Cambio de país en un día muy pesado y cansado, puesto que para las tres de la mañana ya estábamos danzando. El vuelo ha sido con "Avianca" haciendo una escala en "El Salvador" y ganando otra hora con el cambio horario, con lo que ahora llevamos 7 horas de diferencia con casa. Cuando sobrevolábamos "Ciudad de Guatemala" nos esperaba el volcán "De Fuego" dándonos un recibimiento con una actividad violenta y un paisaje un tanto terrorífico, puesto que en unos días tenemos la intención de acercarnos a la zona para verlo porque está considerado como unos de los más impresionantes de todo Centroamérica. Confiemos en que se calme un poco próximamente y nos permita admirar su grandeza y fuerza natural, aunque está considerado como uno de los más activos y sus fuertes erupciones suelen durar más que las de sus vecinos. De hecho, hace unas horas han declarado alerta naranja en la zona, suspendiendo las clases en las escuelas.

En el aeropuerto nos esperaban del hotel "Villa Toscana" situado muy cerca y en el que la propietaria es una española de León, que estudió en Bilbao y conoce Donosti. Un agradable lugar muy protegido y con un precioso jardín.

Enseguida nos hemos puesto a buscar un coche de alquiler dirigiéndonos a la oficina de "Europcar" de la que yo traía información pero sin realizar la reserva y a otras agencias siendo la primera la mejor opción. La búsqueda entre varias agencias nos ha llevado a ajustar la información porque nosotros queríamos un seguro a todo riesgo y aunque así lo llaman, no existe como tal, siempre hay una cranquicia, que aquí lo llaman deducible. De forma que ningún seguro cubre el robo, las llantas y los cristales, porque deben ser las principales causas de riesgo. Esto nos ha llevado a coger un Sub 4W4 con cierta altura para tener menos problemas con las ruedas por el mal estado de las carreteras cuando salgamos a realizar la ruta por el país.

Después nos marchábamos a visitar el centro de la "Ciudad de Guatemala", principalmente en su plaza Central, en la que un mundo compraba y vendía de todo y en donde se ubica la Catedral y el Palacio de Gobierno. Muy cerca estaba el Mercado Central, lleno a rebosar de gente comiendo pequeños emparedados y en donde nos hemos animado a pedir comida local: tortillas con buche y chicharrón, tripa de res y estupendo mango.

Un café con hielo sentados en un banco de la llamada "6ª Avenida", que es una calle peatonal, también inundada de gente a la que veíamos pasar disfrutando de imágenes que nos recordaban a viajes anteriores a Perú, Colombia y Ecuador, hacía que se nos cerrasen los ojos de puro cansancio, por lo que hemos cogido el coche y vuelto al hotel, en donde se han encargado de pedirnos la cena a restaurantes de comida rápida, para irnos cuanto antes a la cama a descansar.

Bien descansados iniciábamos la segunda visita a la "Ciudad de Guatemala" con mucho más ánimo que ayer. Si bien, en el diario no dije nada respecto al tema del tráfico, fue porque pensé que por mi cansancio lo veía todo peor de lo que en realidad era, pero no, porque hoy sin ningún tipo de cansancio, ha sido mucho peor.

Por la mañana nos hemos dirigido hacia el distrito 10, en el que se ubica lo más evolucionado de la ciudad: zona de negocios, centros comerciales, rascacielos, coches de importantes marcas y demás. Y una vez más nos hemos sorprendido por la diferencia entre lo que pensábamos de la capital de Guatemala y la realidad que veíamos. Comenzábamos por la llamada Cayalá, un barrio construido desde cero con grandes zonas ajardinadas, modernos edificios de aspecto colonial, donde las grandes marcas ya estaban establecidas y en el que todo el subsuelo era una inmensa zona de aparcamiento. Mucho más que un centro comercial, aunque el objetivo final sea el mismo de consumo, pero en este caso dirigido a la élite guatemalteca.

El resto de la mañana, ha sido recorriendo el elegante distrito 10, que ante nuestra sorpresa nos iba modificando la imagen que teníamos de Guatemala, llegando a la conclusión de que existe un auténtico fervor por el consumismo y no hay una ciudad de importancia en el mundo que se libre de la tentación de convertirse en un destino turístico de compras. Y comentábamos entre nosotros que en nuestra ciudad Donosti, no existe un centro comercial de la importancia de los que se ven aquí. Eso sí, el centro de Donosti se ha convertido en otra forma de abordar este negocio, convirtiendo la ciudad en un centro comercial abierto.

Para comer nos hemos desplazado a un restaurante que nos han recomendado en el hotel por tener la mejor comida guatemalteca, pero no nos ha gustado mucho porque estaba basada en una repetición de platos muy densos, terminando realmente llenos y con la sensación de no volver a comer este tipo de comida en muchos días

Por la tarde, nos desplazábamos entre más atascos hasta el llamado Centro Cívico y su paseo peatonal, abandonando la zona más lujosa y entrando en la popular.

La vuelta en coche al hotel ha sido impresionante. Cerca de hora y media para cubrir lo que en principio era algo más de 5 kilómetros y que en algunos momentos han llegado a 8, por carriles cortados y un tapón permanente. Hemos conducido por muchas ciudades complicadas en el tráfico, como: México D.F., El Cairo, Estambul, etc, pero "Ciudad de Guatemala" no las desmerece ni un ápice.

Mañana abandonaremos la ciudad y empezaremos la ruta por el país, dirigiéndonos en primer lugar a Quetzaltenango y los volcanes de alrededor, en donde esperamos que el tráfico sea más llevadero.

Por la mañana salíamos por carretera entre los habituales atascos con dirección a "Quetzaltenango" para recorrer una zona en la que se concentran varios volcanes, muchos de ellos activos. Parece que el volcán "De Fuego" que nos recibió cuando llegábamos en avión a Guatemala en plena erupción, se ha calmado e intentaremos echarle un vistazo desde donde permita el cinturón de seguridad que se delimita en estos casos.

Para tener una idea de lo que es conducir aquí, basta decir que para cubrir 190 Km. hemos tardado cuatro horas y media, atravesando un par de ciudades que son el auténtico problema y en donde los tapones son permanentes.

A la hora de comer llegábamos a "Quetzaltenango" para dejar cuanto antes el equipaje en el hotel "Las Américas" porque llevarlo en el coche es tentar al diablo. También hemos contactado con la agencia "Adrenalina tours" para mañana hacer una excursión andando hasta el mirador del volcán "Santiaguito" que está activo y con frecuentes erupciones.

Resueltos los temas y hartos del tráfico, decidíamos acercarnos andando desde el hotel ubicado en una zona comercial hasta el casco antiguo de la ciudad, pero nada más salir he oído que se acercaba una furgoneta de transporte colectivo toda descacharrada gritando a la gente que iba al "Parque Central" para que se montara. Así que hemos subido con la suerte de encontrar asiento, cosa muy difícil porque lo habitual es ir de pie, pero agachado porque la altura de la furgoneta no da para que te estires, tal como me ha sucedido a la vuelta, que ha sido un martirio porque hemos contado hasta 21 personas montadas. Eso sí, con la puerta corredera abierta en donde se medio colgaban algunos. Carmen ha tenido más suerte porque como los guatemaltecos son muy educados, le han dejado asiento, y en agradecimiento ha repartido una bolsa entera de coco entre todos los viajeros. Yo sin embargo, he realizado gran parte de la vuelta prácticamente de rodillas.

En Quetzaltenango hemos visitado el Palacio de Teatro, el Parque Central, el Palacio Municipal y el mercado de fruta, comprando: mango, piña y plátano que son las mejores frutas que tienen.

Esperemos que mañana nos haga buen día para poder ver al volcán "Santiaguito" en pleno apogeo lanzando lava, porque nos han dicho que frecuentemente se tapa de nubes y no se llega a ver bien.

Con un día espléndido nos venía a buscar al hotel a las 7 H. de la mañana, el guía local "Eddy", un simpático guatemalteco de risa fácil con quien hemos pasados varias horas y nos ha llevado hasta el mirador del volcán "Santiaguito", de pequeña altura pero permanentemente activo.

Nos hemos acercado en coche hasta la falda del volcán "Santa María" de 3.772 m. de altitud porque detrás se encuentra el "Santiaguito" y el mirador se ubica a unos 2.800 m. de altitud del primero, por lo que la primera parte del ascenso, la más empinada, es la del "Santa María".

Comenzábamos la subida disfrutando de un precioso paisaje que el sol matutino junto a la neblina baja del valle se encargaba de realzar.

Pronto la dureza de la subida nos ha hecho olvidarnos del entorno y concentrarnos en coger un ritmo suave pero constante que nos lo iba marcando nuestro guía "Eddy" entre bromas y risas. Nos ha costado cerca de 2 horas subir al mirador, pagando el precio de nuestro reciente y fuerte catarro que nos impedía mantener una respiración regulada, a lo que había que añadir la altura que colaboraba en pedirnos más aire de lo normal. Cuando nos desviábamos del trazado para dirigirnos a nuestro mirador, la pendiente se ha suavizado hasta llegar al destino, haciendo el camino mucho más fácil.

La primera impresión al ver el volcán "Santiaguito" ha sido algo decepcionante, puesto que además de su pequeña altura, su actividad en ese momento era escasa, esperando hora y media para ver si tenía alguna erupción que debe ser lo habitual. Durante ese tiempo variaba la actividad cambiando los focos e intensidad de las fumarolas pero sin llegar a producirse una erupción.

Pensando que ya habíamos esperado suficiente tiempo, hemos iniciado el regreso y cuando llevábamos unos 15 minutos andando, una columna de humo bastante más grande que la que había cuando esperábamos en el mirador, ha ascendido al cielo. Esta vez podemos decir que la suerte que otras veces solemos tener en este tipo de actividades, no nos ha acompañado hoy, y como "Eddy" nos ha asegurado que no íbamos a conseguir llegar a tiempo de ver la erupción si volvíamos al mirador, porque las de este volcán eran muy cortas, hemos continuado el descenso.

Después de una ducha en el hotel salíamos con nuestro coche a las "Fuentes Georginas", que son unas termas con piscinas naturales alimentadas por los numerosos volcanes que las rodean. Se. ubican a unos 24 km. de "Quetzaltenango" y cuando llegábamos, una densa niebla se ha metido en la zona impidiéndonos ver nada de nuestro alrededor. Vamos que la suerte hoy la teníamos en contra, porque el viaje ha sido por un trazado estrecho y con zonas sin asfaltar y al final no ha servido para nada.

Mañana nos trasladaremos al famoso lago de "Atitlán", para conocer los pueblos de su costa y disfrutar de los baños y del sol, esperemos que sin niebla.

Siguiente etapa en nuestro recorrido por Guatemala, abandonando "Quetzaltenango" en dirección al lago de Atitlán, pero desviándonos nada más salir para ir a ver una colorida iglesia que Carmen había visto en unos anuncios y que según ella dice haber leído era de estilo barroco popular y según yo, que todavía no se había inventado un estilo que pudiera definir semejante cosa.

El GPS nos marcaba la ruta a seguir, la primera parte por la misma carretera que utilizamos al venir de la Ciudad de Guatemala y después nos hemos desviado por una carretera que transcurría por densos bosques y numerosas curvas, aunque con buen piso y muy poco tráfico, hasta que de sopetón nos hemos encontrado encima del lago "Atitlán".

A partir de ahí ha sido un calvario. Una empinada bajada hasta el pueblo de "San Pablo de la Laguna" terminándose el asfalto y teniendo que pagar una especie de peaje por atravesar el pueblo, según nos han dicho, para colaborar en su asfaltado. El siguiente peaje ha sido en "San Juan de la Laguna" con el mismo propósito, y después en "San Pedro de la Laguna". Ha sido penoso avanzar cada kilómetro que nos faltaba hasta nuestro destino en "Santiago de Atitlán", dando gracias continuamente por haber alquilado a pesar de su precio, un coche alto 4W4, porque ha habido un momento que he tenido que usar la reductora para poder controlar el coche en una fuerte bajada por arena. Ahora entiendo el porqué las aseguradoras excluyen las ruedas y cristales, porque estás carreteras y sus ¡¡¡ topes !!! tienen que destrozar los turismos normales.

Después ha habido un tramo en buenas condiciones y hemos conseguido llegar para la hora de comer al hotel "Tiosh Abaj". Un hotel con grandes jardines a la orilla del lago, de cierto nivel pero que sin duda ha vivido tiempos mejores. En cualquier caso, su ubicación con piscina que hemos disfrutado es estupenda para los estándares de esta zona de Guatemala.

Por la tarde salíamos a conocer el pueblo, especializado en artesanía local y concretamente en bordados. Poco tiempo nos ha durado la visita, incluyendo la iglesia y el puerto del lago, volviendo al hotel hasta la hora de cenar.

Cuando ha anochecido salíamos a buscar un restaurante en donde comer "mojarra", el clásico pescado del lago, con fuertes espinas, pero que estaba muy bien preparado y me ha sabido muy rico después de la fuerte comida guatemalteca de días anteriores. Carmen también ha tenido suerte con un simple pollo a la plancha, bien cocinado y todo muy barato.

El plan que tenemos preparado para mañana consiste en visitar varios pueblos en las orillas del lago, pero desplazándonos en motora. Después de la experiencia de como están pavimentados los pueblos lo mejor es ir por el agua.

Contra todo pronóstico, hoy hemos pasado un día muy agradable que hace que nos llevemos un muy buen recuerdo del lago de "Atitlán". Ayer cuando llegamos a "Santiago de Atitlán" después de atravesar de mala manera con el coche: "San Pablo La Laguna", "San Juan La Laguna" y "San Pedro La Laguna", pensamos que todo era como muy cutre y que no nos iba a gustar. No obstante, hoy contratábamos una motora para visitar otros pueblos de la orilla del lago con la esperanza de que fueran diferentes a los vistos ayer.

El desplazamiento por el lago ha sido muy rápido y agradable por el precioso día que una vez más ha salido, llegando en escasa media hora al primero de ellos que ha sido "San Antonio Palopó", que según nos habían comentado eran artesanos especializados en cerámica. Después de dar una vuelta por el pueblo sólo hemos visto una tienda en que la vendían y algunos telares. La actividad en la calle se centraba en mujeres y niños comprando leña en un camión porque en toda esta zona se cocina con ramas y leños y el resto en el mercado de verduras. Lo más interesante ha sido ver como todas las mujeres del pueblo vestían con las mismas ropas o muy similares, como si fuera su uniforme oficial. Hemos tardado muy poco tiempo en la visita porque no había mucho que ver, volviendo a la embarcación para continuar con nuestro itinerario.

La siguiente visita ha sido a "Santa Catarina Palopó", un pueblo mucho más bonito y cuidado en el que si se veía que la actividad comercial era la principal profesión de los artesanos que por la calle realizaban todo tipo de prendas textiles. Hemos entrado a tomar un café y hablando con la señorita que atendía nos hemos enterado que en un círculo tan reducido como es el lago, los pueblos de: "Santa Catarina" , "San Antonio" y "Panajachel" hablan la lengua "Kaqchikel" mientras que a escasos kilómetros, los de "Santiago", "San Juan" y "San Pedro" hablan la "Tzutujil". Lenguas diferentes aunque se llegan a entender entre ellos.

Al mediodía llegábamos a "Panajachel", que concentra la principal actividad turística de la zona con hoteles y numerosos restaurantes sobre el lago. Un pueblo mucho más impersonal consecuencia del turismo, principalmente interior y reservado a los fines de semana. Hoy al ser martes había pocos clientes potenciales para los restaurantes, por lo que ha sido un constante acoso para los pocos paseantes que andábamos por allí. Como era la hora de comer, al final hemos entrado en uno de ellos con terraza sobre el lago que ofrecían ceviche y camarones que nos han encantado.

A primera hora de la tarde volvíamos al hotel en donde nos esperaba la piscina y después una sesión de "sauna maya", dentro de una especie de iglú de piedra volcánica alimentada por leña y en donde nos hemos pasado media hora sudando. Hacía años que no entrábamos en una sauna y el rato que hemos pasado allí dentro solos y sin ninguna prisa, nos ha hecho salir muy sudados y relajados.

Al atardecer la consabida vuelta por "Santiago de Atitlán" y cena en el mismo lugar de ayer con mojarra de nuevo para mí y ceviche para Carmen, regados con unas riquísimas cheladas.

Mañana nos desplazaremos a "La Antigua", ciudad colonial muy querida por los guatemaltecos, prevía parada en "Hobbitenango", una localidad desde donde se debe tener una espectacular vista de todos los volcanes de la zona.

Nuevo movimiento por carretera y nuevo récord: cuatro horas para hacer 105 km. y sin grandes tapones de tráfico. En base a lo que la experiencia nos ha enseñado en los desplazamientos en coche, salíamos temprano de "Santiago de Atitlán", bordeando el lago por un trayecto diferente al que utilizamos al llegar, pero también con unas vistas espectaculares desde la altura.

Después nos internábamos en un trazo de curvas y baches en los que avanzar un kilómetro era todo un éxito, al igual que conseguir cruzar los pueblos que hemos tenido que atravesar. Varias horas después llegábamos a "Hobbitenango", un lugar que yo había encontrado en Internet y que se anunciaba como el "mirador de los volcanes", pero que en realidad no aportaba nada de especial a lo que ya veíamos desde la carretera de montaña en donde se ubicaba. Se veían varios volcanes pero todos ellos inactivos, por lo que el paisaje aunque agradable, para nuestro gusto le faltaba el indicador de los volcanes: lava o al menos humo que indique que hay una caldera activa.

Siguiendo por la misma carretera llegábamos al mediodía a "Santiago de los Caballeros de Guatemala", popularmente llamado "Antigua Guatemala", dirigiéndonos como siempre hacemos, a dejar el equipaje en el hotel, esta vez en el "Casa San Lázaro", que es un hotel boutique de estilo colonial.

Rápidamente nos hemos dirigido a la agencia "Adrenalina Tours" con la que hicimos la subida al mirador del volcán "Santiaguito" el otro día en "Quetzaltenango", para ver si hacían salida mañana para subir el volcán "Pacaya". Una ascensión sencilla que tiene como característica el poder llegar andando hasta el magma que fluye por pequeños ríos. Eso debe ser en otras ocasiones, porque nos han asegurado que estos días se ha enfriado la lava y ha cubierto los orificios por los que circula, lo que impide ver el magma.

El resto del día lo hemos pasado recorriendo esta bonita población de pequeñas edificaciones coloniales y en la que más turismo internacional hemos visto de todo Guatemala.

Mañana como alternativa tenemos la de acercarnos a "Alotenango" porque es desde donde mejor se ve el volcán "De Fuego", que explosionó el día que llegábamos en avión a Guatemala. Hoy estaba totalmente inactivo y mañana veremos lo que nos depara, porque suele tener erupciones sin avisar.

Está claro que no estamos teniendo suerte con los volcanes. La llegada al país fue espectacular por el recibimiento que nos hizo el "De Fuego" enseñándonos su gran capacidad destructiva. Pasado ese momento inicial, volvió la calma, convirtiéndose el paisaje en meras montañas cónicas de equilibradas proporciones y donde abunda la vegetación.

El día ha amanecido muy nublado y en principio no nos apetecía coger el coche para ir a ver los volcanes que teníamos pensado, porque las nubes los tapaban en gran parte y no tenía sentido salir a la carretera para no ver gran cosa, por lo que nos lo hemos tomado con calma, desayunando tarde y bien. Después salíamos a terminar de ver "Antigua Guatemala", recorriendo las calles empedradas y entrando en todos los lugares, iglesias incluidas, que nos pudiera ayudar a pasar el tiempo.

Al mediodía se ha aclarado el cielo y hemos vuelto al hotel a por el coche, para desplazarnos a "Alotenango" que es la zona más cercana al volcán "De fuego" que con sus 3.763 m. de altitud y después de las últimas erupciones, presentaba un aspecto más volcánico e imponente que sus vecinos. Para tener una mejor vista, nos hemos colado en una urbanización privada con campo de golf y restaurante, diciendo en la entrada que íbamos al restaurante. Hemos tenido que presentar el carnet de conducir y supongo que al ver que éramos extranjeros, nos han permitido entrar. El lugar era sin duda el mejor y el más cercano al volcán porque estaba debajo mismo de la zona por la que hace unos días tuvo que correr la lava, hoy ya extinta, aunque a veces salía algo de vapor de zonas bajas del volcán.

Dentro del condominio nadie nos ha preguntado nada y hemos andado por las terrazas y miradores, aprovechando para sacar también fotos del volcán "De Agua" de 3.760 m. de altitud, que se encontraba enfrente y con vistas desde otra terraza en la que estábamos solos.

Cuando hemos terminado nos hemos marchado porque el ambiente que se respiraba era muy clasista y a nosotros no nos gusta participar de clases sociales que se sienten superiores, saliendo del recinto sin ninguna traba y con el objetivo cumplido, de ver de muy cerca el volcán "De Fuego" que tanto nos impresionó el otro día. Cuando bajábamos comentábamos en el coche que la urbanización del golf tuvo que ser una de las evacuadas y tuvieron que pasarlo muy mal, viendo como se elevaba las columnas de humo y lava, justo encima de sus cabezas.

Un rato en la piscina por la tarde y salida para cenar muy bien, pescado y chiles rellenos en un restaurante típico de comida local junto a la plaza central, ponía fin a un día que ha ido mejorando conforme transcurría.

Mañana iniciaremos otra etapa de nuestro itinerario, parando a dormir en la Ciudad de Guatemala para salir temprano al día siguiente en dirección al lago "Izaba", junto al océano Atlántico.

Vuelta a "Ciudad de Guatemala" al mismo hotel "Villa Toscana" para pasar el día y salir mañana temprano en dirección al lago "Izabal", iniciando un periplo por la zona "este" del país, llegando hasta la costa Atlántica. El trayecto desde "Antigua" lo hemos realizado más rápido de lo esperado, aún parando en un mirador que nos habían recomendado y que nos permitía según nos han dicho tener una paisaje de toda la capital del país. Está claro que el que nos ha recomendado el mirador no ha debido estar nunca, porque como la imagen indica, el paisaje poco enseña de la "Ciudad de Guatemala" y mucho de los árboles que la tapaban.

A media mañana llegábamos al hotel y esta vez hemos cogido un taxi para ir al centro, porque la experiencia de movernos en coche por esta ciudad así nos lo aconsejaba. Ha sido un día de pasar las horas porque esta capital no tiene atractivo ni puntos de interés que nos quedasen por visitar. El objetivo era acortar algo la distancia a recorrer mañana, que a su vez al ser sábado complica enormemente los desplazamientos por carretera en tiempo.

Nueva etapa en nuestra ruta por "Guatemala". Bastante temprano salíamos desde la capital teniendo que atravesar casi toda ella para coger la carretera que recorre el país a lo ancho y con dirección al océano Atlántico. Salir de la ciudad nos ha llevado menos tiempo de lo esperado, tal vez, que por ser sábado la gente se levanta más tarde y la carretera estaba sin grandes tapones.

Los primeros 70 kilómetros hemos circulado bien, pero los problemas han surgido cuando nos han tenido parados más de media hora, porque en una zona montañosa estaban con obras en la carretera y la cortaban cada cierto tiempo para que pudieran trabajar los camiones en los desmontes.

Por otra parte, la carretera por la que hemos circulado llevaba hasta "Puerto Barrios", que es el principal puerto de carga de "Guatemala", de forma, que 8 de cada 10 vehículos eran camiones de gran tonelaje, con lo que avanzar por un sólo carril por dirección teniendo que adelantar a semejantes monstruos que en las subidas no pasaban de 20 k/h. ha sido un suplicio. En definitiva hacer unos 280 km. nos ha llevado cerca de 7 horas.

A la hora de comer hemos parado en un chiringuito de carretera y como ninguno de mis GPS, era capaz de definirme la ruta hasta el hotel en el lago "Izabal", porque no parecía existir carretera que llegara hasta allí, Le he preguntado al dueño del chiringuito si conocía como podía llegar al hotel "Denny's Beach resort" contestándome que creía que tenía que ir a un pueblo llamado "Mariscos" y que allí nos irían a buscar en una motora y que no obstante, iba a llamar para confirmar que era así. He hablado con el hotel y efectivamente debíamos ir a ese pueblo y dejar el coche en un parqueo de pago, por lo que estará vigilado.

Los últimos 14 km. desde la carretera general hasta el pueblo de "Mariscos" ha sido otra pesadilla y esta vez no por el tráfico, sino por los baches o mejor dicho socavones, que hacían temblar el coche a pesar de ser un todoterreno 4w4.

Enseguida nos han venido a buscar en la motora y en 15 minutos desembarcábamos en el hotel, que nos ha resultado muy agradable, porque a pesar de ser un lago y nosotros somos de mar y lo preferimos, ha resultado que había una fina arena y la temperatura del agua era estupenda, por lo que la tarde la hemos pasado a base de chapuzones disfrutando de un entorno que le he comentado en tono de broma a Carmen, que echándole un poco de imaginación podíamos pensar que estábamos en una Polinesia Francesa pero de agua dulce, por la cantidad de casetas con tejado de paja que tenían los embarcaderos.

Un bonito atardecer ha hecho que hasta nos hayamos planteado volver aquí cuando retornemos a "Ciudad de Guatemala" por esta misma carretera, para pasar otro día de baños en el lago Izabal, si es que conseguimos adecuar los hoteles en los que ya tenemos reserva realizada.

A las 10 de la mañana después de esperar más de media hora a que ¡¡¡ alistaran !!! la motora según el del hotel, es decir, limpiar los asientos del rocío de la noche y cargar un poco de combustible, salíamos con destino al pueblo de "Mariscos", acompañados de tres parejas de jóvenes guatemaltecos, dos de los cuales iban armados con pistolas en cartucheras situadas en su parte baja de la espalda, tal vez, para avisar que ellos también podían ser peligrosos, ¡¡¡ vamos, como en las series de narcos de la televisión !!!.

Con nosotros han sido amables y nos han ayudado con el equipaje, cogiendo el coche y marchando juntos hasta la carretera general, en donde les hemos dejado marchar porque llevaban nuestra misma dirección, quedándonos detrás de un camión y perdiéndolos de vista.

Al mediodía llegábamos a "Río Dulce", por el mejor tramo de carretera de todo Guatemala, viendo que el puerto de esta población era un amarradero habitual de veleros y yates extranjeros, porque incluso en el hotel "Mar Marine Yacht Club" que teníamos reservado, era un punto de amarre de grandes yates con buenos servicios de piscina y restaurante, salvo con la conexión a Internet que es muy pobre y con la que no hemos conseguido hablar por Skype con nuestros hijos. El río "Dulce" que da nombre a esta población, une el lago "Izabal" del que nos marchábamos hoy mismo, con el océano Atlántico en "Livingston", a donde iremos pasado mañana en motora precisamente por el río "Dulce".

La tarde la hemos pasado disfrutando de la bonita piscina del hotel y al atardecer nos acercábamos andando el pueblo a través de un gran puente que es sin duda la obra civil más importante de las vistas en el país. Pero al terminar de cruzarlo y ver el pueblo de "Río Dulce" se nos ha quedado ¡¡¡ cara de póquer !!!. Cómo es posible semejante contraste de sociedades. En un lado, magníficos yates y veleros, hoteles y restaurantes, y en el otro, barracas que lo mismo valen para hacer de tiendas de comestibles, que de zonas de comidas y siempre con basura por el suelo y mucha suciedad.

El plan para mañana es visitar el área del "Castillo de Felipe de Lara", bien en kayak, porque he leído de alguien que lo ha hecho, aunque desconozco desde donde partió, o de otra forma en coche.

Un día señalado para "Carmen" porque ha sido su cumpleaños y hemos hecho balance de donde los ha celebrado desde que estamos viajando juntos. El primero de ellos en 2010 en Puerto Natales (Chile) y después Nueva Zelanda, Zihuatanejo (México), Islas Galápagos, Isla de Guadalupe (Caribe), Masai Mara (Kenia) y otros. El de hoy no ha sido de los mejores porque el sitio no da para mucho y además ha llegado a llover, algo raro porque estamos en temporada seca, pero como Carmen ha conseguido que lloviera en el desierto de Atacama y en el Sahara, tampoco es de extrañar que Guatemala se libre.

Por la mañana nos hemos dirigido en coche al "Castillo de San Felipe de Lara", situado a la entrada del lago "Izabal", que tenía la misión de proteger el acceso al lago, puesto que allí los españoles guardaban y almacenaban lo que iban a transportar a España, y era un lugar muy codiciado por los piratas.

Pero antes de entrar en el castillo, nos han ofrecido un paseo en motora por los alrededores para enseñarnos los lugares donde muchos extranjeros han venido en sus barcos y se han instalado huyendo de los fríos inviernos de sus países, e incluso algunos de ellos de forma permanente.

También nos hemos acercado a algunos puntos destinados a reservas de aves, con abundante presencia de pelícanos, garzas y algunas otras especies. Después la motora nos dejaba en terreno del castillo para visitarlo por dentro.

Un pequeño pero bonito castillo que fue agrandándose para hacer frente a los piratas, cada vez más problemáticos y que está muy bien conservado en un lugar privilegiado, incluyendo una playa en la que puedes bañarte.

Terminada la visita volvíamos a la hora de comer al hotel para hacerlo en su bonita terraza de los embarcaderos, y después relajarnos en su piscina durante toda la tarde, ya que las pocas alternativas que nos quedan en "Río Dulce" queremos guardarlas para cuando volvamos de "Livingston" pasado mañana.

Con un día amenazante de lluvia nos venía a buscar al embarcadero del hotel, la motora colectiva que nos llevaría en algo más de hora y media y a través del río"Dulce" hasta la población de "Livingston" en la costa "Atlántica". Un servicio llamado colectivo más barato que el privado, pero exclusivo para extranjeros y con precios también exclusivos respecto a los de los lugareños. Veíamos a lo lejos como se acercaban los nubarrones y las cortinas de agua que caían con fuerza, por lo que dando una lección de experiencia al resto de viajeros, hemos sacado las capas que hacía años que no nos poníamos y que creemos haberlas usado una sola vez en los 11 años de viajes. Terminar de ponérnoslas y empezar el diluvio de agua y viento ha sido todo uno. Algunos llevaban anoraks pero de poco servían por la cantidad de agua que caía y les corría por los pantalones. Otros se sentaban en el suelo de la motora y se intentaban tapar con lo que podían.

Después entrábamos en el llamado cañón porque el río se estrecha y ha parado de llover, pudiendo ver garzas, pelícanos y algunas iguanas que se estaban secando en las ramas de los árboles..

Al mediodía llegábamos a "Livingston" que estaba nublado pero no llovía, marchando andando hasta el hotel "Casa Escondida", para dejar la mochila que llevábamos para la noche que pasaremos aquí. Un hotel que nos ha sorprendido agradablemente por su calidad. Teníamos un poco de reparo porque nos habían dicho que este pueblo que es donde vive una colonia garifuna, que son negros caribeños mezcla de los autóctonos con los esclavos que trajeron de África, no merecía la pena una visita. El caso es que de entrada, el lugar nos ha parecido bonito por el paisaje costero y el pueblo es incluso mejor y con más servicios que muchos de los que hay en "Guatemala".

Veníamos con la intención de hacer una pequeña caminata hasta el principal atractivo que anuncian y que se refiere a unas pozas de agua dulce cerca de la playa, llamadas "Los Siete Altares". Como no teníamos mucho tiempo, hemos salido a buscar un tuc tuc (moto taxi) que nos ha acercado hasta donde acababa la carretera. A partir de ahí, andando por la playa unos 45 minutos llegábamos a la entrada de este parque. Una vez pagados los 40 quetzales para poder entrar, comenzábamos el recorrido de las pozas, por entre las piedras del riachuelo y llegando hasta la última después de media hora de chapoteo y patinazos.

El lugar tenía muy poco interés para nosotros, porque eran simples piscinas naturales muy poco profundas, tal vez porque el río no llevaba mucha agua, pero ha sido un paseo por la playa que ha estado bien.

Para cenar hemos ido a un restaurante especializado en cocina "garifuna" que tiene como plato típico el "tapado", una especie de olla de marisco y pescado cocinado con salsa de coco, pero de muy poca calidad, tanto del marisco como del coco que no sabían a nada.

Mañana volveremos a "Río Dulce" porque "Livingston" tampoco da para más. Lo más agradable es el viaje por el río a pesar del diluvio que hemos sufrido al venir.

Cuando amanecía oíamos desde la cama que caían chuzos y hemos pensado que nos esperaba un día de viajar por el río más pasado por agua que el de ayer. Pero cuando nos levantábamos, ya había parado e incluso a ratos salía el sol. En el desayuno hemos estado hablando con los amables propietarios que por su físico pensábamos que eran de otro país, pero que nos han dicho que eran guatemaltecos, aunque del sur del país. Una agradable conversación que se ha prolongado hablando de los problemas de "Guatemala", de como están las carreteras y de la gran corrupción que existe.

Después bajábamos al puerto para coger la motora colectiva rumbo a "Río Dulce", con un viaje menos atractivo que el de ayer, porque no ha llovido hasta que hemos llegado al embarcadero de nuestro hotel. Sólo recoger las maletas que habíamos dejado en recepción e ir a nuestra habitación que está en un edificio de madera en el exterior y junto a la piscina, nos ha llevado un buen rato porque no había forma de salir a la calle de lo que ha caído, estando prácticamente inundados los caminos.

La tarde la hemos pasado en el hotel y un rato que hemos visto el sol y bajado a la piscina para aprovechar, hemos terminado corriendo de vuelta a la habitación porque los chaparrones hoy han sido tremendos.

Para mañana la intención es ir por la zona del lago Izabal que desconocemos, hasta una cascada que dicen que baja de la montaña y es de agua caliente. En cualquier caso, el tiempo nos dirá lo que podremos hacer.

El día de hoy en "Río Dulce" no lo teníamos previsto en un principio y ha sido como consecuencia de haber prolongado un día más nuestra estancia en esta zona y de haber cambiado los planes de retornar a "Ciudad de Guatemala", olvidándonos de hacerlo por la zona de "Lanquín" y de las "Pozas de Semuc Champey". Las carreteras en "Guatemala" son auténticamente un desastre, ni tampoco merece la pena el esfuerzo de atravesarlas para luego no ver nada de interés que en general es lo que nos está pasando en esta zona "este" del país. Así que, preferimos volver por la misma ruta por la que vinimos, haciendo un viaje mucho más tranquilo con una parada a mitad del camino para visitar un yacimiento arqueológico y dormir en un hotel.

Por lo tanto, hoy ha sido un día de mera transición, en el que pensábamos visitar una atracción que anuncian aquí. Se trataba de ir por la zona norte del lago Izabal, hasta la "Finca Paraíso", situada a unos 28 km. y que ofrecía una cascada de agua caliente que bajaba del monte. Cuando hemos llegado y comprobado de que se trataba del mismo tipo de sitio cutre, de los muchos que hay en este país, decidíamos continuar hasta una población llamada "El Estor", que se anunciaba en la carretera con unos carteles que decían ¡¡¡ En vías de ser ciudad !!!. Nos ha picado la curiosidad, porque hay que ser muy osado para emplear estos mensajes conforme a los pueblos que hemos visto en "Guatemala" y 14 km. después nos recibía esta agradable población a orillas del lago Izabal, con un estilo muy diferente al visto en el resto.

Un lugar que no es destino de turistas extranjeros, pero con una buena urbanización y carreteras separadas por medianas, amplias calles empedradas, algunos jardines, limpio en general y con un estilo de vida local relajado en el paseo a orillas del lago. Hasta un par de hoteles, hacían presagiar cierto nivel de los visitantes guatemaltecos.

Después volvíamos a "Río Dulce" para dejar pasar las horas en las tumbonas de la bonita piscina del hotel, leyendo y quemando este último día en "Río Dulce".

Parece que al fin la tormenta ha pasado y vuelve el sol. Esta noche se oía llover torrencialmente y cuando nos hemos levantado había escampado y al movernos además hacia el interior del país, la climatología ha ido mejorando hasta quedar el cielo raso.

Sin madrugar apenas, abandonábamos "Río Dulce" con destino al "Yacimiento Arqueológico de Quiriguá", que se encuentra muy cerca del lugar del lago "Izabal" en el que estuvimos hace unos días pasando una noche, cuando fuimos de "Ciudad de Guatemala" a "Río Dulce". En su momento, al pasar por aquí decidimos dejar la visita al yacimiento para hoy, de forma que después de unos 80 km. llegábamos a la puerta de "Quiriguá".

Un yacimiento bastante visitado por turistas extranjeros y no precisamente por su importancia, sino que es el que está más cerca de la capital. En cualquier caso, las cuatro horas de viaje no te las quita nadie y la importancia de lo que se ve, a pesar de que en 1981 la Unesco lo inscribió como Patrimonio Cultural de la Humanidad, no es del nivel de otros yacimientos como "Tikal" o "Uaxactún".

Los puntos de interés de este yacimiento se centran en: La Gran Plaza en la que se reparten once monumentos llamados estelas, La Acrópolis, que fue el principal conjunto residencial y administrativo y La Plaza del Juego de la Pelota, si bien esta última, está enterrada y se supone que el sitio lo ocupaba una pequeña cancha en la que se desarrollaba el juego de pelota maya.

Terminada la visita continuábamos otros 90 km. hasta "Río Hondo" en donde teníamos reservado el hotel "Pasabien", para alargar el viaje de vuelta a "Ciudad de Guatemala", porque ya no nos quedan otras opciones y por lo menos, podemos quemar unas horas en sus piscinas, en donde nos hemos encontrado con una joven miss no sé de donde, que con corona , banda y capa incluida, le sacaban fotos para algún reportaje de belleza.

Por fin hemos encontrado una buena conexión a Internet y coincidido con una hora adecuada en la que hemos podido hablar por Skype con nuestro hijo "Alain", con el que llevábamos bastantes días intentándolo sin conseguirlo. Después de estar por razones de trabajo en "Tel Aviv" y "Moscú", hoy lo hemos pillado de vacaciones en "Japón", justamente cuando cogía un tren para ir a "Kyoto". Ha sido una suerte porque cuadrar las 15 horas que tenemos de diferencia horaria, en momentos de disponibilidad en los que nos venga bien a todos, es muy complicado. Ahora nos falta hablar con nuestro otro hijo Manez, residente en "Alcalá de Henares" con el que tenemos sólo 7 horas de diferencia, pero con otro handicap que es el de las guardias en el hospital, lo que resta posibilidades de éxito. Mañana lo intentaremos de nuevo, porque llevamos muchos días sin noticias de él.

Medio día de carretera y el otro medio en la capital estrujándonos los sesos para conseguir pasar la tarde como fuera. En cuanto hemos llegado a la ciudad entregábamos el coche en la agencia de alquiler "Europcar" sin problemas, prefiriendo el taxi para desplazarnos por la capital.

Como "Guatemala" supera nuestra capacidad inventiva de encontrar alternativas, hemos vuelto una vez más a la "6ª Avenida" y a la "Plaza Central" donde se concentra la gente y en donde acabábamos sentados ¡¡¡¡ disfrutando !!! de un ruidoso concierto de marimba.

Para terminar el aburrido día, hemos cogido un "Metrobus" hasta la "Plaza de España", cenando en un restaurante de la cadena "Los Cebollines" del que teníamos buen recuerdo de "Quetzaltenango, pero que aquí ha sido malo y caro.

Mañana por la tarde, cogeremos un avión con destino a "Flores", para visitar según dicen los mejores yacimientos arqueológicos mayas, entre los que se incluye "Tikal".

Otro día de transición en un cambio de zona dentro de Guatemala. Y la verdad es que en función de la hora del vuelo se te estropea más o menos el día, aunque también es cierto que hoy poco nos lo podían estropear estando en "Ciudad de Guatemala", ya de por sí malo. Por la mañana, hemos salido tarde del hotel "Villa Toscana" en el que ya hemos estado tres veces y aún volveremos otra más, porque al estar muy cerca del aeropuerto nos resulta muy cómodo, además que de por sí es un lugar muy agradable. A media mañana, salíamos andando en dirección al mercado de artesanía, ubicado a un par de kilómetros de distancia para ver si encontrábamos un recuerdo que le ha gustado a Carmen y que consiste en lo que aquí llaman "cúpula", una pequeña torre que se colocaba en los tejados de las casas coloniales de "La Antigua" y que como es natural no hemos encontrado en "Ciudad de Guatemala". Al menos nos ha servido para quemar un par de horas de espera y comer unas salchichas en unos concurridos tenderetes callejeros.

Por la tarde embarcábamos en un pequeño avíón que era poco mayor que una avioneta y con capacidad de unos 20 pasajeros, perteneciente a la compañía "Transportes Aéreos Guatemaltecos (TAG)" poniendo rumbo a "Flores" a donde llegábamos en 50 minutos, desembarcando en el aeropuerto "Mundo Maya" y en donde nos esperaba un taxi enviado por el hotel en el que pernoctaremos durante cuatro días llamado "Quinta Maya".

El taxista que nos ha ido a buscar nos ha hecho una oferta para llevarnos mañana al yacimiento arqueológico de "Tikal", con un precio bastante inferior al que nos habían dicho que nos costaría este servicio en la oficina de turismo del aeropuerto y también inferior al alquiler de un coche que teníamos previsto, por lo que hemos aceptado y quedado para ir mañana.

En "Flores" permaneceremos cuatro días y conforme veamos como nos va mañana, volveremos a contratar al taxista o alquilaremos un coche para ir al yacimiento de "Yaxhá" y otros destinos.

Nueva decepción en Guatemala. Cuando pensábamos que íbamos a encontrar el mejor yacimiento maya, nos hemos encontrado con un lugar que no cumplía nuestras expectativas. Lugares considerados abanderados para atraer el turismo como: Los templos de Angkor en Camboya, Chichén Itzá en México, e incluso los templos en India, el país más sucio del planeta están muy cuidados y son mantenidos con mimo, porque los gobiernos saben de los ingresos que producen al país. Sin embargo "Tikal", si bien queda muy bien sobre el papel, incluso en las imágenes obtenidas esta mañana, el visitarlo en persona no aporta las mismas sensaciones de grandeza.

Cerca de cuatro horas caminando por bosques con algunos tramos embarrados, no sabemos si para inculcar al visitante una sensación de aventurero que va a descubrir civilizaciones perdidas en mitad de la selva, pero que en muchos casos sólo encuentra maquetas que dicen reflejar lo que en la antigüedad debió ser la zona, pero que en la actualidad son simplemente piedras amontonadas, te deja un sabor amargo de boca.

Cuando fiándote de lo que has visto en panfletos y de la publicidad que se hace del lugar, te encuentras con un lugar que en sí mismo es posiblemente el más grande y más importante del mundo maya, con una "Plaza Central" que reúne con creces unas construcciones en número y dimensiones que ningún otro yacimiento tiene, no entiendes su estado actual de zonas con herrumbres y sucias. Algún purista del gobierno guatemalteco puede que diga que así se aprecia la antigüedad del sitio y como el paso del tiempo ha modelado "Tikal", pero pienso que la realidad es una pobre dedicación de recursos o a un mala política de conservación lo que lo ha situado en un pobre destino turístico sin interés, si antes has estado en México.

Pensábamos ir mañana al yacimiento llamado "Yaxhá", pero si "Tikal" que era la estrella maya nos ha sorprendido negativamente, no sabemos lo que podríamos encontrar en este otro que está considerado de menor nivel, por lo que hemos prescindido de ir. El problemas ahora es encontrar alternativas para pasar los días que nos quedan aquí y esta tarde mirábamos en agencias posibles opciones pero sin encontrar ninguna viable.

Por lo menos "Flores" nos ha brindado una bonita puesta de sol sobre el lago, para alegrarnos un poco el final de día.

Nada que contar de hoy, salvo que volvemos a sufrir lo mismo que otras veces desde que estamos en "Guatemala", lo de no saber a donde ir porque lo que hay para ver no es nada apetecible. Sin ganas de volver a un yacimiento arqueológico después de la experiencia de ayer en "Tikal", hoy nos echábamos a andar por caminos vecinales en dirección al aeropuerto en donde hay un centro comercial para comprar repelente para los mosquitos, porque los de aquí nos martirizan a picotazos y la desazón dura varios días.

De vuelta al hotel hemos pasado un par de horas en la piscina leyendo y dejando pasar las horas, con la suerte de que por la tarde he coincidido sin querer con la transmisión del partido "Chelsea - Barcelona", pudiendo pasar un rato entretenido.

Al atardecer al igual que ayer, volvíamos al lago en el que se concentran algunas terrazas de restaurantes en las que tomar algo con vistas a la puesta de sol y posterior cena.

Mañana más de lo mismo con muy poca actividad, que recuperaremos en un par de días, cuando vayamos a "Costa Rica".

Hemos sobrevivido a otro día en "Guatemala" y aunque mañana nos marcharemos a la capital para desde allí dirigirnos a "Costa Rica", lo haremos a última hora de la tarde, por lo que nos queda como quien dice otro día entero aquí en "Flores". Pero le estamos cogiendo el truco de cómo aprovechar al máximo los pocos recursos que tenemos. Por la mañana, vaguear desayunando tarde y paseo por la isla de Flores, sentándonos a tomar un capuchino, para después volver al hotel y tumbarnos en la piscina a leer cuando más aprieta el calor.

Al mediodía salir a comer a un restaurante cercano que es barato y ni mejor ni peor que los demás. Después siesta y salida al atardecer de nuevo a la "Isla de Flores" que es donde se concentra el poco ambiente que hay para sentarnos y tomarnos algún que otro mojito, disfrutando de la fabulosa puesta de sol que a pesar de ser siempre sobre el mismo paisaje todos los días son diferentes. Y por último cenar mal que bien los mismos platos que llevamos tres semanas consumiendo.

No es nuestro mejor plan pero cuando se trata de quemar horas, ralentizar los movimientos ayudan a descansar y a no darle vueltas al error de pensar que necesitábamos cuatro días para ¡¡¡ disfrutar !!! de los famosos yacimientos arqueológicos de "Petén".

Fin de nuestra estancia en Petén: Flores y vuelta a la Ciudad de Guatemala en el mismo tipo de avión de la compañía "GAT- Transportes Aéreos Guatemaltecos", y traslado por cuarta y última vez al hotel "Villa Toscana" muy cerca del aeropuerto, del que partiremos mañana a primera hora con destino a "San José" de Costa Rica, abandonando definitivamente "Guatemala", país al que muy probablemente no volveremos porque en general no nos ha gustado porque tiene poco que ver de interés. al menos para nosotros.

Por fin hemos terminado con "Guatemala" y ya estamos en "San José" de "Costa Rica" y el cambio a mejor enseguida lo hemos notado a pesar de que la capital de este país tampoco es para ¡¡¡ echar cohetes !!!. En el año 2006 estuvimos en Costa Rica por primera vez y desde luego "San José" no fue lo que más nos llamó la atención. No obstante, paseando y observando a la gente enseguida notas que no tiene nada que ver con "Guatemala" y se respira un entorno más desarrollado, fruto de su temprana política de desarrollo cultural y educativo que se puso en marcha hace ya bastantes años.

Levantándonos temprano nos dirigíamos al aeropuerto de "La Aurora" en Ciudad de Guatemala para coger un vuelo de "Avianca" que en poco más de una hora nos dejaba en "San José" para coger el coche que habíamos reservado en "Sixt", un 4W4 que consideramos necesario ante la experiencia que tuvimos en nuestra primera visita cuando las carreteras eran impracticables por lo baches y socavones..

En el coche rumbo al hotel "Radisson San José" nos adentrábamos en la corriente de tráfico que sin llegar a la altura de los tapones de "Guatemala", también aquí cuesta avanzar si intentas acercarte al centro de la ciudad. Hemos tenido la mala suerte de confiar en el GPS que nos han dado gratis con el coche y poco ha durado funcionando porque de pronto se ha parado, teniendo que coger el nuestro una vez pasada la mejor ruta y teniendo que atravesar el centro.

En cambio en el hotel hemos tenido mejor suerte: Este hotel que es de cinco estrellas baja las tarifas en fin de semana de manera muy importante y además, por problemas de ocupación nos han dado una habitación de "Business", por el precio de una normal, así que a veces aunque no muchas, la suerte nos sonríe en estos aspectos de hoteles.

Hemos salido andando hasta el centro de "San José" que está a un kilómetro del hotel y en donde se sitúan las plazas de la ciudad y las calles peatonales. Allí hemos comido hasta arroz con pulpo, algo inimaginable ayer mismo, comentando entre nosotros que no recordábamos nada de lo que veíamos, no sabemos si por que con el tiempo ha cambiado mucho la ciudad o por que en su momento la zona no nos causó ningún interés.

De todas formas, la auténtica visita a "Costa Rica" la comenzaremos mañana cuando nos desplacemos al Parque Nacional "Manuel Antonio" en la costa del Pacífico, que la vez anterior no tuvimos tiempo de visitarlo.

Sabiendo que no íbamos a volver a disfrutar de las comodidades de la habitación que hemos tenido para esta noche y después de un estupendo desayuno, cogíamos el coche para dirigirnos a la costa del Pacífico y concretamente a "Manuel Antonio". Coger la carretera adecuada no ha sido fácil, porque llevábamos tres GPS y cada uno nos daba una ruta diferente. En principio nos hemos decidido confiar en nuestro TomTom, pero después de un buen rato de andar por carreteras secundarias y que estaban además en obras, con caminos cortados y redirecionándonos a otras de dirección contraria, hemos terminado parando y preguntando. A partir de ese momento con las indicaciones que nos han dado y viendo que se asemejaban bastante a lo que nos decía el Maps.me del móvil, tomábamos la autopista 27 hasta la costa y después la 34 que bajaba hasta "Manuel Antonio". Lo de llamarlas autopistas debe ser porque son de pago, pero con un sólo carril por dirección salvo algunos tramos de subida que se desdoblaba en dos, y con camiones que te marcaban la velocidad máxima porque era muy complicado adelantarlos, hemos tardado cerca de 4 horas en hacer los escasos 200 km.

Llegando a la altura de "Jaco", mucho tráfico se ha quedado porque al ser sábado salían de "San José" para pasar el fin de semana en la costa y esa ciudad es un centro vacacional para los costarricenses, haciendo a partir de allí un viaje más tranquilo y parando en algunos puntos con vistas panorámicas. En uno de ellos, parecía que nos esperaba una iguana muy orgullosa de su cuerpo porque nos ha dejado sacarle fotos sin pestañear, mirándonos de vez en cuando de forma altiva como preguntándonos si la pose era la correcta.

A mediodía llegábamos al hotel "Coco Beach" dándonos cuenta enseguida de cómo habíamos descendido en nuestro nivel de hospedaje. La tarde la hemos pasado en la tumbona, con varios baños en una playa que estaba bien para las que se ven por aquí, pero que nosotros acostumbrados a los paseos por la playa de "La Concha" de nuestro Donosti y sobre la que estamos leyendo últimamente en las prensas digitales que ha sido elegida por segundo año consecutivo la mejor de Europa y sexta del mundo, miramos al resto con ojos muy críticos.

Mañana a las cinco y media nos vendrán a buscar de la agencia "Costa Rica te enamora", para hacer una excursión al Parque Nacional de Corcovado" considerado uno de los mayores y mejores parques de "Costa Rica", y que nos llevará todo el día.

Después de una noche en la que apenas hemos dormido sin saber las razones, a las 5:30 H. nos venían a buscar para ir al "Parque Nacional de Corcovado". Un parque que está muy a desmano teniendo que desplazarnos primero en coche cerca de dos horas y media desde "Manuel Antonio" en donde nos encontramos, recogiendo gente y cambiando tres veces de chófer.

A las 8 de la mañana embarcábamos en una motora donde conocíamos a una pareja de jóvenes que vivían en Madrid y con quienes hemos realizado las excursiones porque los guías se han repartido a los de habla inglesa y francesa de nosotros. Durante una hora nos han llevado por el río hasta llegar al mar y otra media hora dando brincos por las olas hasta el parque, a donde ya llegábamos molidos porque nos ha tocado en la parte delantera del bote.

El itinerario ha sido un primer paseo con nuestros compañeros "Paola y Alejandro", adentrándonos en el bosque para ver si encontrábamos algo de fauna, la que realmente nos ha parecido muy escasa, cuando se habla de este Parque Nacional de Corcovado, como algo muy especial al tener un incómodo acceso y por lo tanto un habitat estupendo para los animales. El calor y la humedad era sofocante, volviendo a la estación a la que hemos llegado en la playa para comer un sándwich y fruta y hacer otra excursión por la tarde a una poza y cascada.

Un parque nacional que no ha cumplido las expectativas que teníamos, porque aunque sabemos que el ver animales depende de muchos factores, el guía nos ha comentado que habíamos tenido suerte porque el día anterior no habían visto nada. Así que, no sabemos de donde le viene la fama a este lugar, porque el viaje es un coñazo, cuatro horas ida y cuatro horas vuelta desde "Manuel Antonio" y ya desde San José otro par de horas más. Un parque que no tiene más que unos baños como servicio y sin posibilidad de comprar agua, algo tan necesario con el agobiante calor que ha hecho.

La frondosidad de los bosque ha complicado muchísimo obtener imágenes de cierta calidad, porque no había forma de enfocar correctamente. Aparte de las imágenes de abajo, un pequeño cocodrilo y una araña de buen tamaño ha sido todo lo que hemos visto.

Si ayer tuvimos la decepción del "Parque Nacional de Corcovado", hoy ha sido el de "Manuel Antonio", pero por motivos diferentes. Cuando por la mañana nos hemos acercado a la entrada, lo encontrábamos cerrado, según nos han explicado como todos los lunes del año, por mantenimiento. Otra característica de "Costa Rica" que no entendemos, porque vive del turismo y los visitantes no tienen conocimiento de las normas y cierres, y sobretodo, no se entiende que tipo de mantenimiento requiere un parque de esta naturaleza cuando lo que se trata es que permanezca virgen. Vamos que no requiere acciones especiales. Al igual que nosotros a otros muchos les ha pasado lo mismo y los veíamos lidiar con las agencias de tours, que aprovechaban la ocasión para ofrecer otros opciones poco atractivas.

Nosotros al igual que otro muchos, con quienes después nos hemos encontrado en las cascadas "Nauyaka", optábamos por recorrer unos 55 km. para cerca de "Uvita" desviarnos a las cascadas. En la entrada y como llevábamos un 4W4 nos han dejado continuar un par de kilómetros más en coche quedándonos después otros cuatro kilómetros de andar de forma agotadora principalmente subiendo empinados tramos y menos mal porque si le tengo que añadir a la paliza otros dos km. cuesta arriba, no creo que hubiese llegado. Continúo durmiendo muy mal y después lo pago porque me siento sin fuerzas y en situaciones de tanto calor y humedad lo noto todavía más, hasta el punto que no podía en las subidas seguir el ritmo de Carmen.

Y para ser honesto diría que en varias ocasiones he estado a punto de tirar la toalla y abandonar la caminata, porque además después de lo visto anteriormente no confiaba que las cascadas mereciesen la pena el agotador esfuerzo, pero al ver que Carmen iba tan bien y me animaba, a duras penas he continuado.

Cuando hemos llegado nos esperaba una preciosa cascada, pero lo que más nos ha gustado ha sido el refrescante baño rodeado de jóvenes de todas la nacionalidades, siendo con mucho los más viejos del lugar. El baño ha sido como un bálsamo y me he sentido con fuerzas de nuevo, lo que unido a que el camino tenía más bajadas que subidas, la vuelta ha sido menos agotadora, aunque el calor por la hora del día estaba en su apogeo.

Al final, un día duro pero agradable, si quitamos la paliza de andar y las condiciones en las que lo he realizado. Por lo menos, el destino merecía la pena el esfuerzo que en otras situaciones no habría sido tan duro.

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Día de transición para iniciar una etapa más al norte de "Costa Rica", y como los desplazamientos son muy lentos, hemos parado en "Cartago" en donde dormimos esta noche. Una ciudad que aunque la hemos visto aparecer en los folletos de tours a realizar desde San José, nosotros no le hemos encontrado nada que justifique una visita.

Una vez dejado el equipaje en el hotel "El Guarco" y comer bastante bien en su restaurante, nos acercábamos al centro de "Cartago" en donde se ubica lo poco que tiene: "las ruinas de Santiago Apóstol" y la "Basílica de Los Ángeles". La primera una iglesia que se intentó reconstruir pero quedó inacabada, y la segunda, una especie de Lourdes o Fátima al estilo latinoamericano, con la aparición de una virgen sobre una piedra con el mensaje implícito de que lo que quería la virgen era que se le construyera una basílica, aunque los elementos naturales le pusieron a varios intentos hasta que a principios del siglo XX, se construyó.

Mañana depende de si el cielo sale limpio, posiblemente subamos al volcán "Irazú" para después tomar dirección al volcán Poas.

El dicho de que ¡¡¡ segundas partes nunca fueron buenas !!! no siempre se cumple, porque no refleja fielmente el elevado nivel de situaciones de desastre, desde el punto de vista turístico con las que nos estamos encontrando, cuando pensábamos que este país nos iba a hacer olvidar el mal sabor de boca que nos dejó "Guatemala".

Haciendo una rápida recolección, primero fue la decepción del Parque Nacional de Corcovado, el siguiente el cierre por mantenimiento de "Manuel Antonio" y hoy dos grandes y desafortunadas sorpresas: encontrarnos cerrado el Volcán Poas por actividad, lo que debe llevar un año en esta situación y nadie del estamento gubernamental ha respondido a las consultas realizadas. Muchos hoteles que se supone deben velar por los intereses de sus clientes, se callan esta información y ponen cara de incomprensión cuando les dices ¡¡¡¡ qué pintas allí si el Parque Nacional está cerrado !!!. Y para terminar el día otra mala y una buena. El principal recuerdo que tenemos de la anterior visita a Costa Rica era el estar sentados fuera del bungalow, viendo como el volcán Arenal lanzaba torrentes de fuego y el ruido de las explosiones durante toda la noche. Esto ha pasado a la historia. La tranquilidad ha roto con la imagen espectacular de un impresionante volcán que nos recordaba constantemente su grandeza.

Entonces me pregunto, si a Costa Rica le quito todo lo que he dicho y algunas cosas más como que ya no quedan animales, o que son impracticables los desplazamientos por carretera porque al asfaltar la infraestructura viaria lo que ha originado es que el parque móvil se ha multiplicado y te entren ganas de quedarte en la cama del hotel para no tener que salir a la carretera, que me queda para justificar este viaje. Pues nada, que he vuelto confundirme al organizar las tres visitas que estamos haciendo a estos países centroamericanos: Panamá, Guatemala y Costa Rica.

Pero siempre te encuentras con algo positivo, cuando hemos llegado al hotel "Poas Lodge" en donde teníamos la reserva encontrándolo cerrado y con pinta de estar con cierre permanente, con sobres por el suelo, como si llevara ya tiempo en esa situación, nos hemos saltado la parada y decidido continuar hasta hasta el volcán "Arenal". Llegábamos al hotel "Colores del Arenal" para conocer si tenían disponibilidad para hoy y nos han preguntado de donde veníamos. Hablando con la recepción, un joven colombiano de ascendencia española de lo que nos estaba pasando en su país, nos ha dado una habitación diciéndonos que para que no nos llevásemos mal recuerdo, no nos la iba a cobrar.

Que gran diferencia entre estos dos hoteles. Al primero le hemos escrito un correo explicándoles como habíamos estado en su ubicación encontrándo cerrado el hotel, a lo que nos han contestado que el Chek-in era a las tres de la tarde y que nos tenían que cobrar, porque era una empresa pequeña y lo necesitaba para subsistir. El segundo hotel sin decir nada y en tono de broma sobre lo de !!! segundas partes nunca fueron buenas" les ha parecido elegante tener un gesto con nosotros. Dos políticas comerciales muy diferentes en las que ya se aprecia quien tiene futuro en el negocio del turismo y quien no.