Esta mañana he bajado a desayunar en el hotel y de nuevo he tenido una compañía curiosa. Como también las mesas son compartidas me he sentado en una ocupada por el joven Mike de Manchester, quien me ha empezado hablar en mi idioma nada más sentarme. De unos 30 años de edad, ha vivido en Granada y Barcelona entre un montón de sitios, ya que desde muy joven comenzó con los intercambios escolares y no ha parado de moverse. Había venido de Arabia Saudi en su coche con unos amigos y el primer día de estar aquí se lo han robado, por lo que se encuentra realizando las gestiones con la policía, aunque no tiene muchas esperanzas de encontrarlo. Tiene toda la pinta de ser de una adinerada familia inglesa, que le mantiene su afición a viajar, ya que dice no poder estar más de 6 meses en un mismo sitio.

También conocía Donosti aunque no había estado y me ha estado aconsejando los mejores sitios de Jordania para visitar y que coincidían con los que tenía yo programados.

Curioso personaje del que me he despedido cordialmente porque quería marcharse hoy mismo a Bahrein, que no sé que tendrá allí, porque lo ha repetido varias veces.

Yo me he ido andando hasta la oficina del alquiler del coche para de paso ver la ciudad, porque estaba a 4 kilómetros de distancia en línea recta según el GPS y es una forma de ir descubriendo sitios de interés.

En la oficina de National Car me han dicho que no tenían ninguna reserva mía, por lo que han tenido que hablar con la casa matriz y como no tenían el tipo de coche pequeño que yo reservé, me han dado otro superior y automático.

He salido con el coche, el GPS, y la verdad es que después de estar en El Cairo, moverte por esta ciudad no tiene misterio. El conducir por Egipto es como hacer un difícil master que después te sirve para conducir sin problemas en el resto del mundo.

Mañana saldré hacia el norte de Jordania con destino a Jerash, que es una importante ciudad con los mejores vestigios romanos de Oriente Medio.

He vuelto a coincidir con Mike en el desayuno y me ha dicho que por fin hoy se vuelve a Bahrein y ya tenía allí mismo el equipaje preparado. Me ha contado que es ingeniero pero que no quiere ejercer porque le ataría a un sitio, ni tampoco quiere volver a su país porque es deprimente y dice ¡¡¡ siempre lloviendo !!! Se dedica a enseñar inglés y me ha dicho que en Barhein le pagan muy bien y que en España no. Ahora entiendo tanto interés en volver a ese país, porque ayer me dijo que era muy feo.

Nos hemos despedido y he cogido el coche para ir a Jerash. No he tenido problemas para salir de Ammán y coger la carretera hacia el norte. Cuando salía de la ciudad he visto cantidad de preciosos chalets y también un Carrefour enorme, en unas zonas residenciales con cantidad de jardines. No parece un país árabe, los coches son bastante modernos y todo está muy cuidado y limpio.

He visitado las ruinas romanas de Jerash, que son un enorme complejo arqueológico perfectamente conservado de una ciudad provincial romana. Paseando te das perfectamente cuenta de cómo vivían hace 2.000 años, porque tiene calzadas, anfiteatros, hipódromo, templos, baños y columnas por todos los sitios. Es uno de los mejores yacimientos romanos que he visto.

He estado cerca de 3 horas paseando con tranquilidad y sin ser molestado. Después he puesto rumbo a Irbid que es una ciudad casi frontera con Siria, parece sacada de Silicon Valley, porque tiene hasta una ciberciudad conforme a los letreros que la anuncian. Me he acercado a curiosear y resulta que era un parque tecnológico con muchas empresas de alta tecnología. Tiene universidad y se nota en el ambiente juvenil. En cualquier caso Irbid está repleto de tiendas y empresas relacionadas con tecnología e Internet. Aquí la mayoría de las jóvenes no llevan pañuelo en la cabeza y por su forma de comportarse son como las europeas. Debajo del hotel hay una cafetería que debe estar de moda porque está llena de estudiantes sentados en la terraza y bebiendo de todo, por lo menos, no meten mucho ruido.

Sorprendido muy gratamente con Jordania, mañana me acercaré a ver los "Castillos del Desierto" que incluso alguno debe ser Patrimonio de la Humanidad.

Recorrido por el desierto oriental de Jordania, llegando hasta 200 Km de la frontera de Irak para ver una serie de edificaciones que les han llamado Castillos del Desierto, y que son diferentes tipos de ruinas que las están reconstruyendo en el afán de dotar al país de temas que puedan ser gancho para el turismo.

Me he quedado sorprendido cuando en 2 de ellos he visto que las obras se estaban realizando con fondos de cooperación española. Automáticamente me ha venido a la cabeza a donde van a parar una parte de mis impuestos y no me lo podía creer. Emplear nuestro dinero en otro país, para sufragar estas mediocres ruinas perdidas en el desierto, de las que no se sabe muy bien su importancia parece un tanto descabellado, cuando en el nuestro todavía tenemos pendientes multitud de infraestructuras y otras necesidades.

Los castillos no merecían la pena el desplazamiento, por lo que las visitas han sido bastante rápidas y he vuelto hacia el sur de Ammán a una ciudad llamada Madaba, que es otra de las visitas obligadas debido a unos mosaicos en el suelo de una iglesia, que definen un mapa de los principales lugares bíblicos.

Para mí lo principal de esta ciudad es su situación geográfica. He encontrado un hotel barato, muy nuevo, limpio y muy agradable, por lo que posiblemente me quede mañana para desde aquí, recorrer diversas zonas del Mar Muerto y del Monte Nebo, volviendo a dormir.

¡¡¡ Demasiado !!! todo un día bíblico y pienso que ya tengo ganado el cielo. He estado visitando la iglesia de San Jorge en Madaba, que debe ser importante por unos mosaicos que definen la situación geográfica de lugares bíblicos. Después he subido al Monte Nebo, como Moisés pero en coche y desde allí he visto su tierra prometida, que no la mía. Las vistas son preciosas sobre el valle del Jordán y se llega a ver Jericó en Israel.

Acto seguido me he acercado a Betania que es donde San Juan bautizó a Jesús. He tenido que ir con un grupo porque es zona militar por su cercanía con Israel. Hemos llegado hasta menos de 20 metros de ese país, la anchura del Jordán en ese punto. Como se puede apreciar en la foto he cogido agua del Jordán, por lo que ya estoy protegido ante todo.

He coincidido en el grupo con una familia venezolana y me han hecho recordar a mi amigo Juan Mari, aunque éstos eran bastante morenos y de Maracaibo, pero su apellido como ellos me han dicho era de origen vasco "Urribarri". Él está trabajando en Dubai para la Shell y me ha dado una tarjeta para que le envíe información del sistema de billetes de vuelta al mundo, porque a él también le gusta viajar.

Tenía intención de visitar el castillo de Herodes que queda cerca y cerrar mi pasaje bíblico, pero he ido bajando por la costa del Mar Muerto y por ese lado no hay carretera de acceso, así que lo haré otro día. Hoy es viernes y por lo tanto fiesta, por lo que las pocas playas que hay en esta zona, todas de pago, estaban a rebosar de jordanos con barbacoas incluidas. He decidido quedarme otro día más y mañana me bañaré con tranquilidad, por el mero hecho de hacerlo en otro nuevo mar y experimentar esa flotabilidad que tanto me cuesta en el nuestro, porque éste la verdad es que no llama la atención, y eso que hace calor. Es como un gran lago. También aprovecharé para embadurnarme con el barro del fondo, que debe ser muy bueno para la piel, por lo que he visto que aquí hacen.

Al fin he terminado mi recorrido bíblico. He conseguido encontrar el castillo de Herodes, en donde cortó la cabeza de San Juan con ayuda de Salomé, que por cierto, es el nombre del hotel en el que me hospedo en Madaba y merece la pena recordarlo por su relación de precio/calidad y la amabilidad de su personal.

Del castillo prácticamente no queda nada, salvo algunas columnas que han puesto ahora como mero recuerdo, pero lo que sí merece la pena es su ubicación, sobre una colina. Tiene unas espectaculares vistas del Mar Muerto y ha sido un paseo muy agradable.

Posteriormente he ido a Ammán Beach, que es una zona de playa, restaurantes y piscinas muy popular entre los lugareños. Me he bañado como se puede apreciar en las fotos sintiendo esa grata sensación de flotabilidad que sin embargo se vuelve en contra cuando quieres nadar. La excesiva salinidad hace que te escuezan los ojos y debas andar con cuidado.

También he probado a darme un baño de barro y no sé si es bueno, pero que tiene un efecto sobre la piel sí es cierto. En mi caso, me ha ido quitando la piel morena que tenía de los días de Egipto y me ha dejado como un "lagarto de Comodo". Toda la piel estriada en 2 capas. Me he estado bañando continuamente pero la sal todavía empeoraba la situación dando más contraste. He estado en la piscina y en las duchas para arreglar el tema, pero no ha habido forma. En el hotel me he llenado de crema y parece que mejora el aspecto que tengo.

En el camino de vuelta he parado en un lugar que se llama Panoramic Center y he hecho merienda/cena con una impresionante puesta de sol sobre la costa israelí.

Mañana continuaré dirección hacia Aqaba en el Mar Rojo al sur de Jordania.

Hoy ha sido un día atípico y he tenido sorpresas de todo tipo.

Primero he tenido problemas con el coche. Ya ayer a última hora empezó a dar pitidos cada cierto tiempo como avisándome de algo. Esta mañana he salido hacia Áqaba y ha continuado con los sonidos y he comprobado que después de utilizar el freno era cuando daba el aviso, por lo que he pensado que le tocaba hacer la revisión. La experiencia de haber conducido algunos coches automáticos en EEUU, y la importancia de los frenos en este tipo de cambios, me ha llevado a darme la vuelta y poner rumbo a Ammán a National Car, la casa donde lo alquilé. Les he explicado la situación y me han dado otro coche mayor, un Chevrolet también automático y más cómodo.

He enfilado hacia Áqaba (310 Km), por la Autopista del Desierto, una autovía bastante cómoda pero con límites de velocidad de 110 Km/h. sólo en algunos tramos, el resto a 100 Km. En Jordania se conduce muy despacio y hay muchos controles de tráfico que ponen multas a diestro y siniestro, por lo que hay que andar con cuidado.

Segunda sorpresa, ésta buena. A unos 70 Km de Áqaba. cuando he remontado una colina, ha aparecido ante mis ojos una parte del desierto de Wadi Rum. Impresionante paisaje que sólo es un aperitivo de lo que podré ver dentro de un par de días cuando entre en él.

Tercera sorpresa, ésta mala. He llegado a Áqaba y la primera impresión ha sido nefasta. Además de ser una ciudad bastante fea a pesar de tener mar, porque ello conlleva un montón de enormes barcos cargueros y transatlánticos que afean el paisaje, toda la limpieza característica de este país se ha venido abajo presentando un paseo marítimo lamentable. En cuanto hay turismo, automáticamente se desarrolla en paralelo una sociedad parásita de fácil vivir, con pocos recursos y sin ninguna norma de higiene ni de limpieza.

Hace un par de semanas estuve tan cerca de aquí que casi se ve, Dahab, en este mismo golfo de Áqaba, en la costa del Sinaí (Egipto) y era con mucho la zona más bonita y cuidada del país. Ahora del lado jordano es con mucho la peor zona de Jordania.

Ésta ha sido mi primera impresión, no obstante, mañana recorreré con más profundidad la zona y ojalá tenga que modificar mi comentario.

Día bastante insulso y es que Áqaba no da para mucho. A la vista de ayer he preferido ir a primera hora de la mañana a Wadi Rum a unos 60 Km para enterarme como funcionan las excursiones al desierto: precios, horarios de salida, cosas a llevar, etc., por lo que no he vuelto a Áqaba hasta el mediodía. He recorrido la costa sur hacia Arabia Saudí y aunque mejoraba un poco y era zona de buceo, lo que he visto no me ha gustado como para quedarme. Como hacía calor he ido a bañarme y a leer en la playa de un hotel que aunque era privada, pagas una entrada y usas todas las instalaciones, incluida piscina. Así que he estado al más puro estilo turista, con tumbona y toalla a rayas incluida.

Al atardecer he vuelto a la costa sur, ya que he supuesto por la orientación que tiene que la puesta de sol desde allí tenía que ser muy bonita, como así ha sido.

Mañana a primera hora volveré a Wadi Rum y tengo intención de pasar 2 días en el desierto con noche incluida.

A primera hora de la mañana me he acercado al Visitor Center de Wadi Rum para gestionar la entrada al desierto y ver la posibilidad de encontrar algún acompañante interesado en el itinerario que yo quería hacer para compartir gastos. Después de 2 largas horas de espera, todos los que venían formaban parte de grupos organizados, así que he tenido que ir solo con un guía beduino. Se llamaba Ahmed y tenía una empresa de servicios de guía por el desierto llamada Rum Stars Camp ( www.rumstars.com ).

Hemos estados todo el día recorriendo los lugares más interesantes con mucha tranquilidad y el andar solo ha tenido la ventaja de disfrutar del silencio mientras contemplada maravillado el paisaje, pero también algún riesgo, ya que me he metido un poco en un cañón con algunos pasos algo complicados subiendo entre rocas y que luego me ha costado mucho bajar. El mejor momento ha sido cuando después de comer y tomar el consabido té, he cruzado yo solo una zona andando entre estrechos pasos durante 1 hora y media, para encontrarme con Ahmed al otro lado del cañón donde ha ido a buscarme.

Al atardecer nos hemos dirigido a un campamento desde donde he visto la puesta de sol, acompañado de gente de todo el mundo que iban llegando para pasar la noche: Una familia belga con 3 niños pequeños, japoneses, hindúes, vietnamitas y un grupo de escaladores alemanes.

La puesta de sol ha sido espectacular porque iban cambiando los colores del paisaje, hasta que ha aparecido la luna en una posición tumbada que nunca antes había visto.

Ha empezado a hacer mucho frío y hemos ido a una tienda para cenar: un cuenco de arroz con pollo, verduras y muchísimo té. Unos momentos muy agradables por la amalgama de culturas y estas situaciones son las que siempre recuerdas. Todos contábamos como podíamos en inglés nuestras experiencias y vida, e incluso un japonés se ha atrevido a hablar algo en español porque había estado 2 semanas en Madrid y era capaz de articular algunas frases. ¡¡¡ Envidiable !!!! la facilidad que tienen algunos con los idiomas, que no es mi caso.

He entablado amistad con un matrimonio joven hindú que vive en Texas y habla bastante bien español. Como ellos mañana también van a Petra, he quedado en llevarles en el coche.

Cuando el frío ya apretaba, nos hemos ido a una tienda a dormir envueltos en mantas.

Un precioso día muy especial por la impresionante belleza de Wadi Rum, emulando un poco a Lawrence de Arabia y que siempre recordaré con muchísimo agrado.

Vuelta temprano con mis nuevos compañeros de viaje Nehal y Reetu al pueblo de Wadi Rum donde tenía aparcado el coche. Hemos salido dirección a Petra, charlando por el camino, cosa que ya empezaba a echar en falta. Me han contado que él es abogado pero que no ejerce y trabaja en la empresa de su padre en la construcción. Han viajado muchísimo siendo tan jóvenes, conocen medio mundo y han estado en Barcelona y Sevilla, incluso me han confesado ser adictos al flamenco.

Hemos llegado a Petra y nos hemos hospedado en un hotel que a su vez nos había recomendado uno de los japoneses. Se han quedado en la habitación y yo después de ducharme he ido a recorrer por mi cuenta la zona denominada El Siq. Coincidiendo que hoy había un espectáculo de noche hemos quedado para cenar y luego ir a verlo.

Petra es muy grande, comienzas atravesando una estrecha garganta y después de un largo trecho de esquivar gente porque está lleno, muchos de ellos eran españoles con su clásico alboroto, llegas a El Tesoro, principal lugar que todos hemos visto en los reportajes y que inmediatamente se relaciona con Petra. El Tesoro es realmente espectacular una enorme fachada con perfectas líneas en simetría, labrada en roca y con grandes dimensiones.

Después se accede a una zona más abierta donde en las montañas que rodean encuentras otras impresionantes fachadas, teatro, tumbas y altares.

Un entorno erigido por los nabateos en el siglo VI a.C.

Al atardecer nos hemos encontrado de nuevo y me han invitado a cenar, porque no les he querido cobrar nada por traerles, cosa que querían que hiciese. Ellos son vegetarianos y dicen no tener aquí problemas con la comida porque hay mucha verdura, eso sí, la acompañan siempre de ingentes cantidades de chili. Hemos ido al espectáculo nocturno, que consistía en volver hasta El Tesoro, de noche, con la orientación de más de 1.500 candelas que marcaban el camino, un tanto peligroso de tropezarse. Allí han tocado música nabatea y nos han contado una historia en inglés, de su creación.

Un acto un tantos místico puesto que era muy importante guardar silencio y en el que me he aburrido un poco, aparte de tener que andar más de 4 Km ida y vuelta.

Mañana por la mañana veré el monasterio Al-Deir

En Petra se anda muchísimo porque las distancias son bastantes largas. He subido al Monasterio que es otra de las grandes fachadas esculpida en roca y está bastante apartado del resto de sitios. Se tarda aproximadamente entre 1,30 y 2 horas desde la entrada, en función de las paradas para hacer fotografías. Los últimos 45 minutos son de subida con más de 800 escalones por lo que mucha gente opta por subir en burro, que dicho sea de paso, me parece bastante arriesgado. El burro subiendo se mueve bastante y ya he visto a una señora bastante gorda y mayor, caerse. Gracias a que el dueño del burro estaba atento y se imaginaba que no iba durar mucho montada y la ha cogido en el aire antes de tocar suelo.

Un bonito paseo entre gargantas y pasos estrechos de piedra rodeados principalmente de precipicios y que terminan en un precioso paraje con vistas panorámicas muy bellas.

Cuando volvía me he encontrado con mis amigos hindúes que son bastante perezosos por la mañana y me traían comida y chocolate, porque Reetu también es una entusiasta del cacao y me había prometido regalarme un poco que compró en Beirut. Son una pareja estupenda, me llaman "tío", porque dicen que así se hace en India por respeto y cuando un joven se dirige a una persona que es mayor que ella. Siempre anteponen: tío, padre, hermano, etc. al nombre, y entre ellos nunca lo utilizan sino "cariño", "pajarito", etc.

Nehal me ha preparado un wrap vegetal y fruta de postre. Reetu es muy tímida y me miraba preocupada por si no me gustaba la comida, pero realmente estaba muy bueno y así se lo he dicho, por lo que me sonreía agradecida.

Hemos estado hablando sobre lo cerca que está Jerusalén y nos hemos decidido por probar suerte y acercarnos a la frontera de Israel para ver si era factible pasar uno o dos días visitando la ciudad. Así que hemos llamado al hotel en el que estuve en Madaba para reservar habitaciones y mañana temprano intentar pasar.

Hoy he podido experimentar lo que yo llamaría el "síndrome del viajero", es decir, la impotencia para poder hacer algo y solucionar una situación en la que te metes y no puedes salir. La salida que te queda es la espera sin más. En definitiva, lo que más a mí me molesta.

Hemos ido por la mañana a la frontera jordana con Israel y ya el comienzo pronosticaba que el día iba a ser de los de recordar. La carretera general estaba cortada porque había un maratón popular. Hemos tenido que volver hasta Madaba e intentar cruzar por una carretera que yo ya conocía, a través del monte Nebo. Ha habido momentos que nos desviaban por dirección contraria y te encontrabas con coches que venían de frente con gran riesgo de accidente.

La frontera a la que íbamos parece que ha desaparecido porque había unos bloques de cemento que impedían el paso, por lo que hemos optado por ir a otra más al norte, a unos 25 Km. He aparcado el coche en un lugar protegido previo pago al chaval de turno y hemos comenzado los trámites de salida de Jordania, papeleo y tasas.

La única forma que hay de atravesar el puente es en un autobús oficial, al que hemos tenido que esperar cerca de 1 hora y media. Cuando hemos llegado a la frontera israelí, había un tremendo lío de maletas porque hacen un control de todo el equipaje, ¡¡¡ a su ritmo !!! Yo enseguida he pensado en darme la vuelta y olvidarme de Jerusalén, pero me han dicho que ya no era posible. He tenido que entregar mis maletas y continuar con el proceso establecido.

Presentación de pasaportes y pasos por varios arcos, hasta llegar al control de visados, donde me he tenido que separar de mis amigos hindúes porque teníamos colas diferentes para los europeos.

Obtener el visado ha sido todo un poema, preguntas y más preguntas del motivo de mi visita, he tenido que enseñar el dinero que llevaba y cada vez que atendían a una persona, cambiaban a los funcionarios. Dicen que Israel es el país más seguro del mundo. No sé si será verdad, pero desde luego nadie le supera en contoles, aunque está por ver si son eficaces. ¡¡¡ Todo un poema !!! Incluso le he pedido que no sellaran el pasaporte para no tener problemas posteriores de entrada en otros países y con una voz bastante agria me ha dicho ¡¡¡ Itsn't possible!!! y me ha estampado un sello, con lo que me ha jodido. En ese momento he visto que mis amigos tenían algún tipo de problema porque les he visto abandonar su cola con papeles y empezar a rellenarlos. A partir de ahí los he perdido. He continuado con las colas y controles, hasta encontrar mi maleta a la salida. Después de esperar más de 1 hora sin que aparecieran Nahel y Reetu, he tenido que marcharme con la mala sensación de perder unos amigos de esta forma, tan siquiera sin despedirnos, ni tener su dirección. Espero que me escriban a través de Viendomundo y poder reanudar la amistad que hemos tenido por unos días y que ha sido estupenda.

Debo señalar que en la frontera había muchos palestinos y el trato que recibían no era del todo correcto, incluso con los demás también era muy frío, como si les molestase que fueras.

Gracias a que llevaba unos dólares, he podido cambiar justo para coger un taxi a Jerusalén porque no había cajeros en la frontera. Me he encontrado en el centro, tirando de las maletas con mucho calor y multitud de gente, sorteando puestos de verduras, coches, sin dinero, sin hotel y si ninguna información, ya que mis amigos eran quienes la llevaban. Una bonita situación con todo lo que me ha costado llegar. He mirado varios hoteles pero estaban todos llenos, hasta que he encontrado uno que al final ha resultado estar muy bien situado, moderno y admitir el pago con tarjeta.

En resumen, Jerusalén está a 50 Km. de Madaba y he tardado 7 horas y media. Algo ¡¡¡ tremendo para mis nervios !!! He dado una vuelta por la ciudad antigua y el famoso muro oeste en el que había mucha gente orando y "lamentándose". La primera sensación que he tenido ha sido de una ciudad muy cuidada y bonita, moderna y a la vez que con mucha historia.

Un día auténtico de viaje. Mañana visitaré Jerusalén con más profundidad.

Me he hecho con un plano de la ciudad y de los principales sitios a visitar, por lo que me he ido al mítico Monte de los Olivos, en el que hay varias iglesias y mezquitas dignas de verse. Además queda enfrente de la ciudad antigua, por lo que las vistas sobre la muralla eran preciosas.

Después he vuelto a la parte vieja que es bastante grande y con muchas callejuelas por lo que cuesta encontrar las cosas. He visto algunos lugares del "Recorrido de las Ánimas", hasta que he llegado al Santo Sepulcro. Al margen de todo el misticismo que rodea a este tipo de lugares, por dentro es uno de los edificios antiguos más bonito que he visto, parece sacado de una película de cruzados: naves con bóvedas, varias alturas, tanto hacia arriba como subterráneas, gruesas columnas de piedra, multitud de salas e incluso una fusión entre roca natural y piedra labrada.

A la tarde cuando estaba paseando cerca del gran zoco que hay, veo que se acercan mis amigos Nahel y Reetu arrastrando las maletas, porque cambiaban de hotel. Ha sido una sorpresa tremenda, porque no es normal encontrarse en una ciudad tan grande, sobre todo cuando yo pensaba que ya estarían en Jordania, bien porque no habían conseguido entrar en Israel o ya habrían regresado, porque mañana Reetu coge el avión desde Ammán con destino a Bombay. Él sin embargo se vuelve al día siguiente a Estados Unidos.

Pero el caso es que aquí estaban, les he acompañado al hotel a dejar las maletas y nos hemos ido a dar una vuelta, pero lo primero que hemos hecho es intercambiar nuestras direcciones por si acaso nos separamos de nuevo. Les he dejado solos porque es su última noche juntos y preferirán estar sin mi compañía.

Siempre ocurren cosas curiosas y ésta ha sido una de ellas. Mañana volvemos a Jordania juntos y la llevaré en coche al aeropuerto.

Yo por mi parte me plantearé qué hacer porque me queda una semana en Jordania y algunas cosas por ver, pero no creo que den de sí para todo el tiempo. Ahora con el visado israelí en el pasaporte dudo que pueda entrar en Siria, como era mi intención, pero me enteraré de las posibilidades y veré que alternativas tengo.

Temprano hemos iniciado la vuelta a Jordania, pensando en el calvario de controles que nos esperaba y realmente nos ha costado un poco salir de Israel, pero la entrada en territorio jordano ha sido muy rápida. Me han vuelto a sellar el pasaporte con la salida a pesar de mis protestas, lo que supone que ya no podré entrar en Siria, porque no puedo justificar que no he estado en Israel. Al tener el visado israelí correcto, otra opción era visitar Tel Aviv, pero en el propio hotel me han dicho que esta semana se celebra una importante fiesta palestina y que se esperan fuertes conflictos en la calle, sobre todo después de las muertes de ayer en Gaza. Esta noche en Jerusalén he oído ruido como de cohetes lejanos, que de estar en casa hubiese pensado en las fiestas de algún barrio, pero aquí me cuesta pensar que se celebren de esta forma. En cualquier caso, después de un buen rato han cesado y me he dormido tranquilamente.

Pienso que la situación de Israel es muy mala en un futuro. Todos los países en general salvo EEUU, apoyan a Palestina de forma incondicional, por lo que cualquier motivo puede acabar en algo todavía más violento que la situación actual. El control sobre los civiles y el trato de la policía en general con todo el mundo, no sólo con los palestinos sino también con los turistas, es muy descortés.

Son sólo sensaciones de andar por la calle observando la vida cotidiana, porque desconozco la situación en profundidad como para emitir un juicio válido, pero lo que sí he comprobado es que hay una presión constante contra Israel, que a la larga tendrá mayores consecuencias y que no quisiera estar allí para vivirlas.

Así que entrar de nuevo en Jordania ha sido una gozada por la sensación de tranquilidad, amabilidad y respeto de sus gentes. Hemos comido en Madaba en unos puestos callejeros, el clásico falafel de verduras y hemos llevado a Reetu al aeropuerto.

He quedado con Nehal, quien mañana se marchará a EEUU y nos hemos ido a cenar. En la sobremesa nos hemos fumado una pipa de agua, contándonos nuestras vidas. Una cena muy agradable en la que me he enterado que es un viajero incansable, gracias a que trabaja con su padre y se lo permite. Estuvo 18 meses de viaje de novios y recorrió medio mundo con Reetu. Van por separado porque ella venía a Jordania de Bombay, donde había estado un mes aprendiendo danza.

Curiosa pareja que ahora piensan establecerse en Austin y tener familia por lo que durante unos años tendrán que posponer los viajes.

Mañana vuelvo a quedarme solo y me programaré las visitas a realizar en la semana que me queda.

Esta mañana he atravesado el Monte Nebo de nuevo para bajar al Mar Muerto y bordear la costa hasta llegar a Wadi Mujib, que es una reserva natural protegida. Esta reserva es principalmente una garganta por la que discurre un río que dependiendo de la temporada llega a impedir el acceso. Una garganta muy estrecha que recuerda al Siq de Petra pero con agua. He ido preparado para mojarme y la cámara fotográfica la llevaba protegida en fuertes bolsas de plástico. En algunos pasos el agua te llegaba al pecho y he tenido que remontar algunas zonas agarrándome a cuerdas. El paseo ha sido divino, porque hasta el agua estaba bastante caliente y daba gusto chapotear. Me he cruzado con algunos grupos que venían de excursiones más largas que requieren guía, pero hay un límite máximo de acceso a algunas áreas del parque que es de 25 personas por día, lo que hace que en 3 semanas esté todo ocupado y no pueda hacer mañana otra excursión más larga como era mi intención.

He llegado después de una hora entre altísimas y estrechas paredes hasta una preciosa cascada que ponía fin a la travesía porque no era posible remontarla.

He vuelto a disfrutar de una naturaleza virgen y espectacular, caminando solo y en la grandeza de una profunda garganta, mojándome de forma despreocupada e intentando captar las mejores imágenes que aparecían ante mis ojos, que eran muchas.

A la vuelta he parado a darme un baño en el Mar Muerto y a volver a flotar como un corcho. Me he adentrado hasta que no tocaba fondo, me he puesto de pie y no me hundía, hay una fuerza que te voltea obligándote a permanecer tumbado que es la postura más cómoda.

Mañana me dirigiré hacia Karak, porque cerca de allí hay otra reserva natural que también quiero visitar.

Hoy he transitado por la Carretera del Rey hacia el sur de Jordania y con destino a Daba. A unos 40 Km de Madaba, he podido ver la otra parte de la garganta de Wadi Mujib en la que estuve ayer. No se parece en nada, en esta área es una anchísima garganta y de hecho le llaman "El Gran Cañón de Jordania", un tanto pretencioso pero es muy grande y ancho, mientras que ayer, en su desembocadura en el Mar Muerto apenas tenía un par de metros en algunos sitios. 2 paisajes muy diferentes y ambos grandiosos.

En el camino se me ha estropeado el cargador de la PDA. No me extraña mucho, con el trabajo que le he dado ya no ha aguantado más, así que para salir del paso he colocado el convertidor de 12 v. a 220 v. que suelen usar para ver películas mis hijos cuando vienen, y de esta forma he podido continuar, mal que bien. El problema ha sido que el soporte de la PDA en el coche es un sistema compacto, tanto de carga como de sujeción y no lo he podido utilizar, debiendo llevar la PDA en la mano con lo incómodo y peligroso que es.

He llegado a Karak y claro, lo primero que he visto ha sido el castillo que es enorme. No me extraña que en la antigüedad pasaran meses de asedio, porque conquistarlo por la fuerza debía ser poco menos que imposible. Además de tener unas murallas muy altas, tiene una base empinadísima que parece otra muralla, ésta natural.

Después de visitarlo me he dedicado a buscar por el pueblo algunos utensilios para poder adaptar el soporte de la PDA al coche y utilizar el cargador de 220 v. que es el que funciona. He conseguido hacer un apaño tipo "Mac Giver", y mañana lo probaré a ver que tal va.

Aunque hoy tenía previsto ir a una reserva natural, la importancia que para mí tiene el GPS me ha obligado a quedarme en Karak y solucionar el problema. Así que he modificado el plan y lo he dejado para mañana.

Continúo buscando destinos que merezcan la pena visitar y hoy he dado con uno de ellos al que acude poco turismo. Se trata de la Reserva Natural de Dana en la "Carretera del Rey" al norte de Petra. Forma parte de un ambicioso proyecto ecológico que tiene por finalidad preservar una de las pocas zonas que tiene Jordania con estas características de biodiversidad, ya que el 80% del territorio es desierto y en el país tienen muy serios problemas de agua.

Con un grandioso paisaje puedes realizar largas excursiones aunque yo me he limitado a penetrar un poco para sacar fotografías. Como casi todo en Jordania, hay que programarlo en grupos organizados y con mucha antelación para adecuar guías y demás. Como eso no va conmigo me he tenido que conformar con dar un paseo y no me puedo quedar más días porque mañana debo entregar el coche. Su viernes es nuestro domingo, también cierran el sábado como nosotros y vuelvo el domingo a casa.

El paseo ha sido muy agradable aunque era zona en la que pegaba mucho el sol y no he visto agua. He llegado a un campamento en donde se puede dormir y me ha recibido un joven amabilísimo que me ha invitado a café árabe. Estaba solo en todo el campamento y aunque no hablaba inglés, hemos estado un buen rato sentados mirando el paisaje y haciéndonos comprender con todos los medios a nuestro alcance. Al final me ha entregado una tarjeta por si quería visitarle alguna vez. Ante la amabilidad que me ha demostrado creo que debo poner la información, porque el sitio es ideal para quien le guste el senderismo y pasar unos días en completa tranquilidad:

Dana Nature Reserve

Al-nawatef Camp

Móbile: 00962 777 240 378 - 00962 796 392 079

Telfax: 00962 3 2270 413

e-Mail: nawatefcamp@hotmail.com

Los mejores momentos en estos viajes son cuando conoces nuevas personas que destacan por su amabilidad y sus ganas de entablar conversación, aunque esto último sea a veces problemático por el idioma, pero no importa, sólo por la compañía y muchas veces mediante señas consigues entenderte y pasar un rato muy agradable.

Después me he dirigido a visitar el último castillo de mi viaje, o eso espero, porque las piedras me salen hasta por los ojos, y es que además no me dicen nada. En la naturaleza percibo sensaciones muy agradables y me muevo buscando imágenes que se me quedan grabadas. Los castillos, templos, monumentos, etc., me dejan pasivo, intento captar el mejor ángulo para que las fotografías queden bonitas, pero nada más.

Al atardecer he vuelto hacia Madaba al mismo hotel Salomé en el que he estado otras veces y en el que me siento muy bien. Cuando me han visto de nuevo me han sonreído y me han dado las gracias por mi preferencia al elegir su establecimiento y es que por 20 € tengo: habitación con baño, televisión con canal satélite, Wi-Fi y desayuno incluido en un hotel nuevo y muy limpio, todo un chollo.

He vuelto a Ammán y he entregado el coche sin problemas. Ya ando por la capital como por casa. He realizado un recorrido por una parte de la ciudad durante varias horas, dándome una paliza de muerte. Como soy muy cabezón y no me doy fácilmente por vencido, he visitado varias agencias y compañías de autobuses que cruzan a Siria con destino a Damasco. En todas han coincidido en afirmar en que no me dejarán pasar la frontera por los sellos israelíes en el pasaporte. Así que sintiéndolo mucho tendré que pasar los días que me quedan en Ammán, buscando cosas que ver que no hay muchas.

Día de transición en Ammán. Hoy es viernes y por lo tanto fiesta por lo que la ciudad en la parte moderna que es donde tengo el hotel está totalmente vacía. He salido a recorrer algunas zonas dirigiéndome hacia la parte antigua que siempre tiene más ambiente. Me he desviado hacia unos baños turcos que tienen fama de estar muy bien, pero casualidad, al ser fiesta están dedicados el día de hoy hasta las 6 de la tarde exclusivamente a mujeres. He continuado mi camino empezando a bajar una ladera y me he topado con un edificio que indicaba ser el centro del proyecto medioambiental al que pertenece la reserva natural de Dana y he entrado a echar una mirada. Como tenía una espléndida terraza con vistas a la ciudadela y como era hora de comer he pedido la carta. El camarero me ha recomendado el plato del día, de cuya composición no me he enterado de la mitad, pero mi sorpresa ha sido cuando lo ha traído. Un plato muy elaborado de los que no me imaginaba que se hacían en Jordania: Lomo de pescado que no he sabido identificar, sobre una cama de patatas con especias suaves y acompañado de una mezcla de frutos y verduras entre los que había: limón asado, granos de granadina, trocitos de anchoa o similar y más cosas, todo ello con una salsa muy suave. Así que ha sido el día que mejor he comido y además he debido colaborar con su coste al desarrollo del proyecto.

He continuado andando y realmente me he cansado mucho, al margen de las horas que he estado por ahí pateando, Ammán está situado sobre más de 20 colinas, por lo que continuamente estás subiendo y bajando, con un sol de justicia, lo que agota.

Si normalmente hay mercadillos donde se vende de todo, hoy al ser festivo han debido venir de todo Jordania, porque la zona antigua era un hervidero de tenderetes y gente comprando. Hasta yo he picado y me he comprado una camisa vaquera y un curioso reloj de cuarzo por 9,50 € en total, que por ahora anda perfectamente y en hora, veremos lo que dura.

Mañana me espera otro día parecido de deambular por la ciudad.

Último día en Jordania. Mañana salgo temprano de vuelta a casa. Tengo ganas de volver y estar con mi familia y amigos. He estado fuera casi 2 meses que han sido muy intensos, moviéndome de un lado a otro y necesito parar un poco. Eso sí, he disfrutado enormemente conociendo nuevas personas, visitando lugares famosos y descubriendo algunos otros que no aparecen en las guías turísticas.

Hoy de forma similar a ayer, he vuelto a patear Ammán pero por otra zona. He pasado por un parque que a su vez tenía atracciones infantiles y en el que se ubicaban conforme he contado, más de 30 compañías de alquiler de coches diferentes, entre las que no estaba la que yo he utilizado. Aquí es normal que los gremios se ubiquen por zonas, lo que es muy cómodo para quien necesita de sus servicios. En poco tiempo puedes ver todas las opciones posibles, comparar precios y decidir la que te interesa, lo que ya me extraña un poco es el lugar elegido: un parque de atracciones, pero tendrá su sentido aunque yo no lo haya descubierto.

El caso es que cuando busqué en Internet me salían pocas compañías, pero realmente parece que hay mucho mercado.

He andado cerca de 6 horas y he acabado rendido, por lo que he vuelto al hotel, me he dado una ducha y he salido a cenar pronto, porque mañana me tengo que levantar a las 4 de la madrugada.

Así que termino por ahora mis diarios de viaje hasta que comience el próximo viaje.

Un bonito recorrido por este país aunque tal vez me han sobrado algunos días, que en principio hubiera deseado gastarlos en Siria, pero no ha podido ser.

Jordania es un país que se está desarrollando rápidamente y que sabe estar a bien con todos sus vecinos, aunque entre éstos existan muy fuertes tensiones y violencia. Por las grandes obras y construcciones en curso que vi en Ammán, en 5 años dicha ciudad sufrirá un tremendo cambio y presentará un aspecto muy moderno y occidental.

Los mejores recorridos que he realizado han estado relacionados con la naturaleza. El desierto de Wadi Rum ha sido el lugar que más me ha impresionado por su belleza en la combinación de piedra roja y arena. La garganta de Wadi Mujib también me gustó mucho porque aquí la combinación era de piedra roja y agua en abundancia. Del resto de visitas cabe destacar como es natural Petra, espectacular en la mezcla de parajes naturales e interacción humana en la creación de una ciudad nabatea, considerada una de las maravillas del mundo.

En definitiva un gran país por el que da gusto viajar, debido a las buenas infraestructuras y a la amabilidad de sus gentes. Sensación que se magnifica si como yo llegas de haber visitado Egipto.