Itinerario realizado por el país visitando los siguientes lugares de interés: Río Orange - Cañón del Río Fish - Namib-Naukluft Nat. Park - Dunas de Sossusvlei / Cañón de Sesriem - Desierto de Namib / Swakopmund - Khorixas - Bosque Petrificado /Tribus Himba - Etosha Nat. Park- Windhoek .

RESUMEN DEL VIAJE.

Un estupendo viaje en el que hemos recorrido "Namibia" de sur a norte y que ha superado con creces las expectativas que traíamos. Muchos kilómetros por caminos de tierra en camión, madrugones todos los días y una actividad a veces frenética, han sido la tónica del viaje, pero ha merecido la pena ese sacrificio por descubrir en ocasiones lugares preciosos y fauna que en otros sitios se resiste a aparecer.

Entramos procedentes de Sudáfrica, puesto que veníamos de Ciudad del Cabo y la primera parada que hicimos en Namibia fue en el río "Orange", en el que por primera vez disfrutamos de un hospedaje estupendo, un amanecer impresionante y que se han repetido a lo largo de todo país.

El siguiente punto de interés fue el "Cañón del Río Fish". Un bonito paisaje del río que transcurre entre altas paredes en forma de herradura y que se da en varios lugares de Estados Unidos, principalmente en los estados de Utah y Arizona.

Después llegaría la estrella de Namibia, el Parque Nacional de " Namib-Nauklufta" con sus dunas en "Sossusvlei". Un paisaje único que hay que visitar a primerísimas horas de la mañana cuando amanece, con sombras se crean cuando el sol todavía está muy bajo, defininiendo perfiles en la arena de tonos rojizos con otros oscuros.

Un breve descanso en "Swakopmund", donde los jóvenes más aguerridos realizaron paracaidismo y subida al "Parque Nacional de Etosha", visitando por el camino algún "Bosque Petrificado" y unas tribus "Himbas".

Cuando llegamos al "Parque Nacional de Etosha" y vimos que era un páramo de arena con muy poca vegetación, nos desanimamos porque uno de nuestros objetivos era ver animales y principalmente leones macho, cosa que no lo habíamos conseguido en: Kenia, Tanzania y Botsuana, con anterioridad. Viendo los duros y feos paisajes de este parque no nos imaginábamos que pudiera haber tal cantidad de fauna y la sorpresa nos llevamos, cuando un mediodía nos pasó por delante un león macho con una hembra. Pero no quedó ahí la cosa, porque al día siguiente vimos a tres leones macho juntos, algo raro de ver a la vez. Preciosos grandes leones jóvenes que te dejaban sin respiración por su cercanía. Pero además, continuamente aparecían: elefantes, jirafas, rinocerontes, hienas, cebras y un sinfín de aves, lo que nos dejó boquiabiertos porque nunca habíamos visto tal variedad de fauna en un mismo parque.

A todo ello hay que añadir un formidable grupo de personas, siempre de buen humor comandado por las bromas permanentes de unas australianas, que abandonaron el tour en "Swakopmund", junto a dos suizas también muy agradables. Sin embargo, entraron dos parejas de alemanes que cantaban muy bien y que enseguida se integraron colaborando en todos los quehaceres que conlleva este tipo de viajes: colocación de mesas y sillas, ayuda a la cocinera a preparar rápidas ensaladas, fregar, etc y manteniendo esa alegría y cohesión de grupo tan importante. En Windhoek, nos abandonó otro grupo de sudafricanos y una pareja de daneses y entró otro nuevo grupo de chilenas, perdiéndose a partir de ese momento ese compañerismo que tanto nos había hecho reír, de forma que dentro del grupo se formaban grupitos más pequeños afines en cultura y educación. Se rompió esa unidad que nos había caracterizado hasta "Windhoek", con un uso del teléfono móvil que se hacía hasta entonces exclusivamente en privado y en momentos muy concretos. En el nuevo grupo este uso se convirtió en una necesidad parece ser que vital y que a veces suele ser más un postureo que necesidad real, porque no creo que ninguno de los presentes requeriría conocer permanentemente la evolución de los índices bursátiles, porque de ser así, donde se está mejor es en casa, delante del ordenador y siguiendo el índice "Nikkei" en real. Un tema este muy importante, al menos para nosotros, que siempre habíamos viajado solos porque temíamos que pudiera ocurrir lo que ha ocurrido al final de este tour. Dos partes muy diferenciadas de un viaje que ponen de manifiesto hasta qué punto es importante una afinidad, respeto y educación con la gente con la que durante muchas horas al día te relacionas, y la necesidad de colaborar en todos los quehaceres que surgen.