero Negro de otra galaxia !!! que con su fuerza gravitatoria te impide escapar. Los continuos intentos de timos por taxistas, guardas de monumentos, cambiadores de divisas, camareros, tenderos y demás, bajo el concepto de que lo tradicional es negociar, consiguieron que un día me mirara al espejo y me preguntara: ¿Tendré cara de idiota?, porque de lo contrario es impensable que estén intentando continuamente engañarme de forma tan alarmante.

Si a todo esto además le añades - El control oficial para no te muevas a tu antojo porque tienes que demostrar los recibos de los hoteles oficiales en los que te has hospedado - El dinero con el que llegas y con el que sales para ver si te has gastado lo suficiente - Amenazas de que no utilices el mercado negro de cambio de divisas lo que te puede multiplicar, casi por dos, el coste de todo el viaje y cuando hasta los propios policías intervienen en las transacciones. Esto y otras muchas más cosas que oyes cada día, consigue que te cuestiones si no vas a tener problemas para abandonar el país al terminar el viaje y llegar a pagar alguna multa, lo que te deja una extraña sensación permanente de inseguridad que hace que todo lo mires bajo un prisma muy oscuro.

Por lo expuesto, la valoración final para nosotros ha sido negativa, salvo la parte de "Khiva" en la que un joven guía llamado "Izzat" que hablaba un más que correcto español, consiguió que pasáramos unos días muy agradables, por lo que aquí dejo sus datos:

Izzat Jumaniyazov

Licensed Tour Guide & Transportation Attendant all over Uzbekistan

Mobile: +998946571271

Phone: +998956200760

email: khorezm@gmail.comt